martes, 17 de septiembre de 2019

Trilogía Parabellum, Libro II: Los muertos no pagan IVA, de Sergio S. Moran

No sé si lo sabéis pero el anterior libro de este autor, El dios asesinado en el servicio de caballeros me gustó mucho. MUCHO. Y es que fue tronchante, se me saltaban las lágrimas de la risa a cada página (tampoco nos pasemos). Puede que la trama fuera un poco meh, pero sin duda la protagonista, mordaz, realista, lo compensaba con creces. El autor fue directo a mis favoritos e incluso leí algunas de las historias que tiene colgadas en su página web (si os interesa ver qué tal el estilo del autor, os recomiendo darles un vistazo).

G, a quien el primero también le había encantado, me regaló la segunda parte (aunque se puede leer de forma independiente) por mi cumpleaños, y también se compró un ejemplar para él, para hacer una lectura conjunta. Oh, y conocí al autor personalmente en la Celsius de este año y me firmó el libro. Me pareció muy simpático y divertido, siempre con una broma bajo la manga, y su presentación fue una maravilla, me reí tanto como con sus escritos.

Como veis, no tenía expectativas ni nada. Ahora en serio, en realidad, no esperaba mucho de este libro, simplemente que fuera algo parecido al anterior. Por desgracia, me he llevado una decepción.

Título: Los monstruos no pagan IVA
Autor: Sergio S. Morán
Autoeditado
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Páginas: 352 páginas
ISBN: 9788409068241
Precio: 15,00€

Sinopsis:
Verónica Guerra es detective paranormal. es a quien recurres cuando intentas cazar gamusinos o cuando un licántropo intenta cazarte a ti. Es dura, con recursos, imparable, y necesita unas putas vacaciones.
Acompañaremos a la detective por Madrid, lejos de monstruos, tiroteos y demás rutina. Pero su paz se verá constantemente interrumpid por corrupciones inmobiliarias, saqueos de conventos y tráfico de armas.
La detective tiene que enfrentarse a la cruda realidad: su pasado y sus enemigos no la dejarás descansar.
Ni muertos.


Por qué este título...
Para rematar la tranquila mañana, y tras concertar un par de reuniones por teléfono, estaba sentada en un banco de madera del Museo del Prado, relajándome, observando en completo silencio una de las Pinturas Negras de Goya y formando un plan para intentar contraatacar a Constructoras Gaziel y su séquito de no muertos libres de impuestos.

Opinión:
Impresión: Pues OK

En general he de decir que ha sido un libro entretenido, pero ya. Mi principal problema es que no he podido reconocer al autor en su escrito, el estilo era muy diferente, y perdía aquello que le había hecho brillar en el anterior: el humor. Sí, me ha hecho gracia alguna que otra cosa, pero ya. Se hace ameno, pero no encontramos situaciones de humor absurdo como en el anterior, ni diálogos desternillantes. Además, la voz de Parabellum es...diferente, como si estuviera de capa caída (que en parte es así). Y eso me ha decepcionado mucho porque el humor era la mejor baza del autor, aquello que le hacía destacar. Y aquí me he encontrado con una novela con poca gracia.

Ya en el libro anterior, para que engañarnos, la trama era una patata. Era básicamente Parabellum haciendo sus cosas, yendo de aquí para allá, investigando, sin tener las cosas muy claras. Pero no me pareció mal porque, como digo, la narración era muy divertida y la protagonista era suficiente para sustentar la trama. El problema es que aquí el autor hace lo mismo, pero al no haber tanto humor, la falta de trama se nota muchísimo más.

En general la investigación de Parabellum no me ha llamado la atención. El misterio no parece tan interesante, y tampoco se hace una investigación trepidante ni se intenta dar muchas pistas. Parabellum  simplemente va de un lado a otro, a veces las pistas vienen a ella, otras veces no, pero ya está. No hay intriga ni tensión ni me generaba mucha curiosidad. Y es que la trama, muchas veces queda desdibujada o de fondo, sobre todo: deja bastante que desear.

Eso sí, hay algo que le faltaba al libro anterior: profundidad en el personaje de Parabellum. En el anterior libro, Verónica, alias Parabellum, era una desconocida para el lector, un personaje sin pasado y sin historia. Aquí no. Mientras que en el anterior libro conocíamos a Parabellum, la valiente detective sagaz que lucha contra fuerzas sobrenaturales cargada con su pistola y su lengua venenosa, aquí nos encontramos con su parte más humana, Verónica. Verónica es nostálgica y sentimental, débil, menos salada, más cobarde, más mortal. ¿Pero es que a caso no lo somos todos nosotros? Y lo más importante: Verónica tiene un pasado y una familia.

Me ha gustado adentrarme en la vida de Verónica, conocer a antiguos amigos, a Casa Raimundita, donde siempre comía croquetas, y en especial, conocer a su madre. Me gusta cómo el libro trata la relación entre ambas. Me gusta ver sus diferencias, cómo chocan una con la otra, y sobre todo, ver su evolución, cómo a pesar de todo, pueden llegar a entenderse mutuamente.

Resultado de imagen de sergio s moranEl problema es que esta profundidad no se extiende al resto de secundarios, que me han dado bastante igual y que no han conseguido cautivarme. Además, el hecho de mostrarnos a una Verónica tan humana, hace que nos parezca una mindundi, incapaz de enfrentarse al mundo sobrenatural. De verdad, Verónica es una inútil todo el libro y muchas veces vence por conveniencias de guion, qué queréis que os diga

Comentar que me ha sorprendido que se tratara el tema de la adición a las drogas, aunque en este caso sea la ambrosía. Me parece genial el retrato que se hace de este problema, cómo lo padece la protagonista y cómo lucha contra esa adicción. Es algo que no esperaba encontrar aquí.

También comentar que el libro adolece de problemas de edición. Hay varios errores ortográficos y tipográficos, de estos que se comenten al escribir deprisa y no revisarlo. Sí que se ha corregido, pero esa corrección no era suficiente ni de lejos. Una lástima.

En cuanto al final, muy en la línea de la novela, bastante normalito. Me pareció que se sucedía todo de una forma bastante simple, no me encontré ningún momento de tensión ni ninguna batalla épica, la verdad, y es una pena. Pero vaya.

En conclusión, un libro entretenido y bastante normalito, que destaca por cómo retrata la relación madre e hija y la adicción, pero cuya trama tiene poco peso y está bastante desdibujado. A ello hay que sumarle que la profundidad que la protagonista gana con respecto al libro anterior, lo pierde en humor, pues no es tan divertido como esperaba. En general es un libro que está bien, pero eso es todo.

Cosas que he aprendido:

  •  Lo que importa para dar realismo a tus personajes y a tu mundo son los pequeños detalles del día a día: que el personaje tenga hambre, las gafas sucias, los portazos de enfado que daba tu madre, que la protagonista escuche audioguías para dormir, que el móvil se quede sin batería si no lo cargas...
  • Las metáforas que se prolongan en el tiempo son la leche.

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...3/5!

Primeras Líneas...

10 comentarios:

  1. Vaya, una lástima que no te haya terminado de gustar porque tenía buena pinta.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿A qué sí? Una lástima. De todas formas, te recomiendo el primero, que es autoconclusivo: El dios asesinado en el servicio de caballeros.

      Eliminar
  2. ¡Hola, Laura! Me acuerdo del otro libro del autor porque yo casi lo leo, pero al final no me llamó lo suficiente la atención y luego vi que a ti te gustó. Qué pena que ahora te hayas llevado un chasco, aunque al menos no ha sido horrible, ya que le das un 3/5 y has visto alguna que otra cosa positiva.
    Qué curioso que no hayas ni reconocido al autor aquí y que te haya parecido tan diferente su forma de escribir. De pocos autores he leído yo varios libros, pero creo que esa sensación en concreto no la he tenido. Sus obras me han podido parecer más buenas o más malas, pero creo que no me he visto en la situación de sentir que el libro hasta parece escrito por otra persona.
    Sin una trama clara y con personajes que causan tanta indiferencia, hasta me sorprende la puntuación. Aunque al menos ha tenido de positivo lo de la adicción a las drogas y lo de Verónica con su madre, me intriga lo de que ese asunto te pareciera bien tratado, pero eso no me llama la atención lo suficiente como para plantearme leer este libro.
    ¡Saludos y, aunque en este caso el autor no te haya dejado fascinada, me alegra que esas historias que lees en su web si te dejen satisfecha! ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Omaira!
      Pues sí, es que el otro me gustó mucho, e incluso logré que se lo leyera Carme. Y a ver, mi puntuación es esa porque el libro no es malo, simplemente es muy normal, del montón, y no destaca por muchas cosas.
      Pero sí, es eso, pese a que los personajes son los mismos, el enfoque es distinto y la narración ha perdido ese humor que tanto le caracterizaba. No ho sé, no me ha convencido.

      Gracias por pasarte por aquí^^

      Eliminar
  3. Acabo de llegar a tu blog por la iniciativa "mapa de blogs" y estoy encantada de participar en ella y que nos sigamos mutuamente. Siempre devuelvo comentarios tanto en el blog, como en instragram. Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Gracias por quedarte por aquí, y me alegro que devuelvas comentarios^^
      Espero que el blog te guste :)

      Un saludo,
      Laura.

      Eliminar
  4. Hola.
    Me interesa mucho el anterior del autor, pero la verdad es que por lo que comentas este nuevo no me llama nada, pero tengo pendiente el otro y sé que acabaré por leerlo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, el otro merece mucho la pena, a no ser que te quedes con muchísimas ganas de más, este no te lo recomendaría, porque entonces te decepcionará.

      Eliminar
  5. No he leído ninguno de los dos, y, como tengo tanto sin leer en casa, no creo que los vaya a leer. Qué pena lo de las erratas; es una tortura ...

    bsos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aish, qué lástima que no te animes ni que sea con el primero, pero entiendo, sé que tampoco terminan de ser de tu estilo...

      Eliminar

"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney