viernes, 31 de diciembre de 2021

Reto 22 kilos de conocimiento

 ¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!


Primero de todo me gustaría felicitaros y desearos un buen año nuevo. ¿Qué tal estáis pasando las fiestas? ¿Demasiados atracones? Una lástima no poder reunirse con la familia y amigos (pero si tú eres la primera que busca una excusa para no quedar...) y que la situación no se esté normalizando, pese a que estamos mejor que el año pasado. En mi caso, ya me llegaron varios regalos literarios de parte de Papa Noel (aunque creo que G tuvo algo que ver), pero no espero mucho de los reyes. ¿Y vosotros? ¿Qué habéis recibido?

Tampoco creáis que he venido solo a cotillear. Ademas, seguro que ya habéis leído/escuchado felicitaciones de este estilo en mil y un sitio distintos, así que poco más tengo que aportar. Es por eso que quería aprovechar esta entrada para traeros la nueva edición del reto organizado por este blog: 22 kilos de conocimiento.

(El banner lo he intentado muy fuerte, después de tantos años organizando el reto, me quedo sin imaginación)

 ¿En qué consiste el reto?
 Este reto consiste en leer, durante el 2022, libros en papel, y en ir pesándolos hasta sumar 22 kilos. ¿Y eso cuántos libros son? ¿Sinceramente? Ni idea. Depende de si son tapa dura, de hojas pesadas, con ilustraciones (esos pesan más), del número de páginas... Hay un montón de cosas a tener en cuenta. Aún así, para que os hagáis a la idea, para conseguir los 21 kilos el año pasado eran necesarios unos 60 libros (aunque unos 20 eran mangas), así que, seguramente para conseguir el reto sean necesarios unos sesenta y cinco. 

Por mi parte, para este año estoy más animada porque conseguí superar el reto por primera vez en varios años y además con varios meses de antelación 😄. Es cierto que llegará un punto en que el reto no será superable, pero mientras Omaira lo siga consiguiendo, es que es posible. 
Sé que muchos de vosotros no queréis participar en retos porque no queréis imponeros lecturas ni tener presión y queréis leer a vuestro aire. Lo sé y lo entiendo.  Antes participaba en un montón, pero con los años he perdido la ilusión y actualmente solo participo en el mío y el de Goodreads. Lo que no hay que tener es miedo a no terminar un reto. ¿Y qué más da? Lo interesante de esto es hacer recuento e ir encajonando lecturas en los requisitos de cada reto (si cumplen algo bien, y si no, también), así, sin presión. ¿Que quizás por eso no los termino? Bueno, pues nada, otro año será. Además, es un reto que os da completa libertad para que leáis lo que queráis...siempre que sea en papel. Y es una buena excusa para darle una oportunidad a libros que llevan siglos en las estanterías

Además, no es tan difícil como parece. ¿Os animáis? Aquí os dejo con las bases.


BASES:
- Sumar el peso de los libros en papel que vayas leyendo hasta llegar a los 22 kilos.
- El reto empezará el 1 de enero de 2022 y terminará el 31 de diciembre de 2022 (aunque os podéis apuntar en cualquier fecha del año).
- Este reto es compatible con cualquier otro reto al que os inscribáis.
- Para participar, es necesario dejar un comentario diciendo que os apuntáis al reto (mas que nada porque me gusta cotillear).
- Aquí iré colgando una lista con los participantes.
- Si hacéis una entrada (compartida o no) con el recuento de los libros leídos y el avance del reto, pondré aquí el enlace (y podré entrar a curiosear).
- Se agradece que os llevéis el banner y hagáis publicidad en las redes sociales.

MOTIVOS:
 Por último, quería añadir los motivos por los que os animo a participar, exactamente los mismos que el año pasado:

- Es una manera de fomentar la compra de libros en las librerías...
-... o de empezar a usar las bibliotecas más cercanas.
- Es una forma de eliminar los pendientes que tenemos en papel...
- ...o una excusa para aumentarlos pidiendo libros en papel para reyes.
- Es una forma de dejar de lado el ebook y volver al libro tradicional...
-...o de dejar de comprar libros electrónicos compulsivamente (que nos conocemos... :P)
- Es una oportunidad para desempolvar los libros que están en los estantes...
-...o de descubrir que vuestro nuevo libro favorito hace años que estaba en la estantería sin abrir (me ha pasado).

En fin, sea por la razón que sea, os animo a participar en el reto :)


PARTICIPANTES:
Codiciando libros, de Codiciando libros

domingo, 26 de diciembre de 2021

Saga El archivo de las tormentas, Libro I: El camino de los reyes, de Brandon Sanderson

¡Hola a todos! Hoy vengo con la reseña de El camino de los reyes, la primera parte de la obra magna de Brandon Sanderson, mi autor favorito. G se ha leído todos sus libros después de que yo se los recomendara, y aunque siempre ha alabado la inventiva del autor, todo lo demás eran quejas: que si la prosa es pobre, que si los personajes no tiene profundidad, que si el autor se explica demasiado, que si su humor es muy simple,... Yo ya le he dicho un millón de veces que si no le gusta deje de comerme la oreja con las mismas quejas leer sus libros, pero ni modo. Se ve que le gusta sufrir (y que el autor en el fondo le gusta y es todo fachada).  

Entre que hacía un tiempo que no leía nada del autor, que quería encontrar un 5/5 y que quería ver qué pasaba si leía el libro con G, decidimos hacer LC. En realidad nos hemos propuesto leer toda la saga, pero poco a poco, que los libros son muy tocho. Iba con mucha ganas y por desgracia, aunque el libro ha estado bien, no ha sido la obra maestra que esperaba. Y no todo es culpa de G y sus quejas. Por si os interesa saberlo, a mí me ha gustado un poco más que a él. Os dejo con la reseña.

Nº de páginas: 1200
Saga: El archivo de las tormentas
Título: El camino de los reyes
Título original: The way of kings
Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Ediciones B
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788466657662
Traductor: Rafael Martín Trechera

Sinopsis:

Anhelo los días previos a la Última Desolación.
Los días en que los Heraldos nos abandonaron y los Caballeros Radiantes se giraron en nuestra contra. Un tiempo en que aún había magia en el mundo y honor en el corazón de los hombres.
El mundo fue nuestro, pero lo perdimos. Probablemente no hay nada más estimulante para las almas de los hombres que la victoria.
¿O tal vez fue la victoria una ilusión durante todo ese tiempo? ¿Comprendieron nuestros enemigos que cuanto más duramente luchaban, más resistíamos nosotros? Quizá vieron que el fuego y el martillo tan solo producían mejores espadas. Pero ignoraron el acero durante el tiempo suficiente para oxidarse.
Hay cuatro personas a las que observamos. La primera es el médico, quien dejó de curar para convertirse en soldado durante la guerra más brutal de nuestro tiempo. La segunda es el asesino, un homicida que llora siempre que mata. La tercera es la mentirosa, una joven que viste un manto de erudita sobre un corazón de ladrona. Por último está el alto príncipe, un guerrero que mira al pasado mientras languidece su sed de guerra.
El mundo puede cambiar. La potenciación y el uso de las esquirlas pueden aparecer de nuevo, la magia de los días pasados puede volver a ser nuestra. Esas cuatro personas son la clave.

Opinión:

Empezaré con lo mejor: el worldbuilding. Me flipan los mundos que crea Sanderson, tan imaginativos y al mismo tiempo, tan consistentes. A diferencia de otras novelas suyas, aquí nos muestra un mundo mucho más amplio, y aunque se centra en una sociedad en concreto, nos deja entrever fragmentos de otras que parecen muy trabajadas. Me gusta mucho lo bien que integra los detalles culturales y cómo estos dotan a cada pueblo de una identidad propia. Para que podáis entender a qué me refiero, os voy a dejar diversos fragmentos a lo largo de toda la reseña con detallitos culturales.

«Hoy, eso incluía vestir de blanco. Pantalones blancos anchos atados a la cintura con una cuerda, y sobre ellos una fina camisa de mangas largas, abierta por delante. Las ropas blancas para los asesinos eran una tradición entre los parshendi. Aunque Szeth no lo había preguntado, sus amos le habían explicado el porqué.
Blanco para ser osado. Blanco para no mezclarse con la noche. Blanco para advertir.
Pues si ibas a asesinar a un hombre, tenía derecho a verte venir».

Por otra parte, Sanderson ha querido salirse de su esquema "protagonistas tienen que conseguir X". Ninguno de los personajes principales (Kaladin, Adolin, Shallan, Dalinar) tiene un objetivo claro. Shallan es la que lo tiene más definido, conseguir un fabrial, pero de todas formas no está muy segura de qué hará una vez lo consiga. Me parece muy bien que un autor cambie su esquema pero, tal y como ya le pasaba con Wax and Wayne, el resultado no es muy satisfactorio. Los personajes evolucionan y pasan por distintas etapas, sin duda, pero más allá de ese cambio interno, no avanzan sus tramas,  como sucede en la segunda novela de Abercrombie.

«El sagaz del rey no era un tonto bufón de la corte como uno podía encontrarse en otros reinos. Era una espada, una herramienta mantenida por el rey. Insultar a los demás estaba por debajo de la dignidad del rey, así que igual que uno usa guantes cuando se ve obligado a manejar algo sucio, el rey tenía un sagaz para no tener que rebajarse al nivel de la grosería o la ofensa.»

Otra cosa en la que difiere de sus otras novelas es que la magia no está explicada. Normalmente uno de los personajes entra en contacto por primera vez con la magia y esa es la excusa para explicarla al lector, pero en esta ocasión no es así, sino que en esta ocasión magia está de fondo y no se profundiza en ella. Esto me resultó interesante al principio, pues vemos su aplicación práctica aunque no la mecánica, pero tras mil páginas me molesta no tener muy claro el funcionamiento de los fabriales ni sus límites. Estoy segura de que es algo muy lógico y que explicará perfectamente en libros posteriores, pero me parece necesario conocer las bases en esta primera obra.

«El capitán supervisaba el trabajo mientras los hombres aseguraban las maromas. Tozbek era un hombre bajo que le llegaba a Shallan a la altura de los hombros, y mostraba sus largas cejas blancas thayleñas en un curioso patrón en punta. Era como si tuviera dos abanicos sobre los ojos, de un palmo de largo cada uno»

Pero mi principal problema con el libro no ha sido nada de esto, sino el ritmo. No solo he sentido que había muchos capítulos que se alargaban sin motivo, que no aportaban nada y que podían resumirse, sino que tanto el pasado de Kaladin, que podíamos  haber ido conociendo poco a poco introduciéndolo naturalmente en los diálogos en lugar de mediante flashbacks, como los interludios, sobran. Estos últimos especialmente, pues lo único que aportan es información sobre el mundo. Que sí, que este es muy rico, pero si esta información no aporta nada a la trama general ni a los personajes, entonces su papel es irrelevante.

«Entró en el edificio, exponiendo las pantorrillas al aire. El suelo era lo bastante bajo para que unos cuantos centímetros de agua siguieran cubriéndolo: a los lagopureños les gustaba así. Era natural, aunque, si bajaba la marea, a veces los edificios se secaban.»

Con todo esto no quiero dar a entender que el libro sea denso ni que sea aburrido, simplemente que no te mantiene atrapada en sus páginas como sí sucedía con otras obras suyas. Además, pese a que el autor lo tiene todo pensado, me ha parecido que se apoya demasiadas veces en las casualidades como para que algunas situaciones me resulten creíbles.

«Navani había congregado a un puñado de importantes mujeres ojos claros en una mesa. Un criado les llevó comida. Parecía hecha también con el exótico pollo, pero lo habían mezclado con fruta methi y estaba cubierto de salsa marrón rojiza. De niño, Dalinar había probado en secreto la comida de las mujeres, por curiosidad. Le había parecido desagradablemente dulce.»

En cuanto a los temas que trata la obra, me ha parecido interesante cómo Dalinar nos muestra cómo la guerra en este mundo, para los poderosos, es más un juego que una lucha con un significado real. También me gustan las dudas de Shallan entre su afán de conocimiento y su lealtad hacia su familia, así como la perseverancia de Kaladin y su lucha interna entre su lado guerrero y su faceta de médico.

De los personajes secundarios, ninguno me parece demasiado relevante, especialmente si hacemos referencia a los interludios. Los más destacados son Szeth, que me parece muy interesante pero que necesita más páginas y Syl, una spren con consciencia que me ha parecido simpática y misteriosa, pero cuya presencia es, a cada página, más escasa. En cuanto a los principales ya os he hablado mínimamente, pero me gustaría profundizar en cada uno de ellos y sus tramas. 

- Kaladin: A mí es que las tramas épicas me pueden, y eso es precisamente Puente Cuatro. Me ha parecido una trama fantástica a nivel de personaje, tanto por ver cómo Kaladin se esfuerza en ser un buen líder, cómo el hecho de que no consigue el amor de sus hombres a la primera de cambio y cómo trata de resurgir de sus cenizas una y otra vez. Su trama es la más interesante, si obviamos todo lo de su pasado, pues corta mucho el ritmo y no es especialmente relevante para dibujarnos al personaje. Tanto la lucha interior de Kaladin como la forma en que se alza una y otra vez, así como su ingenio, me tienen encandilada. Pese a todo, le he encontrado muchas semejanzas con Kelsier.

- Dalinar (padre) y Adolin (hijo): los pongo en un mismo saco porque casi son el mismo personaje. Lo siento mucho, pero la trama de Adolin sobra, pues no aporta absolutamente nada. Intenta ser un contraste con Dalinar pero al final terminan siendo bastante similares tanto en comportamiento como en mentalidad. Sus tramas están mucho más centradas en la parte política, pero se me han hecho algo aburridas por no ser tan ingeniosas como estamos acostumbrados. Por lo demás, todo lo de las visiones (excepto el giro) me ha parecido muy interesante, así como la perspectiva que ofrecen de la guerra desde una posición de poder y el tema de la lectura de El camino de los reyes como manual que debería seguir todo gobernante.

«—Es hora de luchar —dijo, alzando la voz—. Y lo haremos no porque busquemos la gloria de los hombres, sino porque las otras opciones son peores. Seguimos los Códigos no porque produzcan ganancias, sino porque repudiamos aquello en lo que entonces nos convertiríamos si hiciéramos lo contrario. Nos encontramos solos en este campo de batalla por ser quienes somos. [...]
—¡La muerte es el final de todos los hombres! —gritó Dalinar—. ¿Cuál es su medida cuando ya no está? ¿Las riquezas que acumuló y dejó para que se pelearan sus herederos? ¿La gloria que obtuvo, solo para pasarla a aquellos que lo mataron? ¿Las elevadas posiciones que obtuvo por casualidad?
»No. Luchamos aquí porque comprendemos. El final es el mismo. Es el camino lo que separa a los hombres. Cuando saboreemos ese final, lo haremos con la cabeza bien alta, los ojos al sol.
Extendió una mano, invocando a Juramentada.
—No me avergüenza en lo que me he convertido —gritó, y descubrió que era cierto. Parecía tan extraño estar libre de culpa—. Otros hombres pueden envilecerse por destruirme. Que tengan su gloria. ¡Pues yo conservaré la mía!»

- Shallan: me parecen interesantes su ansia de conocimiento y su amor por el dibujo, así como su diatriba interna respecto al robo del fabrial, pero más allá de eso, no me parece que aporte nada a la trama ni que su personaje vaya a ninguna parte. Destacar que me ha gustado que no hubiera un romance con Kabsal, pues no era necesario, aunque confieso que me gustaría que tuviera una relación con Jasnah. Ambas son prácticamente las únicas representantes del género femenino en la novela, algo que me ha extrañado teniendo en cuenta el papel tan importante que ocupan las mujeres en esta sociedad, pues son las guardianas y transmisoras del conocimiento.

«Cuando dibujaba, no se sentía como si trabajara solo con carboncillo y papel. Al dibujar un retrato, su medio era el alma misma. Había plantas de las que podía quitarse un trocito (una hoja, o un peciolo), para luego plantarla y cultivar un duplicado. Cuando recopilaba la Memoria de una persona, liberaba un capullo de su alma, y lo cultivaba y lo hacía crecer en la página. Carboncillo para los tendones, pulpa de papel para el hueso, tinta para la sangre, la textura del papel para la piel. Se sumergió en un ritmo, una cadencia, el roce del lápiz como el sonido de la respiración de aquellos que representaba.»

En cuanto al final, no ha estado nada mal. La batalla final y sus consecuencias me han parecido increíbles, así como varios giros que se reservaba el autor. Pese a todo, me hubiera gustado que ese clímax no llegara tan tarde y que la parte más introductoria de la novela fuera algo más corta.

El último apunto que quiero hacer es en referencia a la edición, pues es una maravilla. Mapas a color, papel de calidad, ilustraciones que aporta información sobre el mundo y complementan los capítulos, así como pequeños detallitos a lo largo de los capítulos. Un libro tapa dura caro, eso no vamos a negarlo (35€), pero con mucho trabajo y cariño detrás de cada una de las páginas.

En conclusión, estamos ante una buena novela, pero no ante la obra magna del autor que me habían vendido. El mundo resulta muy interesante y cuenta con un worlbuilding muy ambicioso, pero no resulta relevante para la trama que articula la novela. Los temas que trata y la historia resultan interesantes, pero hay muchos problemas de ritmo, tanto por capítulos que sobran como por escenas que podrían resumirse,  por no mencionar el caos estructural. Los personajes principales son en su mayoría interesantes y evolucionan, pero he sentido que no iban a ninguna parte respecto a la trama principal. Más que una obra completa como tal, me ha recordado a una primera parte de algo mucho más grande y que, pese al potencial, aún tiene mucho por pulir. Es interesante, pero no recomendaría empezar a leer al autor con este libro. Pese a todo, quedo con muchas ganas de seguir con esta historia y descubrir hasta donde quiere llevarnos el autor.  

Cosas que he aprendido:

  • Ediciones tan curradas como esta merecen la pena.
  • La música, si es la adecuada, puede ayudarte a sentirte más inmerso en una obra.
  • Cómo heroificar a un personaje con un buen arco.
  • Consejos para ser un buen gobernante.
  • Sociedades que molan.
  • Los interludios son mala idea.

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:


PUNTUACIÓN...3/5!

Primeras Líneas...

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Frases memorables: La neurona iconoclasta. Más vale reír de risa que de asco


“La ocupación fundamental del ciudadano es hacer muchas listas de regalos para cumplir con el deber de toda persona decente que consiste en quedar bien. No importa lo que cueste, se trata de hacer regalos para que los demás piensen que somos cojonudos.”

“Yo lo que quiero es que cuando estoy enfadada no me digan que estoy histérica, sino simplemente enfadada. No sé si usted ha notado que los hombres no se ponen histéricos, sino que se enfadan; las mujeres no tenemos preocupaciones, tenemos menstruaciones y depresiones; los hombres tienen deseos sexuales pero nosotras somos ninfómanas; los hombres son inteligentes y las mujeres listejas.”

“Esta sociedad es tan caótica y tan absurda que se ha convertido en interesante que la gente haga cosas que no tengan que ver con su profesión, el oficio. Sobre todo cuando esa gente en cuestión ha conseguido un cierto, en su profesión, nivel de popularidad, de fama, de éxito o de cómo quiera que se llame. Los actores torean, los toreros cantan, los políticos esquían, los periodistas actúan, los escritores dan mítines políticos, las princesas – extranjeras, ojo- pasan modelos de trajes de baño, los arquitectos hacen moda; los modistos, perfumes y muebles, y por regla general, todos escriben en los periódicos, unos hacen cocina, otros hacen entrevistas y artículos y todos sus biografías.”

En su momento, cuando cogí este libro lo hice porque creía que iba de humor (como se intuye por el título), pero para mi sorpresa, me encontré con una obra que también tenía un fuerte componente de crítica social, así como reflexión sobre la sociedad en la que nos movemos. Tampoco os voy a engañar: el libro tenía sus momentos interesantes, pero no fue gran cosa. Su lectura ni siquiera me dio para una reseña larga, por lo que simplemente hice una minireseña que podéis leer aquí, por si tenéis curiosidad. De todas formas, sí me quedé con un par de reflexiones interesantes, como podéis ver por esta entrada.

La primera cita me aparece muy adecuada para las fechas en las que nos encontramos. Odio hacer regalos, pues me cuesta mucho saber qué le puede gustar a la otra persona y que no tenga ya. Por no saber, no sé ni qué quiero yo, así que, ¿cómo voy a saber lo que quieren otros? Pero estamos en Navidad, así que compramos regalos que nos agradecerán con una sonrisa, pese a que luego guardarán polvo en un cajón durante años. La cuestión es quedar bien. 

Respecto a este tema, soy defensora de  los "regalos ninja", como los llama G: regalarle a alguien algo que quieres tú, de manera que se lo puedes pedir prestado y, en caso de que no le guste, no devolvérselo. Varios libros ha conseguido ya G con esta estrategia. Todo son ventajas: tienes libros gratis y no quedas mal.

En cuanto a la segunda, me parece una crítica muy notable a la discriminación hacia la mujer. Para los mismos síntomas o las mismas situaciones se habla de hombres y mujeres de forma distinta, denigrando a la mujer. Por suerte, esto está cambiando cada vez más, aunque lo de "está así porque le va a venir la regla", aunque no sea el caso, lo sigo oyendo mucho. Donde no lo he visto mucho (como mínimo esto en concreto, otros micromachismos ya tal)

La última cita hace referencia a "la gracia" de ver a famosos fuera de su zona de confort. Gran ejemplo de ello es MasterChef Celebrity, donde vemos a famosos de todo tipo cocinando. Personalmente este tipo de programas no me gustan. Me da absolutamente igual si Sanderson sabe cocinar o no; a mí me interesan sus libros. Respeto a aquellos que se entretienen con eso, pero a mí me causa indiferencia (y vergüenza ajena en algunas ocasiones). Lo que sí me parece terrible es la avalancha de famosos que escriben y publican libros, pues con ello solo logran despreciar el oficio, dando a entender que escribir un libro puede hacerlo cualquiera, sin formación de ningún tipo ni voluntad artística.

Y eso es todo por hoy. ¿Cuál de las citas os ha llamado más la atención? ¿Os gusta hacer regalos? ¿y recibirlos? ¿Ya tenéis todas las compras de Navidad? ¿Habéis oído alguna de las expresiones machistas que menciona la cita? ¿Habéis leído algún libro escrito por un famoso?

domingo, 19 de diciembre de 2021

Tienes que mirar, de Anna Starobinets

Título: Tienes que mirar
Autora: Anna Starobinets
Traducción: Viktoria Lefterova y Enrique Maldonado
ISBN: 978-84-17553-90-6
Editorial: Impedimenta 
Páginas: 176
Publicación: marzo 2021

Sinopsis:
En 2012, la escritora Anna Starobinets descubre, en una visita rutinaria al médico, que el hijo que espera no vivirá. Lo que comienza siendo la crónica de una decisión familiar, acaba convirtiéndose en una historia de terror. ¿Qué hacer cuando el futuro se desmorona en la pequeña pantalla de un ecógrafo? Starobinets narra con desgarradora humanidad el peregrinaje por las instituciones sanitarias de su país, su posterior viaje a Alemania y el duelo por el hijo perdido. Tienes que mirar es la radiografía íntima de un trauma silenciado, el testimonio de una mujer que se enfrenta sola a un sistema que no la tiene en cuenta, un descenso a las simas más profundas del dolor y a la vez un canto a la vida. Un revelador texto cuya publicación desencadenó una tormenta en su país al abordar el tema tabú del poder de las mujeres sobre su propio cuerpo, y las secuelas personales y familiares de la pérdida de un hijo.

Opinión:
Impresión: Duro

La culpable de que me decidiera a leer este libro fue la reseña de Mientrasleo, que os recomiendo encarecidamente. Pese a ello, no lo hubiera leído hasta dentro de muchos años si no hubiera sido porque casualmente estaba en mi biblioteca como novedad. No podría estar más contenta, pues me he encontrado con una de mis mejores lecturas del año.

Tienes que mirar (cuanto más lo pienso, más me maravilla el título, por todo lo que implica) es un libro necesario. La autora, que no se esconde en ningún momento, escribió esas memorias con la voluntad de lidiar con el dolor y al mismo tiempo criticar el sistema sanitario ruso actual. Este libro es un grito sostenido, unas memorias escritas con el corazón en un puño, donde la autora nos narra las vicisitudes internas y externas que sufrió desde el momento en que supo que el niño que anidaba en su vientre no sobreviviría al parto. 

Hablar del aborto me parece algo muy valiente, sea en la época que sea. Defiendo el derecho al aborto, pues no solo las mujeres deberían poder decidir sobre su cuerpo, sino que en algunos casos, peligra la vida de la madre. Abortar, especialmente en las etapas más avanzadas de un embarazo, implica acabar con la vida de una criatura inocente que se ha estado gestando dentro de ti y tomar esa decisión no es nada fácil. No he pasado por ello, pero leer este libro me ha ayudado a imaginar lo que siente una mujer que se enfrenta a una tesitura como esta. 

La autora, al haberlo vivido en carne propia, nos ofrece un relato narrado con absoluta franqueza y da voz a todas aquellas mujeres que sienten sus mismas dudas e inseguridades, que padecen los mismos miedos, que reciben las mismas recriminaciones, los mismos insultos. No es solo el dolor de perder a un hijo, no es solo la culpa que pesa sobre la consciencia, no es solo el miedo a tomar esta decisión, sino también el peso del juicio del resto de la sociedad. Sus silencios, su desaprobación (velada o no), el hecho de que finjan que nada ha sucedido. 

El tema del aborto me parece tratado de forma magistral. No solo la autora no se posiciona, sino que vemos cómo va explorando todas las posibilidades, todos los puntos de vista. Incluso nos comparte en cierto momento comentarios de foros de Internet donde vemos distintos posicionamientos. Y eso que la decisión parecía sencilla: si el niño morirá al nacer, ¿por qué no ahorrarse el esfuerzo? Y aún así, la protagonista duda de forma completamente coherente. Si tomar una decisión en una situación así, en la que la elección correcta parece tan evidente, resulta ser tan difícil, no puedo ni imaginarme lo que deben sufrir aquellas mujeres que han sido violadas y no quieren tener al niño o las que saben que su hijo tendrá una discapacidad grave que padecerá toda su vida.

Puede que algunos, nada más saber el tema, penséis que esto no os incumbe, que es una lectura demasiado dura para vosotros. En ese caso, no estaréis haciendo más que apartar la mirada de la realidad, pese a que un día, podríais ser vosotros a quienes os toque decidir algo así. Libros como este ayudan a visibilizar estas situaciones, a que la gente empatice con las familias que pasan por ello, a que esas personas se sientan menos solas. Y no creas que por ser hombre este libro no va contigo, pues la autora insiste en que abortar es una decisión que se toma entre los dos. 

Respecto a esto, mencionar que me ha parecido maravilloso el papel del Gran Tejón, el marido de la autora, quien le brindó su apoyo en todo momento, respetando sus decisiones, siendo el ancla que ella necesitaba y convirtiéndose en todo un ejemplo de lo que debería ser una relación sólida entre dos personas. Como todo ser humano, estoy segura de que tuvo sus momentos de flaqueza, pero este señor es mejor marido ever.

A todo esto hay que añadir la brutal crítica del sistema sanitario ruso, según su experiencia, muy inhumano. He quedado muy sorprendida al descubrir cómo se trata el asunto en Rusia, no solo por el papeleo que debe hacerse, sino también por la poca compasión y empatía que se muestra hacia mujeres que tienen que abortar. Me parece muy retrógrado que los psicólogos estén tan mal vistos o que tu marido no pueda acompañarte por la noche en el hospital. Durante toda la lectura, me chocaba mucho el contraste entre la tecnología actual (el presente) y la mentalidad y los valores tan anticuados de la sociedad.

Por supuesto, la autora habla desde su experiencia personal, lo dice, y es consciente de que quizás no todas las instituciones sanitarias de su país son iguales, pero también es cierto que eso no quita que los lugares y las personas con las que ha tratado sean reales. Es más, no ha cambiado un solo nombre en su relato, para ser lo más fiel posible a la realidad, algo que no sé cómo le habrá sentado a la gente mencionada.

La prosa utilizada es perfecta, pues la autora domina el lenguaje y equilibra muy bien sentimiento con objetividad. Se nota que, pese a ser una experiencia personal, ha sabido racionalizarla y contarla desde la distancia, mediante un lenguaje contenido al mismo tiempo que sincero. En más de una ocasión me he venido abajo ante la fuerza de su estilo narrativo.

De la trama, no puedo deciros mucho más de lo que ya os he contado. No hay misterio en torno al resultado final de su decisión, pues nos lo dice desde los agradecimientos iniciales. La obra no va tanto acerca de la intriga por la decisión que tomará la protagonista como de cómo va pasando por las fases del duelo.

Como fallos, poca cosa hay que decir de una obra que roza la perfección. Quizás en algunos puntos la profesión de periodista de la autora es demasiado patente, pues sus críticas a veces se desligan de la narración y son muy directas. Además, he notado cierta idealización de las sociedades extranjeras, pese a que gente intolerante la hay tanto en Rusia como en el resto de Occidente. Aunque no dudo de la experiencia de la autora, estoy segura de que en el resto de Europa también hay algunos hospitales donde se recibe un trato tan inhumano como en Rusia. Ni somos tan avanzados como afirma la autora ni creo que Rusia sea tan tercermundista como la pinta. 

En conclusión, poco más puedo añadir a una novela que me parece tan redonda. Tienes que mirar son una memorias muy sentidas, que se atreven a tratar un tema tabú como el aborto. Es un libro necesario tanto como guía para aquellas personas que estén pasando por una situación similar como para el resto del mundo, pues aún necesitamos sensibilizarnos y empatizar con familias que están pasando por situaciones similares, puesto que, en el fondo no es algo tan inusual. Además, al crítica al sistema sanitario ruso es brutal, así como el sentimiento contenido que encontramos a cada página. Una obra que tardaré mucho en olvidar.

Cosas que he aprendido:

  • La terrible situación de las mujeres que quieren abortar en Rusia.
  • Mayor comprensión ante la diatriba de abortar.
  • Una autora de la que quiero leer más.
  • Cómo tratar bien las fases del duelo.

Y para terminar, mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...4'5/5!

Primeras Líneas...

martes, 14 de diciembre de 2021

Si no despierto, de Lauren Oliver

Nº de páginas: 480
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788467541144
Año de edición: 2010
Título: Si no despierto 
Autor: Lauren Oliver
Editorial: Ediciones B
Traductor: Alexandre Casal Vázquez y Xohana Bastida

 Sinopsis:
Imagina que solo te queda un día de vida. ¿Qué harías? ¿A quién besarías? ¿Hasta dónde llegarías para liberarte de morir? Samantha está a punto de averiguarlo: el viernes 12 de febrero sera su ultimo día. O, mejor dicho, sus últimos siete días, porque todo va a repertirse una y otra vez hasta que se dé cuenta de que cambiar las cosas… está en su mano.

Opinión:
Impresión: Buen mensaje

Hace casi diez años que tengo pendiente leer este libro, pues en su momento causó mucha expectación. Es lo que tiene mi estantería, que se acumulan y se acumulan los libros. Esta no es la primera obra que leo de la autora, sino que en su momento leí la distopía Delirium, una obra que resultó entretenida, pero que no me gustó tanto como para leer el siguiente (además, siempre la confundo con la trama de Juntos, de Ally Condie).

Mi problema con este libro, es que ya se me ha pasado la edad. Me ha gustado, pero estoy segura que de adolescente lo hubiera disfrutado mucho más, no solo por sentirme más identificada con los personajes y la ambientación, sino porque claramente está enfocado a ese público. En general, me parece un libro fantástico como lectura obligatoria, tanto por el tono como por el mensaje.

La trama gira entorno a Sam, una de las chicas populares del instituto que únicamente piensa en sí misma y que no se percata de que es una persona horrible que maltrata psicológicamente a los demás. Tras una fiesta con sus amigas, sufre un accidente de coche y su día empieza de nuevo, hasta entrar en un bucle del que no tiene escapatoria. Repetir el mismo día una y otra vez le permite analizar con profundidad su vida y cómo son sus relaciones con los demás, así como evolucionar como persona y darse cuenta del daño que hace.

Admito que la obra presenta ciertas similitudes con Por trece razones, más que nada por tratar temas como el acoso escolar y el suicidio, así como por enfocarse en los abusadores, pero me ha gustado mucho más por el hecho de que no hay alguien que le diga a Sam que lo que hace es terrible, sino que es ella quien toma consciencia poco a poco.

Me ha parecido una obra muy interesante por el enfoque distinto que se ofrece al tema. Por ejemplo, pese a que la protagonista se da cuenta del terrible comportamiento de sus amigas, tras enfrentarse a ellas, las justifica y perdona. Lo normal hubiera sido demonizarlas, pero eso significaría ser una hipócrita, pues ella es exactamente igual. En su lugar, las critica, pero también entiende que tienen sus cosas buenas como personas.

 Otra cosa interesante relacionada con el tema es el hecho de considerar que el acoso escolar no tiene perdón. No puedes ir a la víctima, disculparte y pretender que con eso todos esos años de daño psicológico van a arreglarse. Lo típico en este tipo de obras es que la protagonista se dé cuenta de los errores, decida cambiar, se convierte en una santa todo el día y sale del bucle. La vida no funciona así y, por suerte, esta novela tampoco. Por todo ello, el final me parece valiente, pero muy acertado.

En cuanto a personajes, de Sam ya os he hablado bastante. Sus amigas también tienen bastante relevancia y me gusta cómo están caracterizadas. Además, me parece curioso como todas tienen su propios problemas, como que una tenga una madre alcohólica, pero que eso no sirva para justificar sus actos ni se profundice en ello. Otros personajes destacados son Rob, el novio de Sam, el estereotipo de chico tóxico al que no debes acercarte, y Kent, un chico bastante majo que lleva años colado por Sam. Como queja, el romance entre ambos me ha parecido demasiado rápido. La protagonista se da cuenta de que Kent la quiere y eso le parece suficiente para enamorarse también. Me ha faltado mucho desarrollo de esa relación y para mí lo ideal hubiera sido que quedaran como amigos. La escena de "mi heroína" es perfecta.

Una última cosa a comentar respecto a la trama, es que puede parecer que la obra es repetitiva, pues vive el mismo día una y otra vez, pero no ha sido así, pues en cada ocasión hace cosas distintas y enfoca su vida desde perspectivas diferentes, estando con otras personas y reflexionando sobre sus acciones. No se llega a explicar por qué entra en este bucle, pero no me pareció necesario que lo hiciera.

 En conclusión, Si no despierto es una novela juvenil, entretenida y muy buena de leer, que trata el acoso escolar desde la perspectiva del abusador y cómo este se percata de las acciones terribles que comete y trata de cambiar. La evolución de la protagonista es coherente y pese a que la historia se repite, la autora logra darle un toque distinto a cada ocasión. El romance me sobra, pero tampoco tiene un peso excesivo. He visto que hay una película, pero me ha parecido que sería lo mismo y un poco más superficial, por lo que no creo que la vea.

Cosas que he aprendido:

  • Pedir perdón no basta.

Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...3'5/5!

Primeras Líneas...