miércoles, 14 de agosto de 2024

Las nueve vidas de Rose Napolitano, de Donna Freitas

Aún estoy lejos de la edad crítica en que la elección entre tener hijos o no es crucial. Por ahora, ni me lo planteo (y mi pareja está de acuerdo), como mínimo hasta que uno de los dos tenga un trabajo estable. Más allá de algún comentario esporádico por parte de mi madre, no he recibido presión social, seguramente porque cada vez se retrasa más la edad en que se considera normal tener hijos.

La maternidad no era un tema en el que quisiera indagar hasta que Tienes que mirar (sobre el aborto) me rompió el corazón. Desde entonces he sentido interés en profundizar en el concepto de instinto maternal y la presión social que te fuerza a ser madre.


Título: Las nueve vidas de Rose Napolitano
Título Original: The nine lives of Rose Napolitano
Año de publicació original: 2021
Autora: Donna Freitas
Editorial: Grijalbo
Traductor: Toni Hill Gumbao
Edición: 1ª Edición (abril, 2022)
ISBN: 9788425359965
Tapa: Blanda
Nº de páginas: 398

Sinopsis:
Rose Napolitano siempre ha tenido muy claro que no quiere ser madre, pese a la insistencia de su marido Luke. Él, al inicio de la relación, estaba de acuerdo con ella y respetaba su decisión, pero pronto empieza a cambiar de opinión y comienza a presionar a Rose. Lo que decida ella dará paso a nueve posibilidades.

Opinión:
Impresión: Amor de madre

Esperaba que esta novela fuera una defensa a ultranza del derecho a no querer tener hijos y que se centrara exclusivamente en los problemas sociales de una mujer que decide tomar esta opción de vida; en su lugar, la novela ha ido un paso más allá y no ha sido tan partidista como imaginaba.

 Todo empieza con una discusión entre Rose y su marido, Luke. Ella, que tenía claro desde muy joven que no quería tener hijos, advirtió de ello a Luke antes de casarse y él lo aceptó de buen grado. Seis años de matrimonio después, él ha cambiado de opinión y ha empezado a presionarla para que se quede embarazada, cosa que hace que ella se enfrente a una diatriba que les marcará para siempre. A partir de la decisión que toma Rose en este punto de su vida (aunque algunas bifurcaciones son más adelante) veremos nueve vidas posibles que se irán contando en capítulos alternos: en una decide ser fiel a sí misma y no doblegarse ante su marido; en otra, el que se resigna es él; en algunas acepta quedarse embaraza y lo que cambia es su actitud hacia ese bebé que todavía no ha nacido (rechazo por haberse traicionado a sí misma, ilusión, desgana) o la actitud de él (más sobreprotector o más despreocupado).

La estructura de la obra es curiosa. No es lineal, sino que las distintas vidas de Rose se entrecruzan y a veces una misma escena le sucede a varias Rose. El problema de esta estructura fragmentada es que, al tener tantas vidas entre manos, en la mayoría falta profundidad y desarrollo. Se tratan demasiados temas (lidiar con una ruptura, el duelo, la infidelidad, el aborto, los problemas de fertilidad...) y, por desgracia, se quedan cojos. Por ejemplo, ella es profesora universitaria y no hay ninguna reflexión sobre lo difícil que es llevar ambas vidas (trabajar y cuidar a tu hijo) ni el sacrificio que supondría dejar su carrera. De todos modos, entiendo que la obra pretende ofrecer una perspectiva general y que si buscas profundizar más, irás a por una obra que trate ese conflicto en específico.

Los capítulos están encabezados por la fecha (se centra en la vida de Rose entre 2006 y 2015, pero también hay algún capítulo situado en 2025) y se indica qué vida o vidas de Rose va a tratar. Es una lástima que esto sea algo caótico, y al menor descuido, ya no sabes qué decisión crucial tomó cada Rose ni en qué línea temporal estás. No es una lectura sencilla, sino que te obliga a estar atento. Hubiera estado bien algún tipo de material complementario al final que te ayudara a orientarte, pero no sé qué podría ser que no tuviera spoilers.

Es una novela que utiliza la idea del efecto mariposa para explorar cómo tomar una decisión u otra hace que nuestra vida tome un rumbo u otro. Lo interesante es que no estamos ante cambios nimios como girar a la derecha en lugar de la izquierda, ir en autobús en lugar de usar el coche o pedir Nestea o Coca-Cola, sino ante decisiones vitales a las que todos nos enfrentamos tarde o temprano, con un enfoque similar al de Las vidas posibles de Mr. Nobody (una película rara como pocas). Con este argumento, hubiera sido muy fácil ser partidista y que en las vidas en que no tiene hijos es feliz, mientras que en las que tiene hijos es infeliz; nada más lejos de la realidad: uno de los mensajes que más me gusta de la novela es que la vida no es fácil y tomes el camino que tomes, te toparás tanto con grandes alegrías como con grandes sufrimientos. Además, la novela aboga por la idea del destino, es decir, que independientemente de las decisiones que tomemos, hay determinados sucesos en nuestra vida (tanto buenos como malos) que son inevitables y con los que tropezaremos sí o sí tarde o temprano.

La novela no está en contra de la maternidad en ningún momento, pero sí que critica una creencia muy tóxica y que por desgracia está muy extendida: un hijo puede salvar tu matrimonio. Es muy ruin, si tienes una relación inestable, traer un hijo al mundo para obligar al otro a quedarse a tu lado. Tener un hijo es una decisión muy seria con la que no se puede jugar. Además, puede que la otra persona sienta la obligación moral de quedarse, pero si la relación está rota, un hijo no hará que volváis a enamoraros ni que los problemas que están ahí se solucionen de repente. Por otra parte, la protagonista me ha hecho comprender a la gente que toma este tipo de decisiones, porque si amas con locura a la otra persona, quieres hacer lo que sea para que no se vaya. Además, en su caso, aparentemente tener un hijo sí que puede salvar su matrimonio, porque es lo único con lo que no están de acuerdo.

La relación de Rose y Luke es tóxica porque ella está muy obsesionada con él, pero la novela no ensalza a la protagonista y nos muestra que esa obsesión, esa abnegación que siente en determinado momento, es lógica en esas circunstancias si estás muy apegado a alguien y que es algo que solo el tiempo puede curar. Eso sí, me hubiera gustado ver más interacciones con Luke para entender mejor algunas de las decisiones que toma.

Hasta ahora he hablado mucho del matrimonio y puedo que por eso os llevéis una idea equivocada de la novela. Durante el primer tercio, pensaba que pertenecía al género romántico, porque se centraba muchísimo en la relación de pareja, pero poco a poco la madre de Rose va cobrando importancia, hasta el punto de eclipsar a Luke. En parte, esta novela es una carta de amor por parte de la autora hacia su madre, y se nota. En general, la relación de Rose con sus padres es positiva y realista. Chocan, porque pertenecen a mundos distintos y tienen mentalidades distintas, pero están unidos por un fuerte vínculo que hará que se apoyen en cualquier circunstancia. La relación entre Rose y su madre es tensa, porque una no puede comprender el rechazo que siente la otra por la maternidad, hasta que se abren la una a la otra. Varias escenas me han conmovido y me han animado a mejorar la relación con mi madre. El problema es que quizás la obra peca un poco de idealista en este aspecto, porque hay gente incapaz de razonar y por mucho que te expongas ante ellos y les abras tu corazón, serán incapaces de cambiar.

«Sus amigas siempre la han descrito como "una tipa dura". Y es verdad que mi madre se pone una especie de coraza de cara al exterior. Si no la conoces bien, lo más probable es que nunca te des cuenta de lo frágil que es por dentro, de lo fácil que resulta herirla. Quizá lo que admiro más de ella es su ferocidad, su ferocidad a la hora de querer. A veces eso la vuelve posesiva y abrumadora, pero también protectora y decidida. A los dieciséis años nunca le habría confesado esa admiración ni ese cariño. Claro que por aquel entonces tampoco sabía que mi madre se tomaría esta opción mía como una crítica personal a su papel de madre, que, al no expresar nunca mi admiración por ella ni lo mucho que anhelaba en secreto su aprobación, entre nosotras se abriría una brecha que iría haciéndose más y más grande.»

Además del amor entre Rose y su madre, la novela trata la maternidad desde el punto de vista de una mujer que ha decidido no ser madre. Las circunstancias y la presión de su entorno hacen que los principios de Rose se tambaleen. Aun así, no todo son sufrimientos si eliges esa opción de vida, porque también vemos a varios personajes sin hijos que son felices y que no se arrepienten de haber tomado esa decisión. Hay una crítica a la presión social que sufren las mujeres, pero me hubiera gustado ver algo más que las constantes pullas por parte de su entorno, porque se me ha hecho algo reiterativo. Supongo que dependerá mucho de la sociedad, pero yo no he recibido (ni he visto a nadie que lo recibiera), ni por asomo, tanta presión con lo de la maternidad, mientras que sí la he visto con el tema de encontrar pareja. Es como si cada vez se aceptara más que puedes ser feliz sin tener hijos, mientras que la creencia de que serás desgraciada si no tienes pareja, sigue en pie.

«Son muchas las ocasiones en que he tachado a mi madre de anticuada o de estricta. Sin embargo, tengo la impresión de que, a medida que he ido madurando y he comprendido lo dura y complicada que es la vida, he aprendido a apreciarla más. Espero haberlo hecho. Apreciar quién es y cómo es. Hay momentos en que me cae bien, casi como si fuera una amiga, momentos en los que reconozco que, a pesar de nuestras diferencias, es una persona estupenda. Con el paso de los años esos momentos se han vuelto más y más frecuentes, y mi relación con ella ha ido pareciéndose más a la que mantengo con Jill, con Denise o con Raya. Aunque ella es mucho mejor que una amiga porque además es una madre, la mía, y sé que nunca habrá nadie en el mundo que me quiera como ella.»

Lo más decepcionante es que una novela sobre la maternidad no trate el tema del instinto maternal. Y no lo hace porque lo da por hecho. Es cierto que Rose no siente ningún deseo de ser madre, pero en las vidas en las que lo es, nunca siente rechazo por el bebé, cuando en el mundo real las malas madres (y padres, claro), existen, a veces porque tratan de imponer su visión del mundo a sus hijos, otras porque sienten desapego por ellos. No creo que estés obligado a querer a alguien solo por los lazos de sangre que os unen. Puedo comprender que en algunas vidas Rose sea una madre estupenda y que se le despierte el instinto maternal, pero me chirría que en todas las vidas (todas) termina desarrollando cariño por los niños. Más allá de este problema, el final me ha parecido muy redondo, porque cierra el círculo de vidas posibles reuniéndolas todas en una misma escena final que es coherente con lo que han vivido todas las Rose.

En conclusión, mediante una estructura curiosa y, para qué negarlo, algo confusa, esta novela explora el tema de la maternidad. Las nueve vidas de Rose nos mostrarán como una decisión o una actitud determinada nos puede llevar por el mismo camino pedregoso que otra. No es tan fácil como decidir entre tener hijos o no, porque pueden surgir complicaciones e imprevistos tanto en un caso como en el otro y la vida puede llevarnos por senderos inesperados. Es interesante conocer los distintos rumbos que toma la vida de Rose, pero al haber tantos, se queda en la superficie en todos ellos. Lo mejor es la relación de Rose con su madre, aunque esté algo idealizada, porque aboga por el diálogo intergeneracional y la expresión de los sentimientos. Por otra parte, la novela critica la presión social que fuerza a algunas mujeres a tener hijos o como algunos son fruto de matrimonios desestructurados que buscan algo que los una. Eso sí, me ha faltado una reflexión sobre el concepto de instinto maternal, porque la novela da por hecho que todas las madres quieren a sus hijos, cuando en realidad no es así. 

Cosas que he aprendido:

  • No hay una ruta buena en tu vida. Todas las decisiones que tomes conllevarán alegrías y decepciones.
  • Tu madre, en algún momento de su vida, ha sido como tú.
  • Tienes que expresar cómo te sientes. Aunque no vaya a servir de nada, hay que intentarlo.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...4/5!

Primeras Líneas...

3 comentarios:

  1. 1. Coincido contigo en que ya no hay tanta presión social con este tema, pero puede que en otros países sea distinto. En lo que sí sigo notando presión social es en lo de tener pareja.
    2. TOP a lo de nunca digas nunca
    3. TOP, una lástima lo de la poca profundidad.
    4. Eh... sí, es un poco confuso que se alternen las vidas. Hay que estar muy atento. Al principio de cada capítulo te dice qué vida es, pero otra cosa es que tú recuerdes qué pasaba en esa vida en concreto.
    5. Me gusta lo que comentas de que los lazos de sangre no deben atarte. Yo con mi familia cercana no me llevo tan bien como me gustaría y eso a veces me ha sentir mal; el problema es que no encajamos.
    6. Ya... es un poco raro lo de aceptar a los niños en todas las vidas...
    7. Yo creo que podría gustarte, pero tampoco me parece necesario que sea una prioridad, solo si la encuentras por ahí, no la descartes ;)

    Un saludo maternal,
    Laura.

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  2. Hola Laura, interesante. Tú reseña muy buena. Tomo nota. Abrazos

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney