domingo, 5 de enero de 2025

Melanie: Una novela de zombis, de M.R. Carey

Título: Melanie. Una novela de zombis
Título Original: The Girl With All The Gifts
Año de publicación original: 2014
Autor: M. R. Carey
Editorial: Minotauro
Traducción: Manuel Mata1ª Edición: Mayo 2015
ISBN: 9788445002445
Tapa: Blanda
Nº de páginas: 409

Sinopsis:
Cada mañana, Melanie espera en su celda a que vayan a buscarla para llevarla a clase. Cuando la puerta se abre, el sargento le apunta con su pistola mientras la atan a la silla de ruedas. Ella cree que no les gusta. Bromea diciendo que no les morderá, pero ellos no se ríen. Melanie es una niña muy especial

Opinión:

Si hay un subgénero de la literatura de terror que no soporto es el de los zombis. De normal, suelo alejarme de todo lo relacionado con descripciones muy gráficas de sangre y vísceras; si encima la obra habla de canibalismo o comer carne humana, me tapo los oídos y huyo. ¿Qué me pierdo? Cosas como La sociedad de la nieve, un dramón que ha generado muy buenas prensa, o la reflexión y la crítica social de Cadáver exquisito. A mí todo este tema me repugna y a la mínima me dan arcadas, quizás porque tiendo a meterme demasiado en las historias.

Entonces, ¿cómo es que os traigo hoy la reseña de un libro que nos advierte de la presencia de zombis hasta en el título? Porque de entre todos los monstruos y seres paranormales de la literatura, el zombi me parece el más trágico, no tanto para los que se convierten como por los que quedan atrás. Sería muy dramático ver cómo alguien a quien quieres pierde la cabeza hasta el punto de convertirse en un monstruo que no te reconoce y que solo quiere devorarte. Los zombis son caparazones vacíos de recuerdos y todo rastro de su antigua personalidad. Algunas enfermedades mentales presentan síntomas similares (dejando de lado la agresividad), como el Alzheimer, y por eso me conmueven tanto.

Por todo eso, si tengo ocasión, me acerco a novelas del género en las que lo importante no es el monstruo, sino las personas. Hasta el momento, no he leído nada especialmente reseñable, más allá de R y Julie, un retelling Romeo y Julieta con zombis. Me gustó el narrador, R, un zombi, y que la obra no fuese excesivamente gráfica (han pasado diez años y aún tengo la escena inicial grabada a fuego por el trauma), quizás porque el público al que iba dirigida era juvenil (hay una película, por si os interesa). Quizás algún día me vea con fuerzas de releerla.

Algunas novelas del género narran el caos tras la propagación de la plaga, otras, cómo pequeños reductos humanos se las apañan por subsistir; las primeras tienden a ser más violentas que las segundas. Por suerte, esta forma parte del segundo grupo: han pasado diez años del inicio de una plaga que se ha extendido por todo el planeta. En este mundo, algunas ciudades siguen en pie, totalmente valladas y aisladas, y aún mantienen la esperanza de encontrar una cura.

Hice toda una investigación de campo y lo que más me animó a leer la novela fue descubrir que la protagonista era un zombi; la perspectiva prometía ser peculiar y, efectivamente, así ha sido. Melanie es una niña que lleva varios años recluida en una prisión de alta seguridad junto a otros niños. Permanece encerrada y aislada del resto, excepto para asistir a clase, cosa que hace completamente maniatada. El primer tercio de la novela sucede en ese lugar y nos muestra el día a día de Melanie mediante un narrador en tercera persona omnisciente. Lo curioso es que el lector sabe lo que está ocurriendo, por lo que el interés no radica en descubrir el misterio, sino en ver cómo Melanie va atando cabos y tomando consciencia de lo que es. 

Como esperaba, es una novela que va más a la reflexión que al terror. El mundo está plagado de hambrientos, seres sin consciencia, incansables, que se abalanzan sobre cualquier humano para despedazarlo (es decir, zombis). Melanie es una niña corriente que crece, siente curiosidad, aprende y a quien le gusta que le cuenten historias. La única diferencia es que no necesita comer (solo proteínas cada mucho tiempo) y que cuando huele carne humana, siente la necesidad de devorarla, un impulso difícil de controlar. Pese al comportamiento humano de Melanie, no deja de ser lo que es, algo que algunos olvidan con facilidad, como la señorita Justineau, mientras que otros son incapaces de dejar de lado, como el sargento Parks o la doctora Caldwell. La obra reflexiona sobre qué es el ser humano y si una mutación nos convertiría en algo distinto. Puede que la humanidad no se convierta nunca en zombi, pero no sería extraño que a causa de la radiación o la tecnología mutáramos y nos convirtiéramos en algo nuevo. ¿Qué es lo que realmente nos hace humanos? Ese es el dilema al que deberán enfrentarse los personajes de la obra.

Los dos siguientes tercios de la novela ya se ajustan más un argumento prototípico: el grupo protagonista se embarcará en un viaje a través de un terreno peligroso, plagado de zombis, para llegar a la salvación, mientras buscan una vacuna. Esta parte, centrada en la supervivencia, me ha parecido más tediosa, ya que está plagada de tópicos: el grupo discute sobre las decisiones que toman, tienen problemas para conseguir víveres, se estropea el vehículo, hay varias escenas de tensión donde deben huir de los zombis... Solo el personaje de Melanie aporta un poco de variedad a una historia manida. Por desgracia, la novela deja de focalizarse en ella y empieza a dar paso al resto de miembros del grupo. Esto no me ha parecido una decisión acertada: ninguno de los otros personajes ofrece nada nuevo y su perspectiva ya la hemos visto en muchas otras historias.  

Ninguno de los secundarios me ha llamado especialmente la atención: la señorita Justineau, que siente un cariño especial por Melanie (no hay un giro en el que se revela que es su madre, por suerte); el sargento Parks, un hábil soldado inclemente con los zombis, la metódica doctora Caldwell, que ansía el reconocimiento de descubrir la cura; el soldado Kieran, que se siente un donnadie. El arco de todos los personajes es previsible; pese a ello, sus historias daban para mucho. Justineau se siente culpable por algo de su pasado y trata de redimirse, Parks dudará de la moralidad de sus actos, Caldwell se verá consumida por su afán de protagonismo y Kieran nos representa un poco a todos los mindundis. La acción constante, la brevedad de la novela, el protagonismo de Melanie y la variedad de puntos de vista ha hecho que ningún secundario se pueda tratar con la profundidad necesaria. 

Melanie ha sido el personaje más interesante. Se comporta en gran medida como una niña, aunque tiene una gran capacidad de adaptación y conocimientos inusuales debido a la peculiar educación que recibió en el laboratorio. Me ha gustado la conmoción que supone para ella salir al exterior por primera vez, su asombro ante las cosas más corrientes, así como la ausencia de nostalgia por un mundo mejor, ya que ella no conoce otro. También es curiosa su obsesión, cada vez más aguda, por la señorita Justineau, por quien siente una lealtad férrea, ya que es la única persona que le ha demostrado cierta estima.

En cuanto a la brutalidad, como ya había imaginado, es mínima. Hay pocas escenas gráficas y las que hay no son excesivamente grotescas ni sangrientas. Sí que hay acción y muere gente, por supuesto, sin embargo, importa más lo que significan sus muertes que no la forma en que mueren. 

Es difícil hacer un final satisfactorio para este tipo de novelas. La mayoría me suelen parece muy idealistas: encuentran la cura al final (que funcionará con todo el mundo, sin efectos secundarios y sin necesidad de ensayos y otros estudios) y con el tiempo todo volverá a la normalidad (nos saltamos cómo vamos a reconstruir las ciudades, la sociedad y el impacto emocional de haber vivido algo así). Aquí el autor opta por una alternativa bastante pesimista, pero con un toque de esperanza.

Un par de cositas para terminar. No me convence la traducción del título. En inglés es The girl with all de gifts, en referencia a Pandora, cuyo nombre puede traducirse como "la que tiene todos los dones". El mito aparece referenciado en la obra y Melanie se siente representada por el personaje: puede que sea la portadora de todos los males habidos y por haber, pero también, representa la última esperanza de la humanidad. El título en español es directo hasta decir basta: el nombre de la protagonista seguido de una aclaración que indica el género de la obra. Me parece bien que se indique el género al que pertenece la novela (Melanie es tan humana que uno puede tardar varios capítulos en hilar cabos), pero podría mencionarse en la sinopsis, no en el título.

De esta novela hay una adaptación cinematográfica que no me apetece ver (dudo que aporte nada nuevo) y una precuela, The boy on the bridge, que no me interesa: siento que la historia ya ha contado todo lo que tenía que contar y que solo puede repetirse (volvemos a tener a un grupo que tiene que sobrevivir rodeados de zombis).

El caso, que la novela no ha sido todo lo que esperaba y aun así, no ha estado mal. Estamos ante una novela de zombis donde lo importante no son las criaturas, sino las personas. La obra reflexiona sobre qué nos hace humanos y por ello la protagonista es Melanie, una niña que siente la pulsión de devorar a los humanos. Su punto de vista es original e interesante; por desgracia contaremos también con el punto de vista de otras cuatro personas, cuya historia no es demasiado interesante (son personajes prototípicos en el género) ni tienen suficiente profundidad ni desarrollo. El primer tercio nos muestra una trama poco frecuente, pero a partir de ahí se convierte en una historia de acción a contrarreloj donde solo importa la supervivencia. No os preocupéis si sois algo aprensivos, porque la violencia no es muy gráfica y hay pocas escenas grotescas y sangrientas. Pese a los tópicos, es una historia de carácter más reflexivo de lo habitual, con una protagonista que ofrece una perspectiva novedosa y con un final que huye del idealismo y se inclina por algo más melancólico.

Cosas que he aprendido:

  • Las historias de zombis pueden tener un final muy distinto.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:


PUNTUACIÓN...3/5!



Primeras Líneas...

miércoles, 1 de enero de 2025

Reto 25 kilos de conocimiento

¡Hola a todos! El blog reabre sus puertas con el inicio de año. Intentaré publicar de nuevo periódicamente. Suerte que en mi ausencia he podido preparar algunas entradas y reseñas.

Antes que nada, me gustaría felicitaros y desearos un buen año nuevo. ¿Qué tal las fiestas? ¿Mucho tiempo libre? ¿Demasiadas reuniones con familiares y amigos? Yo este año muy aturullada: más interacción social de la que me gustaría y gran parte del tiempo que estoy en casa lo dedico a estudiar o hacer trabajos. Suerte que esto solo es una fase...

En cuanto al tema regalos, ¿cómo lo lleváis? Este año con una cosa y la otra no he podido ponerme hasta el último momento. El año que viene compraré los regalos en agosto. Qué estrés de gente y menudas colas. Nunca más.

En fin, no solo he venido aquí a hablar de mi vida y para felicitaros; soy más pragmática. Quería aprovechar esta entrada para traeros la nueva edición del reto organizado por este blog: 25 kilos de conocimiento.


¿En qué consiste el reto?
 Este reto consiste en leer, durante el 2025, libros en papel, y en ir pesándolos hasta sumar 25 kilos. ¿Y eso cuántos libros son? ¿Sinceramente? Ni idea. Depende de si son tapa dura, de hojas pesadas, con ilustraciones, mangas, del número de páginas... Hay un montón de cosas a tener en cuenta. Por ejemplo, el año pasado, para conseguir los 24 kilos, en mi caso fueron necesarios 40 libros, pero el año anterior para alcanzar los 23 kilos necesité 65 libros (leí mucho manga finito). Por eso, si soléis leer unos 50 libros al año, no creo que sea problema.

Por mi parte, para este próximo año estoy bastante animada, pues ya hace cuatro años seguidos que lo consigo, y con cierto margen. Es cierto que llegará un punto en que el reto no será superable, pero mientras Omaira lo siga consiguiendo, es que es posible.

Algunos me habéis preguntado cómo se pesan los libros. Yo suelo usar una báscula de cocina, pero es más fácil que eso, pues en Internet, por norma general, en la ficha técnica se suele especificar cuál es el peso del libro, supongo que por tema de envíos. Así que no es tan difícil como parece, no tenéis excusa. 

Por otra parte, sé que muchos de vosotros no queréis participar en retos porque no queréis imponeros lecturas ni tener presión y queréis leer a vuestro aire. Lo sé y lo entiendo. Antes participaba en un montón, pero con los años he perdido la ilusión y actualmente solo participo en el mío y el de Goodreads. Lo que no hay que tener es miedo a no terminar un reto¿Y qué más da? Lo interesante de esto es hacer recuento e ir encajonando lecturas en los requisitos de cada reto (si cumplen algo bien, y si no, también), así, sin presión. ¿Que quizás por eso no los termino? Bueno, pues nada, otro año será. Además, es un reto que os da completa libertad para que leáis lo que queráis... siempre que sea en papel. Y es una buena excusa para darle una oportunidad a libros que llevan siglos en las estanterías.

Además, no es tan difícil como parece. ¿Os animáis? Aquí os dejo con las bases.

BASES:
- Sumar el peso de los libros en papel que vayas leyendo hasta llegar a los 25 kilos.
- El reto empezará el 1 de enero de 2025 y terminará el 31 de diciembre de 2025 (aunque os podéis apuntar en cualquier fecha del año).
- Este reto es compatible con cualquier otro reto al que os inscribáis.
- Para participar, es necesario dejar un comentario diciendo que os apuntáis al reto (mas que nada porque me gusta cotillear).
- Aquí iré colgando una lista con los participantes.
- Si hacéis una entrada (compartida o no) con el recuento de los libros leídos y el avance del reto, pondré aquí el enlace (y podré entrar a curiosear).
- Se agradece que os llevéis el banner y hagáis publicidad en las redes sociales.

MOTIVOS:
Por último, quería añadir los motivos por los que os animo a participar, exactamente los mismos que los años anteriores:

- Es una manera de fomentar la compra de libros en las librerías...
-... o de empezar a usar las bibliotecas más cercanas.
- Es una forma de eliminar los pendientes que tenemos en papel...
- ... o una excusa para aumentarlos pidiendo libros en papel para Reyes.
- Es una forma de dejar de lado el ebook y volver al libro tradicional...
-... o de dejar de comprar libros electrónicos compulsivamente (que nos conocemos... :P)
- Es una oportunidad para desempolvar los libros que están en los estantes...
-... o de descubrir que vuestro nuevo libro favorito hace años que estaba en la estantería sin abrir (me ha pasado).

En fin, sea por la razón que sea, os animo a participar en el reto :)

PARTICIPANTES 2024:

En primer lugar me gustaría dar la enhorabuena a los participantes de la edición de este año que han logrado superar el reto y no morir en el intento.

Una de ellas es Nuria de Espinosa, del blog Bitácora lectora, quien con gran constancia me ha ido dejando el enlace a la reseña de los libros que leía para el reto. Lo ha conseguido el 11 de diciembre, con 45 libros. Por lo que me ha contado, este reto le ha servido para animarse a publicar reseñas de todo aquello que leía. Aquí podéis ver su recuento completo.

En segundo lugar, dar la enhorabuena a Babel, del blog Torre de Babel, que logró el reto nada más y nada menos que en junio (aunque no sé con cuántos libros, eso tendrá que decírmelo ella), y aun así, siguió pesándolos por curiosidad. Aquí podéis ver el último recuento de sus retos.

Por supuesto, no podía faltar Omaira, del blog Entre la lectura y el cine, que ha logrado el reto con 71 libros (11 eran en digital, así que realmente fue con 60). Muchas gracias por tu constancia y por la maravillosa tabla que elaboras cada año^^

Los que no lo habéis logrado, no os desaniméis: todos pasamos por rachas en las que leemos más o menos. Yo misma un año fui incapaz de conseguir el reto. ¡Crucemos los dedos para que el año que viene os vaya mejor y podáis leer más!

PARTICIPANTES 2025:

Voy a ir apuntando aquí a todo la gente que se inscriba^^

Xavi
Joglaressa Mallorquina
Núria de Espinosa (Bitácora literaria)