martes, 16 de mayo de 2023

Saga Mundodisco, Libro VII: Pirómides, de Terry Pratchett

 Nº de páginas: 432
Editorial: Debolsillo
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788497593175
Traductor: Albert Solé
Título: Pirómides
Autor: Terry Pratchett 
Año de publicación: 1989

Sinopsis:
Un nuevo miembro de la hermandad de asesinos hereda el reino de Djelibeyi, conocido por sus monumentales pirámides y el glorioso hecho de que dentro de sus fronteras nada ha cambiado en 1.500 años. Sin embargo, el nuevo monarca no está dispuesto a que las cosas sigan igual...

Opinión:

Ya vuelvo a estar aquí con una nueva reseña de Pratchett. G empezó la lectura con muy pocas ganas, porque no recordaba que el libro fuera muy bueno, y yo tuve que animarle a que empezáramos de una vez la LC. Llegando ya al final de la lectura, los papeles se invirtieron, y fue G quien tuvo que animarme a seguir leyendo, resaltando el valor temático del libro. 

La lectura de la saga de Mundodisco está siendo toda una montaña rusa. Hay novelas que están muy bien, otras son regulares y otras que no son para tanto. Por desgracia, esta entra en la última categoría. No es que sea un mal libro, pero sí que es muy flojo en muchos aspectos. También está el hecho de que tiene muchos elementos que me recuerdan a otras novelas del autor, y necesito algo de frescura. 

Esta novela está ambientada en el mundo del antiguo Egipto y protagonizada por Teppic, hijo del faraón, que está estudiando para formar parte del Gremio de Asesinos en Ankh-Morpork. El inicio me resultó confuso, pues empieza con el punto de vista de varios personajes y no sabes muy bien quién es quién ni qué está pasando. Además, mientras Teppic está haciendo el examen final, nos va narrando cómo llegó allí, algo que suena mucho mejor dicho que leído, pues como las escenas son muy cortas, te desorientas.

Todo hay que decirlo, parte de culpa de mi confusión es de la edición. No solo hay varios errores ortográficos, cosa que me molesta personalmente, pero que no entorpece la lectura, sino que además hay algunos cambios de escena que no están indicados (este autor no usa capítulos, sino espacios en blanco), por lo que me perdía. Mi edición es antigua y me parece que lo han arreglado en posteriores ediciones, pero aun así, es algo que me cabreó mucho a lo largo de las primeras cien páginas. Por suerte, después deja de haber tantos errores de este estilo, pero me parece algo grave.

Además de la cuestión de la edición, mi mayor problema ha sido que la novela no me ha generado interés. No tenía curiosidad por saber cómo se solucionaría el conflicto y los personajes me parecían planos y poco desarrollados. Incluso lo relativo al apartado del humor me ha parecido bastante flojo. Por supuesto, es Pratchett, así que tiene algunas salidas muy buenas, así como maravillosos juegos de palabras, como siempre, pero también es verdad que la mayoría me han sacado una sonrisa y poco más. Es cierto que en este caso muchos chistes resultaban intraducibles, pero también es verdad que no parecía que se hubieran esmerado mucho.

Me ha parecido que en esta novela el autor iba muy disperso pues, aunque tenemos un hilo narrativo central, hay demasiados personajes haciendo cosas distintas y que no tienen un verdadero papel en la trama, sino que solo están para representar alguna escena graciosa. Así, podemos hablar que tenemos la trama de Teppic, la de Dios, el camello, los arquitectos, el fantasma y los embalsamadores y la de los soldados de las ciudades vecinas. Por supuesto, la de Teppic es a la que se le dedica más espacio, pero aun así, he sentido todas estas tramas bastante desconectadas.

Otro problema que he tenido con la trama es que se centra más en hablar que en actuar. No es un libro con demasiada acción, pero sí con mucha verborrea. Como ya pasaba en otros libros del autor, aquí el tema principal es la crítica a la monarquía, una burla a la fe ciega en la religión, así como la lucha entre tradición y progreso. Son temas interesantes, pero ya los he visto en otras obras del autor y se me hace repetitivo. 

Lo realmente importante era el ritual, no los dioses. Los dioses estaban allí para cumplir la misma función que un megáfono. ¿A quién iba a escuchar el pueblo si no a los dioses?

En cuanto a los personajes, ya esperaba que los secundarios importaran un comino, como suele ocurrir en esta saga, pero es que ni siquiera el protagonista me ha interesado. Teppic es un joven acostumbrado a la vida palaciega que de repente descubre la modernidad tecnológica e ideológica de Ankh-Morpork. De este contraste no se habla porque te lo cuentan en un flashback. También sería interesante que su formación como asesino tuviera alguna relevancia, pero más allá de alguna escena graciosa, no aporta nada. A eso hay que sumarle que no me ha parecido un personaje que evolucione: ama su tierra, y precisamente por eso, desea que se modernice. Lo más raro es la decisión que toma al final, pues me pareció una decisión resultado de una evolución que no hemos visto. Fue algo que no me encajó en absoluto con el personaje.

Otro de los protagonistas podríamos decir que es Dios, el sacerdote principal y segundo (o primero) al mando. Es algo más interesante (su final es muy trágico), pero es un antagonista que ya he visto muchas otras veces en la obra de Pratchett: una persona conservadora que no es malvada como tal, sino que simplemente es egoísta y quiere el poder para su propio beneficio.

Quizá no pudieras confiar en los monarcas y en las divinidades, pero siempre podías confiar en el viejo Dios. La ira de los dioses podía errar el blanco, pero la de Dios tenía una puntería infalible. No había ni uno solo de ellos que prefiriese la no muy precisa ira divina a la furia del gran sacerdote. Dios les aterrorizaba de una forma muy clara y humana que jamás estaría al alcance de ninguna entidad sobrenatural.

Del resto de personajes tengo poco que decir. Ptraci es La Chica (siempre hay una en cada novela); la familia de arquitectos me gustó por lo interesante de los conceptos sobre la construcción de pirámides; los embalsamadores fueron entretenidos; el fantasma no tiene ninguna relevancia y aparece y reaparece muy de tanto en tanto; el camello es gracioso, pero se repite demasiado; lo de los filósofos es una buena crítica a la democracia, pero no tiene relevancia para la trama; lo de los soldados me parece una interesante parodia de la Guerra de Troya, pero de nuevo, no tiene relevancia para la trama.

En conclusión, un libro bastante flojo. Como ya sucede en otras obras del autor, hace una crítica a la monarquía, se burla de la fe ciega en la religión, y habla de la lucha entre tradición y progreso. El problema es que ni la trama ni los personajes resultan interesantes, en el primer caso porque hay poca acción y en el segundo porque no tienen profundidad ni desarrollo. Además, hay menos humor y he sentido que había demasiados personajes en tramas distintas y que no tenían un verdadero papel en la historia, sino que solo estaban para representar alguna escena graciosa. Vamos, que ha sido un libro de Mundodisco que ha pasado sin pena ni gloria. Tengo claro que antes de final de año ya lo habré olvidado. 

Cosas que he aprendido:

  • La multiplicación de trabajadores para construir la pirámide es una idea chula
  • La religión es un arma muy poderosa.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...2'5/5!

Primeras Líneas...

4 comentarios:

  1. Una pena que no lo hayas disfrutado como otros. Siempre pienso que es difícil hacer una saga donde todos los libros mantengan el nivel, sobre todo cuando es tan larga como ésta.
    Besotes!!!

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  2. Terrorífico 😊
    A buscar otro y olvidar el mal sabor.

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    1. Bé, tampoco fue terrorífico, pero sí, a ver si leo otro pronto.

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney