domingo, 31 de enero de 2021

Viñeta del lector 74#


"Tengo la necesidad de acariciar los lomos de los libros cuando paseo por una librería o una biblioteca"
"Cada vez que entro en una librería me alegro solo de pensar en todos los libros que podría leer"

Me siento muy identificada con esta viñeta del lector. Cuando voy a una librería o a la biblioteca siento la imperiosa necesidad de acariciar los lomos de los libros con las yemas de mis dedos, para cercionarme de que son reales. Estoy tan acostumbrada a ver los libros a través de una pantalla (la portada en vuestras reseñas) que ver que esas novedades existen físicamente, que son tangibles, es como ver un unicornio. 

Me gusta deleitar la vista en las portadas de los centenares de libros que quiero leer, pero que sé que no leeré. Pienso en el esfuerzo de tantos autores, en la cantidad de historias que encierran esas páginas y que están esperando a que las lea. Curiosamente, esto no lo hago en la librería de segunda mano (¿quizás porque los lomos y las portadas no son tan atractivos? ¿Por qué no conozco esos libros mientras que los de la librería sí?), pero sí me emociono en la librería, con tantos lomos brillantes por doquier. ¿Dónde se parará mi mano? ¿Cuál de todos esos libros será el elegido? 

Es embriagador estar rodeado de tantas oportunidades, de tantos sueños, de tantas posibilidades. Mi mirada salta sin orden ni concierto de una estantería a otra, y mis pensamientos rememoran fugazmente vuestras palabras acerca de los libros que me rodean. Pero a veces, simplemente me paro en un solo libro, mis dedos deslizándose por la portada, mi mente lejos de ahí, pensando en la historia que podría estar encerrada entre las páginas.

Por desgracia, debido a la situación que estamos viviendo, al ir a la librería o a la biblioteca evito todo lo posible tocar los libros que no voy a llevarme, pero eso no significa que no lo eche de menos. 

¿Vosotros también tenéis/teníais esta costumbre? ¿Tenéis algún ritual propio al visitar una librería o biblioteca?

jueves, 28 de enero de 2021

Maus, de Art Spiegelman

Nº de páginas: 300
Editorial: TRILITA
Idioma: Català
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788416249060
Año de edición: 2019
Precio: 24.00 €
Autor: Art Spiegelman
Traductor: Felipe Hernández

Sinopsis:
Maus és la biografia de Vladek Spiegelman, un jueu polonès supervivent dels camps d'extermini nazis, explicada a través del seu fill Art, un dibuixant de còmics que vol deixar memòria de l'aterridora persecució que sufieron milions de persones a l'Europa sotmesa a Hitler i de les conseqüències d'aquest sofriment en la vida quotidiana de les generacions posteriors.
Apartant-se de les formes de literatura creades fins a la publicació de Maus, Art Spiegelman s'aproxima al tema de l'Holocaust d'una manera absolutament renovador, i per a això relata l'experiència de la seva pròpia família en forma de memoir gràfica, utilitzant tots els recursos estilístic i narratius tradicionals d'aquest gènere i, alhora, inventant-ne de nous. La radicalitat narrativaha canviat de dalt a baix el mitjà: hi ha un abans i un després de Maus en el còmic.
La gran proesa d'aquesta obra és aconseguir explicar la tragèdia de la Història -e n majúscules-, a través de la historieta -minúscules i diminutiu-. L'autor crea un entramat gràfic i literari en el qual interactuen i s'entrellacen el passat i el present, cadascun fent de mirall a l'altre. Dues històries que es necessiten mútuament: la del passat del pare a Polònia, la tragèdia familiar de persecució, fugides, dolor i mort, contada per ell mateix al seu fill, i la del present d'ambdós a Nova York, vista a través dels ulls del fill. Com diu el pròleg a la primera edició de Maus: "Aquest és el darrer conte de supervivents, i també dels infants que d'alguna manera sobreviuen malgrat els supervivents."

Opinión:

Ya sabéis que me gusta especialmente leer sobre el holocausto. Una de las razones por las que no me había lanzado a leer esta conocida obra era que se trataba de una novela gráfica dura de leer. Tenía miedo de que fuera demasiado gráfica (válgase la redundancia) y que mostrara los horrores de la persecución judía con pelos y señales. Me gusta el tema, pero mi cordura solo puede soportarlo hasta cierto punto.

Al final he caído en la tentación y no podría sentirme más satisfecha con el resultado. Al principio no estaba muy convencida a causa del dibujo. No soy asidua a la novela gráfica y las pocas obras que he leído solían ser limpias, con un dibujo bien delineado, pocos fondos y de carácter realista. Maus es todo lo contrario. He tenido muchos problemas con el dibujo, pues el trazado es sucio, sin detalles, con muchos estampados, sombras y rayas. Es un dibujo que cansa a la vista nada más verlo de lejos, en el que cuesta distinguir a los personajes y que no pretende que te deleites en él.

Durante la mayor parte de la novela, a mí el dibujo me ha servido de guía para saber quién hablaba y para tener algo de contexto, pero intentaba pasarlo de largo, pues me resultaba confuso. Me costaba distinguir algunas cosas y si me hubiera parado a descifrar cada viñeta hubiera tardado el doble. A mí personalmente no me ha gustado, pero entiendo lo que el autor pretendía con él. Un dibujo más realista hubiera investido la obra de una excesiva seriedad y el tono hubiera sido mucho más grave y no tan ligero. Aun así, creo que los fondos podían estar más trabajados, que el delineado no fuera tan grueso y que desaparecieran la mitad de los rayones.

Lo que sí me parece interesante es que cada nacionalidad esté representada por un animal distinto. Eso ayuda a que la novela sea mucho más fácil de digerir y que sea accesible a un mayor público, pues el realismo hubiera sido demasiado impactante. Este tipo de dibujo, junto al hecho de que los personajes sean difíciles de diferenciar ayuda a la idea de despersonalización y universalidad. A mí me ha costado mucho distinguir a los personajes, incluso diferenciar entre hombres y mujeres, pero entiendo que es por mi falta de bagaje lector (y por no tener el ojo acostumbrado). Sé que este tipo de dibujo era necesario para la historia que se quería contar, no la de Vladek, sino la de todos los judíos polacos, algo difícil de conseguir.

Por si alguien no lo sabía, esta novela gráfica relata las experiencias durante la Segunda Guerra Mundial de Vladek, un judío polaco y padre del autor. Lo interesante es que no solo es fiel cronológicamente y comparte exclusivamente experiencias propias (a diferencia de Persépolis), sino que al haber vivido tantas cosas (sin perder un ápice de veracidad) se siente como una obra capaz de englobar la experiencia de todos los judíos polacos. En general los sucesos que experimentó Vladek (a diferencia de lo que podemos encontrar en otras novelas) son los de un judío corriente. No estuvo en Varsovia, no se dedicó al contrabando, no ayudó a escapar a otros, no se rebeló ni luchó contra los alemanes. Vladek no fue nadie especial, y eso es lo que le hace grande. Es cierto que a veces cuenta cosas que sucedieron a otros, pero no son anécdotas sueltas, sino que Vladek estuvo ahí, junto a ellos y logra crear una conexión con el lector.

Pero esa no es la única trama. Aunque gran parte de la novela sean las experiencias de Vladek, tenemos una trama secundaria centrada en el presente, en la relación entre Vladek y Art, su hijo y autor de la novela. Asistiremos a las entrevistas que realizó a su padre, a sus reflexiones creativas acerca de cómo enfocar la obra y la difícil relación que había entre ambos. Este libro no es solo un relato de las experiencias de Vladek durante el holocausto, sino que también podemos ver las repercusiones que esas vivencias tuvieron en su futuro y en el de la gente que le rodeaba. La trama del presente se hace visible tanto al inicio de los capítulos, como al final de algunas escenas. A veces, Art interrumpe la narración de su padre para formular pregunta; otras, se marcha a su casa o ayuda a su padre en alguna tarea. Esto no corta el ritmo ni la sensación de inmersión, pues todas las pausas están muy bien medidas.

No había encontrado antes en una novela gráfica la concatenación de dos líneas temporales. Sí lo había leído en novelas, pero el resultado había sido desalentador, pues siempre me interesaba más por la historia del pasado, ya que en comparación la del presente tenía poca fuerza. Aquí no ha sido así, me he sentido tan interesada por saber cómo evolucionaba la relación entre Art y su padre como por conocer las vivencias de este último. 

Me ha gustado mucho cómo se caracteriza poco a poco y por sus acciones al Vladek del presente. Se nos muestra cómo le ha afectado todo lo que ha vivido (se corresponde bastante con el estereotipo de judío avaricioso, como indica Art en un momento), así como lo rota que está su relación tanto con su hijo como con su actual pareja, Mala (ya, vaya nombrecito). El Vladek del presente está muy bien retratado y el estudio psicológico que hace de él el autor me ha parecido excelente. 

Algo que me ha parecido muy inteligente es incluir el punto de vista de otros supervivientes (con mucha naturalidad), pues eso nos permite ver que cada uno asimila lo vivido a su manera y que no todos los judíos supervivientes han terminado siendo cómo Vladek. Eso sí, es una lástima que se perdieran los diarios de la madre. Conocer su versión hubiera enriquecido muchísimo la obra.

Art, por su parte, también está bien retratado, aunque lo conocemos solo por cómo se relaciona con su padre. Eso sí, me ha gustado mucho que sea quien maneje toda la parte de reflexión. Art nos habla tanto de la crisis del creador literario como de la culpa. La culpa que siente Vladek por haber sobrevivido, la culpa de Art por ser tan afortunado de no haber estado allí, de cómo le persigue el fantasma de su hermano muerto, de cómo siente no estar jamás a la altura de su padre y de la culpa de cimentar su éxito literario en una montaña de cadáveres. 

Otra reflexión con la que me quedo es que aquellos que se salvaron no eran mejores que el resto. No es que tuvieran más capacidad de adaptación, de supervivencia, que fueran más listos ni más hábiles. Vivir o morir no era cuestión de ser bueno o malo, cobarde o valiente, sino cosa del azar, de estar en el momento indicado en el lugar indicado. Me gusta que se diga que vivir algo así no te hace mejor persona; Vladek, por ejemplo se nos muestra como alguien con prejuicios y racista, algo que me cuesta asimilar.

Llegados a este punto, quizás os interesa saber si la historia es muy dura de leer o no. La respuesta no es sencilla, en parte porque cada uno tiene su umbral de aceptación; lo que para mí puede ser muy fuerte a otro puede parecerle superficial. Pese a ello, yo diría que no es una obra macabra. No busca el impacto ni que sientas el horror de forma visual. No se regodea en las vivencias más crueles ni el sufrimiento de los personajes. Esta historia está narrada sin dejar de decir las cosas como son y sin ignorar la crudeza de la situación, pero sin recrearse en ellos enseñando sangre y vísceras. Los actos más crueles son contados desde la objetividad del paso del tiempo y no en forma de viñeta. Sí que es verdad que a medida que avanza es cada vez más duro y hay alguna que otra escena que me ha impactado. Eso sí, pensaba que la obra se centraría mucho más en el día a día de Auschwitz, pero no es así, eso es solo un tercio del libro  

Finalmente, comentar una cosa que me ha parecido muy curiosa a nivel lingüístico. Mi edición (bueno, la de G) es en catalán y no estoy segura de cómo lo han hecho en otros idiomas, pero al principio hay una nota del traductor advirtiendo de que la versión original contenía varios errores sintácticos debido al desconocimiento del autor del inglés, y que estos se han mantenido en la traducción. Por eso hay algunas construcciones algo extrañas y verbos que no están bien conjugados. No sé hasta qué punto estoy de acuerdo con esta decisión, pues dificulta un poco (casi nada) la lectura y no es que aporte mucho. Además, tampoco entiendo por qué el libro original no pasó por una revisión.

En conclusión, Maus ha sido toda una sorpresa. Aunque el dibujo es sucio, poco detallado, con un delineado excesivo y poco detallado, es funcional con la historia que pretende contar. Las experiencias de Vladek están narradas desde el sentimiento, pero bien filtradas por la objetividad de su hijo. Hay escenas duras, pero sin recrearse en la barbarie. Por otra parte la trama del presente centrada en las consecuencias de una vivencias así resulta muy interesante, pues la relación padre e hijo está muy bien trabajada y el retrato que se hace de Vladek es muy completo. Tanto las reflexiones como el repaso que se hace a los sucesos de la Segunda Guerra Mundial me parecen brillantes.  

En general entiendo por qué se ha convertido en un libro de referencia sobre el holocausto y la repercusión que ha tenido. ¿Por qué deberíais darle una oportunidad? Si no has leído nada del tema, te lo recomiendo con ahínco. No solo cuenta con personajes bien caracterizados e interesantes, sino que el recorrido histórico es muy completo y las vivencias de Vladek están narradas desde la experiencia propia. Además, aunque sea terrible, forma parte de nuestra historia, de lo que somos, de lo que podemos llegar a ser, y negarlo es negar una parte de nosotros mismos. Si ya has leído mucho sobre el tema, este libro te aporta una perspectiva global al mismo tiempo que particular; el sentimiento de la experiencia propia aderezado con la objetividad del hijo de Vladek, que no vivió los sucesos; una reflexión sobre la culpa y sobre cómo nadie sobrevivió a los campos, pues para escapar tuvieron que dejar atrás todo aquello que los hacía humanos.

Cosas que he aprendido:

  • Más cosas terribles de Auschwitz
  • Sobrevivir a algo así no te hace mejor que otros que perecieron.
Y ya para terminar os dejo con mi avance en Goodreads:


PUNTUACIÓN...4/5!

lunes, 25 de enero de 2021

Frases memorables: Princesa mecánica

 "Nuestro corazón necesita un espejo, Tessa. Nos vemos mejor en los ojos de aquellos que nos aman".

"Puedo decirte que el final de una vida es la suma del amor que se ha vivido, que sea lo que sea que creas que has jurado, estar aquí al final de la vida de Jem no es lo importante. Lo importante ha sido estar aquí en cualquier otro momento"

"Todo encuentro tiene su separación, y así sería, mientras la vida fuera mortal. En todo encuentro había algo de la tristeza de la partida, pero en toda partida había algo de la alegría del encuentro".

Hace un tiempo os traje las frases que más me habían emocionado de Ángel mecánico; ahora le ha llegado el turno a su continuación, Princesa mecánica. Fue mi favorito de la trilogía y recuerdo que los personajes eran brillantes, con una gran profundidad y muy bien desarrollados. Hay una gran cantidad de romance, pero me pareció que estaba bien dosificado con la acción y que lograba transmitirte el abanico de sentimientos que embargaban a los personajes. Pero si tengo que quedarme con una sola cosa, sería con el epílogo, que consiguió tuviera mi corazón en un puño y soltara un par de lágrimas.

En cuanto a las citas que os traigo, creo que dejan patente la importancia del romance en la obra. La primera puede que parezca algo obvia, pero me parece algo que es necesario recordar. Todos necesitamos la mirada del otro. Puede que a veces nos sintamos inferiores, inútiles, débiles; es entonces cuando los que nos quieren más pueden ayudarnos, pues su mirada será capaz de sacarnos de nuestra ceguera y que veamos que tenemos muchas virtudes.

La segunda cita es algo que debería recordarme más a menudo. Soy una persona muy cumplidora. Si he prometido algo, lo he prometido. Si alguien me necesita, tengo que ayudar a esa persona, no importa los problemas que eso me cause a mi o las dificultades que tenga para hacerlo. Y es que pienso que si le fallo a esa persona una sola vez, todo lo que haya hecho antes no contará para nada. Pero eso no debería ser así. Es importante estar ahí cuando te necesitan, pero todas las vivencias anteriores también cuentan. Lo mismo pasa con los libros: que una cosa concreta esté mal no significa que todo el libro sea una basura.

En cuanto a la tercera cita, hace referencia al hecho de que todo se puede ver desde distintas perspectivas. Es triste despedirte de alguien, pero esa despedida implica la alegría de reencontrarse en algún momento; es maravilloso reencontrarte con alguien que no has visto en mucho tiempo, pero hay un deje de tristeza en ello, pues vais a tener que separaros tarde o temprano. Seguro que os ha pasado con los libros, ¡cuántas veces he querido que un buen libro no acabe nunca! Pero pasa, y la única esperanza que me queda es saber que tarde o temprano volveré a encontrar otro libro igual de maravilloso.

Y eso es todo por hoy. ¿Vosotros qué opináis? ¿Habéis leído esta trilogía? ¿Hay alguna frase que os gustaría compartir? ¿Estáis de acuerdo con ellas?

viernes, 22 de enero de 2021

Persépolis, de Marjane Satrapi

Título: Persépolis
Autora: Marjane Satrapi
Páginas: 360
Precio: 25€
Editorial: Norma Editorial
Lugar y año de publicación: España, 2014
Traductor: Alberto Agut 

Sinopsis:
Marjane Satrapi, una de las artistas iraníes más aclamadas, galardonada con varios premios entre los que destacan el Premio al Autor Revelación 2001 y Mejor Guión 2002 en el Festival Internacional de Cómoc de Angoulème, nos ofrece un relato autobiográfico sobre su infancia en Irán, que es a su vez un excelente testimonio histórico de un pueblo y una época. Gracias a su gran carga emotiva, crítica e irónica, Persépolis se ha convertido en un cómic de referencia.
Persépolis es la autobiografía de Marjane Satrapi, una mujer iraní nacida en Teherán en 1969 en el seno de una familia progresista. Pero, además del retrato de la vida de la autora, también es el reflejo de la revolución iraní de 1979 que dio lugar a un gobierno islámico y de cómo lo vivieron las familias del país.
Desde el inicio, con la introducción del velo en la vida social y la separación por sexos en las escuelas, hasta la vida universitaria y las revueltas estudiantiles, Satrapi hace un repaso a su vida que se remonta a sus antepasados, ayudándonos a entender las motivaciones históricas de la revolución islámica, mostrándonos a la vez una opinión crítica con el gobierno.
Inicialmente publicado en cuatro volúmenes, la presente edición los recopila todos en un solo volumen, junto con nuevas páginas a color publicadas en la revista SZ-Magazin, nº 44, en el año 2003, y el El País Semanal, aquí en España.

Opinión:

Había oído hablar mucho de este libro, pero al mismo tiempo, no sabía casi nada de él. Tenía la vaga impresión de que trataba el tema de la guerra de Irán y eso para mí ya era aliciente suficiente. Tanto de este tema como del islam había leído muy poco (por no decir nada), así que tenía mucha curiosidad por saber más.

Quizás uno de mis problemas haya sido que iba con las expectativas equivocadas. Esperaba Escapar de Sobibor y me he encontrado con El diario de Ana Frank, una comparativa que no podría ser más adecuada. Creía que el libro tendría la guerra de Irán como tema central, pero no es así. La obra gira entorno al crecimiento y la evolución de Marjane, una chica que vive en el Irán de los años 80-90. Tanto la cultura islámica como la guerra están ahí, por supuesto, pero de fondo. El libro no quiere mostrarnos los horrores de la guerra ni detallarnos los sucesos históricos, sino mostrarnos cómo era posible el día a día en una situación así.

 Creo que este desengaño podría haberse resuelto si el libro contara con una buena introducción. Me ha gustado que al final la autora nos explicara sus motivos para dibujar la obra y que pretendía acercar la cultura islámica al mundo occidental, rompiendo con los mitos y con esa visión tan sesgada que tenemos de Irán (guerra, fanatismo y burkas). El problema es que está al final cuando ya lo he deducido por mi cuenta. En su lugar, al principio tenemos una introducción con algo de "contexto histórico", y qué queréis que os diga, para lo que han hecho, mejor que no hubieran puesto nada. La introducción inicial es terrible porque es excesivamente breve para todo lo que abarca e intenta resumir. En consecuencia nos muestra cosas de la historia del islam que no afectan, condensa tanto la historia que resulta confuso y casi no dispone de espacio para explayarse sobre el presente.

A raíz de esto, a lo largo de la lectura he sentido que me faltaba contexto. Claramente es un libro enfocado a un público occidental, por lo que la autora explica muy bien todo aquello que en Irán se da por supuesto, pero aún así en ocasiones sentía que me faltaba información. El libro empieza con la revolución islámica que puso fin al reinado del sha y dio paso a una república islámica. La historia de Irán está como telón de fondo, por lo que se nos cuentan los sucesos más importantes que tuvieron lugar durante el régimen, pero están tan en segundo plano que no lo he asimilado. Ahora mismo sería incapaz de resumiros lo que sucedió en Irán en los años 80-90, más allá de una idea muy general.

¿Es eso problemático? Sí y no. Me había adentrado en esta lectura esperando ahondar en la cultura islámica y en la guerra de Irán y siento que me he quedado en la superficie. He aprendido mucho, sin duda, pero no todo lo que a mí me hubiera gustado. Pero en realidad ese es mi problema, pues la autora no quería contarnos la historia de Irán sino cómo la vivió, por lo que no participa activamente en los hechos, simplemente es víctima de la ola expansiva.

Por ello estamos ante una novela más efectiva que efectista. Casi nunca estamos en el centro del conflicto, solo en los bordes, y pese a que algunos hechos son muy dramáticos, se les da tan poco desarrollo y están tan desligados de la protagonista que no me afectan. Esto se debe en parte a la objetividad con la que lo cuenta todo, pues que caigan bombas y que fusilen a gente es su pan de cada día. Como detallito, comentar que algunas historias no me han afectado porque me han parecido artificiales, pues los personajes le cuentan su vida de repente, con el objetivo de mostrar al lector una parte del conflicto que ella no ha vivido, y luego no vuelven a salir. De todas formas entiendo que en la vida real esto sucedió espaciado en el tiempo y que si aquí se presenta así es por el formato.

Sé que llevo media reseña y no lo he mencionado aún, pero es porque lo daba por supuesto: estamos ante una novela gráfica. Otro de los motivos por lo que no lo había mencionado es porque estamos ante un dibujo funcional, perfecto para lo que quiere contar, pero que no aporta nada a la historia del arte. Las viñetas, todas en blanco y negro, siguen una misma estructura ordenada y el trazo es bastante sencillo. No hay complejidad ni en los fondos ni en el diseño de personajes, es más, a veces confundía rostros, pero eso era intencional para reflejar la colectividad. El dibujo es como un guía turístico: te ayuda a conocer la historia y a que disfrutes del paisaje, pero a él no le das un segundo vistazo.

Más que a nivel histórico, el libro me ha resultado interesante a nivel cultural. Ha roto completamente la visión que tenía del mundo islámico (tercermundista, pobreza absoluta, poca educación, una mayoría fanática religiosa, guerra constante). Para empezar, no sabía que antes de 1980 no era obligatorio que las mujeres llevaran pañuelo. Por otra parte la protagonista pertenece a una familia rica (de verdad que me sorprendió que nos e quedaran nunca sin dinero con la cantidad de gastos que tienen), progresista (no son religiosos, van a manifestaciones y abrazan la cultural occidental) y culta (la infancia de la protagonista está llena de libros, y los padres se preocupan mucho por su educación).

He dejado a la protagonista para el final, pues ella es el centro de la novela. Y no podría ser menos si tenemos en cuenta que es una autobiografía de la autora, desde los diez a los veintipocos. Estamos ante una Bildungsroman o novela de crecimiento, como Ana la de las Tejas Verdes, aunque por el contexto conflictivo diría que se parece más a Diario de Ana Frank, es más, es lo que hubiera sido si Ana hubiera sobrevivido. En consecuencia, la obra gira entorno a la evolución de la protagonista, por lo que la trama no tiene ninguna importancia ni hay ningún giro. Ese es uno de los motivos que justifican mi nota pues, aunque como novela de personaje(s) no está mal, a mí este tipo de historias me aburre soberanamente. 

Pese a todo no he abandonado la novela. Puede que no me haya atrapado ni conmovido, pero sí me ha parecido interesante a nivel cultural. No solo conocemos Irán de la mano de alguien que vivió ahí, sino que la mitad de la obra sucede en Austria, pues a los catorce años (!) la protagonista se vio obligada a emigrar sola a un país desconocido en el que no hablaban su lengua. Todo un reto. Me ha interesado ver la perspectiva del inmigrante, esa soledad, ese sentimiento de no pertenecer a ninguna parte.

Por otra parte me parece fantástico que la protagonista no sea perfecta. Es muy fácil al hacer una autobiografía caer en la tentación de mostrar solo lo mejor de ti mismo. Al principio pensaba que sería el caso de Marjane, pues es buena niña, educada, culta, inconformista y crítica, pero a medida que crece es cada vez más imperfecta. Lo mejor es que no se escuda en su pasado y sus vivencias, sino que da la cara y admite que todo es consecuencia de sus acciones y decisiones. Me ha gustado ver cómo tocaba fondo, cómo pese a llevarlo bien de cara al público, sufría por dentro y finalmente se refugiaba en las drogas. Sus decisiones no siempre son acertadas, ni tampoco siempre es coherente con lo que defiende, pero eso simplemente la hace más humana, más real.

 Finalmente, destacar que la autobiografía está escrita desde la madurez, y eso es algo que se percibe en las reflexiones que hace respecto a las decisiones que tomó en su momento. Me gusta que ahonde en el por qué hizo lo que hizo y que ahora lo vea desde su perspectiva adulta

En conclusión, estamos ante una novela gráfica con un dibujo funcional en blanco y negro bastante simplista, pero que es adecuado para articular la autobiografía de una joven iraní inmigrante. El conflicto de Irán está de fondo y contado con objetividad y sin dramatismo, porque la obra pretende mostrar el crecimiento de la protagonista y cómo vive con normalidad pese a sus circunstancias. Todo esto sazonado con gran cantidad de detalles sobre la cultura islámica. Me parece una introducción perfecta para empezar a conocer este mundo y ver la perspectiva de alguien que ha vivido el conflicto, pero es muy superficial y está carente tanto de trama como de drama.

Cosas que he aprendido:

  • Mucho sobre la historia de Irán y la cultura islámica.
  • Que muchos mitos sobre Irán son falsos

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:


PUNTUACIÓN...3/5!

domingo, 17 de enero de 2021

Visto en las redes 39#

 ¡Hola! ¿Cómo va todo? ¿Habéis pasado unas buenas fiestas? Espero que estéis todos sanos. Yo he empezado el año con buen pie, llevo ya varias lecturas y estoy que no paro. Por desgracia han empezado de nuevo las clases y no lo hago con mucha ilusión, la verdad. No se me da mal y ya controlo mucho más, pero no es lo que me apasiona.

Pero vaya, dejo de contaros mis penas, que estamos aquí para darle vueltas a la cabeza y debatir un poco. Por eso vengo con una nueva entrada de Visto en las redes. Esta es una sección que publico bimestralmente y que me gusta mucho porque da pie a muchos debates. Espero que la disfrutéis y que podamos comentar un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!

Eso sí, antes de nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos, pero siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados estos dos últimos meses (en esta ocasión en noviembre y diciembre) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que...¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada! 

Me decidí a crear esta sección como excusa para hacer debates porque sé que algunos de vosotros no me seguís en las redes sociales tranquilos, estáis en la lista negra (tanto porque no os interesa como porque no tenéis una cuenta) y pensé que os podría parecer interesante tener una recopilación de esta información. Así, todos los que no tenéis redes podrías estar al tanto y los que me seguís, pero estáis saturados, podríais tener un resumen. 

Como sabéis, el blog está en varias redes: en Twitter, en Facebook, en Instagram, en Goodreads y en Bloguers (podéis acceder a mi perfil de cada red social haciendo click en los enlaces), pero estoy especialmente activa en Twitter, Facebook y Instagram, por lo que en esta sección me centraré en esas redes sociales.

Repito, como en cada ocasión, que la idea de esta sección no es completamente mía (siempre hay que dar créditos). Me inspiré en una sección muy parecida en el blog de Deja volar tu imaginación llamada Citando a Twitter. En ella, Patt recopilaba algunos de sus retweets favoritos, aunque siempre están relacionados con reflexiones sobre el mundo en general, no centradas en el ámbito literario.

Por cierto, hay algunos mensajes que están en inglés, pero tranquilos, para aquellos que no dominen el idioma, los he traducido tan bien como he podido. Y sin más dilación, os dejo con la entrada:

Visto en Twitter
Gente haciendo castillos de papel higiénico, dejando los estantes de los supermercados vacíos, acumulando materiales para hacer reformas en casa,... Pues yo estuve comprando libros (también debería comprar una estantería [y una habitación donde meterla]), como Alberto Gamarra. Y es que mientras que para algunos el confinamiento es un infierno que les provoca ansiedad, para mí es la excusa perfecta para no socializar y poder estar tranquilamente en casa con mis cosas (aka mis libros). A mí el confinamiento no me preocupa: tengo pendientes suficientes para resistir la tercera guerra mundial. ¿Y vosotros?
No sé si os pasa a todos los lectores, pero a mí este tipo de cosas me pueden. No solo lo valoro por la cantidad de tiempo invertido en la otra persona (pensando las pistas y preparando el juego), sino que además es un estimulante mental, me gusta darle vueltas a las cosas. Y más aún si tiene que ver con libros y literatura. G  yo a veces nos dejamos códigos en los libros que nos regalamos en el cumpleaños, y lo cierto es que a mí me encanta (aunque tampoco es una tradición, si un año no lo hacemos no pasa nada). Eso sí, nada de tonterías románticas pastelosas, eso está prohibido tácitamente.  por eso este juego literario que nos muestra Karol Conti me encanta. Si no fuera porque a G le resultaría demasiado sencillo, robaría la idea. ¿Alguna vez habéis hecho u os han hecho algo así?

Volvemos con los consejos lingüísticos de Xavier Beltran. Como veis en cada Visto en las redes, siempre aprendo algo nuevo. En este caso, hubiera defendido a capa y espada que ahí iba una coma, pero ya veis que no. ¿Vosotros os habríais equivocado como yo?

Me encanta esta frase de Mariana Tena Tena, es maravillosa. No podría estar de acuerdo. Por una parte, no recuerdo cuando empezó mi montaña de pendientes, creo que siempre ha estado ahí (quizás venía con la casa). Por otra parte, mirad que hago discursitos sobre "disminuir mi lista de pendientes", pero soy una hipócrita porque sé que eso es imposible ¡Y gracias! Quedarme sin pendientes sería todo un drama, ¿os podéis hacer a la idea? Para un amante de la lectura no podría haber nada peor, significaría que ya no hay nada publicado capaz de interesarte. Eso a mí me pasa con las películas. Al no ser muy cinéfila, mis pendientes en ese campo son escasos y ahora mismo solo tengo tres o cuatro películas pendientes.  

Poco tengo que añadir a este comentario de Alhana. A mí esas portadas no me gustan, me daría vergüenza ir con un libro así en el autobús, no sé vosotros. Y por otra parte es lo que comenta, me siento incapaz de diferenciar los libros, me parecen todos iguales. Lo mismo me pasa con el de mujeres vestidas de época. Como no soy aficionada a la romántica, que es el género en el que más se encuentran estas portadas, no tengo ninguno en físico, pero sí he leído unos cuantos y he tenido problemas para localizarlos, en parte porque la traducción de los títulos suele ser muy distinta y porque las autoras (casi siempre en femenino) suelen tener un montón de libros más. ¿Qué opináis vosotros?

Tenía que compartir el chiste de George Kaplan, es muy bueno. 
Ahora que ha pasado el momento tonto, seguimos con la entrada.

Algún día me haré con todos los libros de este señor. Es cierto que tiene portadas feas (Rubíes literarios sabe de qué hablo), pero las últimas ediciones que están sacando son una pasada. Hace unos días vi una de Mistborn búlgara y me gustaría tenerla pese a no conocer el idioma y que me cueste un ojo de la cara.  En este caso, la edición de El ritmo de la guerra que vemos desde la página oficial del Cosmere España es una preciosidad. No solo es morada (mi color favorito), sino que el mapa es espectacular. ¿A vosotros también os flipan las ediciones tan cuidadas?

Sigo en mis trece, y es que este tema es espinoso. ¿Por qué en las series o películas se avisa del tipo de contenido que hay (violencia, desnudo, abusos, etc.) y en los libros no? Quizás porque cinematográficamente se considera mucho más gráfico que en una novela, dónde el lector puede saltarse cosas o imaginarlo censurado. Por otra parte, ¿avisar de cosas muy concretas no es spoiler? No sé qué tipo de contenido sensible molesta a Sevie, pero si no aparece en la sinopsis, considero que está muy de fondo y que no puede afectarme. No he leído ningún libro en el que se trataran temas sensibles como enfermedades o abusos y que eso no apareciera mencionado ahí. Sí que me he encontrado novelas eróticas que no avisan o novelas de la guerra mucho más gráficas de lo que pensaba, puesto que ¿cómo avisas del grado de profundidad con el que se tratan estos temas sensibles? Eso no se puede especificar. Y por otra parte está el hecho de que los "temas sensibles" son distintos según cada cultura. ¿Para qué avisar del nudismo, por ejemplo? No sé, me parece todo muy complejo. ¿Qué opináis vosotros?

«¡Ser autor es fantástico, pues te conviertes en un experto en cosas aleatorias!
- Describir arquitectura
- Cuanta sangre puedes perder sin morir
- Varias palabras para una misma cosa
- Cuál es la etiqueta a seguir en una comida.
- Qué cuchillo sirve para el queso y cuál para matar
- Cómo no escribir»
Muy interesante este comentario de C. G. Drews. Lo cierto es que los autores, para documentarse, tienen que buscar cosas muy aleatorias por Internet. Estoy segura de que el historial de cualquiera de los autores que hay por aquí es perfecta muestra de ello. Y aunque Drews va en broma, me quedo con lo último: "cómo no escribir". Solo escribiendo aprendemos todo lo que no hay que hacer. Bueno, y leyendo.


«Que sí, que esto es un hilo, pero de verdad que vale la pena, lo juro.
Hoy en Reddit un usuario u/NoNoNo_OhOhOh ha publicado una página del último libro (A traveller at the gates of wisdom) del aclamado novelista irlandés John Boyne. 
Atención a los ingredientes
Si te parecen raros es porque salen del juego de Zelda Breath of the Wild.
¿Es un homenaje? ¿Un Huevo de Pascua? Hum, el libro no es "fantasía". Es un drama histórico que sucede en el mundo real. Tuve un presentimiento y decidí buscar algo en Google.
Vamos: cuando John Boyne hizo una búsqueda concreta sobre cómo teñir ropas de rojo encontró una web en la que se enumeraban las partes de un monstruo y accidentalmente lo puso en su Libro Serio. Siento vergüenza ajena, pues es mi peor pesadilla, pero es que es TAN divertido...»
Coincido con Dana Schwartz: me parece muy divertido, pero menuda manera de meter la pata. Ya podría haberse documentado un poco mejor. A mí me pasa eso y se me caería la cara de vergüenza, pero el autor se lo tomó bastante bien. Es importarse documentarse, pero también que las fuentes sean fiables.
 
En su momento estaba totalmente de acuerdo con Alhana, pero ahora solo en parte. Entiendo la necesidad de que existan obras mediocres (es la única forma de valorar las que son realmente buenas y, por otra parte, todos necesitamos desconectar de vez en cuando), pero creo que hay demasiadas. El mercado está demasiado saturado de lecturas mediocres como que para que tú, autor, decidas voluntariamente crear una obra mediocre que no aporte al lector más que entretenimiento pasajero. ¿Por qué iba a elegir tu libro, entre otros cientos de miles? ¿Que intentas hacer una obra que vaya más allá y no lo consigues? Bueno, no pasa nada, un libro más al montón de entretenidos y ya. Pero como mínimo hay que intentarlo. ¿Qué opináis vosotros? ¿No os ha pasado que habéis leído la sinopsis de un libro y o s ha parecido calcada a otra?

Os recomiendo mucho la cuenta de Laura Martín-Pérez. Yo estoy aprendiendo un montón de palabras interesantes. No las voy a usar en mi vida (demasiadas palabras para memorizarlas todas), pero me gusta tener ese listado al que poder recurrir. Y es que lo que me demuestra esta cuenta es que hay una palabra para todo.

No puedo añadir más a esto que dice Alhana y, aunque ya lo he mencionado otras veces, no me parece que esté de más. Tiendo a imaginar a todos los personajes que leo de una misma forma, y una vez he hecho mis conexiones, ya no hay quien me saque de mis trece. Hay veces en que me sorprendo a media novela al descubrir que el protagonista tiene gafas (aunque el autor lo haya dicho varias veces) o el pelo de algún color poco común. El caso más sonado fue con Blanco y negro, una distopía que muestra la esclavitud de la colonización, pero en la que la negra es la raza dominante. Me costó Dios y ayuda romper con mis prejuicios e imaginarlo al revés. 

«¿Alguna vez has leído un libro en un solo día y te has recostado ociosamente en el sillón, con la novela descansando en tu mano, pensado en cómo al autor le llevó más de tres años escribirla, que estuvo sudando sangre reescribiendo la misma oración una y otra y otra vez, mientras que tu TE LO HAS LEÍDO DE UNA SENTADA?»
No, nunca me había parado a pensarlo, pero ahora que lo dice C.G. Drews, voy a hacerlo. Y es que, a no ser que se trate de una obra llena de simbolismo y referencias, los lectores devoramos páginas y páginas como si no hubiera un mañana, y algo que conlleva años y años de trabajo lo consumimos en unas horas. Y lo mismo pasa con las películas. Da vértigo pensar en la cantidad de gente que ha trabajado para que tú te entretengas durante dos horas. 
 
Eh... SÍ, estoy en la situación de Scheherezade Surià. Mi caso no es tan grave como el de G, que debe tener la piedra filosofal escondida bajo una montaña de libros, pero si sigo a este ritmo, voy a necesitar un giratiempo para leer todo lo que tengo. Por ahora, si me tomara cinco años sabáticos puede que terminara con todo...siempre que no siguiera comprando libros, cosa que no va a pasar. Y vosotros, ¿cuánto tiempo podríais resistir con vuestra montaña de pendientes?

Aunque antes esta imagen me hubiera enfadado, ahora me produce sentimientos encontrados. Tirar los libros es una lástima, sí, pero es que hay libros que NADIE quiere. Enciclopedias, clásicos en ediciones antiguas y de mala calidad, libros religiosos, novelas que se regalaban con los periódicos, libros de lectura juveniles que se producían en masa, diccionarios,... Es una lástima tirarlos pero, ¿qué vas a hacer con ellos? Por supuesto, siempre hay alguien que querrá leerlo, pero la demanda es ínfima. Con tal de no tirarlos, muchos vecinos y amigos me han reglado ese tipo de libros ("porque a ti te gusta leer". Sí, pero leo con criterio) y yo, al no saber qué hacer, lo he llevado a varias tiendas de segunda mano, en las que no los querían ni regalados, pues no se venden y solo ocupan espacio en el almacén. Así que entiendo que haya gente que no quiera tomarse todas las molestias que me tomé yo. Por otra parte, me pregunto si Silvia Patricia se los llevó todos.
 
A ver, aunque en principio estoy de acuerdo con Bosque de letras, todo es matizable. Los libros de 700 páginas autoconclusivos no me dan pereza, pero las sagas con muchas páginas y muchos libros sí. A no ser que sea un autor que me guste mucho, en ese caso cuantas más páginas mejor. Si hay una cosa que me gusta de Sanderson es ver que tiene tantos libros que aún no he leído. Publica uno o dos al año, pero yo los dosifico igual (quizás se muera y entonces y no tendré libros[?]). En el cas de Sanderson, me da igual que el libro tenga 700 o 3000 páginas. Y lo mismo con el tercer libro de Rothfuss: aunque necesite una grúa para girar las páginas, merecerá la pena. Ahora bien, leer los de Martin sí fue un suplicio.

No sé a vosotros, pero a mi las palabras de Ana Fernández me han llegado hondo. Me siento muy identificada con ello. Antes de empezar la universidad, no había nadie que comprendiera mi amor por la lectura. De eso solo podía hablar en mi blog, pero tampoco tenía a nadie que fuera muy cercano; mi relación con los otros bloggers era más de dejar algún comentario esporádico y ya. A partir de la universidad, conocí a gente con la que poder hablar de libros, tanto en persona como de forma virtual. Pero lo mejor con diferencia ha sido encontrar a G, no solo por lo que me aporta a nivel cultural (lee libros a los que nunca me hubiera acercado) como a nivel intelectual (¡vivan los debates!). Quererse ya es algo secundario (?). 

Me encanta esta definición sobre la traducción de RGR, no podría haber dicho nada más acertado. Cuanto más sabes de traducción más difícil te parece traducir. Hacer equivalencias de un idioma a otro no es tan sencillo como parece. Tienes que saber ser fiel al texto, al mismo tiempo que le das la vuelta, adapándolo a tu lenguaje y a tu cultura. Traducir es ir encajando palabras, pararte a darle vueltas a esa expresión tan específica y tratar de que en el resultado final no se noten las junturas.

Muy de acuerdo con Daniel Ojeda. No me gustan los personajes perfectos (dudo que a alguien le gusten), en parte porque no me puedo sentir identificada y en parte porque si no van a cambiar, ¿por qué iba a interesarme su historia? Lo que no puedo aceptar es cuando cometen tonterías y toman decisiones equivocadas solo para que la trama avance y no porque tenga sentido por cómo son como personas. Que en una novela una adolescente tímida y tranquila, que está bien con su familia y amigos decida de la noche a la mañana irse un mes a un país extranjero sin avisar a nadie solo porque un desconocido le ha dicho que tiene que vivir más, me enfada, porque no tiene sentido con el personaje. Si fuera una chica impulsiva que se ha peleado con todo el mundo, hacer eso me parecería un error, pero sí tendría sentido con el personaje. ¿Os habéis encontrado algún caso así?

Me encanta esta iniciativa de la que nos informa La Criatura creativa, aunque es una lástima que no esté en castellano. Me parece una buena forma de reivindicar a las autoras y también de descubrir quién se esconde detrás de determinados pseudónimos. A mí, por ejemplo, aún me cuesta recordar que George Sand y George Eliot son mujeres. ¿Os ha pasado también?

Este recordatorio de UtopíaAnaCL me parece muy acertado. Por suerte cada vez la gente está más conciencia de que "juvenil" no es un género, pero aún hay muchos prejuicios, no solo porque es considerada una literatura menor, sino también porque aunque están dirigidas a un público objetivo de una edad determinada, no se tiene en cuenta que eso no debería limitarnos como lectores y que estas novelas pueden gustarle a personas de edades muy distintas. Si no has leído nada en tu vida, no puedes iniciarte como lector con Guerra y paz, tienes que seguir una trayectoria gradual e ir aumentando la dificultad y densidad de las lecturas poco a poco. Por ejemplo, a mí no me gustan los libros infantiles, pero para ir adaptándome a leer en inglés empecé con libros para más jóvenes y poco a poco voy aumentando la dificultad.
 
Buah, no os podéis hacer una idea de lo identificada que me siento con esther, es como si me hubiera robado las palabras de la boca. Se habla de la muerte de Blogger desde hace más de diez años y aquí seguimos, al pie del cañón. Como digo, el tráfico ha disminuido mucho (hay menos visitas y seguidores), pero es algo lógico, pues mientras que antes solo había una plataforma, ahora hay muchas más y la gente ha migrado según sus gustos. Aún así, siempre habrá un grupo que se aburra leyendo los tochos de Instagram, viendo fotos de libros o escuchando vídeos de YouTube (como es mi caso) y esos seguirán siempre por aquí. A esto hay que añadirle lo que dice esther, que estamos aquí por hobby y aunque hayan desaparecido muchos blogs, es porque los que se han ido son los que se interesaban en los seguidores y las visitas. ¿Que si me gusta interactuar con vosotros y leer vuestros comentarios? ¡Por supuesto! Pero como dice ester, una cosa no quita la otra.

Este comentario de C. Martin me hizo mucha gracia. Hay libros tan terribles que uno se siente mal de ser la única persona que ha perdido el tiempo con algo así. ¿Habéis regalado alguna vez un libro que os había parecido terrible sin avisar a la otra persona?

Esto que critica Alhana es algo que pasa mucho en las novelas románticas y me enfada. Puedo entender que un personaje sea agresivo o machista porque le han educado así o porque pertenece a una época concreta, pero que algo sea justificable no significa que sea aceptable. ¿Os ha pasado con alguna novela en concreto?



Visto en Facebook
Me flipa la idea de este libro que nos comparte Maks Viktor Antiquarian Books. ¡Y es un libro de 1934! Ojalá hacerme con él, con lo que me gustan a mí los libros experimentales y los acertijos. Me parece una lectura de lo más curiosa, ¡y tiene solo 100 páginas! Lo raro es que haya tan poca gente que lo haya descifrado, me causa mucha curiosidad. ¿Vosotros lo leeríais?

Este muñeco de nieve es de Can Sales Biblioteca Pública, la biblioteca de mi ciudad. Yo no lo vi en persona, una lástima, pero sin duda les ha quedado precioso. Me parece muy cuqui y creativo^^


He oído hablar mucho de esta novela, hasta el punto de que me la he apuntado (y ya sabéis lo difícil que es que yo haga eso). Me gusta mucho tanto el plato literario que nosa comparte Can Sales Biblioteca Pública como la frase. Por mi parte, incluso tengo una lista de palabras favoritas o olvidadas que trato de recuperar y usar al máximo.



Visto en Instagram

Me entristeció mucho la noticia del cierre de @escarlata_ediciones, no solo por ellos, sino porque es algo que ha sucedido con muchas más pequeñas editoriales. Me alegra saber que van a seguir ahí ofreciendo servicios editoriales, pero se los echará en falta. ¿Sabéis de alguna otra editorial con la que haya pasado lo mismo?

Buah, es flipante esta crítica que nos comparte @arualgallardo. Lo comprobé y el libro en papel costaba unos tres euros más. Entiendo que las editoriales hagan eso para que nos salga más a cuenta comprarlo en papel, pero yo eso lo considero una estafa. ¿Cuál es lo máximo que estáis dispuestos a pagar por un libro en digital? Yo 5€, pues hay libros de bolsillo por 6€.

Me encanta cómo le ha quedado el árbol a @mybooks_fan, me parece precioso. A mí me daría demasiada pereza hacer algo así y tenerlo en mitad de la habitación, pero sin duda queda bonito. ¿Vosotros habéis hecho alguna decoración navideña con libros?


Y hasta aquí el Visto en las redes de hoy. Espero que lo hayáis disfrutado y que comentéis todo lo que queráis. ¡Con lo que me gusta a mí el debate!