Cuatro corazones con freno y marcha atrás fue un libro que no me gustó demasiado. Es un texto con una propuesta teatral de lo más original y esperpéntica, que para mí falló en lo más importante: el humor. No me hizo ni pizca de gracia, y eso que era una comedia. Quizás por eso marqué esta cita que os traigo hoy, el único comentario que me pareció gracioso. Si os interesa leer la minireseña que hice, la podéis encontrar aquí. Ya he intentado leer otras cosas de Jardiel Poncela y tengo claro que es un autor cuyo humor no encaja conmigo. Quizás me animaría a ver una representación teatral, aunque dudo que alguna vez tenga la oportunidad.
La cita que os traigo hoy es una crítica a los médicos que usan un lenguaje intrincado y técnico (lleno de latinismos y helenismos propios de la medicina) para hablar con sus pacientes. En algunos casos es sin darse cuenta, por deformación profesional; en otros, es para disfrazar un poco la verdad y que el diagnóstico no suene tan desmoralizador. En mi opinión, los médicos, siempre con mucho tacto, deberían hablar a las claras. Creo que no hay nada peor que vivir en la incertidumbre y no saber a ciencia cierta qué dolencia sufres ni cuáles son tus expectativas de futuro.
Poco más tengo que decir sobre el tema. ¿Vosotros alguna vez os habéis encontrado con algún médico que, en lugar de ayudaros, os haya dejado desorientados? ¿Sois de leer obras de teatro? ¿Alguna obra cómica que queráis recomendar?
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Es que eso del humor es algo muy particular. Algo que a mí me puede hacer mucha gracia, puede que a ti no te haga nada de nada.
ResponderEliminarA mí me pasa con algunas películas que se supone que son comedia y que no les veo la gracia las mire por donde las mire. Respecto a lo de los médicos, pues sí mejor que se nos hable claro para que entendamos bien
Besos
Uf, sí. Creo que es mucho más fácil hacer reír que llorar. A mí también me ha pasado, las comedias españolas, por ejemplo, no suelen hacerme gracia.
Eliminar¡Hola, Laura! Pues ni me sonaba el libro, así que no recuerdo que lo leyeras :o
ResponderEliminarUff... ya sabes que el humor y yo tenemos una relación complicada, así que dudo que yo le viera la gracia.
Mira, yo estoy casi a diario presente en conversaciones entre médicos y familiares, y ocasionalmente entre médicos y pacientes cuando me piden que vaya porque quieren que luego hable con el paciente para algo. En más de un caso, el problema no es cómo se expresa el médico, el problema es la capacidad de entendimiento de la gente incluso para cosas sencillas. Y no es que diga que son tontos, ya que no es así, más bien es que la situación les ciega y parecen no ser capaces de entender lo básico.
Intento no escuchar para darles privacidad, pero no soy sorda, y hay veces en las que no comprenden ni que los médicos les anuncien que el paciente se está muriendo. Y eso que no usan palabras complejas, es más, a veces lo hacen con tacto y utilizan expresiones como "ha llegado al final de la vida" y, aún así, he visto preguntar "¿entonces usted cree que hoy le van a dar el alta?" -.-
Con esto no digo que a veces el médico no se venga arriba y use palabras que no son normales para todo el mundo, ya que eso también pasa. Pero el problema también es que ni el familiar o el paciente pregunten en ese momento... no sé, yo si el médico me dice algo y no lo comprendo, le pregunto.
Y no, ya sabes que no soy de leer obras de teatro, no las descarto, pero me he atrevido con muy pocas xD
Me voy a por tu reseña del libro :D
¡Saludos! ;-)
1. Te puedo asegurar que no te haría la más mínima gracia xD
Eliminar2. Curioso lo de que la situación hace que tengan menos comprensión. También es verdad que hoy en día hay muy poca comprensión, tanto oral como escrita: cada uno oye lo que quiere oír. Seguro que al teléfono te ha pasado más de una vez que has explicado algo y no han entendido nada.
3. Wow, el ejemplo que me pones de problemas de comprensión es muy duro. No esperaba que el nivel fuera ese :O
4. Y sí, hay mucha gente que no pregunta por miedo a parecer tontos.
5. Ídem, el teatro no es mucho lo mío...
Un saludo teatral,
Laura.