martes, 19 de diciembre de 2023

Will Grayson, Will Grayson, de John Green y David Levithan

Páginas: 352
Editorial: Fanbooks
Año: 2015
Traductor: Anna Puente Llucià / Carles Andreu
ISBN: 9788415745761
Año original: 2010

Sinopsis:
Will Grayson:
I si el teu millor amic, la persona que fa més temps que coneixes i que a sobre és el teu únic amic, decidís escriure un musical sobre la teva vida i et convertís en la riota de l’institut? I et fes quedar com una broma?I si la noia que et pensaves que no t’agradava es comença a interessar per tu?I qui és aquell altre noi que es diu Will Grayson?
L’altre Will Grayson:
I si estiguessis tècnicament deprimit?I si estiguessis enamorat d’algú que no has vist mai?I què passa amb el noi que volta per aquí i que es diu com tu?

Opinión:

No es nada fácil escribir buena literatura juvenil. Es cierto que la trama es menos compleja y que los temas se tratan superficialmente, pero eso se debe a que no intentan ofrecer un reto intelectual ni plantear una reflexión profunda sobre el individuo. Un buen libro juvenil crea lectores y lo hace mediante el mecanismo más potente que tiene la lectura: la identificación. 

En la infancia solo existe el yo; la adolescencia empieza cuando te percatas que existe un otros y te cuestionas tu relación con ellos. La mayoría de los adolescentes (el público objetivo de esta novela) se sienten únicos e incomprendidos, por lo que encontrar en un libro a un personaje con el que pueden sentirse identificados supone toda una revelación.

Para un autor adulto, retratar a un adolescente entraña cierta dificultad, pero convertirlo no solo en protagonista de la novela, sino situarlo en un entorno ordinario lo es incluso más, porque el lector será capaz de juzgar si aquello que refleja la novela se corresponde o no con su realidad conocida; en una novela de fantasía, en cambio, el juicio es más laxo, porque al ser un mundo con unas reglas distintas, su toma de decisiones es dudosa.

John Green es un autor de alma adolescente, pero que cuenta con la experiencia de la madurez. Hace diez años que leí tanto Buscando a Alaska como Bajo la misma estrella y ambas novelas me gustaron porque las dudas de los personajes eran las mías. David Levithan, por su parte, es un autor que reflexiona sobre las relaciones no normativas y a quien le gusta experimentar. Leí hace cinco años A de amor, que no me gustó (pero creo que fue por culpa de la traducción) y Cada día, que falló por su final.

En esta novela se entrelazan dos tramas protagonizadas por dos chicos llamados Will Grayson que un día se conocen. Confieso que yo había imaginado un romance entre los dos, pero nada más lejos de la realidad. Aunque son dos adolescentes con una personalidad similar (ambos son retraídos, poco sociables, inseguros, tímidos y con problemas de identidad) sus tramas son distintas y, en realidad, sus vidas transcurren en paralelo, por lo que los puntos de contacto son pocos. 

¿+18?

El primer Will Grayson que te presentan ha sido mi favorito. Mediante una magnífica metáfora con el gato de schrödinger, el personaje se caracteriza por su miedo a tomar decisiones y a aferrarse a nadie. Si nunca abre su corazón, si nunca da su opinión, si nunca confiesa sus sentimientos, ni le rechazarán ni sufrirá por ello. A lo largo de la novela irá evolucionando y se dará cuenta de la importancia de abrir la caja para descubrir si el gato está vivo o muerto.

Su trama es la que más me ha gustado, porque ahonda muy bien en el personaje y sus inseguridades. Internamente se siente frustrado con el mundo, pero al principio no hace nada por cambiar su situación, al contrario, se deja llevar por las decisiones que toman los demás por él. Jane supondrá un punto de inflexión en su vida, pero no será lo único que le haga ver su realidad de forma distinta, sino que el personaje evoluciona por su cuenta.

Los roces en su amistad con Tiny también me han parecido muy realistas. En este tipo de novelas, los personajes o tienen un amigo que siempre les apoya o se percatan de que esa persona que creían que era su amigo en realidad no lo es. La realidad es muy distinta. Los amigos no son perfectos y los desacuerdos son frecuentes, especialmente si no se hablan las cosas. Las amistades no son para siempre, sino que son cambiantes y según el momento de tu vida, la relación puede ser más o menos estrecha. Además, me gusta que Jane no sustituya a Tiny, porque dejar a tus amigos por tu pareja sería un mal mensaje.

Pese a que los protagonistas son los dos Will Grayson, me gustaría destacar la importancia de Tiny, el punto de unión entre ambos. Tiny es un chico muy extrovertido, melodramático, parlanchín y egocéntrico. Le gusta el teatro, dar la nota y cantar, pero además es jugar de futbol americano. Es un chico muy enamoradizo que ha tenido muchas parejas, pero no se siente preparado para tener una relación estable. Es gay, pero lo acepta abiertamente y es algo normalizado por los demás. Además, es muy gordo, pero él se siente cómodo con su cuerpo. Como podéis ver, es un personaje de lo más peculiar que, pese a tener muchas características asociadas al estereotipo gay, se escapa de los dramas que se le suelen asociar. Además, como aparecen otros personajes homosexuales que no se rigen por el esterotipo, me parece una buena representación.

Pasando a hablar ahora del segundo Will Grayson, un chico muy encerrado en sí mismo que está diagnosticado por depresión. Su trama me ha parecido más superficial que la otra porque, por ejemplo, la depresión, aunque se percibe en su forma de ser y pensar, se menciona en muy contadas ocasiones, y eso que, al parecer, intentó suicidarse en el pasado y ahora está medicado. Entiendo que una enfermedad no te define, pero si es tan relevante para el personaje, se le debería dar más importancia.

Debido a su enfermedad, tiene muchos problemas de autoestima, pero también tiene muchas dudas respecto a su identidad. No tiene amigos, más allá de Maura, a la que apenas soporta, y de un chico al que ha conocido en redes y con el que está obsesionado. Su trama está centrada casi en exclusiva en las relaciones románticas: los peligros de las relaciones en la red, las relaciones tóxicas o la importancia de querer a alguien no solo porque te necesite. El personaje madura y poco a poco coge confianza, pero, su enfermedad es la que es, y ni siquiera el amor puede curarte de algo así. Si hay algo que me ha gustado de su trama es el final agridulce, pero maduro. Además, tiene un momento de reflexión sobre el perdón que está muy bien.

Quizás para representar que no le importa el mundo y sus reglas, así como la inferioridad que siente, sus capítulos tienen algo peculiar: están escritos en minúsculas. Y no solo eso, sino que los diálogos también presentan una forma peculiar, pues se introduce el personaje que va a hablar al inicio de cada línea de diálogo, como en las obras teatrales. Que el texto tuviera esta forma tan peculiar no ha sido ningún problema para leerlo, es más, servía para distinguir a los personajes.

Pequeño inciso para mencionar a los padres. En este tipo de novelas suelen ser personajes ausentes que se despreocupan por sus hijos. Los del primer Will trabajan en el hospital y están poco por casa, mientras que en el caso del otro Will, siente un gran rechazo por su madre (al igual que por todo el mundo) y la mantiene alejada de su vida. Pese a eso, ambos protagonistas tienen pequeñas escenas con sus padres en los que estos les brindan su apoyo. Es cierto que los adolescentes huyen de sus padres y no comparten sus sentimientos con ellos, por lo que es lógico que no aparezcan demasiado, pero está bien que la novela te muestre que, si los necesitas, estarán ahí para ti.

Por norma general no suelo diferenciar la pluma de los autores en los libros escritos a cuatro manos, pero aquí me atrevería a adivinar quién ha escrito cada parte, porque conozco a los autores: John Green al primer Will Grayson (mucha más profundidad de personajes, mayor comprensión de los adolescentes, preocupación por varios temas relacionados con la juventud y hay metáforas recurrentes que se usan para reflexionar), mientras que David Levithan al segundo (experimentación formal, personajes LGTBI, preocupación por las relaciones románticas). Lo he investigado y confirmo que tenía razón.

Durante toda la novela me veía venir el final con la obra de teatro, pero no esperaba que fuera el espectáculo que resulta ser.  Me ha gustado mucho por lo que significa para los personajes y te arranca una sonrisa, pese a lo idealista que resulta. Es un final muy utópico, de esas cosas que solo pasan en las películas, pero de vez en cuando tenemos que permitirnos soñar.

Antes de terminar me gustaría hacer inciso en la traducción. He leído el libro en catalán y no podría estar más satisfecha con esta elección. Sin que resulte chocante que los personajes vivan en América (tampoco es que haya muchas referencias geográficas o culturales), el lenguaje se adapta muy bien a la cultura catalana, en especial por el uso de vocabulario del registro vulgar y por expresiones propias y genuinas. El lenguaje está bien localizado y hace que sientas a los personajes y su historia mucho más cercanos. 

En general no tenía ninguna esperanza puesta en este libro, es más, estaba convencida de que iba a abandonarlo porque iba a parecerme demasiado juvenil y genérico, pero cuál fue mi sorpresa cuando no solo seguí leyendo, sino que lo hice con bastante ilusión. No es un libro para mí porque está dirigido a los más jóvenes, tanto por la superficialidad de los temas que trata (su objetivo es familiarizar al lector con ellos) como por el hecho de que la trama gira en torno a dramas adolescentes con los que, en su momento, me hubiera sentido muy identificada. Se nota que los autores comprenden a los jóvenes (sus miedos, inseguridades y deseos) cosa que les permite ser realistas y crear empatía con los lectores. A todo esto hay que sumarle que la obra ofrece buenos mensajes (no temas expresar tus sentimientos ni aferrarte a otras personas, tienes que tomar tus propias decisiones, el perdón es necesario, todos tenemos valor por nosotros mismos, etc.) y trata bien el tema LGTBI, normalizándolo y sin caer en estereotipos.  

Me gustaría leer algo más de ambos autores, como Ciudades de papel o el spin-off de esta novela, El sueño de Tiny Cooper, pero al mismo tiempo, aunque disfruto leyéndolos, me dan pereza porque sé que no me aportaran nada nuevo y que mi lista de pendientes es demasiado larga. No descarto ninguno de los dos libros para más adelante, en un momento en el que busque algo entretenido que me arranque una sonrisa.

Cosas que he aprendido:

  • Cómo normalizar personajes gordos y del colectivo LGTBI.
  • Hay que abrirse a la gente
  • Aunque no estés mirando, el gato ya está vivo o muerto. Solo si lo compruebas podrás avanzar.
  • No tienes que estar con alguien solo porque te sientes necesitado.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...4/5!

Primeras Líneas...

2 comentarios:

  1. Hola, Laura! Este libro me trae recuerdos muy bonitos de aquella época, sin embargo, mi favorito sigue siendo Buscando a Alaska jajaja.
    Gracias por compartir! Un saludo :)

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney