¡Hola a todos! Llevo un poco de retraso con estas entradas especiales, porque suelen publicarse a principios de enero (o a finales de diciembre, cosa que no entiendo, porque hasta el último día tienes la oportunidad de toparte con la mejor lectura del año), pero más vale tarde que nunca.
Hoy os traigo un TOP 3 de mis mejores y peores lecturas del 2024. La mayoría están reseñadas en el blog (alguna, leída a final de año, todavía está en el tintero), y ya en su momento me explayé largo y tendido. Por eso, aquí haré solo un comentario breve (siempre digo lo mismo y no sé cómo, pero termino escribiendo un testamento), por si no visteis la reseña en su momento. Así tendréis una excusa para lanzaros este año a por la lectura de mis favoritos y descartar los otros nada más verlos. En caso de que os interesara leerla reseña completa, os informo de que si hacéis click en el título del libro, el enlace os llevará a la reseña correspondiente (si es que la hay).
Este año la decisión no ha sido difícil. En cuanto a las tres mejores, en el pódium deberían estar La canción secreta del mundo, de José Antonio Cotrina y Te daría el mundo, de Jandy Nelson, sin ningún ápice de duda dos de mis mejores lecturas del año, pero como son relecturas, he decidido no incluirlas. En el caso de las peores lecturas, he escogido los tres que más me enfadaron. Hay muchos libros que he dejado a medias que deberían estar en este TOP (Tengo tu número, de Sophie Kinsella, seguro que lo encabezaría), pero solo incluiré aquellas lecturas que haya terminado. Como últimamente estoy abandonando todo aquello que no me convence, no hay tantas malas lecturas como en otros años ni son tan terribles.
TOP 3 MEJORES LECTURAS 2024
Cuando G me recomendó este manga porque le parecía de mi estilo, no esperaba que se convirtiera en una de mis mejores lecturas del año. Tuve mis más y mis menos con los tres primeros tomos: me gustaba el dibujo, el tono serio y el debate que asomaba entre las páginas, pero las casualidades y el buenismo de Tenma me molestaban. En los tres siguientes decidí abrazar los defectos y virtudes de la obra y eso me permitió sintonizar con la historia. La recta final fue una montaña rusa de emociones. En concreto, me ha encandilado cada página del último tomo: las leía varias veces para saborearlas, y cuando llevaba la mitad, me planteé volver a empezar para prolongar la experiencia.
Puede que la historia tenga sus fallos y podría mejorar en varias cosas (hay casualidades y Tenma no deja de ser la influencia positiva de cualquier conflicto), sin embargo, el final es un rotundo diez: el autor pone toda la carne en el asador y deja al lector con el corazón en un puño a cada página, el dominio absoluto que tiene de la tensión narrativa te deja con los nervios a flor de piel y una no puede evitar sorprenderse al darse cuenta de lo mucho que han evolucionado los personajes y hasta dónde han llegado.
Este manga en general me parece muy accesible para aquellos que no están habituados al formato y les gustan los thrillers, porque tiene muchas características de los cómics occidentales. El dibujo no solo es claro, limpio y fácil de seguir, sino que aporta mucho gracias a los fondos detallados y la expresividad de los rostros. La historia merece mucho la pena tanto por la emoción que hay en los arcos de personaje como por la reflexión necesaria sobre el monstruo que acecha dentro de cada uno de nosotros. No es una historia, perfecta, pocas lo son, pero se quedará conmigo mucho tiempo y sé que la releeré en un futuro.
Su peculiar formato y la cantidad de materiales complementarios que incluye consiguieron que este libro se vendiera como churros, pero no llegó a su público objetivo. No estamos antes un libro bonito y accesible, al contrario, es un libro que desafía las convenciones tradicionales de lectura y exige un esfuerzo activo por parte del lector para interpretarlo, en parte porque experimenta con la forma: la narrativa es multidireccional (puede que tengas que ir saltando de una página a otra), hay acertijos y es necesario interactuar con diferentes elementos paratextuales para descubrir la historia completa. Que los personajes cuenten una historia en los márgenes de la página y se intercambien documentos que nosotros también podemos tocar, me voló la cabeza.
Que el libro me haya encantado no quita que haya sido un suplicio leerlo. Es como un puzzle que juega con varias capas de realidad para dar lugar a múltiples interpretaciones. Más allá del peculiar formato, la dificultad de la lectura reside en leer constantemente entre líneas y comprender las distintas capas de significado que esconde cada párrafo; solo así podrás desentrañar todos los misterios y captar la profunda reflexión que esconde la historia sobre la fluidez de la identidad, la crítica al capitalismo y a la explotación laboral. Si uno lee esta obra desde la perspectiva del entretenimiento, encontrará una narrativa confusa y vacía, porque solo verá la superficie.
Este libro no es para todo el mundo, porque demanda un lector con mucho tiempo, mucha capacidad de atención, interés por los códigos ocultos y la capacidad (y las ganas) de analizar la obra palabra a palabra. Va más allá de la simple experimentación con el formato, porque la usa para explorar la reflexión sobre la identidad desde perspectivas nuevas. Las tres tramas que presenta son básicas en su superficie, porque el interés reside en cómo se interrelacionan y en captar los mensajes subliminales. En su conjunto, es un puzzle en el que todas las piezas encajan a la perfección, pero cuya imagen final será distinta para cada lector.
No puedo terminar esta recomendación sin alabar el estupendo trabajo realizado por el traductor, Marcelo E. Manzzanti. En una obra en la que cada palabra importa, llena de mensajes ocultos y juegos de palabras, traducir y adaptar el texto sin que se pierda la esencia de la obra original es toda una proeza. También cabe mencionar el increíble trabajo de maquetación, que ya les gustaría tener a los libros que se venden como "ediciones especiales".
Me ha sido difícil decidirme entre añadir esta novela o su continuación, Guerra de jade (reseña pendiente), porque ambas son muy buenas. Finalmente, me he decantado por recomendar esta, no solo por ser la primera de la trilogía, sino porque aunque la política no sea tan buena (y eso que aquí es brutal), maneja mejor a los personajes. Ciudad de jade es una novela perfecta para aquellos que quieran leer sobre mafias y gángsters, ya que muestra su funcionamiento y las relaciones entre sus miembros de forma muy realista. No había leído nada hasta ahora del tema y he quedado enamorada. El mundo está muy bien presentado y hace un retrato muy completo de las mafias: veremos las cruentas luchas territoriales entre clanes; la relación de vasallaje con los comerciantes, obligados a posicionarse y pagar tributo; los lazos de lealtad entre los miembros del clan, mucho más estrechos que si fueran de sangre; los tejemanejes políticos, la corrupción y la ambición de poder; el sangriento precio de la traición.
Los personajes tienen mucha profundidad y cada uno ofrece una perspectiva muy distinta sobre el clan. Puede que sean personajes carismáticos, puede que entiendas de dónde vienen, cuáles son sus pasiones y miedos, pero eso no significa que la novela los presente como los buenos de la historia: ambicionan el poder, quieren el control completo de la ciudad, no tienen unos objetivos nobles y son tan violentos como cualquier otra mafia. Aun así, la autora los humaniza y explora tan bien todos sus recovecos, desde sus inseguridades hasta sus fortalezas, que es inevitable conectar con ellos.
Que conste que no estamos ante una novela juvenil, sino una obra adulta que equilibra con gran maestría escenas de acción (muy bien descritas), donde lo importante son las consecuencias emocionales en los personajes, e intrigas políticas, donde es más importante lo que se calla que lo que se dice. Si te gustan los politiqueos narrados de forma interesante, este es tu libro.
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TOP 3 PEORES LECTURAS 2024
Este es uno de esos libros que solo terminé de leer para poder escribir una reseña negativa y hablar con conocimiento de causa. El principal problema es que me aburrió soberanamente: la trama del presente sobra por completo y la del pasado es insulsa. Pretende hablar sobre los circos de monstruos, la vida que llevaban los artistas y el maltrato animal, pero no trata ninguno de esos temas con profundidad. En el caso de la trama del presente, la lectura tampoco tiene interés porque la protagonista es un personaje atado a su antepasada, sin personalidad propia, que no lleva a cabo una verdadera investigación de sus raíces. El personaje de Lilly está más trabajado, pero aun así, presenta algunas lagunas y no la vemos pasar por tantos apuros como para que su historia nos conmueva, a excepción del dramatismo del final. Me sentí estafada porque no ofrece la profundidad ni los temas que vende la premisa. A todo eso hay que sumarle que la edición es catastrófica: hay muchos errores ortográficos frutos de la falta de revisión, así como guiones de diálogo que no están donde toca.
He dudado entre incluir en esta lista Gideon la Novena o Harrow la Novena, porque ambas han sido la gran decepción del año. Al final me he decidido a hablaros de la segunda parte, porque me enfureció ligeramente más que no intentara solucionar ninguno de los problemas de la novela anterior. Con Harrow la Novena, no solo sentí que perdía mi tiempo, sino que entre tanta nada, había una buena historia cuyo potencial estaba completamente desperdiciado.
Hay que admitir que algunas cosas no me han gustado porque no encajan conmigo, como el humor de la generación Z. Entiendo que es un humor que se basa en lo inesperado, pero es que no puedes pretender tratar un tema como el duelo haciendo bromas fuera de tono, sacando hierro al asunto y sin llegar a hablar seriamente sobre ello.
Lo más interesante es el worldbuilding, pero no está nada trabajado y sabemos muy poco del mundo a todos los niveles: social, religioso, tecnológico, político, cultural, mágico... La nigromancia, la magia de este mundo, también es fascinante, pero no se establecen los límites de la magia ni las reglas básicas.
Lo peor ha sido la confusión reinante. La autora prioriza la creación de misterios por encima de los personajes, la narrativa y los temas, así que al final se siente como si hubieras mezclado las piezas de varios puzles y no supieras qué imagen tienen que formar al final. Todo este misterio no tiene ninguna razón de ser y todo es tan ambiguo que cualquier final es posible. He terminado la novela sin saber nada de los personajes, porque no tienen profundidad, ni desarrollo, no conocemos sus sentimientos y no sabemos hasta qué punto lo que nos cuentan ellos y la narración es real. El objetivo de esta novela es confundir y engañar al lector: aunque nos cuentan cosas del pasado de Harrow, entra tanto en contradicción con la novela anterior que enseguida te das cuenta de que es inventado. En Gideon la Novena, Harrow me gustaba, porque era un personaje proactivo; aquí, por el bien de la confusión, se convierte en un personaje pasivo, al igual que el resto, que no reaccionan de forma lógica. Estos no solo son distintos de la novela anterior, sino que se hacen eco de la voz de la autora y suelen actuar o hablar de forma discordante con su personalidad.
A todo esto hay que sumarle los problemas narrativos: descripciones confusas, abuso de comparaciones que rompen con el tono y interrumpen la narración, un exceso de referentes y muchos errores de traducción. Una castaña, vamos. Y si os llamaba la atención porque son nigromantes lesbianas en el espacio, quitáoslo de la cabeza: la ciencia ficción es prácticamente inexistente y es cierto que la mayoría de mujeres son lesbianas, pero nadie sale con nadie, ni sus sentimientos son correspondidos, ni el amor es algo en lo que se paran a pensar los personajes.
Cómo volé sobre el nido del cuco, de Sydney Bristow
Todavía no he colgado (ni escrito) la reseña de este libro porque fue una de mis últimas lecturas del año. Llevo un tiempo muy interesada en leer sobre enfermedades mentales y recordaba que este libro había causado revuelo en su momento. Además, no era una ficcionalización, sino el testimonio de alguien que había sido ingresado en un centro psiquiátrico. No ha sido para nada lo que esperaba. Para empezar, no se profundiza en el estado mental de la protagonista, que durante años ha sufrido trastornos alimenticios y su intento de suicidio la dejó en silla de ruedas temporalmente. La narración es aséptica y la protagonista no habla ni reflexiona sobre cómo ha llegado hasta esa situación ni en cómo se siente. No conocemos su pasado, más allá de alguna mención esporádica, ni la relación con su entorno: su familia sale, pero son un florero y más allá de lo superficial, la protagonista no reflexiona sobre su relación con ellos. Tiene 30 años, pero la madurez de una adolescente.
Seguiremos día a día su ingreso (no sé cómo lo recuerda tan bien si no lo apuntó y las pastillas te suelen confundir), cotilleando en la vida de los demás pacientes, pero sin llegar a saber realmente qué tienen ni cómo son sus enfermedades. No se ve demasiado del centro psiquiátrico, más allá de la ineptitud e incompetencia de la mayor parte del personal. Y no solo eso, por lo que nos cuenta, no hay verdaderos tratamientos, ni ayuda psicológica (la psicóloga le hace más mal que bien): parece un centro ocupacional en el que pasar el rato y hacer amigos. Puedo aceptar que la trama sea aburrida para reflejar lo repetitiva que era la rutina, pero no que sea aburrido porque la protagonista no reflexione acerca de nada.
A todo eso hay que sumarle que tiene la calidad literaria de una patata. No hay errores ortográficos, se nota que al menos la editorial ha cuidado eso, pero no conoce las técnicas narrativas básicas y hace cosas como mezclar tiempos verbales. Puedo entender que, el año en que salió, 2018, hubiera pocos testimonios reales sobre salud mental, pero hoy en día hay cosas mucho mejores que esto.
Y hasta aquí mis mejores y peores lecturas del año. ¿Teníais pendiente alguno de los libros que menciono? ¿O habéis leído alguno? ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Cuáles han sido vuestras mejores y peores lecturas del año?
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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney