miércoles, 29 de agosto de 2018

Contra la lectura, de Mikita Brottman

Esta reseña me parece completamente innecesaria. De verdad que sí. A mí me bastó leer la sinopsis para saber que NECESITABA leer este libro, no me hizo falta saber nada más. Por favor, es que leed la sinopsis, venga, leedla. ¿No os parece que este libro está gritando mi nombre? Está escrito solo para mí, yo lo veo.

Ya sabéis que me cuesta mucho comprar libros porque están carísimos, y más si son nuevos, pero con este no pude resistirme. Estuve apunto de comprarlo durante el Día del libro, pero no me quisieron hacer descuento de ningún tipo, así que pasé. Pero lo vi en la librería en la que trabajo, empecé a hojearlo y....lo terminé comprando. Y no me arrepiento en absoluto. 

Traducción: Lucía Barahona
Ilustrador de cubierta: Cristóbal Fortúnez
Número de páginas: 168 pags
Tamaño: 14 x 21 cm
Encuadernación: cartoné
ISBN: 978-84-17059-54-5
ítulo: Contra la lectura
Título Original: The Solitary Vice Against Reading
Autor: Mikita Brottman
Editorial: Blackie Books
Edición: 1ª Edición: Febrero 2018

Sinopsis:
Te dijeron que no podías subrayar ni doblar las páginas de los libros.
Te dijeron que tenías que leer un clásico del siglo XVIII a los doce años.
Te dijeron que eso que leías por las noches era basura.
Te dijeron que nunca podías dejar un libro a medias.
Te dijeron que los lectores son buenas personas.
Te dijeron que ya nadie lee como antes.
Te dijeron que los libros te harían amar la vida.
Y tú no puedes evitar leer. Pero quizá lo haces boli en mano y en pijama, quizás has conocido a grandes lectores que eran malas personas y quizá tu vida te parece aburrida comparada con tus novelas favoritas.

Contra la lectura es un texto apasionado y liberador a favor de los que, a pesar de todo, leen. Y contra los pedantes que dicen que aman los libros, pero en realidad solo consiguen que el mundo aborrezca la lectura.

Por qué este título...
«Como pronto descubriréis, en realidad NO voy a ofreceros una “cruzada contra la lectura” (esto no era más que para llamar vuestra atención). Tengo que decir que los libros me han ofrecido un placer más consistente y puro que casi cualquier otra cosa en mi vida, y estoy segura de que cualquiera que hay comprado este libro, o que lo haya recibido como regalo, ya es de entrada un lector bien informado y reflexivo»

Opinión:

A ver, intentaré no irme por las ramas y ser breve, pero tened en cuenta que es algo difícil porque me apetece comentar el libro página a página y sacar mil debates al respecto. Pero voy a hacer un esfuerzo para contenerme. Seré buena, de verdad que sí. Y dejaré muchas de las citas que más me han impactado para la sección de Frases memorables porque no quiero que esta reseña sea un copy&paste del libro.

Creo que empezaré hablando por el público al que va dirigido este libro. Pese a la puntuación tan alta que le he dado, sé que no es un libro para todo el mundo. Este libro es un ensayo con cierto tono académico. Es más, el primer capítulo me pareció el más aburrido por ser muy introductorio; más que nada, asienta las bases de las reflexiones que tratará y nos cuenta cómo la sociedad ha visto la lectura a lo largo del tiempo.

Así que cuidado. Esto no es una novela ni tampoco pretende entretener o hacer reír. Es un libro serio, pero eso no quita que sea muy entretenido, en parte por las reflexiones, en parte por la implicación de la autora y su subjetividad y en parte porque aunque el lenguaje usa un tono serio, se lee con facilidad.
Como estaba diciendo, este no es un libro para cualquiera. El lector ocasional, por ejemplo, no será capaz de valorarlo. Este es un libro para los amantes de las letras, para aquellos para los que la lectura es algo que los define. Y cuando digo para todos los amantes de las letras, me refiero a todos. O como mínimo a todos aquellos a los que no les moleste ver tambalearse el culto que tradicionalmente se ha establecido a la lectura.

En este libro se habla de doblar las páginas, de dejar libros a medias, se critica a los clásicos, se dice que leer no te hace mejor persona, que la lectura puede destrozarte, que no eres más listo que nadie por leer, que hoy en día se lee más que nunca, que los libros no tienen por qué ser buenos, etc. Se dice que los libros no son intocables. Que coincidas o no con estos puntos no es importante. Por mi parte, coincidía con la mayoría, pero con otros no estaba de acuerdo. Pero la autora me ha convencido totalmente, y ya sabéis que eso es muy difícil.

Soy #LauraGenerandoDebate, ¿cómo no podía gustarme este libro en el que se critica a los lectores y los hace bajarse de su pedestal? Las reflexiones que hay en el libro son magistrales, ataca verdades que tenemos asumidas como universales, relativiza la realidad y hace que lo veamos todo desde un punto de vista completamente diferente. Leer es bueno. ¿O no?

«Simplemente quiero sugerir que no hay nada digno o respetable de manera intrínseca en el acto de leer en sí. Simplemente me pregunto si en realidad leer podría no ser todo lo que se anuncia que es. Si lleváis toda la vida leyendo, podéis haceros las siguientes preguntas:
¿Os ha llevado a ser los primeros de la clase?
¿Os ha hecho felices?
¿Os ha hecho “mejores personas”?
¿Os ha llevado a “lugares maravillosos”?
¿Os ha llevado a algún sitio?
En este libro recomiendo que, si tenéis que leer, o seguir leyendo, deberíais hacerlo reflexivamente, con cuidado y criterio. No os dejéis guiar por vuestros prejuicios. No leáis libros solo porque sintáis que “debéis hacerlo”, porque puedan ser “buenos para ti”. Hacedlo solo porque no podéis evitarlo».

He quedado fascinada con todos los debates que plantea, con los buenos argumentos que usa y cómo va enlazando los temas unos con otros. Por otra parte, la autora no presume de poseer una verdad universal ni da por hecho que lo que dice sea una verdad absoluta, sino que deja la puerta abierta para que el propio lector se cuestione esas reflexiones y fomenta el debate interno.

«Los libros PUEDEN hechizarte. Como un genio salido de una lámpara encantada, pueden cambiar tu vida por completo, pero -y así lo advierte siempre el genio- deberíais tener cuidado con lo que deseáis. Una vez que hayáis cambiado, no podréis volver atrás, lo que a menudo se traduce en que no podréis evitar sentir que la experiencia de la vida real os resulta cada vez más decepcionante. El póster infantil no cuenta toda la historia. Es cierto, los libros pueden llevarnos a lugares maravillosos, pero también pueden dejarnos allí varados, alienados e inútiles, solos y desclasados, aislados de otros seres humanos, incluso de nuestros propios recuerdos, de nuestra propia experiencia de nosotros mismos.
Y dejadme que os diga que eso no tiene nada de maravilloso».

Aish, me sap greu. Me da la impresión de que estoy hablando y hablando y me da la impresión de que no estoy vendiendo bien este libro. Por mis palabras, me debéis pensar que es un manual académico que reflexiona sobre la lectura desde un punto de vista nuevo. Y ya. Pero no es solo eso, y allí radica la magia de este libro. Aquello que hace que este libro destaque por encima de otros, que sea ameno y entretenido es la pasión que desprenden sus páginas. La pasión por la lectura, por los libros, por la letra escrita, se vive en cada página. La autora ama los libros, incondicionalmente, y ese amor por la lectura lo transmite al lector con una fuerza arrolladora. ¡Y eso que esto es un tratado "en contra" de los libros!

