domingo, 31 de marzo de 2024

BookTag 39: ¿Cómo llegó a mí?

No sé por qué, pero estos últimos días me ha apetecido más hacer algunos BookTags que las entradas habituales. Quizás sea porque me permiten escarbar entre lecturas antiguas y recordar buenas historias que había empezado a olvidar. Por si alguien es nuevo en estos lares y no lo sabe, un BookTag consiste en relacionar conceptos variados con libros y responder a una serie de preguntas con el título de un libro. 

En esta caso, el BookTag se centra en cómo obtuve algunos de los libros que pueblan mis estanterías. Lo he sacado de El Blog de Paopayu, aunque no sé quién es el creador inicial para darle créditos. Lo he modificado muy ligeramente, añadiendo alguna pregunta, porque repasando mis estanterías me he dado cuenta de que algunos libros los he adquirido de formas muy curiosas.

1. Un libro que has heredado:



La historia interminable, de Michael Ende
A mi madre no le gusta leer, y mucho, menos fantasía. Por eso, tiene mucho valor para mí que, de pequeña, me diera este libro que había leído ella a mi edad y que había sido uno de los pocos que le había gustado mucho. Como veis, la edición es bastante antigua, aunque a mí me encandiló que la letra fuera de un color u otro según si se narraba la historia de Fantasía o de Bastian. 

2. Un libro que te regalaron por tu cumpleaños:










El barco de Teseo, de J. J. Abrams y Doug Dorst

Este libro causó furor las pasadas Navidades, hasta el punto de que era casi imposible encontrarlo en tienda. Yo quería regalárselo a mi hermano y me embarqué en una increíble aventura para localizarlo. Primero, fui a todas las librerías de mi ciudad en las que se indicaba que tenían un ejemplar, pero ya se habían agotado. Miré en el resto de librerías de la isla, pero no lo tenían en ningún sitio. Finalmente, opté por comprarlo por Internet a una librería de la Península, pero fue difícil encontrar una que hiciera envíos a Baleares y que no te pidieran un riñón. Lo que yo no sabía es que G estaba atento a todos mis pasos porque pretendía adelantárseme y regalarme el libro a mí. Él ya sabía que el libro no estaba en ninguna de las librerías con las que yo había contactado, porque él ya había llamado primero. Pidió dinero a su madre porque estaba en números rojos y el libro era caro y encargó el libro a una librería de Alemania (no me preguntéis por qué). Le dijeron que no lo tenían y tardaron semanas en devolverle el dinero, así que tuvo que volver a pedir un préstamo y encargar el libro a otra librería de la Península. Cuando abrí el paquete y vi el libro, no podía creerlo, y eso que aún no conocía toda la epopeya que había detrás. 

3. Un libro por el que has tenido que ahorrar para comprarlo:

Podría haber borrado esta pregunta, porque no se me ha ocurrido ningún título como respuesta, pero he preferido justificarme. A mí nunca me han dado una paga; mis padres siempre me han comprado los libros que han querido (los que yo les pedía, pero claro, nunca eran suficientes). Solo conseguía dinero gracias a regalos de cumpleaños o en Navidad y al día siguiente ya me plantaba en la librería. De mayor, empecé a trabajar y pude permitirme mis propios libros sin tener que ahorrar, porque tampoco están tan caros si tienes un sueldo digno y pocos gastos. Por aquella época descubrí las librerías de segunda mano, así que a partir de ese momento, el precio de los libros dejó por completo de ser un problema. Es por eso por lo que nunca he tenido que ahorrar para comprar un libro, pero sí esperar mucho tiempo.


4. Un libro que compraste por la portada:










Atados a las estrellas, de Amie Kaufman y Meagan Spooner

Aquí donde me veis, soy muy superficial. Ahora me controlo un poco más, pero es que en los últimos años están haciendo libros con portadas tan bonitas que es imposible resistirse. Hay un montón de libros que he comprado por su portada, pese a no saber absolutamente nada de ellos, y en la mayoría de casos, me he llevado una decepción. Atados a las estrellas es uno de tantos libros que compré por ese motivo. Lleva años en mi estantería y aún no le he dado una oportunidad ni pienso hacerlo pronto, porque tengo demasiados pendientes y prefiero priorizar otras lecturas. Además, una vez lo hube investigado, me di cuenta de que el romance era bastante relevante, y ese tipo de historias no suelen convencerme. Algún día descubriré si es así o no.


5. Un libro que compraste por su sinopsis:










Algo huele a podrido, de Jasper Fforde

Os dejo con la sinopsis en cuestión:

En el mundo de Thursday Next la literatura es casi una religión. Se ha creado una brigada especial que se ocupa de asuntos como perseguir los plagios o descubrir al verdadero autor de las obras de Shakespeare. Pero tener un padre cronopolicía y un tío capaz delas más locas invenciones no tiene por qué ser una ayuda para una detective literaria. Una vez más, Jasper Fforde consigue que «las barreras entre la realidad y la ficción sean más porosas de lo que creemos», y así se descubre cuando Thursday Next vuelve acompañada de Hamlet, príncipe de Dinamarca, interesado en saber la opinión de la gente sobre él. Mientras, la perversa Goliath Corporation mueve hilos para convertirse en una nueva y poderosa religión mundial. La aventura más loca y surrealista está servida.

¿Habéis visto qué locura de sinopsis? ¿Cómo puede funcionar un mundo así? Me fascina que la literatura tenga un papel capital en este mundo y que existan tantos trabajos tan extraños relacionados con ella y que la barrera entre realidad y ficción sea tan fina, con personajes de novelas que salen de sus historias. Lo compré sin pensar, así que solo cuando lo investigué descubrí que era el cuarto de una saga. Lo de "Una vez más" debería haberme dado una pista. El caso es que el resto de libros de la saga me parecieron también muy interesantes y ya he conseguido dos más, aunque no he leído ninguno. El primero va sobre el secuestro de Jane Eyre, no os digo más...


6. Un libro que compraste por su precio:









Rey blanco, de Juan Gómez Jurado

Hace un par de años leí Reina roja y me gustó mucho, pero después leí Loba negra y me pareció un libro que no aportaba nada. No hubiera leído el siguiente si no fuera porque lo encontré a precio de saldo en una librería de segunda mano. Tener al alcance de mis manos un libro por 4€ que en librerías cuesta 20€, es algo que puede conmigo. Lo cogí y me arrepiento de ello. ¿Por qué? Lo he leído hace poco y la historia ha sido entretenida y poco más, pero ese no es el problema. El problema es que, pese a tenerlo en papel, lo leí en audiolibro porque los otros los había leído en ese formato y me gustaba la narradora. Así que nada, tengo el libro en papel en la estantería, sin abrir, y dudo de que nunca quiera releerlo porque no me ha parecido gran cosa.


7. Un libro que compraste a raíz de la adaptación:










La princesa prometida, de William Goldman

Me pusieron esta película un día, en clase, no recuerdo bien si porque era final de curso, en clase de ética o porque el profesor no había venido. Es de las pocas películas que he visto en el instituto que ha captado mi atención, pese a que ni siquiera terminamos de verla. No es que fuera especialmente buena, pero el recuerdo afloró en mi memoria varios años más tarde y la vi en casa. Me enteré por casualidad de que adaptaba un libro y decidí leerlo por curiosidad. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que era una obra de arte. Me reí con este libro lo que no está escrito. Casi se lo leí por completo a mi hermano en voz alta y logré que al final se lo leyera también. Hice relectura el año pasado y me gustó casi tanto como la primera  vez. Se lo presté a mi abuela y no os podéis imaginar lo enganchada que quedó a la historia. Muy recomendable.


8. Un libro que compraste en un viaje:










La sanguijuela de mi niña, de Christopher Moore

Hace unos años, G y yo fuimos de ruta de librerías de segunda mano por Barcelona, y la casualidad hizo que en casi todas las tiendas encontrara libros de Christopher Moore, así que no sé cómo, pero en ese viaje me hice con casi toda su bibliografía. Me llamó la atención el tono humorístico y despreocupado, así como sus peculiares tramas. Lo más curioso es que el año pasado leí este y, a medida que lo iba leyendo, me sonaba ligeramente... Al rebuscar entre mis libros digitales, di con él: resulta que este libro ya lo había, leído, mucho antes de tener el blog, y no recordaba ni un ápice de él.


9. Un libro que compraste tras la presentación del autor:










Blackwing, de  Ed McDonald

El Celsius es un buen lugar en el que conocer a autores internacionales de fantasía de los que no habías oído hablar nunca. Fui a la charla de Ed McDonald, pese a no conocerlo de nada, para pasar el tiempo mientras G estaba en otra charla. Ya sabéis que no suelo tener prisa por comprar libros nuevos y que suelo esperar hasta encontrarlos en algún momento de segunda mano. También sabéis que, en el excepcional caso de comprar un libro nuevo, siempre lo investigo bien y miro muchas recomendaciones. En este caso, la charla fue suficiente. Dudé, por supuesto, pero al final lo terminé comprando. Me gustó cómo se expresaba el autor, cómo explicó los temas de su obra y el hecho de que el protagonista, por cómo hablaba de él, pareciera Sam Vimes. ¿Personajes adultos, antihéroes, con mucha sangre y malas experiencias a sus espaldas? Todos los que tengas, gracias. Estoy cansada de los mundos fantásticos en los que todo es bonito; necesito el realismo del grimdark.


10. Un libro que compraste por las recomendaciones










Juego de tronos, de George R. R. Martin

Nunca me hubiera decidido a leer esta saga de no ser por el boom de la serie. El éxito hizo que los libros volvieran a la palestra y a todo el mundo le encantaron. A mí el tono me recordaba mucho a la fantasía clásicasabía que había muchos personajes, descripciones y que la trama y la acción eran escasas. Vamos, que no eran para nada mi estilo. Pero como todo eran alabanzas y no pretendía animarme con la serie por ser muy gráfica y violenta, decidí darle una oportunidad al libro. El primero me pareció que estaba bien, y leí el segundo para ver si así descubría por qué había triunfado tanto. Y luego el tercero. Y luego el cuarto. Y luego el quinto. Tengo claro que, el día en el que al fin el autor saque el siguiente, no lo leeré. Si seguí leyendo solo fue porque esperaba que, tarde o temprano, se me encendería una bombilla y vería la luz. No fue así. Un muermo de saga, aunque entiendo que los aficionados a la novela histórica les guste. 


11. Un libro que compraste como lectura escolar










Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau

Nunca me han gustado las lecturas obligatorias del colegio, y eso que ya desde pequeña me gustaba la lectura. En general, ninguno de los libros que leímos en clase me entusiasmó, ni siquiera este. Cuando lo empecé, me pareció una tomadura de pelo, porque consistía en contar una y otra vez el mismo fragmento, pero con estilos muy distintos. Además, no había una verdadera trama y se usaban palabras raras, como "ómnibus". Es ahora cuando valoro el verdadero significado del libro, la reflexión que contiene sobre la literatura y el complejo ejercicio que supuso su escritura. No entiendo por qué hacen leer en clase libros para los que no estamos mentalmente preparados.


12. Un libro que ganaste en un sorteo










Ilusiones, de Aprilynne Pyke

Qué bonitos aquellos tiempos en los que se organizaban tantos sorteos literarios en los blogs, sorteos en los que tenías una oportunidad de ganar, porque por norma general, se inscribían unas cincuenta personas. Ahora, en cambio, no me siento motivada a apuntarme a ninguno de esos sorteos que se promocionan por Twitter o Instagram. ¿Qué oportunidad real tengo de ganar si hay mil participantes? ¿Vosotros habéis sido afortunados alguna vez?

En esa época aún no conocía las librerías de segunda mano ni me ganaba mi propio dinero, así que me apuntaba a casi cualquier sorteo. Así fue como conseguí este libro, el tercero de la saga Alas. Cuanto más pasa el tiempo, más convencida estoy de que cuando lo lea ya no será para mí. Sé que está ocupando espacio inútilmente en mi estantería, pero no me veo con coraje de leer antes los otros dos, que no tengo en físico. Algún día lo leeré, pero no será pronto.

 

13. Un libro que compraste de segunda mano










La rueda del tiempo, de Robert Jordan

Soy tan aficionada a los libros de segunda mano, que si señalara uno al azar de mis estanterías, seguramente lo sería. Pero he decidido seleccionar este porque me alegré mucho en su momento de encontrarlo de segunda mano, pero ahora no podría arrepentirme más. En algún momento de su vida, G decidió que era buena idea comprar esta saga en la edición descatalogada de Timun Mas y a mí se me ocurrió que era buena idea regalarle los libros del 1-9 en esa edición, solo porque encontré una muy buena oferta en la que cada libro salía a 7€. Encontrar el resto de libros de la misma colección está siendo un infierno. Los otros los hemos conseguido poco a poco, pero pagando entre 20€ y 30€. Nos faltan todavía cinco, pero parecen inaccesibles: de segunda mano están por más de 100€.


14. Un libro que me te haya regalado su autor










Sopa de elegidos, de Pablo García Maeso

A diferencia de otros blogs, nunca he sentido especial interés por las colaboraciones, ni con editoriales ni con autores. Cuando no tenía dinero ni libros, no me sentía preparada para valorar con el rigor suficiente una obra a cambio de un ejemplar (con el poco beneficio que reciben los autores, me parecía un pago muy elevado por lo que yo les ofrecería). Con el tiempo, gané experiencia y autoestima, así que empecé a aceptar hacer reseñas si los autores (con editoriales no he colaborado nunca) me enviaban el libro (en papel o en digital), siempre y cuando no me viera en la obligación de terminarlo si no me gustaba. Aun así, como tengo tantos pendientes, no es algo que suceda a menudo.

En este caso, el libro lo compró G, me lo recomendó, lo leí e hice una reseña. Lo curioso es que un par de años después, hace un par de meses, me contactó el autor por redes y me ofreció la versión en digital que había vuelto a publicar hacía poco. Completamente gratis, sin pedirme nada a cambio. Esta versión era en realidad una reescritura sustancial de la novela, no una simple revisión y corrección. Jó, me hizo mucha ilusión esa atención por sus lectores. No voy a releerla por ahora, porque aún tengo fresca la primera lectura, pero no descarto hacerlo en un futuro. 


Y eso es todo por hoy. Espero que os hayan parecido interesantes los libros que os he enseñado y que os hayan gustado mis pequeñas historias. ¿Qué libros habéis conseguido vosotros de forma curiosa? ¿Cuál pondríais en cada categoría? Por supuesto, sois completamente libres de llevar este BookTag a vuestro blog, con la única condición de mencionar a la creadora. Si al final os animáis, dejad el enlace para que lea la entrada^^ 

jueves, 28 de marzo de 2024

Artemisa, de Andy Weir

Hace seis o siete años leí El marciano, la obra más conocida de este autor. Hasta entonces no había leído mucha ciencia ficción y fue mi primer encuentro con un autor que hablaba de ciencia como quien habla del tiempo. Me pareció una novela curiosa, pero no fue santo de mi devoción. G escuchó el audiolibro de Artemisa hace poco, así que, para comentarlo con él y darle una segunda oportunidad al autor, decidí leerlo. En mi caso, lo he leído en digital porque mi intención era saltarme la abrumadora cantidad de detalles científicos... pero al final no ha sido necesario, porque la novela no se ha hecho nada pesada.

Título: Artemisa
Autor: Andy Weir
Año: 2017
Páginas: 320
Género: Ciencia-ficción
Título original: Artemis
Traducción: Javier Guerrero
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978-84-666-6227-7

Sinopsis:
Jazz Bashara es una criminal… O al menos lo parece. La vida en Artemisa, la primera y única ciudad de la Luna, es difícil si no eres un turista adinerado o un multimillonario excéntrico. Así que hacer un poco de contrabando de lo más inofensivo no cuenta, ¿verdad? Sobre todo cuando hay que pagar deudas y tu trabajo como transportista apenas alcanza para pagar el alquiler.
De pronto, Jazz ve la oportunidad de cambiar su destino cometiendo un delito a cambio de una lucrativa recompensa. Y ahí empiezan todos sus problemas, pues al hacerlo se enreda en una auténtica conspiración por el control de Artemisa que la obliga a poner en peligro su propia vida…

Opinión:

No creo que vaya a extenderme mucho con esta reseña porque es una novela que busca el entretenimiento sin pretensiones y que te atrapa mientras la lees, pero sabes que la olvidarás al cabo de poco tiempo.

La trama no es nada del otro mundo (bueno, literalmente sí que lo es): Jazz, una veinteañera muy inteligente, vive en la Luna, donde se dedica al contrabando. Acepta el encargo de sabotear unas excavadoras, pero lo que parecía una tarea sencilla, se complica de formas insospechadas. Durante toda la obra seguiremos las peripecias de Jazz, quien se ve metida en un lío tras otro y que cada vez se tiene que enfrentar a mayores retos.

Tengo que empezar diciendo que esperaba que la historia fuera muy distinta, que en lugar de quedarnos encerrados en un planeta, como sucedía en El marciano, explorásemos el universo en una nave. En su lugar, todo sucede en la Luna. De esta forma, mientras que la primera novela del autor exploraba las ventajas e inconvenientes de vivir en Marte, aquí hace lo mismo, pero con la Luna y sus especificidades. Parece que el verdadero interés del autor es estudiar los entresijos de la colonización planetaria, no a nivel social, como viene siendo habitual, sino a nivel científico-técnico. 

No estamos ante un manual científico, ni mucho menos, la novela se rinde a su trama, pero sí que hay mucha información completamente innecesaria y artificial sobre el funcionamiento de una base humana en la Luna. La obra está narrada en primera persona pasado y Jazz nos habla en algunas ocasiones directamente a nosotros, cosa que no se justifica en ningún momento (no es que la estén entrevistando ni que haya decidido escribir su historia). A veces, hace incisos en su narración para explicarnos cosas que ella sabe perfectamente, pero que desconoce un lector corriente. Admito que me han sorprendido todas las curiosidades sobre la vida lunar (te desplazas rápido por la baja gravedad, no te haces daño al caer, les sobra oxígeno, los incendios son catastróficos, la temperatura de ebullición del agua es distinta y por eso el café está frío,...) y he descubierto muchas cosas que ni me imaginaba, pero al mismo tiempo, esta forma de transmitir la información me ha molestado mucho porque me saca de la experiencia: es como si la intención fuera darme lecciones.

"Jin sorbió su café y puso mala cara. Lo he visto antes. Los terrícolas odian nuestro café. La física dicta que sabe a rayos. El aire de la Tierra tiene un veinte por ciento de oxígeno. El resto es material que los cuerpos humanos no necesitan como nitrógeno y argón. Así que el aire de Artemisa es oxígeno puro al veinte por ciento de la presión atmosférica de la Tierra. Eso nos da la cantidad de oxígeno precisa al tiempo que reduce la presión en los cascos. No es un concepto nuevo, se remonta a los días del Apolo. La cuestión es que cuanto menor es la presión, más bajo es el punto de ebullición del agua. El agua hierve a 61 grados Celsius aquí, con lo cual el té o el café no pueden estar más calientes. Al parecer, es desagradablemente frío para la gente que no está acostumbrada."

Hay un amplio elenco de personajes, pero no son más que herramientas con las que Jazz mantiene una interacción mínima. Pese a que todo sucede en una colonia lunar, una ciudad llena de gente, Jazz actúa siempre por su cuenta y no pide ayuda. En El marciano también teníamos a un protagonista solitario, pero eso se justificaba por el hecho de estar atrapado e incomunicado. Aquí volvemos a tener una protagonista que habla consigo misma durante gran parte de la novela porque no quiere establecer lazos con nadie. Incluso en los pocos momentos en los que forma parte de un equipo, la trama busca una excusa para enviarla a hacer tareas por su cuenta o para cortar las comunicaciones. 

"Hice algunas compras en la Burbuja Bean. Era más caro de lo que quería, pero necesitaba ropa especializada. Artemisa tiene una pequeña población musulmana (incluido mi padre), así que hay unas pocas tiendas que les dan servicio. Encontré un vestido largo color habano con un patrón bordado con estilo. Era adecuado hasta para la chica musulmana más conservadora. También compré un niqab verde oscuro. Pensé en marrón o negro, pero el verde oscuro y el color habano combinaban muy bien. Solo porque estuviera planeando un golpe, no quería decir que no pudiera estar guapa al hacerlo.
Vale, ya puedes dejar de simular que sabes qué es un niqab. Es un pañuelo tradicional islámico que cubre la parte inferior de la cara. Combinado con un hiyab para cubrirme el pelo, solo mis ojos eran visibles. Una gran forma de llevar una máscara sin levantar sospechas."

Entiendo que Jazz sea muy independiente, pero no hay ninguna reflexión acerca de esta filosofía de vida. No es bueno aislarse de los demás porque tarde o temprano necesitamos el apoyo de los otros, pero en ningún momento se critica a Jazz por utilizarlos como herramientas. 

Por supuesto, Jazz es la única verdaderamente caracterizada y su personalidad monopoliza la novela. Como personaje tampoco es nada fuera de común: es una chica de 26 años con mucho talento y potencial debido a su inteligencia, pero lo desperdicia en trabajos de poca monta que le permitirán amasar mucho dinero. Se nos muestra como una chica despreocupada, bastante inmadura, con sentido del humor y capaz de adaptarse a cualquier situación. Todo eso hace que parezca la versión femenina (y un poco más joven) del protagonista de El marciano. El único rasgo diferenciador es su relación con la cultura musulmana (ella no es creyente, pero su padre sí), que aparece mencionada esporádicamente.

Es un personaje con garra y carisma (por suerte, porque es quien carga con todo el peso de la historia y de la narración), que impregna la narración con un tono humorístico, aunque a mí no me ha parecido tan divertida como se cree. Tiene un código moral heredado de su padre (nunca engaña cuando se trata de negocios) que da un poco de juego, pero se podría haber explotado más. Es muy resolutiva y los secundarios nos recuerdan constantemente que tiene una mente brillante, pero no me ha parecido justificado que malgaste su inteligencia y habilidad en trabajos precarios. Entiendo que quiere mucho dinero y rápido, pero hubiera sido mucho más eficiente para ello encontrar un buen trabajo honrado, que es cosa fácil, porque todos la quieren en su equipo. Además, al final te quieren vender que controla todo el submundo criminal, pero si eso fuera verdad, tendría mucho más dinero. 

El resto de personajes aparecen solo cuando la trama les necesita, no tienen profundidad y las pocas escenas que comparten con Jazz no sirven para profundizar su relación, solo arañarla. Me duele que el padre sea tan secundario, teniendo en cuenta la importancia que tiene para Jazz y que lo del mejor amigo se arregle de una forma tan sencilla. Además, de vez en cuando se intercalan cartas del intercambio epistolar entre Jazz y un chico de la Tierra, con quien lleva hablando desde que iba al instituto. Esperaba que esto tuviera alguna relevancia, pero no es más que una excusa para conocer el pasado de Jazz y el amigo no es relevante. Podrían ser páginas de un diario y aportarían lo mismo.

"—¿Qué pasa, papá? Vas lento como un aprendiz hoy.
—Solo estoy siendo concienzudo.
—¿Estás de broma? Te he visto usar un soplete con una mano y controlar los niveles de una mezcla con la otra al mismo tiempo. ¿Por qué estás…?
Oh. Me callé.
No era un trabajo normal. Al día siguiente, la vida de su hija dependería de la calidad de esas soldaduras. Lentamente, comprendí que, para él, era el proyecto más crítico que había hecho nunca. No aceptaría nada que no fuera lo mejor. Y si eso significaba pasarse todo el día, así sería. [...]
Poca gente tiene la oportunidad de cuantificar el amor de sus padres. Pero yo sí. Mi padre debería haber tardado cuarenta y cinco minutos en completar el trabajo, pero tardó tres horas y media. Mi padre me quiere un 366 por ciento más de lo que quiere cualquier otra cosa."

En cuanto a la trama, intenta ser un comentario sociopolítico (mafias, contrabando, acuerdos comerciales, corrupción) pero lo trata con tal simplicidad y de forma tan superficial, que pasa de ser el tema principal al marco de la historia. Esperaba una trama mucho más poderosa que esta: las travesuras de una adolescente en el espacio. Algunos de los puntos álgidos de la historia son la destrucción de cuatro excavadoras, la pelea con un matón, una persecución por la superficie lunar y huir de un edificio a punto de estallar. Nada de todo esto entraña la más mínima complicación para una joven que sabe de casi cualquier rama científica y que se conoce la Luna como la palma de su mano. Es por eso que la novela se vale de puentes rotos para dificultar el avance de la trama. El principal recurso narrativo de esta novela es poner a la protagonista en una situación difícil para nosotros, pero que ella es sorprendentemente capaz de resolver... para entonces añadirle un grado más de dificultad (tiene la mitad del tiempo, no tiene aire, se ha quedado sin materiales, la puerta se ha atascado, la atacan para interrumpirla...). Problemas artificiales que crean tensión artificial y que resultan repetitivos: llega un punto en el que sabes que todo saldrá mal y que tendrá que ingeniárselas de otra manera para lograr sus objetivos.

Además, la tensión y la carga dramática se desvanecen enseguida, porque Jazz, como narradora, siempre quita hierro al asunto, en un esfuerzo por resultar cercana al lector. En su anterior obra, el humor era la forma que tenía el protagonista de lidiar con la situación, un escape de la realidad; Jazz no se encuentra en constante peligro, por lo que el humor no debería ser el tono general de la obra. 

La historia es dinámica, con escenas muy cinematográficas y acción constante, así como pocos instantes para tomar aire y dejar que los personajes se desarrollen. El tono ligero y despreocupado hace que se lea con agilidad, pese al tono científico que adopta la narración en algunas situaciones. Hay algunas explicaciones científicas, pero no son extensas y están simplificadas, como si su única función fuera dar verosimilitud a la historia y sumergir al lector en el ambiente lunar. Eso ha propiciado que algunas descripciones me parecieran confusas porque faltaba detalle. 

El final amable es coherente con el tono ligero de la obra, pero contradictorio con el drama y el realismo que presentan las situaciones. Los conflictos escalan hasta tal punto que a mí no me parece creíble que haya ninguna consecuencia grave a todo lo sucedido ni que la protagonista reciba ninguna penalización por todo lo que ha provocado.

En conclusión, Artemisa es un libro que trata de reproducir el éxito de El marciano cogiendo la misma fórmula, pero le sale rana. Tiene la mayoría de los ingredientes de la primera novela, pero como la historia marco es distinta, no funcionan tan bien y el resultado es un pastiche con poca gracia. Es una obra dinámica, con acción y un toque científico que te situa en el contexto lunar sin abrumarte, por lo que se lee con facilidad. El tono es ligero y humorístico constantemente, cosa que hace que se le reste importancia a las situaciones tensas y más dramáticas. Los secundarios no son más que herramientas con poca profundidad y la protagonista solo se caracteriza por cuatro rasgos definitorios. Es entretenida, pero no aporta nada nuevo.

Por útlimo, me gustaría recomendaros esta reseña de Fabulantes, porque me parece que hace un análisis concienzudo de los fallos y pocos aciertos de esta novela. 

Cosas que he aprendido:

  • Los musulmanes solo se inclinan ante Alá.
  • La temperatura de ebullición del agua es distinta en la Luna y por eso el agua caliente está más fría.
  • Si en la Luna caes de una gran altura, no te haces daño.
  • Encender fuego en una atmósfera solo de oxígeno es mala idea.
  • Datos inútiles sobre vivir en la Luna.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:


PUNTUACIÓN...2'5/5!

Primeras Líneas...


lunes, 25 de marzo de 2024

BookTag 38: Arte literario

Hoy me apetecía hacer algo distinto, así que os traigo un BookTag. Curiosamente, cada vez se ven menos por estos lares y me parece una pena, porque ayudan a dar visibilidad a obras que no son novedad y recordar libros leídos hace tiempo. Por si alguien es nuevo en estos lares y no lo sabe, un BookTag consiste en relacionar conceptos variados con libros y responder a una serie de preguntas con el título de un libro.

El BookTag que os traigo hoy recibe el nombre de "Arte literario", porque consiste en relacionar lo que transmiten algunos cuadros con lo que nos han transmitido algunos libros. Yo lo conocí gracias al blog Butterfly kisses, aunque es creación del blog Leer con ganas, de quien he cogido tanto las preguntas como las imágenes prestadas. 

Pequeños instantes de amor, de Catana Comics.
Desde que me he mudado a vivir con G, no suelo quedarme hasta altas horas de la noche leyendo (pero él sí. Claro, como no tiene que levantarse a las seis de la mañana...), así que pensaba que me iba a ser difícil dar con un libro para esta categoría. Entonces, recordé que hace unos meses, una noche en que G no estaba y no tenía sueño, decidí leer este libro porque era muy cortito. Lo empecé y terminé esa misma noche porque es muy ligero y me identifiqué mucho con los protagonistas de las viñetas. Os animo a darle un vistazo a la minireseña.

El segador, de Terry Pratchett
Este libro me dejó con sentimientos encontrados. La trama de la Muerte volviéndose mortal y mezclándose con los humanos para experimentar con la vida y tratar de comprenderla, me voló la cabeza. El problema es que esta trama se compagina con una de los magos, donde las escenas son dispares y el humor absurdo solo busca la risa fácil. A diferencia de la parte de la Muerte, aquí la trama es amena y ligera, sin grandes mensajes ni temas complejos, y los personajes son unos tontos muy tontos que solo se hacen la zancadilla. Fue muy difícil valorar el libro, porque la mitad me encantó y la otra mitad me aburrió soberanamente.


El secreto de las hermanas Blackwood, de Ellen Marie Wisseman
Últimamente, me he aficionado a abandonar los libros que veo que no me están gustando. No os podéis hacer a la idea de lo mucho que me arrepiento de no haber abandonado este. Durante toda la primera mitad, estuve a la espera de que tratara algunos de los temas que mencionaba, pero no fue así. Seguí leyendo porque ya lo llevaba muy avanzado y como mínimo era entretenido, pero el último tercio fue un sinsentido detrás de otro. No me puse a gritar, pero sí que me reí un par de veces por los derroteros absurdos que tomaba la trama. Ni os acerquéis. 

La esfera luminosa, de Cixin Liu
El libro que merece con honores aparecer en esta categoría es Gideon, de Tamsyn Muir, porque las descripciones son indescifrables (el nivel es que muere un personaje y yo no me enteré hasta tres páginas después), pero lo terminé hace nada, así que no me parece adecuado incluirlo. En su lugar, voy a mencionar este, que también he terminado hace relativamente poco. No es un mal libro ni tiene problemas narrativos, pero como la ciencia tiene un papel capital, el texto está plagado de extensas explicaciones científicas bastante complejas. Lógico si tenemos en cuenta que es una obra de ciencia ficción dura. Hubo párrafos que leí por encima porque mis conocimientos no eran suficientes, pero eso no fue un problema para comprender la historia.

La guerra no tiene rostro de mujer, de Svetlana Alexiévich
Creo que menciono tanto este libro con el propósito de que lo leáis y así podemos sufrir juntos. Poco puedo decir que no haya dicho ya, y si todo lo anterior no os ha convencido, estas palabras tampoco lo harán, pero como digo siempre, hay que intentarlo. Este libro me removió por dentro y logró que reconsiderara mi visión del mundo. Recopila el testimonio de mujeres rusas que durante la Segunda Guerra Mundial estuvieron en el frente y que, pese a ver la peor cara del ser humano, siguieron con sus vidas. Me ayudó a darme cuenta de que, por muy oscuro que sea el túnel, si ellas pudieron seguir adelante, cualquiera puede hacerlo. Lo recomiendo, pero con prudencia, porque es muy duro.

Matemos al tío, de Rohan O'Grady
Que hayas olvidado un libro no significa que sea malo. Hace dos años leí esta novela y sé que estaba protagonizada por un niño y una niña, que domesticaban a un tigre (Laura la detective, que se ha fijado en la portada) y que odiaban a un señor. Y al final, había una escopeta involucrada. No me pidáis más, porque eso es todo lo que tengo para ofreceros. Algún día lo releeré, porque sé que en su momento me gustó, pese a que no parecía de mi estilo.

Si no despierto, de Lauren Oliver
No me suelen gustar los libros llenos de tópicos, no solo porque no ofrecen nada nuevo, sino porque me parece cobarde por parte del autor, que solo va a lo seguro. Aun así, si me prometen que estos tópicos van a estar tratados con profundidad y que va a haber algún elemento distintivo aquí y allá, puedo animarme a leer la novela. El argumento de este libro es el típico: cuando la protagonista muere, al igual que en el día de la marmota, su día vuelve a empezar, y con cada repetición conocerá mejor a la gente de su entorno y aprenderá una lección. El tema central, el acoso escolar, está también muy trillado y todos los personajes representan alguno de los estereotipos estudiantiles. A pesar de ello, son personajes con aristas, que a veces sorprenden por su humanidad, el tema se interna en derroteros poco explorados y el hecho de que los días se repitan enriquece la obra. No es un diez, ni mucho menos, pero sí un libro que me hubiera fascinado de adolescente. 

Beastars, de Paru Itagaki
Todas las relaciones de este manga son muy complejas. Legoshi y Hal tienen un romance interespecie que no solo está mal visto, sino que es complicado porque él es un lobo que ansía la carne y Hal una frágil coneja. Quizás su relación sería más sencilla si no se pasaran los 22 tomos dando vueltas a su relación, sin formalizar nada ni atreverse a hablar las cosas. La relación de Rouis y Juno también es compleja, no solo porque de nuevo son un herbívoro y una carnívora, sino también por los prejuicios de Rouis, su cobardía y lo mucho que se aferra al prestigio familiar que no le permite actuar según sus deseos. También está el fuerte vínculo entre Gosha y Yayha, quienes se odian al mismo tiempo que darían la vida el uno por el otro. Perseguían un mismo sueño, pero sus vidas tomaron rumbos distintos y no se han perdonado desde entonces. Otras relaciones interesantes son la de Rouis con su padre, basada en el negocio y no el amor o la de Rouis con Ibuki, quién se convierte en un padre para él. Pese a todo, mi relación favorita y la que me parece más compleja de todo el manga es la de Rouis y Legoshi. Los ideales de ambos chocan y son completamente opuestos al principio, pero se van entrelazando y comprendiendo, hasta llegar a intercambiarse los papeles. Su amistad va más allá de cualquier límite, pero si queréis saber por qué, tendréis que leerlo.

Ronda de noche, de Terry Pratchett
Podría haber puesto cualquier otro libro sobre revoluciones contra estados dictatoriales, pero he preferido rescatar este libro que, para mí, es la obra culmen de Mundodisco. Vimes es el protagonista absoluto y viaja al pasado donde se encuentra consigo mismo y con una revolución incipiente. No es un libro al uso acerca de los levantamientos civiles, sino una sátira brillante. Por desgracia, solo es realmente disfrutable si has leído el resto de libros de la guardia y has visto la evolución de Vimes.

Guerra, de Janne Teller
Este es un libro muy cortito que he leído ya unas tres o cuatro veces. Narrado en segunda persona, te pone en la piel de un refugiado, en este caso (el libro se adapta según el país al que se traduce), españolEscrito de una forma desgarradora y con crudeza intenta sensibilizar al lector de la situación de los refugiados mediante la identificación del lector con el texto. Me pareció que generalizaba demasiado y que no había suficientes descripciones ni profundidad (con el objetivo de que cualquiera se sienta identificado), pero es una experiencia que merece la pena.

Y eso es todo por hoy. Espero que os hayan parecido interesantes los libros que os he enseñado. ¿Habéis leído alguno? ¿Estáis de acuerdo con mis impresiones? ¿Qué libro escogeríais en cada categoría? Sois completamente libres de llevar este BookTag a vuestro blog, con la única condición de mencionar a la creadora. Si al final os animáis, dejad el enlace para que lea la entrada^^ 

viernes, 22 de marzo de 2024

La esfera luminosa, de Cixin Liu

Hace unos meses le di un primer tiento al autor con su antología Sostener el cielo. Fue denso por la carga científica, pero me pareció lleno de buenas ideas y exudaba pasión por la ciencia. Antes de ponerme con su archiconocida trilogía, decidí leer una de sus novelas independientes, para ver cómo se manejaba con la narrativa larga (seamos sinceras: es porque el libro tenía el lomo rojo) y por eso os traigo hoy la reseña de La esfera luminosa.

