martes, 30 de marzo de 2021

El asesinato de mi tía, de Richard Hull

Título: El asesinato de mi tía
Autor: Richard Hull
Traducción: Ismael Attrache y Carmen Francí
Número de colección: 36
Encuadernación: Rústica
Formato: 12,5x20 
Páginas: 256 
ISBN: 978-84-9065-380-7

Sinopsis:
Edward Powell es un solterón sin remedio, con un alto concepto de sí mismo, encantado de su sensibilidad, proclive a sentirse humillado y dudosamente perspicaz. Vive en Gales, que aborrece, en una población de nombre impronunciable, Llwll, en el caserón familiar, con la detestable tía Mildred, usufructuaria de su herencia –Edward recibe una parca asignación– y recelosa de sus sueños de independencia. Oprimido por esa hostil convivencia con una pariente caprichosa y autoritaria, y harto de la irritación que le producen tanto las chicas del servicio como los vecinos de la zona, se propone liberarse de tantos lastres maquinando accidentes para matar a su tía, cuidándose mucho de no dejar rastro. Consigna en un diario su empeño obsesivo en urdir el asesinato perfecto, sin advertir que su dudoso comportamiento no pasa desapercibido.

Opinión:
Impresión: Bestseller de la época

No tengo ni idea de quién me recomendó este libro, solo sé que es cosa de uno de vosotros porque yo no lo hubiera leído nunca por iniciativa propia. Pensaba que era por una reseña de Las inquilinas de Netherfield, pues ellas son muy de clásicos, pero al parecer no lo han leído aún y no sé qué están tardando, pues es muy de su estilo.

Lo primero que llama la atención de este libro, nada más empezar a leerlo, es que se trate de un clásico escrito en 1934. No suelo consultar los créditos de los libros, pero en esta ocasión necesité cerciorarme de la época en la que se había escrito la obra. Uno de los problemas que tengo con los clásicos (generalizando mucho) es que el lenguaje no es cercano, se centran en hacer un estudio de personajes o de la sociedad (por lo que la trama no importa) y son densos en las reflexiones o la simbología. No me parece fácil clasificar un clásico como "lectura ligera", pues incluso obras como Orgullo y prejuicio, más asequibles al lector de a pie, tienen muchas capas de profundidad y matices.

El asesinato de mi tía es una excepción a toda esa literatura, pues es una obra en la que trama y personajes se compaginan a la perfección, sin que lo uno ni lo otro tenga excesivo peso. En cuanto a los personajes, tenemos por una parte a Edward, un nini de los años veinte que vive en casa de su tía desde hace años (pues sus padres murieron) y que se dedica a leer y a pasar el tiempo. Edward representa a la intelectualidad privilegiada de la época, gente que menospreciaba a los de clases sociales más bajas, engreídos, mimados y que no daban palo al agua en su vida, pues se encuentran bien acomodados gracias a la fortuna de su familia. Edward enseguida es un tipo que te cae mal, pues reúne todos los defectos anteriores y unos cuántos más, pero al mismo tiempo comprendes que no hace las cosas por maldad, sino que es su forma de ver el mundo, por lo que no llegas a odiarle (cosa que sí pasa con Heathcliff).

«¿Cómo es siquiera posible que mi tía y el viejo Spencer sean capaces de imaginarme, con toda seriedad, desempeñando un trabajo en el que tenga que ir vestido con un mono azul? ¿O llegando a una lúgubre fábrica a las cinco de la mañana, o a la hora que empiecen? ¿O viviendo en función de un horario de oficina? ¿O diciéndole "Sí, señor" y "No, señor" a un ridículo encargado de tres al cuarto?»

 La crítica que se hace a la intelectualidad es brutal, pues el pobre Edward se convierte en una sátira andante de una mentalidad conservadora que está quedando obsoleta. Con Edward se hace un estudio de personaje fantástico, pues al estar narrado en primera persona somos capaces de ponernos en su piel y ver el mundo a través de sus ojos. 

La tía es también uno de los pilares fundamentales de la obra. Podría deciros que es una mujer testaruda, autoritaria, inteligente e ingenua, una de esas amas de casa que se preocupan de las apariencias y aferrada a las tradiciones, pero esa es la visión subjetiva que tiene Edward de ella; lo único que puedo añadir a eso, sin hacer spoiler, es que la tía es algo más. Pese a que Edward quiera retratárnosla como una mujer con pocas luces, el lector enseguida se da cuenta de que la subestima y que en realidad es una mujer mucho más fuerte e inteligente de lo que el protagonista nos quiere hacer creer.

Si hay algo que me ha parecido muy interesante es que se trata de una novela claramente sesgada. Todas los son, pues siempre leemos a partir del filtro del narrador, pero aquí eso se hace especialmente evidente. Conocemos el pueblo, a la tía y a la gente que rodea a Edward a partir de su concepción del mundo, una visión sesgada por su mentalidad. Edward cree que el pueblo es feo, que la gente es inferior a él, que solo le rodea incompetentes y que su tía le tiene un aborrecimiento acérrimo. Y llega un punto en que casi me lo creo, pero entonces hay una iluminación y el lector se da cuenta de que el mundo no es tal y cómo lo ve el protagonista. Que la realidad dependa de los ojos que la miran me parece una idea muy interesante que está muy poco explotada en literatura.

Como veis, la obra se centra en retratar mundos interiores muy distintos, en criticar a la sociedad y en describirnos el ambiente (hay bastantes descripciones del campo, la casa, el pueblo, plantas,...), lo habitual en un clásico. Pero es que resulta que aquí la trama también es importante. Esta ya es peculiar de por si: Edward pretende matar a su tía para que esta deje de molestarle (siempre están discutiendo, de política, de literatura o porque ella quiere que haga algo con su vida), por lo que empieza un diario en el que nos relata los distintos planes que idea para que ella sufra un "desafortunado accidente".

Empezar diciendo que la obra esté escrita en forma de diario (en aquella época las novelas epistolares o de este estilo eran muy habituales) no es ningún problema. A menudo la narración suele parecerme falsa, pues los personajes recuerdan a la perfección cada frase que han dicho, pero aquí se justifica por el hecho de que Edward no tiene nada mejor que hacer y normalmente escribe varios minutos después de que hayan tenido lugar los hechos. Por otra parte Edward es torpe, relee lo que va escribiendo y hace comentarios sobre ello o confiesa no recordar las palabras exactas de las conversaciones. Eso ha hecho que la novela me pareciera muy realista

Como veis, pese a ser un intelectual, Edward no es especialmente listo (ni siquiera ha terminado la escuela; en ninguna le querían), sino del montón por lo que no vais a encontrar elaborados planes de asesinado. A diferencia de lo que podáis pensar, eso es positivo, pues hace que el personaje sea más realista. Como el protagonista, si quisiera matar a alguien lo cierto es que no sabría ni por donde empezar. Me ha parecido muy interesante ir leyendo sus avances y sus pequeñas investigaciones, así como el desarrollo de los distintos planes. 

Es cierto que no encontraremos grandes giros (esto no es una novela de Christie), pues el lector puede deducir con facilidad si las cosas saldrán bien o no y cómo se desarrollarán los acontecimientos, pero quien no lo sabe es Edward y allí radica el interés del lector. Además, leer los enfrentamientos dialécticos entre Edward y su tía (llenos de críticas veladas y burlas encubiertas) es un gustazo, así como esa lucha mental por intentar ir un paso por delante del otro. La novela es bastante lineal, pero no por ello menos entretenida, pues hay un equilibrio perfecto entre trama y personajes.

Otro rasgo distintivo de esta novela es el tono desenfadado y distendido (pese al oscuro argumento que tiene) con el que está escrita. Por una parte el lenguaje es cuidado pero sencillo. Normalmente, en las novelas históricas, uno se da cuenta en seguida de cuando es una obra actual ambientada en el pasado o cuando es una obra contemporánea de esa época. Eso no sucede con este libro. Los personajes hablan como la gente de la época, pero no de forma imbricada y con un lenguaje complejo lleno de sutilezas, sino que Edward es directo con aquello que piensa. 

Por otra parte la obra esta sazonada con mucho humor, tanto por las esperpénticas situaciones como por la forma que tiene Edward de burlarse de cuanto le rodea. Es cierto que hay bastantes descripciones, pero sirven para mostrarnos cómo el protagonista ve el mundo y los comentarios que suelta mientras tanto son muy entretenidos. Todo eso hace que la obra se devore como si fuera un page-turner moderno, esas novelas entretenidas y adictivas que solo buscan la evasión del lector.

Puede que esa última sea una de las pocas cosas que me ha defraudado, y es que he sentido que el libro no me aportaba nada nuevo. Los planes de asesinato no me han sorprendido, no hay reflexiones que me hayan cambiado la vida ni conseguido que viera el mundo de forma distinta, y aunque la crítica está bien, me parece demasiado evidente. Edward está tan reducido al absurdo, es tan caricaturesco que nadie se lo puede tomar en serio. Puede que para la época fuera algo nunca visto eso de burlarse de forma tan mordaz de una clase social que estaba tan por encima, y no estoy muy segura de cómo lo recibió la intelectualidad de la época, pero a mí, como lectora actual, no me ha dicho nada.

Uno de los detalles que quería mencionar antes de dar por finalizada esta reseña es que la edición es una maravilla. La traducción me parece fantástica (he consultado otra edición y la obra pierde mucho. Alba editorial mola) y el libro está hecho con mucho mimo. Incluye algunas notas a pie de página, que, aunque escasa, aportan la información justa. 

Terminar hablando del epílogo, que me ha parecido una genialidad, pues no solo es un giro inesperado perfecto y coherente, sino que además aporta una nueva capa a toda la novela. El final se intuye, pero eso no lo desmerece un ápice. Me quito el sombrero ante un epílogo que está escrito con una gran maestría y con mucho tino.

En conclusión El asesinato de mi tía es un clásico escrito con un tono desenfadado y distendido, que equilibra muy bien el estudio de personajes y de la época con una trama peculiar que tiene bastante peso. No hay muchos giros (aunque los que hay son fantásticos) y la trama es bastante lineal, pero lo importante es cómo se narra y cómo se desarrollan los acontecimientos. Una obra entretenida, con un lenguaje sencillo pero cuidado, que hace una sátira brutal de la intelectualidad de principios del siglo XX y que cuenta con grandes dosis de humor.

Cosas que he aprendido:

  • Distintos métodos para matar a alguien
  • No todos los clásicos son aburridos
  • Los narradores tienen una visión sesgada del mundo

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...4/5!

Primeras Líneas...

12 comentarios:

  1. Me has hecho considerarlo en mucho a este libro, cada tanto me gustan estos clásicos sabrosones.
    Gracias, saludosbuhos!!

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    1. Pues lo veo bastante de tu estilo, creo que deberías darle una oportunidad.

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  2. Pues lo tengo apuntado pero entre tanto pendiente todavía no le ha llegado su turno. Me dejas con muchas ganas.
    Besotes!!!

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  3. hola
    pues yo no conocia este clasico, no se si llegare a leerlo pero me lo voy a llevar apuntado
    Besotessssssssssssssssss

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  4. Hola, me quedo por tu blog! La verdad es que este libro no me llama mucho la atención, pero una reseña genial!
    Nos leemos

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    1. Me alegro de que te quedes por aquí, lástima que el libro no te llame.

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  5. Hola Laura!! Me gustó mucho la lectura de este libro, es un género y una editorial que me encantan. Puede que ya lo hayas leído, pero te recomiendo "Matemos al tío" de Rohan O Grady, es muy bueno. ¡Fantástica reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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    1. Huy, pues quizás fue por tu reseña de este libro que me lo apunté... En cuanto al otro que mencionas, lo investigaré :D

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  6. ¡Hola, Laura! Pues a mí este libro ni me suena, el blog de las Inquilinas no es de los que suelo visitar, así que si dices que no lo reseñaron ellas y que no sabes quién te lo dio a conocer, pues creo que eso se va a quedar como un misterio xD
    Eso que mencionas es lo que a mí me suele alejar de los clásicos, al igual que tú, soy más de "trama" y me suele resultar agotador que una historia se enrede con temas de la sociedad o sencillamente con pensamientos que no llevan a ningún lado.
    Que aquí digas que la trama también tiene importancia, pues es un punto a favor, aunque viendo lo que comentas de la historia en sí, pues la verdad es que no logra despertar mucho mi curiosidad.
    Creo que el personaje de la tía y que se vea que no es tan tonta como parece es lo que más me ha llamado la atención.
    Lo del realismo también está bien, pero lo que más me ha sorprendido es que, aunque el final no sea muy sorprendente, eso y el epílogo te hayan dejado tan satisfecha. Sabiendo lo mucho que buscas giros inesperados o cosas originales, realmente debe de estar bien escrito para que te guste tanto.
    En temas de clásicos, siempre veo alabar a Alba Editorial y a Alianza por sus traducciones, así que, si me diera por leer más clásicos, buscaría ediciones suyas xD
    Creo que el libro no es para mí, pero me ha gustado saber un poco más de él gracias a tu reseña :)
    ¡Saludos y feliz tarde! ;-)

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    1. 1. Puede que fuera Ana Granger, dice que lo ha leído y como ves, no es un libro tan conocido.
      2. Sobre los clásicos, TOP
      3. Oh, qué lástima que no te llame. Por otra parte, teniendo en cuenta que uno de sus puntos fuertes es el humor y tú eres un poco especial con eso, entiendo que no te termine de llamar.
      4. Ojo, que en el epílogo hay un giro muy bueno :P

      Gracias por pasarte por aquí^^

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney