Fuego cruzado, de Miyuki Miyabe

Título: Crosfire. Fuego Cruzado
Autor: Miyuki Miyabe
Edición: Quaterni
Páginas: 458

Sinopsis:
La joven y bonita Junko Aoki nació con el don de la piroquinesis: la capacidad de provocar incendios por medio de la mente. Junko aprendió a controlar su poder y a utilizarlo para ajustar cuentas con los criminales a los que la justicia no pudo meter entre rejas.
Un fortuito encuentro la llevará a buscar a una joven secuestrada por una banda de depravados. El macabro rastro de cadáveres que Junko deja tras de sí, atrae la atención de dos grupos muy diferentes: una sociedad secreta conocida como los Guardianes y la Brigada de Investigación de Incendios del Departamento de Policía de Tokio.
La detective Chikako Ishizu afronta con desconcierto este caso. Su mente racional se va encontrando con evidencias de los poderes piroquinéticos de Junko, poderes en los que se resiste a creer. Abrumada por los numerosos cuerpos carbonizados que encuentra a medida que la investigación avanza, se adentrará cada vez más en un caso que desafía toda las leyes de la lógica.
Entretanto, mientras la lucha que Junko libra contra el crimen gana en intensidad, ésta se va dando cuenta de que cada vez es más difícil decidir sobre la vida y la muerte de los inocentes que caen víctimas del fuego cruzado.

Opinión:

Lo que me llamó la atención de esta novela y me impulsó a leerla era la combinación de caso policial común y superpoderes. Piroquinesis, para ser más exactos, un poder bastante peculiar. y aunque la novela ha sido entretenida y me ha gustado, tampoco ha sido todo lo que podía ser.

Para empezar, he de destacar su realismo. Me ha sorprendido mucho encontrarme una novela tan realista como esta. A ver, Junko tiene la capacidad de carbonizar a alguien con el pensamiento, y eso no es algo muy realista, pero aún así, la manera en que se investiga el caso, las deducciones de la policía, lo bien que sabe esconder Junko su poder y la organización de los Guardianes, todo eso hace que el lector pueda llegar a creer en la existencia (de forma aislada) de personas como Junko.

Realmente Junko es un personaje esencial del libro. La trama en sí no es muy interesante, pero sí que destaca en especial la evolución de Junko. Al principio, me caí muy mal. Pensaba ponerla a caldo en esta reseña. Pero tras terminar el libro, he cambiado de opinión. Cuatro pinceladas acerca de Junko:

Junko cree que posee los poderes que tiene para cumplir una misión: castigar a todos aquellos malvados que escapan de las garras de la justicia. Por eso, cuando descubre que el jefe de una banda ha secuestrado a una chica, arrasará con toda la banda  hasta dar con ella. Y muchas veces hay daños colaterales y personas que mueren a causa del fuego cruzado. Constantemente, Junko se justifica pensando que son daños colaterales, e incluso que se lo merecían.

¿Cómo va a caernos bien una protagonista así? Se cree capaz de impartir justicia como si fuera Dios, sin sangre fría ni compasión. No duda acerca de lo que hace, ni se arrepiente. El problema radica en que ¿qué es el bien? ¿Qué es el mal? ¿Por qué ella debería saber qué es justo? No es hasta el final cuando empieza a dudar y a plantearse si lo que hace es realmente correcto, y es esa parte la que más me ha gustado.

Por lo que hace a los poderes de Junko me han parecido muy interesantes, como ya he dicho son algo poco común, y también me ha gustado conocer a otros personajes con diferentes habilidades. Eso sí, unos cuántos flashbacks acerca de la infancia de Junko y cómo aprendió a controlarse hubieran sido fantásticos, pero eso se ve compensado en parte con la pequeña Kaori.

El resto de personajes están bastante bien. Destacan Chikako, una inspectora de la Brigada de Investigación de Incendios y Makihara, un policía, que son una especie de coprotagonistas que van siguiendo el rastro de cadáveres que deja Junko tras de sí. Lo cierto es que la investigación no me ha parecido gran cosa, especialmente porque la policía deja de investigar los sucesos y lo dejan como algo aislado, a pesar de la insistencia de ambos policías. Además, al seguir a Junko ya sabíamos qué había sucedido, por lo que realmente no había mucho misterio. Aún así, estos personajes tienen un pasado interesante.
Como ya he dicho, la trama tiene buena pinta, pero en realidad no es gran cosa. No te atrapa realmente y aunque es entretenida, tampoco hay para tanto. Me hubiera gustado algo más sustancial, que diera más juego. En concreto, me hubiera gustado conocer más acerca de la organización de los Guardianes, porque realmente no es algo que se llegue a conocer en profundidad. Además, a parte del final no hay giros inesperados, y aunque la novela es interesante, tampoco es una maravilla.

Antes de terminar la reseña me veo en la obligación de mencionar algo importante: la autora es japonesa, y se nota. La historia tiene lugar en Japón y eso es algo que nota enseguida el lector.  No es realmente por algo específico, es más por los pequeños detalles, pero se nota muchísimo que se trata de una novela escrita por una autora de una cultura diferente.

Realmente esta novela no te va a ayudar a conocer más la cultura japonesa, para nada, pero las pequeñas diferencias entre ambas culturas me han resultado interesantísimas. Un par de ejemplos. En primer lugar están los nombres, claro está, aunque pensaba que iba a perderme más. Por otra parte, está el papel de las mujeres en la sociedad. Mujeres policías hay muy pocas y las que hay a penas se les presta atención y solo están allí solo por motivos políticos. Esas tonterías de la igualdad, etc. (?) Además, he notado mucho cómo la mujer tiene un papel muy dependiente del hombre en el matrimonio, siempre preocupadas por complacer a su marido, por hacer lo que ellos digan y por cuidar de la casa. Son cosas que si viéramos reflejado en una novela occidental haría que nos lleváramos las manos a la cabeza y es precisamente por eso  por lo que choca tanto.

Por último, comentar que estaba preocupada por el final. Veía que las páginas se terminaban y la novela tenía pinta de tener un final abierto, porque quedaban demasiados cabos sueltos por resolver. No ha sido así. La novela es autoconclusiva y tiene un final perfectamente cerrado que nos deja bien satisfechos y con ningún interrogante. Eso sí, es un final apresurado. Suceden demasiadas cosas de golpe y hubiera estado bien que la autora se hubiera extendido un poco más.

En conclusión, una novela que combina poderes sobrenaturales con el realismo y el misterio de una manera genial. Además, la novela cuenta con  una buenos personajes que evolucionan un poco a cada página y te ofrece la posibilidad de conocer más de cerca otra cultura. La trama flojea mucho, no tiene demasiado ritmo y en ocasiones se hace algo lenta, pero en general es entretenida, sin conseguir atraparte.

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Habéis notado en alguna lectura la cultura del autor? ¿Os atrevéis a leer autores asiáticos?  ¿Alguna recomendación, además de a Murakami? ¿Os ha sorprendido que pese a todo fuera un novela bastante realista? ¿He conseguido que os picara la curiosidad?

Y aquí tenéis las impresiones que fui publicando en Goodreads a medida que avanzaba con la lectura:



PD: ¿Qué tal los colores, Patt, mi asesora de imagen?

PUNTUACIÓN...3/5!

Primeras Líneas...