Autor: Cixin Liu
Título original: 球状闪电 (Qiúzhuàng shǎndiàn)
Año de publicación: 2004
Editorial: Ediciones B
Colección: Nova
Traducción: del chino de Javier Altayó y corrección de Antonio Torrubia y Gisela Baños
Edición: 2019
Páginas: 463
ISBN: 978-84-17347-33-8

Sinopsis:
El día en que cumple catorce años, Chen presencia cómo una esfera  luminosa entra en su casa y calcina a sus padres. Con el propósito de  encontrar algún sentido a esta extraña desgracia, decide dedicarse a  descifrar el secreto del misterioso fenómeno a causa del cual quedó  huérfano. La búsqueda de la esfera luminosa lo llevará lejos de casa, a  perseguir tormentas en las cimas de montañas y a adentrarse en  laboratorios subterráneos secretos para, poco a poco, ir descubriendo nuevos límites en la física de partículas.
Aunque la obsesión de Chen es la razón de que la suya sea una vida  solitaria, esta no podrá protegerle de los intereses globales que hay  detrás de sus descubrimientos. Así pues, tendrá que enfrentarse a un  físico que no entiende de límites morales en lo que al conocimiento se  refiere; una atractiva militar obsesionada con nuevas técnicas bélicas;  a una nación entera, en suma, desesperada por hacer frente a una derrota militar inevitable...

Opinión:
Impresión: Fascinación por el Universo

La trama es lo menos importante de esta novela, pero empezaré con ella para situaros un poco. Tras la muerte de sus padres por un fenómeno natural conocido como las esferas luminosas (al principio no tenía claro si eran un ser paranormal u obra humana, pero te dejan claro al principio que es algo natural), Chen decide consagrar su vida a investigar este fenómeno, aunque para eso tenga que recurrir a la financiación del ejército, cuyo interés en comprender las esferas luminosas radica en su potencial como armas. 

Me gustaría deciros que eso es la premisa, pero en realidad es el libro entero. A lo largo de 460 páginas seguiremos a Chen, quien tratará por todos los medios descubrir la naturaleza y características de las esferas luminosas, así como la forma de reproducirlas. Lo que más me sorprendió es que no todo es ficción, sino que este fenómeno existe en la realidad, aunque se sabe muy poco de él. Según la nota inicial: "Las características y el comportamiento de las esferas luminosas que aparecen en este libro coinciden con los descritos por la mayoría de los registros históricos reales previos a 2004". Así, el autor parte de un fenómeno real, con unas características probadas científicamente, y fabula sobre posibles explicaciones. Lo que más me ha interesado de ellas es la parte más paranormal, el misterio que se crea y los posibles usos. 

No os voy a mentir: la novela rebosa ciencia por todos sus poros, pero poco a poco te percatas de que no es esencial entender los entresijos científicos para seguir la historia, porque su única función es ofrecer verosimilitud. El autor demuestra una vez más su gran bagaje científico, abarcando ámbitos muy distintos: los fenómenos atmosféricos, la física, las matemáticas, el electromagnetismo, y la ciencia de los rayos. Hay muchos párrafos largos hablando de conceptos científicos complejos, cosa que hace que la novela no sea accesible para todo el mundo. He desconectado en la mayor parte del tiempo en que hablaban de ciencia, porque eran explicaciones demasiado complicadas para mí.

«Suponiendo que el de las esferas luminosas no fuera un fenómeno sobrenatural, ecuaciones de la mecánica de fluidos relativamente básicas como las de Maxwell y las de Navier-Stokes debían bastarme para llegar a comprenderlo (no descubriría lo pueril y superficial que estaba siendo al pensar así hasta mucho más tarde). Eso sí: ocurría que todas las estructuras conocidas en el campo del electromagnetismo y de la mecánica de fluidos resultaban simples al compararlas con la de las esferas luminosas; dando por hecho que la complicada estructura en equilibrio estable de las esferas luminosas obedeciera las leyes básicas del electromagnetismo y la mecánica de fluidos, había que concluir que esta debía de ser matemáticamente complejísima.» (ciencia)

Al principio, estaba algo aburrida y creía que este libro bien podría ser un ensayo especulativo sobre las esferas luminosas, en lugar de una novela, pero a medida que fui avanzando, me di cuenta de que, aunque la investigación vertebra toda la novela, en realidad es solo una excusa para tratar otros temas. El más destacado de ellos es la fascinación por el Universo. Los avances tecnológicos de los últimos años nos han hecho creer que ya no quedan misterios en el mundo por descifrar. En nuestra ingenuidad, creemos que ya lo sabemos todo y que "el espacio es la última frontera". No podríamos estar más equivocados. Solemos hablar de "la ciencia", como si fuera una única cosa, cuando hay centenares de disciplinas, miles de especializaciones, que no tienen nada que ver la una con la otra, y en cada una de ellas hay varios equipos de investigadores a lo largo del mundo que tratan de desentrañar sus misterios. Creemos que nada de eso nos afecta, que ninguno de esos descubrimientos cambiará nuestra vida; eso es porque no somos conscientes de que la tecnología no aparece de la noche a la mañana, que nuestro mundo va cambiando poco a poco. Esos descubrimientos se introducen subrepticiamente en nuestras vidas (los aislantes de las ventanas, los cristales climalit, las bombillas led, el aireador de grifo, las sartenes antiadherentes, los ambientadores de hogares...), sin bombo y platillo, porque la tecnología no son solo los aparatos electrónicos. En otros casos, esos descubrimientos pasan todavía más desapercibidos, porque solo ayudan a cimentar investigaciones de descubrimientos futuros o son piezas de algo mayor. La ciencia siempre me ha parecido incomprensible, pero esta novela me ha ayudado a apreciar la pasión que algunos sienten por ella y entender mejor lo insignificantes que son nuestros conocimientos del mundo que nos rodea.

«Así es la investigación científica —dijo el coronel Xu—. Todo paso en falso, no importa cuán erróneo sea, constituye un paso imprescindible.»

Otro de los temas son los sacrificios que conllevan estos avances tecnológicos. Muchos científicos consagran su vida entera a la causa y con la misma devoción que un sacerdote, dejan de lado bienes materiales, disfrute personal, amigos y familia para una investigación que quizás nunca dé sus frutos. En la novela, se habla de ello y también de los dilemas morales que comporta la ciencia, tales como la experimentación con animales o la colaboración con la industria armamentística. Muchos proyectos científicos, sean de la disciplina que sean, reciben financiación por parte del ejército, por si en un futuro esos descubrimientos tuvieran algún uso militar. La relación entre la ciencia y la industria armamentística es muy estrecha en esta novela y los dilemas morales al respecto están muy bien tratados: ¿hay que dejar de investigar algo solo porque pueda tener usarse para la guerra? ¿Todos los avances tecnológicos pueden convertirse en armas? ¿Qué culpa tuvieron los científicos que desarrollaron la bomba atómica si quienes la usaron fueron las autoridades militares?

No he hablado hasta ahora de los personajes porque no tienen una gran relevancia. El protagonista es Chen, el prototipo de científico abnegado que se enfrenta a los debates morales mencionados y cuya vida está completamente ligada a su estudio de las esferas luminosas. Es un personaje realista, aunque carente de personalidad y bastante plano, porque su obsesión le consume y le impide tener una vida más allá de la ciencia. Si hay una espinita que me ha reconcomido es que esta abnegación hacia un único propósito vital se muestra como algo positivo, como si no tenerlo, cosa que pasa a la mayoría de mortales, hiciera que tu vida fuera redundante. Aun así es una idea que está en el ADN de la cultura china, por lo que resulta inevitable que aparezca reflejada en la novela.

Más interesante ha sido Lin Yun, al cargo de un proyecto de innovación armamentística que trabajará codo con codo con Chen. No solo resulta sorprende encontrar una mujer con un alto cargo militar, respetada por todos, sino que está obsesionada con las armas. Estas son el motor de su vida, y la obra, sin promover la guerra, es capaz de transmitirte la atracción que siente Lin por el peligro y la belleza que ve en un arma. Le entusiasma cualquier avance en materia armamentística y siente la misma pasión por las armas que un músico ante una sinfonía clásica. Me parece un personaje atípico, complejo (una lástima que su trasfondo de personaje esté mal insertado al final) y muy arriesgado.

A un lector occidental le va a sorprender que no haya un ápice de romance, porque hubiera sido muy sencillo incluirlo, pero la literatura oriental es conocida por tratar el amor como algo etéreo, sublime, irreal, más una posibilidad que algo tangible. En este caso, la relación entre Lin y Chen es muy compleja y se basa en la fascinación y admiración mutuas. No son amigos porque a penas hablan de nada que no sea de carácter profesional ni tienen contacto fuera del trabajo. Ambos comparten un mismo sueño, comprender las esferas luminosas, pero mientras que para Chen eso es suficiente, para Lin ese es solo el primer paso; ella pretende utilizar esos conocimientos para crear un arma. Pese a su colaboración y a lo unidos que están, él no deja de ser un civil y ella una militar, por lo que sus filosofías de vida chocan inevitablemente. 

Hay algo intrínsecamente oriental en esta novela. Toda la trama científica y la relación con el ámbito militar bien podría desarrollarse en Estados Unidos, Oppenheimer es un ejemplo de ello, pero la atmósfera de la novela es muy oriental. Se habla poco de la geografía, no hay crítica social y los personajes se encuentran encerrados en su propia burbuja, ajenos a cualquier rastro de cotidianidad que nos muestre la cultura china. Pese a ello, uno no puede desprenderse de quién es y la nacionalidad del autor se percibe a lo largo del texto: en la actitud sumisa de los personajes frente a la autoridad, un ente incuestionable; el desapego que muestran por el individuo y su interés por el bien del conjunto de la sociedad; la inclinación por hacer un estudio de personajes más que configurar una trama compleja que retenga la atención del lector inquieto; el ritmo de vida sosegado y poco dado a los excesos y a la sociabilidad; o la fascinación por la naturaleza.

La novela está tan enfocada en la investigación de las esferas luminosas que se olvida por completo del entorno. Al principio me molestaba que se hablara de forma tan superficial, casi anecdótica, de la tensa situación internacional que al final conduce a una guerra con China, pero realizar un estudio de las causas sociopolíticas de una guerra hubiera desviado la atención del tema principal. Lo cierto es que al final no importa por qué ha estallado ni quienes luchan, sino el papel de los avances científicos en esta hipotética guerra.

En conclusión, La esfera luminosa es una novela que, contra todo pronóstico, me ha gustado, pero que no recomiendo a todo el mundo, solo a aquellos que tengan interés por la ciencia o quieran adentrarse por primera vez en la ciencia ficción dura (aunque si no has leído nada del género, la antología Sostener el cielo me parece una mejor forma de empezar). La obra habla de la fascinación por el Universo y la ciencia a partir de la investigación de las esferas luminosas, así como de los sacrificios que conllevan los avances científicos y el papel fundamental del ejército en el desarrollo tecnológico. Los personajes son bastante planos, aunque atípicos: el protagonista es un científico consagrado a sus estudios, mientras que la coprotagonista es una mujer de un alto rango militar que siente pasión por las armas. Es cierto que el libro tiene partes muy densas en las que se habla de ciencia y es poco asequible para el lector de a pie, pero me parece un libro necesario para tomar consciencia de lo minúsculos que somos y de lo mucho que nos queda por descubrir.

Cosas que he aprendido...

  • La existencia de las esferas luminosas.
  • La importancia del ejército en el desarrollo tecnológico.
  • Cualquier avance científico puede ser usado como arma.
  • Somos insignificantes, aún queda mucho por descubrir en el mundo.
  • Podríamos ser parte de una macroestructura.
  • Técnicas bélicas que no conocía que utilizan a animales.
  • Las armas pueden ser bellas.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...3'5/5!

Primeras Líneas...