Los pocos libros que había leído hasta ahora de metaliteratura no habían conseguido transmitirme ni una décima parte de lo que me ha hecho sentir este. Me he sentido identificada al 100% con todas las palabras de la autora, como si me hablara exclusivamente a mí, como si hablara de mi vida. Y su forma de hablar de los libros...indescriptible, como si le fuera la vida en ello, tanto cuando habla de los libros que le han gustado como de los que no.
Esa es otra, en este libro hay decenas y decenas de referencias a obras literarias. No solo a clásicos, sino también a obras menos conocidas. Y me ha encantado cómo la autora habla de ellas. No menciona los títulos de las obras como si hiciera una lista. Tampoco hace spoilers ni resúmenes de esos libros. Y mucho menos los critica sin criterio alguno. Al hacer referencia a un título, no nos cuenta el argumento. En algunos casos nos habla de un fragmento en concreto que viene al caso, pero por lo general cuando habla de libros, la autora habla de los sentimientos que le generaron esos libros, de lo que sintió al leerlos y de la huella que han dejado en ella tras el paso de los años. Otros libros metaliterarios que he leído son tan objetivos respecto a los libros que mencionan que no he girado la página y ya he olvidado de qué libro me hablaban. Aquí no. Me han llamado la atención varios títulos, incluso aquellos que a la autora no le han gustado, solo por la pasión con la que habla de ellos.

La autora habla tanto de libros que le han gustado como de libros consagrados que considera sobrevalorados. Lo positivo es que habla de ellos sin explayarse demasiado y con buenos argumentos, sin dar a entender que la suya es la única valoración válida. Eso hace que veamos las grandes obras con otros ojos y, en el caso de haber leído alguna y de no habernos gustado, sentirnos un poco menos solos.

Uno de los últimos puntos que quiero destacar de esta obra es la subjetividad de la autora. Nos habla de tú a tú, y no tiene miedo de contarnos anécdotas personales, hacer referencia a su infancia o a su vida como lectora. 

«Si sois lectores equilibrados y exigentes, los libros que leáis pueden contribuir a que crezca vuestro interés en cuestiones políticas y morales, y convertiros en personas más comprometidas, elocuentes y activas. Idealmente la lectura puede ayudar a negociar la tensión entre el yo y los otros, a establecer un equilibrio entre vosotros, los lectores como individuos, y la pertenencia al grupo. A mí me sucedió lo contrario. Leía de manera inconsciente, casi involuntaria. Mi vida interior era rica y compleja, pero todo permanecía dentro. No hablaba de los libros que leía porque no sabía cómo hacerlo. No existía un equilibrio, una fusión entre el mundo interno y el externo. Sabía escribir, si bien con un estilo pretencioso y recargado (que no consigo quitarme de encima por completo, algo de lo que quizá ya os hayáis percatado), pero oralmente era casi incapaz de expresarme. Mi vocabulario al leer era vasto, pero al hablar no utilizaba más que una ínfima parte de él. [...] apenas tenía voz. Me pasaba días enteros sin hablar. Era como si viviera al revés. Como una persona muda o una víctima del síndrome de enclaustramiento, mi mente siempre estaba ocupada, pero superficialmente bien podría haber sido una zombi. Como si leyera o escribiera en una lengua muerta, latín o arameo por ejemplo, un idioma que nadie hablaba. Como una histérica de la época victoriana, estaba paralizada por las fantasías, tullida por el odio hacia mí misma y la desconfianza...Un problema que nunca ha desaparecido del todo y que probablemente jamás lo hará».

Eso hace que logres empatizar mucho con ella y también que te identifiques con lo que va contando. Yo misma me he sentido retratada una y mil veces y eso ha hecho que me sintiera comprendida.

