martes, 20 de agosto de 2024

Crónica del Celsius 232 (2024). Parte I

Durante el mes de julio, el blog estuvo cerrado por vacaciones (ya, claro, "vacaciones"). O al menos eso es lo que rezaba el cartel (bien, admítelo); en realidad fue un no parar y las verdaderas vacaciones las tengo ahora (no te veo yo descansando mucho, pero es mejor que nada). El parón del blog me dio un respiro para escribir entradas que tenía pendientes desde hacía mucho (porque no sabes gestionar tu tiempo y te habías quedado sin reseñas programadas). Solo pude "descansar" y "desconectar" una semana, que fue en realidad la más agotadora del mes (si no del año): del 13 al 21 de julio me fui de viaje a Asturias con mi pareja (G) y un amigo de este (Edu).

Por supuesto, ni la fecha ni el lugar eran arbitrarios: entre el 16 y el 20 de julio tuvo lugar la XIII edición del festival de terror, fantasía y ciencia ficción Celsius 232, en Avilés. Esta es ya la tercera edición a la que asistimos; fuimos también en 2019 y en 2022. No os molestéis en buscarlo: no hice crónica de ninguno de los dos eventos, en gran medida por pereza (la vaga). No es que este año me haya parecido especialmente destacable ni que tenga menos pereza que de costumbre, sino que he recibido más presiones externas de personas interesadas en leer esta entrada.

Como siempre, mi intención es escribir algo sencillo, pero resulta que soy incapaz de callarme. Sí, me ha vuelto a pasar, he escrito demasiado. Por eso, he decidido dividir la entrada en dos: en la de hoy, os hablaré del turismo que hice por Oviedo y de mis impresiones generales sobre el festival; en unos días, publicaré la segunda parte, donde os detallaré las actividades en las que participé y mi opinión sobre ellas.

Oviedo

Este año, en lugar de ir a saco a por el festival, decidimos tomárnoslo con más calma ("calma" no es la palabra que yo usaría), ir más días y hacer un poco más de turismo. Salimos el sábado 13 por la noche, por lo que desde el domingo por la mañana al martes por la mañana estuvimos visitando Oviedo. ¿Descansar qué es eso? Todos los días hicimos cosas, de 8:30 a 23:00 (es que normal que tras las "vacaciones" no te sostuvieras en pie...).

Si solo os interesa mi opinión sobre el Celsius 232, podéis saltaros lo que viene a continuación. Tampoco es que vaya a hacer de guía turística y repasar todos los lugares que visitamos ni todos los restaurantes a los que fuimos (porque no te acuerdas); solo voy a dejar constancia de mis impresiones generales.

Oviedo es una ciudad bonita que puedes recorrer sin muchas prisas en tres o cuatro días. No nos apuntamos a ningún free tour (cosa que hubiera estado bien para enterarse de las cosas en lugar de solo verlas. Queríamos no estar atados a nada); en su lugar, paseamos por la ciudad mientras visitábamos los edificios y monumentos que más nos habían llamado la atención. Fuimos a los restaurantes que nos había recomendado la familia de Edu y todo fueron elecciones excelentes: comida abundante, muy buena y bien de precio. Cada vez que comíamos fuera, nos llenábamos una barbaridad y no teníamos ánimos ni de cenar (fui una bola durante toda la semana). Al parecer, en Asturias son de buen comer: si el precio de un plato te parece alto (la tacaña), es que está hecho para compartir entre dos. Eso sí, para veganos y vegetarianos había poca oferta.

Me encantó esta tienda

Nos encontramos con buen tiempo (o lo que la gente de allí considera buen tiempo): días nublados sin lluvia y una temperatura agradable de unos 20 °C. Fue todo un alivio después del calor insoportable de Mallorca (lo chungo fue volver a casa). Eso sí, si sois de zonas cálidas, como yo, os recomiendo ir con ropa de primavera. 

Además de los puntos turísticos de referencia, visitamos unas cuantas librerías de segunda mano (porque, por supuesto, te hiciste una ruta). A continuación os hablo de ellas:

Esta cadena de librerías de segunda mano siempre está bien, sea de la ciudad que sea. Para empezar, los precios son muy asequibles: un libro, 4 €; dos libros, 6 €; 5 libros, 12 €. El local no era muy grande y aun así pude encontrar algunas cosas muy interesantes y libros publicados recientemente (tan interesante no sería; no te llevaste ninguno). Además, los estantes estaban muy bien organizados por géneros y alfabéticamente, así que era fácil localizar cualquier cosa.

Aida Books Oviedo
Es una librería de segunda mano pequeña, sobre todo con grandes estanterías de novela histórica, policíaca y romántica (de otros géneros había poca cosa). Podías encontrar alguna novedad, aunque no muchas. En cuanto a los precios, estaban bien: entre los 3 € y los 10 €.

Don quijote librería
Esta librería fue todo un descubrimiento. Ubicada dentro de un centro comercial, es una tienda muy pequeña, que aprovecha su espacio al máximo. Con libros hasta el techo, más que pasear entre las estanterías, te abres paso a codazos. Es una librería caótica y estrecha, pero con encanto. Los libros están, en su mayoría, a mitad de precio y es el lugar ideal para encontrar joyas descatalogadas, así como cualquier edición (antigua o moderna) de clásicos universales. También había novedades, aunque no eran tanto bestsellers como libros de la editorial Acantilado, Gallonero o Funambulista (es decir, libros aburridos. Hay gente a la que le gustan, como a G). Lo mejor fue sin duda el dependiente. Durante la hora que estuvimos ahí, estuvo charlando con un cliente, a quien le exponía sus impresiones sobre el mercado literario y fílmico actual. Se notaba que era un hombre que dominaba mucho del tema, que se expresaba bien, con vehemencia, y que podría impartir una ponencia él solito. Fue muy ameno escucharle (tampoco tenías nada mejor que hacer mientras G miraba libros...). 


Book market
Es una librería de una estética muy similar a Re-Read, con precios que oscilan entre los 3 € y 6 €. Dispone de un espacio pequeño donde los libros están bien organizados. En el piso inferior se pueden encontrar tanto obras descatalogadas (con precios bastante altos) como novedades (a mitad de precio).


Festival Celsius 232

Teniendo en cuenta la trayectoria del festival (esta es ya la decimotercera edición) uno diría que los organizadores saben lo que se hace. Y más o menos es así. El trabajo de gestión de un festival de este calibre (con más de 140 autores invitados) es una cosa de locos. Me quejo (y mucho), de que no anuncien el programa hasta cinco días antes, sin tener en cuenta que coordinar a tanta gente tiene que ser un trabajo bestial. La asistencia al festival es completamente gratuita, pero puedes ser parte de los mecenas del Patreon (cosa que tiene ciertas ventajas) para echarles una mano. Dudo mucho de que lo que ganen sirva para compensar mínimamente sus esfuerzos, sin embargo, algo es algo. Cada año me propongo colaborar un par de meses antes, pero no hay manera de acordarme.

No sé hasta qué punto los que organizan el festival cobran por ello o son simplemente voluntarios. El caso es que había por lo menos un técnico en cada acto, así que solucionaban los fallos técnicos con bastante rapidez. El problema es o les faltaban manos o no esperaban tanta concurrencia: estaban desbordados. Por eso, no había nadie que vigilara las largas colas que se formaban para asistir a algunas de las actividades, ni tampoco suficiente gente como para organizar las colas de firmas. En consecuencia, había mucho ruido en los pasillos, la gente obstruía el paso y en la primera sesión de firmas de Casandra Clare (suerte que no fui), algunos esperaron durante horas para quedarse sin firma (al segundo día lo arreglaron repartiendo tickets).

Cada año viene más gente al festival y Avilés se está quedando pequeño. Esto no lo digo solo por el alojamiento (no suele haber habitaciones disponibles ni en los pueblos cercanos) o la restauración (si no has reservado con antelación, te echan), sino por los lugares en los que se organizan las actividades.

La plaza principal, donde se sitúan las casetas de editoriales y librerías, es bastante ancha, hasta el punto de que este año han aumentado el número de casetas y no ha sido un problema. El espacio dedicado a la esgrima, en el parque de Ferrera, es adecuado, teniendo en cuenta la gente que participa, y está bien situado, con zonas de sombra. El puesto de libros de segunda mano (lo que más le interesa a Laura) me parece poco accesible; en el centro de la plaza, que es donde se sitúa, hay farolas, bancos y bolardos que obligan a la gente a apelotonarse, así que es más fácil tropezar que ver los libros. La carpa de actividades, donde se realizan algunos de los actos, debería estar separada de las casetas (algunas de libros, otras de merchandising), ya que está muy transitada y la acústica es terrible (Cristina Macia pidiendo a la gente que se callara es inolvidable). El auditorio es muy grande, está bien equipado y tiene diversas entradas; una maravilla. El resto de espacios son otro cantar: tanto la sala de conferencias (dentro del auditorio) como la sala del hotel 40 nudos son demasiado pequeñas y mucha gente se quedó sin poder entrar. Y ya no hablemos de las charlas sobre rol que se hacían en el exterior, sin sillas y a pleno sol (no fuimos a ninguna porque era muy incómodo).

La parte positiva es que este año se han habilitado nuevos lugares (como la Casa de las mujeres o el Centro de servicios universitarios). La parte negativa es que estaban un poco lejos del centro del festival, a cinco minutos a pie (y aun así te perdiste). Esa distancia no sería nada si los horarios de las charlas no fueran muy ajustados: terminaba una y enseguida empezaba la siguiente; si estás a cinco minutos del lugar, o sales antes o llegas tarde.

La gestión del tiempo es muy mejorableNo puedes programar que una charla termine a las 10:00 y que la siguiente empiece a la misma hora, no solo porque los autores tienden a hablar más de la cuenta, sino porque hay que desalojar la sala y esperar a que esta vuelva a llenarse. No solo muchos de los actos empezaban tarde por eso, sino que a veces el moderador daba inicio a la charla sin esperar a que entrara todo el mundo. A eso hay que sumarle que el tiempo perdido no se recuperaba; ya me parecían cortas las charlas como para que encima durasen menos. Como mínimo, debería haber diez minutos de margen entre un acto y otro, aunque eso suponga reducir el número de actividades (en ese aspecto, la Hispacon lo hacía muy bien).

Por supuesto, había como mínimo tres actos simultáneos y en más de una ocasión tuve que enfrentarme a la diatriba de elegir a cuál ir (y elegías no ir ni a un sitio ni a otro, sino a la firma de libros). A favor de la organización, han intentado que las actividades simultáneas fueran de temáticas distintas (un taller de escritura, al mismo tiempo que una charla sobre mitología y la presentación de un libro), por si solo te interesa algo en concreto (que no suele ser el caso).

Entiendo que vienen muchos autores y que hay que encajarlos en los cinco días que dura el festival (que ya son), pero la solución no es ajustar tanto los tiempos ni hacer varias actividades simultáneas, sino traer a menos gente. Entre una cosa y otra, casi ni tuve tiempo de pasear entre las casetas (por la de libros de segunda mano pasabas cada quince minutos). ¿Y os podéis creer que, de las tres veces que he ido al festival, aún no he tenido oportunidad de participar en los talleres de esgrima que se celebran a diario (porque has priorizado las firmas, quejica)?

Sí, lo habéis oído bien, hay tanto talleres como exhibiciones de esgrima. Con el paso de los años, el Celsius se ha ido diversificando y ha pasado de ser un festival sobre literatura a abarcar muchas otras artes y disciplinas, siempre y cuando se vinculen con la fantasía, el terror y la ciencia ficción. Por eso, encontraréis actividades relacionadas con el cine, el rol, la escritura, los videojuegos y el cosplay, entre otras.

Exhibición de esgrima

Esta diversidad también se aplica a los autores invitados: no solo hay escritores patrios (en concreto, el Celsius está haciendo un gran trabajo de difusión de obras en asturiano), sino también internacionales, de todas partes del globo. Las intervenciones en inglés las traduce, en su mayoría, Diego (de la que eres la fan número dos, siendo G el número uno), uno de los principales organizadores. Es una tarea titánica que realiza con gran habilidad: es capaz de traducir respuestas de cinco minutos, palabra por palabra, con a penas un par de notas (todos los autores quedan siempre admirados). Eso sí, sin querer restarle mérito a su trabajo, es innegable que al no ser traducciones simultáneas (como en Barcelona 42) el tiempo se reducía a la mitad. Es por eso que creo que los actos deberían ser más extensos; en caso contrario, no merece la pena traer a un autor desde tan lejos. Para intentar compensar, los autores internacionales suelen participar en varios actos, cosa que les ofrece la oportunidad de intervenir más (hubo dos encuentros con Cassandra Clare y una mesa redonda), pero no siempre es así (como fue el caso de Fonda Lee).

Las sobrecubiertas que diseñaron en
exclusiva para el Celsius son la hostia.
En cuanto a las actividades, de las que hablaré en detalle más adelante, por norma general, me parecen intrascendentes: el tiempo no es suficiente para profundizar en nada, no se ahonda en las obras para evitar spoilers, se habla exclusivamente del trabajo del autor sin entrar en otros temas y no se aprovecha para mostrar enfoques distintos sobre un mismo asunto o enfrentamientos dialécticos (Laura, que siempre quiere debates y no tiene). El objetivo del Celsius no es tanto debatir sobre literatura (por desgracia), como crear comunidad, promocionar a autores españoles y ofrecer la oportunidad de conocer a autores extranjeros. Tienes que ir a las actividades con el propósito de descubrir más cosas sobre el autor (cómo se expresa, cómo se comporta, cuál es su personalidad), no sobre su obra o su concepción de la literatura. Ojo, esto no es una crítica, solo una observación. No sigo a los autores en redes, ni leo/miro entrevistas, por lo que sus palabras en un encuentro, una presentación o una conferencia pueden lograr que me decida (o no) a leerle. De todas formas, a mí, personalmente, me gustaría que se aprovechara la ocasión tanto para reflexionar sobre literatura como para organizar más mesas redondas donde realmente hubiera un diálogo (sí, eso, tú pide la luna #Drama).

Después de cada actividad, se organizaba una sesión de firmas con el autor. Si me perdí cosas que me interesaban fue precisamente debido a que este año firmé muchos libros, 7 en total. En general, tuve que esperar mucho (una hora o más, de media), y eso que G y Edu se turnaban para salir antes de que terminara cada encuentro para guardarme sitio (cosa que me sabía bastante mal). El autor, casi siempre, te dedicaba el libro en exclusiva, y podías tanto hacerte fotos como charlar con él. La excepción fue la firma de Cassandra Clare y la de Holly Black: había tanta gente que, para agilizar el proceso, estampaban su firma y listos. Vamos, la cosa más impersonal del mundo. Además, como la firma era simultánea, te veías en la obligación de elegir entre una autora o la otra. Mi truco fue el siguiente: me puse en la cola más corta, la de Holly Black, y cuando ya estaba llegando al final, le di mi libro de Cassandra Clare a una persona de la otra cola, a cambio de conseguir una firma en su libro de Holly Black (soy una genio).

Todas mis firmas

El poco tiempo que tuve entre conferencias y firmas, lo pasé en el puesto de libros de segunda mano (no tienes remedio). Aquí puedes dejar libros de los que quieres deshacerte, con el precio que consideres justo, a cambio de un 10% para los organizadores del festival. En caso de no venderse, puedes tanto dejarlos a cambio de nada como llevártelos. El negocio nos fue muy bien: fuimos con una maleta llena de libros y vendimos más de la mitad. Por supuesto, no hubo mucho margen de beneficio: caímos en la tentación, y casi todo lo invertimos en comprar libros. Lo de ir el primer día es muy buena idea (depende; si tu objetivo es arruinarte, sí, efectivamente, es buena idea), porque nunca antes habíamos encontrado tantos libros que nos llamaran la atención.

Botín de libros. Las dos primeras filas son libros de G; la tercera es de libros compartidos. La última son solo míos, junto a los tres de Cerbero.

Creo que esto resume un poco mis impresiones generales sobre el festival. Mi intención no es dejarlo aquí, sino hablar también más a fondo las actividades a las que asistí; así podéis haceros una idea de lo que podéis encontrar y ver con qué me quedé de cada una de ellas. Por desgracia, temo que estéis agotados, así que lo dejaré para la siguiente entrada.

¿Alguno de vosotros ha ido alguna vez al Celsius 232? ¿Qué opináis de mi valoración? Nos leemos en los comentarios^^

4 comentarios:

  1. ¡Hola, Laura! Jjajja, pues me parecen bien esas presiones para escribir la crónica *-* A ver, a ti te gusta escribir y opinar, así que la entrada tiene una función doble: que otros sepamos lo que viviste y que lo escrito quede como un recuerdo propio que puedes consultar cuando quieras rememorar tu viaje.
    Y sí, sí, veo que te vacaciones relajantes nada, aunque espero que la 2º tanda que estás teniendo ahora te permita recobrar fuerzas :)
    Y... por favor, hasta las 23:00 haciendo cosas :o En las pocas ocasiones en las que viajo, yo a las 20:00 ya estoy regresando al hotel para tirarme en la cama y resucitar jajajajja Y si me levanto temprano es solo porque la hora del desayuno suele acabar sobre las 10:30 y no quiero ir en los últimos minutos.
    Uff, yo paso directamente de los free tours, prefiero ver las cosas a mi aire o aprender lo que tenga que aprender en los buses turísticos que te dije (sí quiero escuchar la historia de algún monumento, me pongo los cascos que dan y los conecto a la grabación que ponen y ya está). Y, aunque no te apuntaras al final a ningún tour de esos, veo que aprovechaste bien el viaje, así que nada de remordimientos.
    De las librerías... la del Quijote, solo con ver la foto, no me entusiasma mucho. Esa cantidad de libros acumulados en mesas y el caos general que parece predominar... prefiero las otras que mencionas, que dan la impresión de tener algo más de organización.
    Sobre el festival en sí, me queda claro que la afluencia masiva está causando que se desborden. Aunque dices que una de las soluciones podría ser tener menos invitados, otra podría ser ampliar los días del festival y que cada día no tenga tantos eventos.
    Curioso lo de que la organización esté tan basada en la participación de voluntarios, aunque veo que la mayoría hacen muy bien su trabajo :)
    Lo de las firmas... ya sabes mi opinión sobre algunas cosas que me contaste, y sigo alabando tu técnica xD
    Y tras haber visto todo lo que dices, es que realmente no creo que lo de crear debate sea uno de los objetivos del festival, más bien parece pensado para ser un encuentro entre lectores y autores, pero sin necesidad de ahondar en las obras de cada uno. Lo cual no es que está mal, al final la satisfacción o no con el evento dependerá de las expectativas que lleve cada cual.
    Y siendo yo también de zona cálida, fijo que con esa temperatura me congelo jajajja Cuando estuve en Bilbao, solo por estar por debajo de 22ª grados ya me parecía la era glacial en algunos momentos jjajaja
    Me alegro que, en general, G, Edu y y tú lo pasarais tan bien :D
    Estaré atenta a la 2º parte de la crónica *-*
    ¡Saludos y muy buen trabajo, has explicado un montón de cosas en la entrada! ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Omaira! Gracias por el tocho-comentario. Me alegro de que te haya gustado la entrada porque eres en parte responsable de que la haya escrito.
      1. Jó, te concedo que es buena idea lo de escribir la entrada para que quede como un recuerdo; no recuerdo gran cosa de los otros Celsius de los que no hice entrada.
      2. Bueno, esta segunda tanda ha sido más tranquila, pero creo que me he esforzado demasiado en quedar con gente...
      3. Jajaja, ya ves que cuando voy de viaje, aprovecho cada minuto.
      4. Ña, no sé, me parece un poco pérdida de tiempo ver los monumentos sin saber qué significan... El problema del bus turístico es que solo pasa por según qué calles; no va por las peatonales o las más estrechas.
      5. TOP, la del Quijote era tan poco para ti como para mí, pero me gustó la experiencia.
      6. TOP a lo de la afluencia masiva :/
      7. Ampliar los días del festival no me termina de parecer viable: la gente decide venir a ciegas, porque no publican los horarios hasta cuatro o cinco días antes, así que si los primeros o los últimos días no tienen cosas que te interesen, tendrás que pagar más noches para nada. Ya cinco días de duración es mucho; aunque sea verano, hay gente que no tiene vacaciones en estas fechas o que no puede cogerse tantos días para asistir a esto.
      8. No, definitivamente crear debate no es uno de los objetivos del festival, y por experiencias anteriores, ya iba sobre aviso; eso no quita que me parezca desaprovechar la ocasión. No digo que el modelo de festival esté mal, solo que me gustaría, personalmente, que fuera de otra forma.
      9. JAJAJA, qué gracia lo de tú y la temperatura en Bilbao...

      Gracias por pasarte por aquí y comentar^^

      Eliminar
  2. Hola Laura, a mí me han recomendado varias veces un viaje a Oviedo que tengo pendiente. Se nota que lo disfrutaste con intensidad y me alegra que lo hayas compartido. Lograste muchas firmas. Enhorabuena. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Espero que alguna vez te animes a ir^^

      Eliminar

"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney