Minireseñas: A los pies del palacio, de Carmen Romero Lorenzo; ¡En casa me lo sabía!, de Nando López

Título: A los pies del palacio
Autoconclusivo
Autora: Carmen Romero Lorenzo
Editorial: Triskel Ediciones
Páginas: 113
Formato: Tapa blanda

Sinopsis:
Amaltea no es el ejemplo de dulce huérfana que se suele encontrar en los cuentos de hadas. No sueña con escapar de su vida ni pretende casarse con un príncipe. Por si fuera poco, prefiere confiar en sus propios hechizos antes que en los de un hada madrina. De hecho, si alguien conociera sus secretos probablemente la calificaría como la mala de la historia: sin escrúpulos, egoísta y manipuladora. Mas no todo es blanco o negro cuando, una Amaltea ya adulta, se dispone a escribir los motivos que acompañan a sus decisiones.

Opinión:

Siento cierta debilidad por los retellings. Aunque me gustan las historias originales (y los retellings no podrían ser nada menos original), me gusta ver cómo me sorprenden dando una vuelta de tuerca a la historia que ya conocemos. Cenicienta es uno de los cuentos más productivos (junto al de Caperucita) y ya llevo leídos unos cuantos: Cinder, Hermanastra o El mundo encantado de Ela. ¿Por qué esa fijación con este cuento? Quizás por la cantidad de personajes femeninos que hay y también por lo sencillo que resulta hacer una crítica al machismo imperante.

En esta breve historia podréis encontrar mucha sororidad entre mujeres, algo que debería mostrarse más en literatura. Aquí ni las hermanastras ni la madrastra son villanas, sino que el único enemigo es el patriarcado. Me ha gustado mucho cómo subvierte la historia y cómo Amaltea, la protagonista, establece lazos tan fuertes con su familia adoptiva. Incluso el punto LGTBI está muy bien llevado por la química que hay, pero es una relación tóxica debido a la dependencia y los problemas de comunicación.

La crítica al machismo, cómo las mujeres no tenían voz ni voto en esta sociedad y la magia como elemento liberador de la mujer, están muy bien llevados. La única queja al respecto es que no tenemos ninguna representación positiva de los hombres, sino que todos (a excepción de uno que aparece muy de fondo) se nos muestran como canallas que solo buscan el beneficio propio y que no tienen en ningún momento en consideración a las mujeres, a las que tratan como si fueran floreros.

Otro punto a favor de la historia es que se enlaza de forma muy orgánica con otro cuento clásico, el de Blancanieves. Me gusta cómo se construye a la madrastra de Blancanieves con un enfoque distinto a lo que acostumbrar a mostrar los retellings. 

El mayor problema es que el final es muy acelerado. Pasan años en un par de párrafos, se pierde la evolución de Amaltea, nos resumen cosas y, sobre todo, el destino de algunos personajes importantes es incierto y no hay ninguna escena en la que nos despidamos de ellos.

En general se nota que a la obra le falta mucha madurez, tanto por la escasa profundidad de personajes, como por lo directo que se trata el tema como por la brevedad. Además, el espacio y el tono no están bien captados. Tardé mucho en darme cuenta de que estábamos en la edad media, en un mundo fantástico en el que los dragones existen. 

A eso hay que sumarle la pobre escritura y la cantidad de problemas relacionados con la puntuación que tiene la prosa. Si no hubiera sido porque decidí ignorarlos, no hubiera podido terminar el libro porque los hay a puñados. El texto está carente de conectores y se usan arbitrariamente la coma, los dos puntos y el punto y coma, pese a que tienen funciones muy distintas. 

En conclusión, A los pies del palacio es un retelling feminista de La Cenicienta. Hay mucha sororidad entre las mujeres, un componente LGTBI y una crítica a la dominación de los hombres. Es entretenido y se lee con facilidad tanto por el lenguaje sencillo como porque es breve. Por desgracia, se nota que es una obra primeriza: tiene problemas de redacción con el uso de puntuación y conectores, pero también a nivel narrativo, puesto que el final es muy acelerado. Si lo que buscas es una historia entretenida sin más y lo encuentras de segunda mano, es una buena opción.

Cosas que he aprendido:

• Recordarme la importancia de la puntuación.
• Una buena forma de enlazar La Cenicienta con Blancanieves.

PUNTUACIÓN...3/5!

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Publicación: 26 nov 2019
Rústica con solapas
Formato: 15 x 23 cm
Editorial: Ediciones Martínez Roca
ISBN: 978-84-270-4654-2
Páginas: 264
Ilustraciones en b/n
Título: ¡En casa me lo sabía!
Autor: Nando López

Sinopsis:
El libro recoge las situaciones cotidianas, pero no por ello menos absurdas y grotescas, que se producen en los institutos y en los hogares en época de exámenes: profes soltando exabruptos inconcebibles por la cantidad de exámenes que tienen que corregir, alumnos que recurren a cualquier artimaña en un último intento de conseguir el aprobado, o padres que se ven obligados a tomar la lección a sus hijos en inglés, por eso del bilingüismo, y se encuentran espeluznados ante Philipp the Handsome y Joanna the Crazy…

Opinión:

Conozco a Nando López de Twitter porque cuando ejercía como profesora me dieron a conocer su cuenta y me gustó la pasión con la que hablaba de la docencia. Además, de tanto en tanto, compartía hilos interesantes sobre técnicas y estrategias docentes innovadoras (y de eficiencia probada, no como los cuentos de hadas que se contaban en el máster de profesorado).

Me apetecía leer algo divertido (no lo niegues, es porque el libro es rojo. Bu.) y ligero, por lo que le di una oportunidad a este libro. Más o menos ha cumplido con mis expectativas, aunque esperaba reírme más. Eso quizás se deba a que el libro me ha parecido muy desarticulado. Sin duda, está bien estructurado, con secciones muy marcadas, pero está poco cohesionado.

Además, pensaba que iba a hablar de la docencia como concepto general, pero al parecer eso sucede en su libro anterior, mientras que en este se centra en el tema de los exámenes. Sí, yo pienso lo mismo: es un tema que no da para tanto. El autor consigue exprimirle todo el jugo y lo aborda desde perspectivas muy distintas, pero aun así, se nota que tampoco se puede decir tanto, por lo que sentí que daba vueltas sobre lo mismo y eso hacía que se perdiera gran parte del humor.

Lo que más me ha gustado son las reflexiones sobre la docencia y el sistema educativo (por supuesto), aunque hay pocas, y el apartado dedicado a compartir respuestas de examen reales, pero estrambóticas, que le facilitaron otros profesores. Con esto último me he reído mucho, porque pese a lo inverosímiles que resultan, doy fe de que hay alumnos que responden cosas así (lo he visto tanto en mi adolescencia y en mi breve época como docente). 

«No sé si los exámenes deberían desaparecer del sistema educativo, sé que la vida nos pone ante ellos continuamente, así que quizá no está de más trabajar la seguridad, la confianza y la capacidad de resolución de conflictos, aunque sea durante cincuenta minutos y frente a un folio en blanco»

La edición del libro merece una mención especial. Como comentaba antes, está dividido en apartados, no en capítulos y muchas partes presentan una forma atípica, pues está lleno de listas, viñetas, dibujos y bocadillos. Mi libro es en formato bolsillo cutre, pero creo que si se hubiera hecho con una edición cuidada, papel de calidad e ilustraciones en color, podría haber quedado un libro visualmente muy atractivo.

Por último, me gustaría mencionar un detalle que me ha llamado la atención sobre la biografía del autor: ha abandonado la docencia. Al principio pensé que eso se debía a su éxito como escritor y al hecho de que se había convertido en una figura pública en redes, pero aquí y allá deja entrever en el texto que, aunque ser profesor le aportó muchas cosas buenas, es un oficio que te consume hasta amargarte si no te apartas a tiempo. Es decir, le gustó y lo echa de menos, pero no tanto como para volver. Y eso hace que me pregunte, si alguien con una pasión como la suya por su oficio, lo deja, qué esperanza nos queda al resto? La carga de trabajo y emocional como profesor, es brutal. Sí, el sueldo es alto y tenemos más vacaciones, pero a la larga no te compensa.

En conclusión, un manual entretenido, con el que seguro que empatizarás tanto si eres adolescente como si eres adulto. Habla del instituto y de la docencia con humor y realismo en una obra bien estructurada y cuyo texto adopta formatos muy distintos. Cumple el objetivo de llenar tu tiempo con palabras que ofrecen consuelo y comprensión; no eres el único que está en esta situación, todos hemos pasado por lo mismo y no nos queda otra que afrontar con una sonrisa el examen más difícil de todos: la vida.

Cosas que he aprendido:

• Las condiciones docentes actuales no te permiten ser un buen profesor sin quemarte.
• Un lugar en el que encontrar algunas risas.

PUNTUACIÓN...3/5!