Opinión:
Ya vuelvo a estar por aquí con una nueva reseña de Vinland Saga. La primera, podéis leerla aquí. Hice una pausa entre el arco anterior y este; como son muchos tomos (29), prefiero ir a mi ritmo y leer la saga a lo largo de todo el año.
Es inevitable que, en este punto de la historia, mencione detalles relevantes de los tomos anteriores, por lo que si no has leído esta saga y te interesa, mejor déjalo aquí. Si vas por la misma parte que yo o tienes una capacidad innata para olvidar los spoilers, puedes seguir leyendo. Lo que sí prometo es hacer los mínimos spoilers posibles de estos tomos; ya hablaré de los detalles en una sección al final.Mientras que en los tomos anteriores seguíamos únicamente los pasos de Askeladd y su grupo, aquí la trama, situada un par de años después, se divide: por una parte, veremos cómo le va la vida a Thorfinn, que trabaja como esclavo en la hacienda de Ketil y, por otra, cómo la ambición de poder consume poco a poco a Canuto. Ambas tramas son bastante potentes; sin embargo, la distribución no ha terminado de convencerme: la transición de una trama a otra podría ser más orgánica, a veces se abandona una trama en favor de otra durante un tomo entero y, en ocasiones, cuando la cronología no es la misma para ambas tramas, te pierdes un poco.
Más allá de este desconcierto, me han gustado ambas historias. Es cierto que la de Canuto tiene más fuerza al principio porque la de Thorfinn empieza de forma muy introductoria, por lo que la evolución de este último tiene más recorrido. Y no es para menos: Thorfinn empieza siendo una ameba que se deja llevar por las circunstancias, por lo que su trama consiste en encontrar una motivación para seguir adelante.
Lo más interesante del personaje es que la obra se propone hablar sobre la redención y lo hace con un personaje tan irredimible como es Thorfinn, un asesino despiadado. ¿Es el arrepentimiento suficiente pago por sus crímenes? ¿Realmente merece vivir o incluso ser feliz? ¿Cómo puede reparar el daño que ha hecho? Aquí es donde vemos el paralelismo con los peores criminales que hay en nuestras prisiones. Pasen los siglos que pasen, la pregunta sigue ahí: ¿de verdad tienen redención?
En cuanto al resto de personajes masculinos de la hacienda, todos nos permiten ver distintas facetas de lo que supone ser un hombre en aquella época. Por una parte, tenemos a Ketil, el terrateniente, un personaje bastante ambivalente: se nos muestra desde el principio como alguien positivo, que se preocupa por los suyos y que incluso ofrece la oportunidad a Einar y Thorfinn de ganar su libertad; sin embargo, que no sea un tirano violento no le libra de ser un esclavista que se aprovecha de nuestros protagonistas para conseguir más campos de cultivo y, con ello, más riqueza. Puede que abandonara la guerra, pero no es ni por asomo como el padre de Thorfinn; mientras que este último actúa siempre por razones honestas, Ketil solo piensa en su propio beneficio.
Esta ambivalencia se ve también en Olmar, su hijo más joven, un pusilánime que fracasa estrepitosamente al intentar ser un guerrero, el oficio con mayor prestigio social. Olmar no quiere seguir los pasos de su padre y ser un terrateniente, sino imitar a su hermano Thorgil, el estereotipo de guerrero fuerte y valiente de reconocido renombre. Ambos hermanos son muy secundarios, pero el autor sabe cómo tratar a sus personajes y no se queda en esa caracterización: la gente es compleja, así que, sin dejar de ser quienes son, vemos cómo se profundiza en su forma de ser.
Arneis, primer personaje femenino relevante de la saga, ha sido víctima de las tormentas de los hombres, de su violencia. Es esclava de la hacienda de Ketil, en concreto una esclava sexual, y nos muestra cómo afectaban a las mujeres las acciones belicosas de los hombres. Me ha gustado mucho que se dedique un tomo entero a profundizar en el personaje; lástima que toda su trama y trasfondo estén ligados a los hombres y que no hay ninguna muestra de sororidad femenina. Es un personaje femenino bien construido, un avance respecto a tomos anteriores, aunque sigue siendo una lástima que no haya más mujeres que tengan un papel relevante.
La trama de la hacienda tiene un tono costumbrista e introspectivo, muy introductorio en los primeros tomos. Afortunadamente, a medida que se termina de presentar a los personajes, la historia coge ritmo. A la trama de Canuto se le dedica menos tiempo, y eso que abarca muchos más sucesos: toda una serie de tejemanejes políticos que le permiten ir consiguiendo poder. Me hubiera gustado que Canuto tuviera más espacio para desarrollarse, en parte porque hay momentos en que su trama política se cuenta de forma resumida, sin que veamos realmente cómo reacciona el personaje. Canuto me ha ido conquistando poco a poco: su nuevo diseño mola una barbaridad y es muy interesante ver cómo su filosofía de vida choca con la de Thorfinn. Además, es un estratega muy hábil, como bien demuestra con su plan para adquirir tierras de cultivo. La única pega que tengo es cómo el autor representa visualmente la influencia de su padre en él, así como sus dudas; lo que debería ser algo serio, roza la comedia.
Las dudas de Canuto son las propias de alguien en su posición: ¿hasta qué punto se está dejando llevar por su ambición? ¿Realmente sus actos están justificados? ¿Todo es lícito si se hace por un bien mayor? Su propósito, conseguir un mundo pacífico, es el mismo que el de Thorfinn, aunque su enfoque sea diametralmente opuesto. Ambos personajes reflexionan sobre qué significa el pacifismo y cómo es posible alcanzarlo.
En cuanto al dibujo, poco puedo añadir a lo que dije en la reseña anterior: es espectacular. Sigue habiendo muchas viñetas grandes que saben generar impacto y que ponen mayor énfasis en el detallismo del dibujo. Un detallismo que sabe situar cada acción a través de los fondos, que refleja la diversidad de cuerpos a través del cuidado diseño de personajes, que transmite la sutileza de las emociones humanas a través de las expresiones faciales. Además, se nota que el autor se ha documentado muchísimo para dibujar lo más fielmente posible las armas, herramientas y ropas. Eso sí, el dibujo es un poco más recargado que en los tomos anteriores y eso hace que sea un poco más difícil de seguir.
Por último, me gustaría comentar que me siguen gustando mucho los materiales extra que comparte el autor al final. En su mayoría, muestran lo mucho que se ha documentado; sin embargo, mi favorito ha sido la fe de erratas; qué cosa más divertida. Además, había olvidado mencionar hasta ahora que hay comentarios del autor muy breves al final de cada tomo, en las solapas. Estos textos me parecen geniales: en ellos reflexiona sobre los mensajes de su historia y relaciona su vida con aquello de lo que habla en ese tomo en concreto.
SPOILERS (subrayar para leer)
Como habréis notado, os he hablado muy poco de Thorfinn; la gracia de estos tomos está en ver cómo cambia. Su evolución me ha gustado mucho. Me daba algo de miedo lo que pasaría con el personaje, porque en el primer tomo lo vemos tan pasivo como siempre. Eso sí, hay una diferencia importante: como ya no tiene un objetivo en la vida, no le importa morir. Y no solo eso: le acechan las pesadillas a causa de todos los crímenes que ha cometido. Ver que algo le afecta emocionalmente es un gran avance: hasta ahora solo teníamos a un Thorfinn completamente vacío de sentimientos, una hoja en blanco.
Por ahora, me gusta mucho la resolución a la que llega Thorfinn: "Tengo que cultivar con mis propias manos más trigo del que he aplastado bajo mis pies. Debo construir con mis propias manos más casas de las que he llegado a incendiar. Toda la muerte y destrucción que he esparcido hasta ahora, tengo que compensarlas con tanta vida y creación como pueda". Me parece brillante que, a diferencia de muchas obras, Vinland Saga sepa que no es suficiente con dejar de lado la violencia para compensar tus crímenes.
Ya solo el simple hecho de abandonar la espada me parece interesantísimo porque da pie a muchos conflictos morales: en un mundo tan violento, ¿es posible ser completamente pacífico y no usar la violencia ni en defensa propia ni para salvar a aquellos que quieres? La escena de los cien puñetazos que recibe Thorfinn, en la que se gana el respeto de todo el mundo, demuestra bastante bien esta postura.
Canuto representa la otra cara de la misma moneda: para él, el pacifismo solo puede conseguirse a sangre y fuego. Me ha gustado la conversación que tienen él y Thorfinn al final, donde cada uno muestra su perspectiva al otro, aunque me ha costado entenderla y creo que, en parte, se debe a la traducción. Me ha dado la sensación de la discusión la gana Thorfinn (ya que, a partir de aquí, Canuto cambia su enfoque), pero, para mí, no ha ofrecido suficientes argumentos como para convencer a Canuto. Espero que veamos más de las consecuencias de esta conversación para ver si la he entendido bien.
Por último, me gustaría comentar cuatro cosas de los personajes secundarios. El personaje de Ketil me ha encantado: estaba tan convencida de que era bueno, que su brutalidad me ha dejado pasmada. Ojo, que pese a todo, es perfectamente coherente con el personaje, no solo por cómo le afecta la amenaza de perder sus tierras, sino también porque esa oscuridad ya se intuía: nada bueno puede venir de un esclavista. Por eso es lógico que la gota que colma el vaso venga de la traición de Arneis, que había sido sido su puntal emocional desde el principio.
Eso sí, no esperaba en absoluto ese final para Arneis. De todos los personajes de la hacienda, era el único cuya supervivencia no me tenía en vilo. Y es que pocas obras se atreven a matar a mujeres embarazadas. La decisión no nace de una intención morbosa: sirve para reforzar la violencia de la época. Además, es cierto que el personaje de Arneis, después de todo el tomo dedicado a ella y a la dura y preciosísima historia con su marido, tenía poco que aportar.
FIN SPOILERS
En conclusión, Vinland Saga se mantiene como un manga brillante. Estos tomos no han sido tan espectaculares como los anteriores; sin embargo, muestran mucho más desarrollo de personajes y reflexión en los temas centrales de la obra: el pacifismo, la esclavitud y la violencia. Los dos primeros tomos de esta tanda son algo más introductorios e introspectivos, pero a partir de ahí, la historia vuelve a coger ritmo. Por otra parte, se presentan nuevos personajes que están bien desarrollados y que aportan mucho tanto al tema central de la obra como a Thorfinn. Este, que al fin es protagonista, va evolucionando de forma lógica y natural y nos plantea cuestiones realmente interesantes, como la posibilidad de redención de alguien con las manos manchadas de sangre. No hay que olvidar que estamos ante una obra muy violenta y cruel con escenas muy gráficas, pero todo ello es necesario para el mensaje de la obra y para que el mundo sea realista. Esto último se consigue, además, gracias a la gran documentación del autor sobre la época, que se refleja en el detallismo del dibujo. No solo la ropa y los fondos están muy trabajados, sino también el diseño de personajes, muy diverso y con gran expresividad. Tengo muchas ganas de continuar. Lo que más curiosidad me produce es que, pese a que la ruta a seguir parece clara, no sé cómo puede alargarse tantos tomos.
- Reflexiones muy interesantes: ¿Qué posibilidad de redención tiene un asesino? ¿Qué puede hacer para compensar el daño que ha hecho? ¿Qué se puede hacer para conseguir un mundo pacífico?
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3'5/5! (Tomos IX-X)
PUNTUACIÓN...4/5! (Tomos XI-XIV)
|
|

















No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney