domingo, 5 de octubre de 2025

Viñeta del lector 127#


Ya está todo escrito, de eso no cabe ninguna duda; la diferencia radica en la forma de contarlo, en qué se enfatiza, dónde se pone la mirada. Y es que, lo quiera un autor o no, siempre deja algo de sí mismo en sus textos (por otra parte, ¿para qué escribir, si uno no tiene algo que decir?). "Una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino", dice Stendhal en Rojo y negro (aunque la frase no es suya, sino de Cesar Vichard, abad de Saint-Real (1639-1692)). Con eso se refiere a que las obras realistas nos muestran la realidad tal y como es. Sin embargo, tengo por seguro que eso es mentira.

Como bien dice Mario Vargas Llosa en esta cita, las novelas nos muestran el mundo desde la óptica del autor. Puede que su intención sea criticar algo, contarnos lo que sabe de algo o mostrarnos la nostalgia que siente hacia algo. Esas son solo tres de entre un millón de posibilidades, y en cada una de ellas saldría una novela distinta.

Algunas obras son más inconscientes de su mensaje, pero sigue estando ahí, en los detalles. Son esos detalles los que nos muestran qué considera el autor que es lo normal (por ejemplo, si todos los personajes felices son parejas casadas con hijos), qué ve como una actitud positiva y qué una actitud negativa (por ejemplo, si muestra positivamente que el héroe mate a diestro y siniestro para proteger a otros o si muestra negativamente que el villano no tenga lazos con nadie), su ideología (si, por ejemplo, nos muestra que los amigos tienen que aguantarlo todo), cuál le parece que es el ideal a aspirar (por ejemplo, si todas sus protagonistas encuentran pareja) y qué prejuicios tiene (si, por ejemplo, todos sus personajes LGTBI tienen mucha pluma).

Es por eso que no me parece positivo aferrarse a un autor (o unos cuantos) y no leer nada más; tu visión de mundo quedará reducida a la perspectiva del mundo que tienen ese puñado de autores. Me preocupa el caso de Sanderson, por ejemplo, puesto que publica un tocho libro al año, así que muchos de sus fans solo le leen a él. Que está muy bien que haya logrado que gente que no leía coja un libro y el mensaje de sus obras es mayormente positivo... sin embargo, hay que salir de la burbuja y leer otras voces.

Y eso es todo por hoy. ¿Se os ocurren más ejemplos de cómo el autor deja parte de sí en su obra? ¿Preferís aquellas obras en las que el autor es consciente del mensaje que quiere transmitir u os resulta indiferente? ¿Sabéis de algún otro caso de un autor que acapare lectores?