jueves, 24 de septiembre de 2020

Frases memorables: Rojo como la sangre

«Por algún motivo, ser inteligente no era sexi en los cursos de educación secundaria. Si querías ser sexi, tenías que evitar la inteligencia como la peste. Ser listo significaba lo mismo que ser aburrido, pesado e irritante. Significaba ser feo, o como mínimo, tener un aspecto nada interesante».

La cita que os traigo hoy es de un libro que en su momento tuvo mucho boom, pero que ahora no recuerda nadie: Rojo como la sangre, de Salla Simukka. También fue un libro que no me gustó en absoluto y que no recomiendo. Pese a ser de misterio, se resuelve muy pronto y no hay ninguna intriga. Por otra parte, los secundarios son insulsos y la protagonista me pareció insufrible porque tiene pensamientos nada propios para su edad y es una engreída que se cree superior al resto de la humanidad y que no para de vanagloriarse por todo, sin que esté justificado. Os invito a leer la reseña para que os echáis unas risas.

Y a pesar de todo, rescato esta cita porque, en el momento que leí el libro, hizo que me sintiera muy identificada. No sé cómo fue vuestra adolescencia, pero la mía no fue fácil (igual que la de todos vosotros, imagino, la adolescencia nunca lo es), precisamente por lo mismo que lo que indica la cita. Cada año, yo era la lista de la clase. La que siempre estaba en las nubes, la que hacía chistes que nadie pillaba, la que hacía preguntas que los profesores no sabían responder, la que sacaba sobresalientes (menos en plástica y gimnasia), la retraída y solitaria. La  chica a la que le gustaba leer. Y si hubiera seguido así, mi adolescencia seguramente hubiera sido un drama.

Por suerte (?) me di cuenta a tiempo y aprendí a camuflarme. A leer menos en público, a sonreír más, a interesarme por los demás, a no mencionar mis notas, a charlar insustancialmente, a callarme las preguntas en clase,... Y es que si eras listo, te evitaban como la peste, como vi que les pasaba a otros que no intentaban ocultarlo. ¿Fueron mas felices ellos o yo? Nunca lo sabré.

 Afortunadamente (ahora sí) la universidad implicó revertir todo eso y volver a ser yo misma. Empezó a dejar de importarme lo que pensaran los demás y empecé a ser cómo yo quería y a hacer lo que realmente quería hacer. Y es que en el instituto, ser único está mal visto, mientras que en la universidad es precisamente el hecho de ser diferente lo que te hace más interesante.

Y eso es todo por hoy. ¿Qué opináis vosotros? ¿Coincidís con al frase? ¿Cómo fue vuestra etapa por el instituto? ¿Y en la universidad?


jueves, 17 de septiembre de 2020

El signo de los cuatro, de Arthur Conan Doyle


El signo de los cuatro [Sign of the Four] (Audiobook) by Arthur ...
Título: El signo de los cuatro
Título original: The Sign of the Four
Autor: Arthur Conan Doyle
Fecha de lanzamiento: 22 de febrero de 2018
Año original de publicación: 1894
Edición: Audiomol
ISBN: 9788416793914
Idioma: Español
Narración: Albert Cortés

Sinopsis:
En Inglaterra, a fines del siglo XIX, Tras la misteriosa desaparición de su padre, Mary empieza a recibir valiosas perlas de un remitente desconocido. Después de un prolongado silencio, el generoso personaje da señales de vida y quiere que Mary se reúna con él. La joven pide ayuda a Sherlock Holmes para que la acompañe.


Por qué este título..
«El papel es de fabricación manual de la India —comentó—. Además, estuvo en alguna ocasión clavado en un tablero. El diagrama que se ve en él parece el plano de parte de una gran construcción con numerosas salas, corredores y pasillos. En un punto del diagrama hay una crucecita hecha con tinta roja, y encima de ella, escrito en lápiz, casi borrado, «“3,37 desde la izquierda”. En el ángulo de la izquierda se ve un extraño jeroglífico de cuatro cruces alineadas y los brazos de la misma tocándose. Junto al mismo hay escrito, en caracteres muy burdos y ordinarios, “El Signo de los Cuatro”: Jonathan Small, Mahomet Singh, Abdullah Khan, Dost Akbar».

Opinión:

Hace un par de años leí Estudio en escarlata, una obra que me decepcionó, por desgracia, por los mismos motivos que esta. Me propuse darle otra oportunidad al detective, pero fue pasando el tiempo y mi propósito fue quedando relegado al olvido. Estos últimos meses he estado viendo la serie de Sherlock de la BBC que me ha parecido terrible en todos sus aspectos, pero especialmente por la tóxica relación de Sherlock y Watson. Eso, sumado al hecho de que la oferta de audiolibros de mi Ebiblio no es muy amplia, hizo que decidiera darle una oportunidad a esta segunda parte.

42743489Si hay algo que me ha maravillado es la relación entre Watson y Sherlock, pues para mi sorpresa, está bien. No os podéis hacer una idea de lo mucho que ésta contrasta con la serie. Teniendo en cuenta que la historia se centra en el caso y que el desarrollo de personajes no es muy importante, lo poco que se ve de ellos es positivo. Watson y Sherlock son amigos porque, pese a los aires de superioridad de este último, trata a la gente bien y no se burla de nadie. Por su parte, Watson, siente una gran admiración por Sherlock y entre ellos hay una relación de maestro-discípulo fantástica.

Así, hablando de los personajes, Sherlock me ha caído bien. Es alguien muy listo porque ha estudiado mucho acerca de gran multitud de temas, pero también porque tiene su "método" y una gran capacidad de deducción. Es un adicto a los opiáceos y algo arrogante, pero no es antipático con la gente, se ríe y es amable. ¡Pero si invita a cenar al inspector pese a que este haya errado por completo en el caso!

Ni siquiera he notado esa misoginia por la que tanto se conoce a Sherlock. Sí que es verdad que hay algunos comentarios machistas, pero no están tanto en boca de Sherlock como del narrador, es decir, Watson. Un ejemplo de ello es «con un estilo angelical típicamente femenino, había sobrellevado los malos momento de forma serena», pero no me parece algo criticable, puesto que es inherente al contexto de la obra.

En cuanto al caso, para mí es lo que más flojea, algo bastante irónico puesto que es el eje de la obra. Se trata de un caso bastante corriente, la investigación del robo de unas joyas y no hay ningún tipo de intriga, pues sabemos la identidad del ladrón unos instantes después de que Sherlock le dé un vistazo a la habitación. A esto hay que sumarle que la persecución posterior es bastante pausada (algo realista) y que ningún lector es capaz de descubrir el pastel antes que Sherlock, puesto que el tiene muchos más conocimientos que el lector, no tanto porque se nos oculte información como porque es muy docto.

En resumen, el caso me ha aburrido, no hay ningún giro de guion ni sorpresas, y todo se desarrolla con bastante calma. Eso sí, las deducciones de Sherlock me han parecido absolutamente lógicas y bien justificadas en todo momento (a diferencia de la serie, ejem), de manera que al final llegas a admirar al personaje tanto como lo hace Watson.

Lo único que realmente me sorprendió fue que hacia el último cuarto de la novela el caso ya está resuelto. Por eso esperaba algún tipo de giro que nunca termina de llegar. En su lugar, el culpable nos narra gran parte de su vida para justificar así sus acciones y explicar cómo se ha llegado a la presente situación. Esta historia es demasiado larga para mi gusto y corresponde más al género de aventuras que al de misterio.
Imagen relacionada
Otra cosa que tampoco me ha convencido es el romance. En este libro Watson conoce a Mary y lo suyo es un instalove de cuidado, bastante similar a los de Agatha Christie. Me parece que su relación no está nada trabajada, no han tenido ni cinco conversaciones (de las cuales solo conocemos dos) que ya están perdidamente enamorados el uno del otro. Y lo más increíble es que Sherlock considera a Mary una mujer bastante capaz (aunque solo haya coincidido con ella una vez y casi no hayan interactuado).

En cuanto al lenguaje es muy cuidado, pese a ser bastante accesible para todos los públicos, aunque la novela se hace densa de todas formas por los motivos ya mencionados (la falta de emoción e intriga).

En conclusión, para mí El signo de los cuatro ha sido un libro que deja bastante que desear. Aunque la relación de personajes está bien y el estilo narrativo es accesible el caso no resulta interesante al lector porque se trata más de una persecución en la que no hay ningún tipo de tensión y el caso es bastante sencillo. Las deducciones son muy lógicas y están muy bien trabajadas, pero el lector corriente no puede hacer más que admirar a Sherlock y quedar en segundo plano, sin tener una participación activa en la resolución. A eso hay que sumarle que hay mucha exposición barata en el último tramo de una historia complementaria y hay un romance que no se desarrolla. Con todos estos datos, deduzco que las historias de este detective no son para mí y que seguramente tardaré mucho en darle otra oportunidad.

Cosas que he aprendido:
  • Cómo sonsacar información a la gente sin que se den cuenta

Y ya para terminar, os dejo con mi avance de Goodreads:

PUNTUACIÓN...2'5/5!

Primeras Líneas...
Aquí os dejo una muestra, para que podáis escuchar la voz del narrador y conocer las primeras líneas. Podéis escucharlo en este enlace.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Viñeta del lector 69#

"Me gustaría tener un "amigo con beneficios", pero que el amigo tuviera una librería y el beneficio fuera conseguir libros gratis"
o
"Me gustaría tener una relación sin compromiso en la que el otro tuviera una librería de la que pudiera coger libros sin compromiso alguno" 
(Esta vez la traducción no ha sido fácil, se aceptan sugerencias)

Buah, ¿a quién no le gustaría tener a un amigo librero a mano a quien pedirle libros gratis? Por desgracia, os informo de que fui librera por un tiempo y no pude conseguir libros gratis ni para mí. Y yo que soñaba con quedarme detrás del mostrador leyendo tranquilamente toda la tarde... JÁ. Siempre había cosas por hacer o gente a la que atender. Quizás un amigo bibliotecario sería mejor porque podrías pedirle sucintamente que su biblioteca adquiera determinados libros que son de interés...general.

Tampoco he podido aprovecharme mucho de mis amigos, todo hay que decirlo. No tengo muchos amigos lectores y a los que os he conocido mediante el blog estáis un poco lejos como para dejarme saquear vuestras estanterías prestarme libros. Siempre he cogido libros de mi hermano, pues casualmente me interesaban (que yo se los hubiera regalado para empezar no tiene nada que ver), pero supongo que eso no cuenta.

Recientemente me estoy aprovechando estoy cogiendo prestados libros de una amiga que tiene una buena colección de mangas (a ver si consigo aficionarme al género) y por supuesto, le robo cojo prestados muchos libros a G (además de fomentar que compre los que me interesan a mí, claro), en especial los que más le han gustado y que más me recomienda.

Y vosotros, ¿tenéis a alguien de quien siempre cogéis libros prestados? ¿Tenéis algún amigo librero o bibliotecario?


viernes, 11 de septiembre de 2020

Sidi, de Arturo Pérez Reverte

Acostumbrarme a los audiolibros ha supuesto para mí todo un mundo de posibilidades. Ahora hacer las tareas de la casa o conducir me parece perder el tiempo si no lo hago al mismo tiempo que escucho un audiolibro. El problema es que la oferta de mi Ebiblio no es muy variada y parece que el formato está de moda, pues hay mucha gente que los coge en préstamo.

En esas que tenía la casa por limpiar y ningún audiolibro interesante a la vista cuando me decidí por este, solo por el autor, del que tenía pendiente leer algo. Craso error. Eso me pasa por ni fijarme en las sinopsis. Y es que no tenía ni idea de que este libro era un retelling de Cantar de Mio Cid, un libro que seguro que todos sabéis que me "fascinó" en su momento. Por qué me meto en estos tinglados...

Penguin Random House Audio
Fecha de lanzamiento: 18 de septiembre de 2019
Edición: Penguin Random House Audio
ISBN: 9788420438740
Idioma: Español
Tiempo: 11h
Narrador: Emilio Buale

Sinopsis:
No tenía patria ni rey, sólo un puñado de hombres fieles.
No tenían hambre de gloria, sólo hambre.
Así nace un mito.
Así se cuenta una leyenda.

Por qué este título...
«—Sa-taaixu, sa-taaixu —les decía Minaya—. Viviréis, estad tranquilos, tranquilos... Nuestro jefe os perdona la vida... Aaixin... Viviréis.
Comprendían los moros, al fin, y se postraban echándose bajo el caballo de Ruy Díaz, voceando en su algarabía.
Sidi, Sidi, clamaban.
Reía Diego Ordóñez satisfecho, brutal, quitándose la sangre de la cara con el dorso de una mano.
—Te llaman señor, Ruy. ¿Los oyes?... Te llaman señor.»

Opinión:
Impresión: Rollo patatero

El libro de Cantar de Mio Cid consta de tres partes: la primera es sobre las primeras hazañas de Cid y cómo se forja su leyenda, la segunda se centra en sus grandes campañas y la conquista de Valencia y la tercera es sobre los problemas con los Infantes de Carrión. En general es un historia simple, pero que según cómo se cuente, puede llegar a ser interesante. El primer problema de este libro es que solo se centra en la primera parte y no sabe contarlo de forma amena. Y no, a diferencia de lo que yo creía, no hay continuación. Fue desesperante ir leyendo y ver cómo, al ritmo que iba la historia, no llegaría a la parte de los Infantes de Carrión, lo más interesante, pero es que fue peor descubrir que no llegaría ni a la conquista de Valencia.

Como libro de aventuras Sidi falla estrepitosamente. No hay mucha acción y cuando la hay queda diluida a causa de las descripciones; no hay tensión porque no hay giros inesperados y sientes que la trama no avanza; no hay personajes carismáticos con los que puedas empatizar porque el único que se conoce bien ses el Cid, los demás tienen epítetos y da gracias. Ahora bien como novela histórica y didáctica, que pretende enseñar cómo era la situación en la frontera entre el mundo cristiano y el árabe, lo que implicaba ser un caballero a sueldo y mostrar fielmente cómo eran las batallas en aquella época, no está nada mal.

En general el libro peca por exceso de descripciones (especialmente de vestuario) y porque no hay un argumento sólido que te mantenga pegado a las páginas. Todo el libro son pequeñas escaramuzas del Cid, una tras otra, que en realidad no tienen mucha importancia y con las que no logras sentir tensión, pues con tanta descripción olvidas qué está pasando. Y eso cuando no es el Cid simplemente cabalgando y explicando lo extenuante que es la espera antes de la batalla.

Lo que no se le puede negar a la historia es que es realista. Se nota que el autor se ha documentado mucho sobre la época, los caballeros, los ejércitos y el tipo de lucha. No sé cuanta fidelidad hay en todos esas descripciones, pero yo como lectora me lo creo. Me gusta que las batallas no sean épicas, porque la realidad es sucia y poco gloriosa, y que la victoria muchas veces se decida no tanto por la habilidad de los hombres sino por el número de ellos que hay en combate.

Sobre los personajes, me ha gustado especialmente el Cid. Se ahonda más en su psicología que en original, pero tampoco tanto como me hubiera gustado. Me ha parecido interesante que fuera consciente de que se iba creando una leyenda entorno a su figura, y más que fuera él quién ayudara a hacer la crecer aún más. Otra cosa interesante es que el Cid no es un buen hombre. No le importa matar si le han pagado por ello (da igual si son moros o cristianos), violó a su mujer y no se arrepiente o dejó que los moros saquearan una villa solo para poder adelantarles. Es un hombre de su tiempo, pero no solo eso, también es práctico y sabe esconder sus sentimientos. Incluso su forma de hablar siempre es muy seca y funcional.

En cuanto a los demás personajes, hay muchos soldados, todos con nombre, bien introducidos, sin que suene artificial. Destacar a Minaya, un tipo muy simpático, y Diego Ordóñez, un hombre muy hecho de si mismo, brutal y sin pelos en la lengua. De todas formas, me hubiera gustado que se trabajaran y profundizaran mucho más.
«El burgalés era de esos guerreros tan hechos a la idea de vivir y morir temprano que les resultaba indiferente madrugar.»
En cuanto al lenguaje, es aceptable. El autor capta el lenguaje y las expresiones de la época sin que este resulte demasiado extraño al lector, por lo que se puede leer con facilidad, al mismo tiempo que te sientes inmerso en la época. El estilo narrativo no me ha parecido espectacular, pero funciona muy bien con lo que quiere contar.

Por último, hacer referencia a la voz narradora (recordemos que lo he escuchado, no leído). Me ha parecido bastante aceptable, no hace muchas inflexiones de voz ni cambios de registro, pero tampoco es un robot. Es una voz grave que concuerda bastante con el tono de la novela (aunque por suerte no hay muchos personajes femeninos, porque aparece una niña y estoy traumatizada con su "voz dulce y frágil").

En conclusión, si buscas un libro de aventuras, este no es tu libro; si has leído el original, no te aportará nada; y si no has leído el original, se te pasarán las ganas de leerlo. Estamos ante un libro con poca acción, ritmo y tensión y que aburre por el exceso de descripciones. El único personaje bien perfilado es el protagonista, el Cid, y aun así podría estar mas trabajado. A nivel de realismo, el libro me ha parecido bien documentado y aporta muchos datos sobre el contacto en la frontera entre moros y cristianos, el desarrollo de las batallas y el vestuario de los soldados y caballeros. Por último, comentar que coincido bastante con esta reseña de Críticas literarias Regina Irae.

Cosas que he aprendido:

  • Batallas realistas.
  • Vocabulario sobre el vestuario de la época.
  • Algunas palabras en árabe.
  • La situación sociopolítica de las zonas de frontera de la época entre el mundo árabe y el cristiano.

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...2/5!

Primeras Líneas...
Os dejo una muestra para que podáis escuchar cómo es la voz del narrador y además conocer las primeras líneas. Es en el este enlace.


martes, 8 de septiembre de 2020

Visto en las redes 37#

¡Hola! ¿Cómo va todo? ¿Qué tal inicia setiembre? Para mí no ha sido un inicio como tal, estoy un poco a la espera entre seguir trabajando de correctora o empezar como interina de profesora. Eso sí, este verano he podido leer mucho más de lo esperado, algo que me alegra un montón. ¿Y a vosotros cómo os ha ido?

Como cada dos meses, os traigo una nueva entrada de Visto en las redes, una sección que me gusta mucho porque da pie a muchos debates. Espero que la disfrutéis y que podamos comentar un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!

Eso sí, antes de nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos, pero siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados estos dos últimos meses (en esta ocasión en julio y agosto) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que...¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada! 

Me decidí a crear esta sección como excusa para hacer debates porque sé que algunos de vosotros no me seguís en las redes sociales tranquilos, estáis en la lista negra (tanto porque no os interesa como porque no tenéis una cuenta) y pensé que os podría parecer interesante tener una recopilación de esta información. Así, todos los que no tenéis redes podrías estar al tanto y los que me seguís, pero estáis saturados, podríais tener un resumen. 

Como sabéis, el blog está en varias redes: en Twitter, en Facebook, en Instagram, en Goodreads y en Bloguers (podéis acceder a mi perfil de cada red social haciendo click en los enlaces), pero estoy especialmente activa en Twitter, Facebook y Instagram, por lo que en esta sección me centraré en esas redes sociales.

Repito, como en cada ocasión, que la idea de esta sección no es completamente mía (siempre hay que dar créditos). Me inspiré en una sección muy parecida en el blog de Deja volar tu imaginación llamada Citando a Twitter. En ella, Patt recopilaba algunos de sus retweets favoritos, aunque siempre están relacionados con reflexiones sobre el mundo en general, no centradas en el ámbito literario.

Por cierto, hay algunos mensajes que están en inglés, pero tranquilos, para aquellos que no dominen el idioma, los he traducido tan bien como he podido. Y sin más dilación, os dejo con la entrada:

Visto en Twitter
Seguro que todos conocéis el mítico tren Orient Express, el cuál se hizo famoso gracias a las novelas de Agatha Christie. Por mi parte, no tenía ni idea de que seguía en funcionamiento, y menos que hubiera sido restaurado, así que gracias a Mónica-Serendipia por la información. A mí me encantaría ir algún día (aunque seguro que me cuesta un ojo de la cara [o dos]). ¿Y a vosotros?

Muy de acuerdo con este comentario de Alhana. Hay gente a la que no le importa seguir una serie durante varios años, esperando entre temporada y temporada. Yo no soy una persona que devore las series en unos días, pero me gusta ir a mi ritmo, y con los libros igual, por lo que espero a que la saga/trilogía esté terminada antes de ponerme con ello (algo que sé que no está bien, pues si todo el mundo hiciera lo mismo, no se publicarían continuaciones). En consecuencia, me molesta cuando la trilogía se convierte en saga y luego hay spin-offs y un montón de material extra, me siento timada. No solo porque hay pocas obras que soporten estirar tanto el chicle, sino porque siento que no avanzo y que no terminaré nunca. Además, soy incapaz de recordar todos los detalles de obras anteriores, pues las he leído muy espaciadas en el tiempo. Es lo que me pasa con Cazadores de sombras, pero también con Trono de cristal (del que solo he leído el primero, a la espera de que la autora deje de publicar) y El corredor del laberinto. ¿Con que saga os ha pasado esto?

Lo siento mucho, pero a mí la poesía moderna no me gusta. No me transmite nada. Cuando estuve trabajando en la librería, este tipo de poesía se vendía como rosquillas, aunque creo que era en parte debido al renombre de sus autores en redes. Pero como dice Filólogos cabreados, poner palabras profundas en líneas distintas no es hacer poesía. Tiene que haber una técnica detrás, que el autor sepa justificarte por qué lo ha hecho de una manera y no de otra, que se juegue con el lenguaje, que el mensaje no este ahí, en la cara. ¿Habéis leído alguno de estos libros de poesía que os haya gustado?
Me gusta mucho esta cita de Julian Barnes que nos comparte Alhana. Creo que la parte que más cuesta de escribir es encontrar las palabras adecuadas, la expresión justa que transmita exactamente lo que quieres transmitir como autor. Uno de los pocos libros que creo que lo consigue es El arcano y el jillguero. ¿No os ha pasado nunca que os habéis quedado saboreando una frase porque simplemente es perfecta?


Me remito a mi pregunta. ¿Creéis que los lectores son capaces de identificar si una relación es tóxica o no cuando la novela no lo muestra como algo negativo? Aunque lo ideal sería lo que dice Omaira, la realidad no es así. Que haya comportamientos tóxicos en una novela de época (que se escribió en un lugar y cultura determinados) no me molesta, porque tengo en cuenta el contexto. Tampoco me molesta que en una novela actual haya un personaje homófobo (por ejemplo), siempre que este sea mal visto por el resto. Lo que me parece mal es que en una novela actual (ambientada en el presente de nuestra sociedad) incluya un personaje así y el resto le rían la gracia. O que se muestre una relación tóxica como algo positivo y deseable, en parte porque me saca de la historia, y en parte porque va en contra de mis valores. Además, me parece que eso es idealizar situaciones o comportamientos que deberían desaparecer. ¿Qué opináis vosotros?

Como dice Xavier Beltrán, en esta época surgen un montón de listas de este estilo. Me hace mucha gracia lo de "libros para el verano", como si no pudieran leerse en cualquier otra época del año. Para mí son libros cortos, ambientado en esta época del año, o chick-lit o thrillers adictivos. Pero para otras personas, los "libros de verano" son tocho-libros que llevan entre sus pendientes durante mucho tiempo. Además, que no entiendo por qué una novela de terror no puede ser "veraniega". No sé, me parece algo confuso. ¿Qué opináis vosotros?

Coincido con Xavier Beltrán en esto también, leer es una afición como cualquier otra. Me gusta leer, como me podría gustar mucho el cine, escuchar música, salir a bailar bachata, jugar al ajedrez, practicar natación o cuidar del jardín. La diferencia radica en que leyendo o viendo películas puedes conocer otros puntos de vista acerca del mundo. He dicho puedes. La posibilidad está ahí, otra cosa es que lo hagas. Hay gente que lee siempre lo mismo o que no acepta ni respeta a los demás. Leer no te hace mejor persona, así como tampoco lo hace jugar al futbol. Leyendo puedes adquirir más cultura, es cierto, pero no implica que lo vayas a hacer necesariamente, y menos si te imponen la lectura.

Las bibliotecas no son solo en papel, como demuestra la eBiblio, también ofrecen libros en digital y audiolibros. ¿Para qué piratear libros con la gran oferta de libros gratis que hay en las bibliotecas? Y así, contribuyes a que el autor se gane el pan. No sé si le habéis dado un vistazo a las vuestras (hay una para cada comunidad autónoma), pero si no es así, no sé a que estáis esperando, la mía es muy surtida y me ha ayudado a entrar en el mundo de los audiolibros. Me alegro de que Leer.es promocione la plataforma, porque es fantástica. 

Muy interesante esto que comenta Paula Gallego. El único "deber" del escritor es escribir (sí, Rothfuss, te estoy mirando mal). No tiene que saber promocionarse, maquetar su obra ni distribuirla. Solo escribir. Por supuesto, es genial cuando los autores interactuan con el lector, cuando comentan en las reseñas, resuelven dudas, fangirlean, se muestran humanos y logran crearte hype por su obra. Pero eso es un extra, un plus que no se le debería exigir. Si lo hacen, bien, y si no, también, tiene que haber límites. Incluso si como escritor no quieres que se sepa tu identidad (Elena Ferrante), eso debería respetarse.


Esto me apreció interesante porque tanto Xavier Beltrán como la Fundéu nos recuerdan dos errores ortográficos que cometemos habitualmente. "Dar por hecho" lo tenía como frase hecha, y no se me hubiera ocurrido que tuviera que concordar. En cuanto a lo de Estados Unidos, me pasa que siempre tengo dudas y lo escribo usando cualquiera de las tres variables incorrectas.


Muy de acuerdo con la afirmación de Beatriz G. López, hay que saber diferenciar entre autor y obra. En el mundo hay gente homófoba, racista y machista, gente a la que las relaciones tóxicas le parecen bien, gente que acepta el abuso. Representar este tipo de comportamientos en las obras ayuda a hacer un mundo más creíble, no necesariamente significa que esa sea la ideología del autor. Eso sí, como ya he dicho antes, no me parece bien cuando estos personajes se presentan como ideales o no son criticados.  

Esta encuesta de Helena me pareció muy curiosa. ¿Cuál sería vuestra respuesta? Por mi parte, si estoy en la librería y dudo entre si coger un libro o no, lo primero que hago es mirar en Goodreads. Allí compruebo la sinopsis y si es de una saga o no; luego, me fijo en las opiniones de mis amigos. Tras eso, busco reseñas en blogs. Lo hago así porque Goodreads me permite tener una opinión general, pero las reseñas que hay allí no me gustan, por una parte porque tengo filtrarlas por idioma, y por otra porque son excesivamente breves, no tienen la profundidad de argumentación que yo busco. 

Sin duda, a la RAE le falta actualizarse. Me parece muy curioso esto que nos comparte Laura Martín-Pérez, pues "ñoño" para mí significa lo mismo que "cursi", no ninguna de las acepciones que se proponen. ¿Y para vosotros?

Al fin la serie de Memorias de Idhún, gracias a Netflix España. Por desgracia, el tráiler es muy poco prometedor. No solo es todo muy anime (cosa que esperaba), sino que me ha costado mucho reconocer la historia en la que se basa (cosa que puede deberse a que los leí hace muchos años). A eso hay que sumarle que las voces de doblaje suenan terrible y que parece un anime genérico. Seguramente lo veré, pero no me espero nada.



Bien observado, Alhana, a mí también me resulta sospechoso. Seguramente se trate de la propia autora, intentando inflar su nota en Goodreads. No es la primera vez que veo este tipo de prácticas, me parecen terribles. ¿Os habéis encontrado con algún caso así?

Esto  que dice Iria G. Parente me pasa mucho, veo a los autores ahí, esforzándose por describir a los personajes, pero yo siempre me los imagino a mi manera (y luego en las adaptaciones me llevo sorpresas), a no ser que se recalque mucho una característica específica de algún personaje, como que Kvothe es pelirrojo o Nicasia coja.

Muy interesante esta reflexión de Alhana. Tenemos tendencia a menospreciar lo nuestro. Hay muchas autoras que usan seudónimos ingleses y con los que me he llevado una sorpresa al descubrir que eran españolas, como Megan Maxwell, pero aún más que ambientan sus novelas en ciudades estrangeras de ensueños y con personajes con nombres ingleses. Porque si es español, no suena tan cool. Un buen autor no se deja entorpecer con prejuicios como este. Una novela puede estar ambientada en Burgos, que los protagonistas sean María y Antonio y ser brillante.


Visto en Twitter
A mí es que las encuadernaciones tan cuidades de libros antiguos me pueden, por eso siempre me maravillo cuando Maks Viktor Antiquarian Books comparte cosas como esta. ¿Habéis tenido alguna vez uno en vuestras manos?

Y bueno, esto es todo por hoy, espero que hayáis disfrutado de la entrada y que tengáis muchas cosas que decir. ¡Nos leemos en los comentarios!



viernes, 4 de septiembre de 2020

Minireseñas: La caja de botones de Gwendy, de Stephen King y Richard Chizmar; Bibliomanías, de Laura Pacheco y The wild detectives

Título: La caja de botones de Gwendy
Autor: Stephen King y Richard Chizmar
Editorial: SUMA de letras (Penguin Random House)
Encuadernación: Tapa dura
Edición: 2018
ISBN: 9788491292418
Páginas: 186
Precio: 14,90€
Traductor: José Óscar Hernández Sendín

Sinopsis:
Existen tres vías para llegar a Castle View desde la ciudad de Castle Rock: por la carretera 117, por Pleasant Road y por las Escaleras de los Suicidios. Cada día del verano de 1974, Gwendy Peterson, de doce años de edad, toma el camino de las escaleras, que ascienden en zigzag por la ladera rocosa.
Pero un día, al llegar a lo alto, mientras recupera el aliento con la cara roja y las manos apoyadas sobre las rodillas, un desconocido la llama. Allí, en un banco a la sombra, se sienta un hombre con una chaqueta negra y un pequeño sombrero. Llegará un día en el que Gwendy sufra pesadillas con ese sombrero...

Por qué este título...
«El hombre busca algo bajo el banco y saca una bolsa de lona, de las que se cierran con un cordón. La abre y extrae una bonita caja de caoba, con una madera que brilla con un marrón tan rico en matices que vislumbra minúsculos destellos rojos en su acabado. Tiene unos cuarenta centímetros de largo, treinta de ancho y la mitad de alto. De inmediato la quiere para sí, y no solo por su belleza. La quiere porque le pertenece a ella. Como si fuera algo realmente valioso, realmente preciado, que se ha perdido tanto tiempo atrás que casi ha caído en el olvido, pero que ahora ha sido hallado. Como si la hubiera poseído en una vida pasada, una vida en la que ella era una princesa o algo así.
—¿Qué es? —pregunta Gwendy con un hilo de voz.
Una caja de botones —responde él—. Tu caja de botones. Mira.
La inclina para que la niña pueda ver una serie de pequeños pulsadores en la parte superior de la caja, seis en filas de dos y uno a cada lado. Ocho en total. Las parejas son de color verde claro y verde oscuro, amarillo y naranja, y azul y violeta. Uno de los botones en los flancos es rojo; el otro es negro. Hay una pequeña palanca en cada extremo de la caja y, en el centro, lo que parece una rendija».

Opinión:
Impresión: Sabe a poco

Tras mi lectura de 22/11/63 quedé con ganas de leer más de King, pues su capacidad para crear atmósferas y su narrativa me encantaron. Pero el terror y la violencia no me gustan, así que escogí este libro por ser más juvenil. Craso error, puesto que lo ha sido demasiado para mi gusto. Yo quería leer algo de terror, pero que tampoco lo fuera tanto y esta novela no lo ha sido en absoluto.

He de empezar diciendo que la edición de Suma es fantástica, tapa dura y con ilustraciones muy bien escogidas. Pero también tiene la letra grande y si a eso le sumamos que el libro es corto, el resultado es que lo devoré  en una noche de insomnio.

Lo segundo que he de decir es que creía genuinamente que la "caja de botones" era un bote con botones e hilos, no un caja que tenía interruptores. Me costó hacerme a la idea, la verdad. En cuanto a la trama, pese a ser prometedora, se queda en lo que dice la sinopsis y poco más. No hay escenas terroríficas ni tampoco me ha parecido que se construyera  poco a poco una atmósfera de terror y tensión. Sí que es cierto que hay una escena violenta que está muy bien narrada y con mucha tensión en la que he reconocido al autor, pero ya. No entiendo por qué está calificada de "horror" en Goodreads.

Poco más tengo que decir ante un libro tan corto en el que casi no pasa nada. El único personaje que hay importante es Gwendy, cuya evolución iremos siguiendo a lo largo de un par de años, pero en general su vida no me ha parecido interesante, y todo el dilema este de la caja tampoco me ha parecido que suscitara demasiados debates ni reflexiones. Oh, y la mayoría de botones se quedan sin pulsar, lástima.

En conclusión, un libro que me ha dejado muy insatisfecha y que me ha sabido a poco en todos los aspectos, tanto en cuanto a la ambientación de terror, como en la trama (bastante desaprovechada) como con el personaje principal y la ausencia de reflexiones. Por mi parte no lo recomiendo.

Nota: acabo de descubrir que tiene una segunda parte, publicada a finales de 2019, Gwendy's magic feather, veinte años después. Va a ser que no me animo.

Cosas que he aprendido:
  • No recordaba lo mucho que me gustaban los libros tapa dura.
  • La escena de violencia en el armario es genial.

Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:



PUNTUACIÓN...2/5!

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Título: Bibliomanías
Autores: Laura Pacheco y The Wild Detectives
Nº de páginas: 96
Editorial: Pepitas de Calabaza
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788417386184
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Logroño
Traductor: Carmen Pacheco

Sinopsis:
Ya sea en el salón de casa o en mitad de un naufragio, los bibliómanos –esa subespecie humana más preocupada por terminar un libro que por la paz mundial– dan rienda suelta a su amplio abanico de neuras y excentricidades. Todos conocemos a alguien así. Quién sabe, quizás seas tú uno de ellos.
Bibliomanías recopila esas situaciones, absurdas a veces, demasiado reales otras, en las que el placer de leer supera con creces el sentido común.

Opinión:

Hace ya un par de años que sigo a Laura Pacheco. La conocí con sus viñetas de Problemas del primer mundo y luego descubrí las de Reading Quirks y quedé enamorada. Hace poco e enteré que se había publicado un libro (gracias a El rincón de Leyna) en el que se recopilaban estas últimas viñetas y, aunque la mayoría ya las había leído online, decidí cogerlo prestado de la biblioteca.

Empezar diciendo que es un libro fantástico para cualquier amante de la lectura, pues seguro que se verá reflejado en la mayoría de viñetas. La autora retrata tanto problemas de los lectores como situaciones cotidianas que o bien hemos vivido o conocido a alguien así. Hay algunas más divertidas y otras más reflexivas, aunque en ningún momento busca hacer crítica simplemente empatizar con el lector.
Las ilustraciones están bastante bien, el estilo de dibujo es sencillo, pero tiene el nivel de detalle suficiente. Me gusta que cada viñeta tenga un tono temático, así como la diversidad que hay en ellas, tanto porque las personas tienen rostros muy distintos como por el hecho de mostrar distintas razas o relaciones no heterosexuales. Son detallitos que no hacían falta pero que están muy bien. Además, los fondos son bastante completos y muestran cómo la ilustradora se ha esforzado.
Al final podemos leer dos entrevistas muy cortas a Laura Pacheco (ilustradora) y Andrés de la Casa-Huertas (guionista) sobre cómo fue el proceso de creación del libro, además de su origen, que me han parecido muy interesantes.

En conclusión, no es un libro para reírte a carcajadas, pero sí que cualquier amante de los libros se sentirá reflejado y esbozará más de una sonrisa. Aunque la mayoría de las viñetas se encuentran online, la diferencia radica en el hecho de que está en español y que incluye alguna que otra viñeta más. Quizás no valga la pena comprarlo a no ser que seas muy fan, pero sí me parece una buena opción para regalo.

Cosas que he aprendido:
  • Hay más gente que calcula el precio de las cosas teniendo en cuenta los libros que podría comprar con ese dinero.
PUNTUACIÓN...3'5/5!

martes, 1 de septiembre de 2020

Frases memorables: A todos los chicos de los que me enamoré


«Cuando llevas mucho tiempo sin ver a alguien, al principio intentas guardar todas las cosas que quieres explicarle. Tratas de almacenarlo todo en tu mente. Pero es como sujetar un puñado de arena: los granos se deslizan entre tus dedos, y al final sólo estás aferrando el aire y la gravilla. Por eso no puedes guardarlo todo. Porque para cuando os volvéis a ver, sólo puedes ponerte al día de las cosas importantes, ya que es un incordio contar los pequeños detalles. Pero los pequeños detalles son los que conforman la existencia».

Hoy me he levantado tarde, he ayudado a mi madre a preparar un cocido, he dado una vuelta por las redes (de las que hacía un par de días que estaba ausente), así como de vuestros blogs (de los que tengo más entradas pendientes de lo que me gustaría). Por la tarde he estado leyendo el libro de Lemony (del que me queda nada), los relatos de Parabellum (que terminaré en cuanto tenga esta entrada lista), hecho esta entrada y revisado la mitad de un libro que esto corrigiendo.

Puede que no sea muy apasionante, pero ese ha sido mi día, sin entrar en muchos detalles. Por supuesto, podría resumirlo incluso más: estuve descansando, con el blog y leyendo. Pero, ¿qué diría eso de mí? Nada. La vida la conforman los pequeños detalles, eso es lo que nos enriquece como personas. Las anécdotas insustanciales, la suma de todas las pequeñas cosas que nos pasan cada día.

De pequeña, durante la comida, solía explicar qué había hecho en clase y cómo me había ido el colegio, asignatura por asignatura. La suma de todo lo que contaba (cuáles eran mis amigos y qué hacían, qué profesores me gustaban y cuáles no, mis preocupaciones por determinadas clases) configuraba mi mundo y permitía que mis padres me conocieran mejor. Mi hermano, en cambio, hace "cosas", por lo que lo desconozco todo de él. Los detalles son importantes.

Por supuesto, cuando me encuentro con mis amigas solo les cuento las dos o tres cosas importantes que me han pasado a lo largo de la semana, y quizás por eso me conocen mucho menos que G, a quien cada vez que nos vemos le cuento todos los detalles que he ido apuntado. Porque si no lo apuntara, me pasaría que terminaría aferrando solo aire (y más con mi mala memoria). Aunque claro, eso es porque con G nos vemos dos veces por semana, intenté apuntar todos los detalles de mi viaje a Alemania de tres semanas y a la vuelta, tuve que desistir al haber narrado un par de días, porque tardaba demasiado y era un incordio.

Con los libros pasa a veces lo mismo: lo que hace grande una obra no es tanto algo en concreto como la suma de muchas pequeñas cosas. A mí me ha pasado más de una vez que he intentado hablar de lo maravilloso que es alguno de mis libros favoritos...y me he quedado sin habla o he dicho cosas muy genéricas, porque lo verdaderamente valioso es la experiencia de leerlo, los detalles.

Precisamente eso es lo mejor de A todos los chicos de los que me enamoré, el libro del que he extraído la cita. Es una obra con una trama muy simple, pero que me gustó por la naturalidad y el realismo de sus personajes, en especial la relación de la protagonista con sus padres y hermanas, algo en lo que no se suele incidir (porque suelen estar muertos). Aquí os dejo la reseña, por si queréis curiosear.

Y hasta aquí la entrada de hoy. ¿Os ha gustado la cita? ¿Tenéis a alguien a quién contarle todos los detallitos de vuestra vida? ¿Os pasa como a mí, que tenéis poca memoria? ¿Qué libro habéis leído que sea bueno por sus detalles?