«Si sois ávidos lectores de ficción, ya os habréis dado cuenta de que una de las cosas que nos enseñan en las novelas es a apreciar los sutiles matices del pensamiento, la emoción y el lenguaje, por lo que no es de extrañar que vuestros conocidos puedan empezar a resultaros planos y vacíos en comparación con los personajes que pueblan los libros, y esto provoque un alejamiento gradual de vuestros padres y un acercamiento a los escritores como figuras de autoridad. Tal vez empecéis a llevar un libro siempre con vosotros, incluso durante las comidas, para así poder escaparos a él cuando las cosas pinten mal.
En lugar de decir lo primero que se os pase por la cabeza, como solíais hacer cuando erais unos niños, empezáis a preguntaros cómo expresaros y practicáis las palabras en vuestro interior antes de hablar. La mayoría de las veces tal vez toméis la decisión de no hablar en voz alta, por si la gente se ríe de vosotros o simplemente no entienda lo que queréis decir. Empezáis a apreciar el valor de la reflexión y la privacidad, y elegís el aislamiento y la soledad por encima de las situaciones sociales, que cada vez se vuelven más incómodas y difíciles de soportar. Empezáis a anticipar y a evitar situaciones que os puedan aburrir o frustrar, esas en las que uno está obligado a participar y no hay posibilidad de esconderse en un rincón con un buen libro. Os acostumbráis a la incertidumbre, al desapego y al silencio, y os refugiáis todavía más en la lectura para no sentiros tan solos».

Para terminar, quiero comentar que me ha gustado que la autora citara a otras personas para apoyar sus ideas, pero no son ni citas corrientes ni gente famosa, sino que en muchos casos es al lector de a pie, cosa que ha hecho que la lectura fuera más cercana. Me ha parecido curiosa también la relación entre la traductora española y la autora, una relación que se ve reflejada en algunas notas al pie en las que la autora nos habla de sus charlas con la traductora y de cómo eso le ha permitido añadir una referencia breve a la situación en España.


En conclusión, un libro que cualquier amante de lectura necesita leer. Un ensayo muy ameno, donde con gran subjetividad la autora reflexiona acerca de los tópicos entorno al acto de leer. Un libro capaz de hacer dudar de las virtudes de la lectura, escrito desde el más profundo amor por los libros y con el que muchos se sentirán identificados. Más que recomendado.

Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:


PUNTUACIÓN...4/5!

Primeras Líneas...

domingo, 26 de agosto de 2018

Viñeta del lector 45#


Durante el curso escolar, no leo ni por la mañana al levantarme ni por la noche antes de dormir, leo entre horas. Cuando tengo más tiempo para leer es mientras espero el autobús, mientras estoy en el autobús, cuando estoy comiendo o entre clase y clase. Dedicar un día entero a leer o, en su defecto, una tarde entera es una utopía. 

Por eso me gusta el verano. Me gusta levantarme por la mañana y saber que no tengo que hacer nada, que no tengo que ir a ningún sitio, que podría quedarme durante horas y horas durmiendo...o levantarme y leer todo el día sin pausa. En verano es cuando más tiempo tengo para leer, para ponerme al día con todas las lecturas que he ido dejando de lado por falta de tiempo. No siempre son libros gordos (como dice la viñeta), pero sí son libros que parecen viajes tanto a otros países o otros mundos como al interior de los personajes. 

Y sí, también me gusta llevarme un libro (o dos. O tres) cuando me voy de vacaciones a algún sitio. En esos casos, me pasa mucho que entro en conflicto conmigo misma, porque debería estar aprovechando para ver el paisaje, visitar la ciudad, ir a la playa...¡y lo hago! Pero también dedico un ratito a leer, por ejemplo, cuando voy en tren (aunque debería estar disfrutando del paisaje, pero haced como si eso no fuera verdad) o antes de irme a dormir (aunque debería dormir más par levantarme temprano y poder seguir con las excursiones), porque no puedo evitarlo.

Y vosotros, ¿leéis más durante las vacaciones? ¿Os lleváis un libro si vais de vacaciones a algún sitio?

miércoles, 22 de agosto de 2018

Minireseñas: En busca del azul, de Lois Lowry; La dona dels meus somnis, de Massimo Bontempelli


Título: En busca del azul 
Título original: Gathering blue
Autor: Lois Lowry
Serie: The Giver
Idioma: Castellano
Editorial: Editorial Everest
Páginas:  250
PVP: 14,96 €  
ISBN:  978-84-241-3607-9 

Sinopsis:
Nora, una huérfana coja de nacimiento, vive en un mundo donde los "débiles" son dejados de lado. Teme por su futuro hasta que el poderoso Consejo de Guardianes la perdona. La razón es que Nora posee un don especial para bordar. Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos privilegios, se da cuenta de que está rodeada de misterios y secretos. ¿Logrará averiguar la verdad acerca de lo que hay más allá de los límites de su poblado?

Opinión:
Impresión: Infantil.

Puede que os preguntéis, tras la decepción del primer libro, ¿qué necesidad tenía de leer el segundo? Yo os lo diré: soy masoca ninguna. Pero bueno, era cortito, así que, no perdía nada con intentarlo...No aprenderé. Y eso que me había propuesto este verano solo leer libros geniales...Pero vaya, es algo que no se puede elegir.


Voy a intentar ser breve porque no quiero enredarme mucho con esto. Para empezar, el libro no tiene nada que ver con el anterior. Ni es el mismo mundo, ni aparecen los mismos personajes ni nada. Solo por el estilo infantil del autor y las similitudes tanto de trama como de personajes hacen pensar que es el mismo autor.

De nuevo nos encontramos con una sociedad distópica (en cierta manera) dirigida por un gobierno despótico que mantiene a raya a la población mediante mentiras y matando a todo aquel que cause problemas. En general es una sociedad bastante medieval, agraria, que no puede alejarse por temor a "las bestias del bosque", aunque está ambientada en el futuro, pues la casa de los dirigentes tiene grifos de agua y es una construcción moderna. A diferencia del primer libro, no reina la concordia, pero la gente es igual de sumisa.


En general, no le he visto ni el sentido ni el interés a la historia. Se nos desarrolla un poco esta sociedad, que me ha parecido poco interesante, pero sin entrar en detalles ni profundizar demasiado. No hay evolución en nada y la poca trama que hay se centra en cómo la protagonista, una niña de doce años, descubre la farsa en la que vive (porque el resto de la población son tontos y no se dan cuenta) e intenta rebelarse. Pero en general no produce interés, es todo muy previsible y estaba continuamente esperando que la historia arrancara, pero no lo ha hecho.

Tiene un toque aún más infantil que el libro anterior, tanto por lo que sucede como por el estilo narrativo, por lo que lo recomendaría más para los más jóvenes. Haciendo un esfuerzo para encontrar algo positivo, se lee con facilidad y hay algunas cosas que me han llamado la atención, como la pasión por el arte de algunos personajes (una pasión que no se desarrolla) o el hecho de que la vejez de una persona se sepa por las sílabas que tiene su nombre.

En conclusión, un libro que no recomiendo, aburrido, que no aporta nada y que te deja indiferente. Le falta mucho desarrollo y madurez, además de tener un estilo demasiado infantil. No ha sido para mí en absoluto.

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:




PUNTUACIÓN...1'5/5!

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Autor: Massimo Bontempelli
Editorial: Empúries
Páginas: 144
Dimensiones: 15x21 cm
Lengua: Catalán
ISBN: 847596219X
Encuadernación: Rústica

Opinión:

Seguramente esta será la última reseña de una lectura obligatoria que os traiga al blog. Leí este libro porque tenía que hacer un trabajo comparando los relatos de esta obra con los de Cròniques de la veritat oculta, de Pere Calders. Y lo cierto es que descubrí que eran muy parecidos, indistinguibles. Eran completamente del mismo estilo, tanto por la trama, como por los personajes como por la ambientación. No terminé de leer Cròniques de la veritat oculta porque aún me quedaba mucho más de la mitad. En cambio, de este no me quedaba tanto, era más corto y había encontrado algún que otro relato que me había gustado, so, decidí terminarlo.

Este libro es una antología de relatos de Massimo Bontempelli que se basan en el realismo mágico. He leído varias obras de este género y ese choque entre fantasía y realidad que no produce sorpresa no me gusta, porque no me parece creíble, por eso no esperaba mucho de este libro, así que me ha sorprendido encontrarme algunos relatos que me han gustado.

En general, todos los relatos siguen un esquema bastante similar: el protagonista (siempre un hombre) decide contar al lector una anécdota de su vida que era bastante normal hasta que sucede un hecho extraordinario, ante el que no se sorprende y que acepta como normal. Ese hecho extraordinario es el que da lugar al conflicto del relato y la forma de reaccionar ante este hecho es la conclusión.

En todos los casos los personajes son planos y no evolucionan, porque eso no es lo que interesa. Lo que interesa es mostrar cómo realidad y fantasía no son polos opuestos, que muchas casos ambas se confunden. Y es que los hechos extraordinarios no consisten en la aparición de seres fantásticos, sino que en muchos casos el lector duda de si está todo en la mente del personaje o es real. Algunos hechos fantásticos son fruto de la suma de demasiadas coincidencias (hay un relato en el que un hombre hace un muñeco para curar a su paciente a distancia y siempre funciona), por exageraciones (en un relato en el que un actor se cree tanto su papel que cada vez que reproducen la película, su cuerpo vuelve a actuar), o por formas de ver la realidad (en un relato el protagonista cree que las estatuas de su casa tienen vida).

Me han parecido una historias curiosas, algunas más entretenidas que otras, y no se hacen repetitivas por la variedad de hechos fantásticos que presentan. Las que más me han gustado son aquellas en las que se roza el absurdo, como en "Incidents a Dinamarca", donde cuando el protagonista se entera de que todos los integrantes de su compañía de teatro quieren matarle, en lugar de huir, decide matarlos a todos primero. Y lo consigue de una forma muy ingeniosa (y algo fantástica).

En conclusión: pot anar. Aunque algún que otro relato está bien, no son apasionantes ni te sorprenden, además, todos siguen un esquema bastante similar. Pero el libro es corto y es interesante la forma en que el autor aplica el realismo mágico a estos relatos.

Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

PUNTUACIÓN...2/5!

domingo, 19 de agosto de 2018

Frases memorables: Las cosas que no nos dijimos

"Uno puede echarle la culpa de todo a su infancia, culpar indefinidamente a sus padres de todos los males que padece, de las pruebas a las que lo somete la vida, de sus debilidades, de sus cobardías, pero a fin de cuentas es responsable de su propia existencia; uno se convierte en quien decide ser"

Me da la impresión de que esta cita da para un debate largo (oh, cuánto lo siento... #LauraGenerandoDebate) ¿Somos el resultado de nuestro entorno? ¿O cada uno decide cómo quiere ser? Las circunstancias que hemos vivido y la educación que hemos recibido sin duda influyen en nuestra forma de ser, pero en el fondo, ¿lo que importa no es cómo reaccionamos a esas circunstancias?

No me gustan los personajes que aparecen de la nada, esos cuya vida parece que empieza con la primera página, que parece que no tienen pasado. Somos el resultado de lo que hemos vivido, de las decisiones que hemos tomado a lo largo de nuestra vida, si me suprimes todo eso, queda un personaje incompleto. Me gusta cuando los villanos tienen un por qué de sus acciones, que no sean malos porque sí. En muchos casos es porque han tenido una infancia horrible: que si su padre le pegaba, que si vivía en la pobreza, que si le hacían bullying, que si le habían enseñado a ser racista, que si había visto cómo asesinaban a toda su familia, que si murió un ser querido y ahora no quiere amar a nadie más,...etc. Pero, ¿eso le exime de la culpa? No.

No se puede justificar (ya ni siquiera digo perdonar, digo justificar) las acciones de alguien por su pasado, porque mientras que hay villanos que odian el mundo porque de pequeños los maltrataban, hay protagonistas que salvan el mundo precisamente porque de pequeños los maltrataban. Como dice la cita "uno se convierte en quien decide ser", lo importante es cómo reaccionamos a determinadas circunstancias. 

Y a todo esto, una pregunta curiosa ¿os habéis fijado que todo son por traumas de la infancia? Qué pasa, ¿es que no les puede pasar algo de adultos que luego afecte al resto de su vida?

Pero aunque me gusta conocer el pasado de los personajes también estoy algo cansada de esos personajes que han tenido un oscuro pasado en el que les han pasado mil desgracias, porque es ya algo que se hace repetitivo. Si no son huérfanos, sus padres son unos maltratadores o les han ignorado todo la vida. Qué pasa, ¿es que ningún personaje ha tenido una infancia feliz o qué? A ver, yo siempre he tenido mis roces con mi familia, pero eso es lo normal, en general he tenido una buena infancia (en la que tenía mucho tiempo para leer, no como ahora, lloro...).

Hum, mi intención no era hablar acerca de la familia, pero lo cierto es que tiene bastante relación con el libro de donde sale esta cita, Las cosas que no nos dijimos, de Marc Levy. En los últimos años sí he leído más libros en los que la familia tiene un papel importante (Una madre, A todos los chicos de los que me enamoré), pero en los libros, por norma general, la familia no existe o está de elemento decorativo. Por eso, me llevé una grata sorpresa al descubrir que este libro se centraba sobre todo en la relación padre e hija. Y eso que el padre muere (faltaría más, si eres el padre o madre del protagonista, tienes muchos puntos de morir, especialmente de forma trágica) en el primer capítulo. El libro me resultó entretenido, tiene algunos toques de humor y sobre todo profundiza mucho en las relaciones con los hijos y el amor de los padres.

Para muestra, un botón. Ya sé que ya he compartido la frase memorable que quería comentar pero...no puedo evitar compartir este fragmento, es demasiado bonito. Aquí os lo dejo, yo no voy a decir más.

"-¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin límites, sin dudas ni temores, sabiendo que esa persona a la que quieres más que nada en el mundo olvidará casi todo lo que habréis vivido juntos?,¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borraran de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenará un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla? ¿Tendrías ganas de todas las mañanas, de prepararle el desayuno, de velar por distraerle todo el día, divertirla, leerle cuando se aburra, cantarle canciones? Y, al llegar la noche, ¿Ignorarías el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti? Si tu respuesta a cada una de estas preguntas es sí, entonces perdóname por haberte juzgado mal, sabes de verdad lo que es amar.-¿Me estás hablando de mamá?-No, querida, te estoy hablando de ti. Este amor que acabo de describirte es el de un padre o una madre por sus hijos. Cuántos días y cuántas noches pasados velando por vosotros, al acecho del más mínimo peligro que pudiera amenazaros, mirándoos, ayudándoos a crecer, secando vuestras lágrimas, haciéndoos reír, cuántos parques en invierno y cuántas playas en verano, cuántos kilómetros recorridos, cuántas palabras repetidas, cuánto tiempo dedicado a vosotros. Y, sin embargo, sin embargo… ¿a qué edad se remontan vuestros primeros recuerdos de infancia?¿Te imaginas hasta qué punto hay que amar para aprender a no vivir más que por vosotros, sabiendo que lo olvidaréis todo de vuestros primeros años, que en los años venideros sufriréis por lo que no hayamos hecho bien, que llegará un día, irremediablemente, en que os separaréis de nosotros, orgullosos de vuestra libertad? Me reprochas mis ausencias, ¿sabes cómo se sufre el día en que los hijos se van? ¿Te has imaginado siquiera el sabor de esa ruptura? Voy a decirte lo que ocurre, uno está ahí como un idiota en la puerta mirándoos marchar, convenciéndose de que tiene que alegrarse de esa partida necesaria, amar la despreocupación que os empuja y a nosotros nos desposee de nuestra propia carne. Una vez cerrada la puerta, hay que volver a aprenderlo todo, volver a a prender a amueblar las habitaciones vacías, a no acechar ya más el ruido de vuestros pasos, a olvidar esos crujidos tranquilizadores en la escalera cuando volvíais tarde por la noche, y uno se dormía por fin tranquilo, mientras que ahora tiene que tratar de conciliar el sueño, en vano, puesto que ya no volveréis. ¿Ves, Julia mía?, sin embargo, ningún padre ni ninguna madre se vanagloria de ello, en eso consiste amar, y no tenemos elección puesto que os amamos".

miércoles, 15 de agosto de 2018

Minireseñas: El escritor, de Màxim Huerta y Javier Jubera García; Créixer és un mite, de Sarah Andersen

Autor: Màxim Huerta.
Ilustrador: Javier Jubera.
Editorial: Ediciones Hidroavión.
Número de páginas: 54.
Formato: Tapa blanda con solapas.
Precio: 14.90€
ISBN: 978-84-944143-5-0

Sinopsis:
¿Qué pasa si el narrador y el protagonista se enamoran de la misma mujer? ¿Quién gana? ¿El personaje o el escritor? Esta historia se abre paso entre las ventanas y las puertas del deseo y la imaginación.

Opinión:

¿Pero habéis visto qué sinopsis tan original? ¡Que el escritor y el personaje hablan entre ellos! Me encanta esto. ¿Me recomendáis algún otro libro en el que suceda esto? De verdad, me parece fascinante cuando un autor se arriesga de este modo y hace este tipo de metaliteratura porque lleva al lector a reflexionar sobre el propio acto de escribir.

Eso sí, he de decir que la sinopsis engaña un poco. Aquí parece que hay un gran conflicto entre personaje y escritor, pero no es así, en general son grandes amigos y se llevan bastante bien. En esta pequeña historia se presenta a Ricardo, el cuál para superar su última ruptura se dedica a fotografiar portales...hasta que en una de las fotografías aparece una mujer y se enamora de ella nada más verla.

La trama no es gran cosa, lo verdaderamente importante es la relación entre personaje y escritor. Constantemente, Ricardo interrumpe la narración para hablar con el escritor, para hacerle sugerencias, proponer matices e incluso, pedirle que cambie el guión de la historia. Estas interrupciones están bastante bien integradas en el texto y no rompen con el hilo de la narración de una forma brusca.

En cuanto a la edición, mejorable. Al texto le faltaba una revisión. Mirad que es corto, pero he encontrado varios errores ortográficos fruto del despiste y también tipográficos, como el uso de guiones cortos en lugar de largos. Las ilustraciones son interesantes y sin duda aportan mucho a la historia, pero de todas formas no han conseguido emocionarme, no son de mi estilo, demasiado asépticas, aunque los tonos estaban muy bien escogidos.


Como ya he comentado, el libro es muy corto, y no ho sé, a mí me hubiera gustado que se alargara un poco más y que profundizara más en los personajes. Además, esa relación entre personaje-escritor daba mucho más de sí, es algo interesantísimo que no se ha aprovechado al máximo.

Por último, comentar que con lo que me quedo es con la reflexión final acerca de cómo los escritores muchas veces escriben para evadirse ellos mismos, una catarsis que les permite expresar sus miedos y deseos más profundos.

En conclusión, si os gusta la metaliteratura y tenéis la oportunidad de conseguir el libro, tenéis que darle una oportunidad, porque es realmente interesante. De todas formas, no es fácil de conseguir, yo lo encontré de casualidad en la librería en la que trabajo, cuando ya había perdido toda esperanza. No es un libro que vaya a dejaros boketto durante varias horas ni que os ofrezca nada nuevo si habéis leído otras cosas de este estilo, pero por mi parte, me alegro de haberlo leído.

PUNTUACIÓN...3'5/5!

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Autora: Sarah Andersen
Traductor: Alena Pons
Editorial: Bridge Editorial
Año de edición: 2016
Páginas: 120
Formato: Rústica
ISBN: 978-84-16670-05-5
Idioma: Català

Sinopsis:
Ets únic i irrepetible? Gaudeixes socialitzant-te per inflar el currículum? Créixer i madurar són uns reptes fascinants per als quals et sents superpreparat/da? Argh. Fot el camp, sisplau.
Aquest llibre és per a la resta d'humans. Aquests còmics documenten com malgastar caps de setmana sencers sense fotre ni brot enganxat/da a internet, l'agonia d'anar pel carrer de la mà del noi o noia que t'agrada, passar el dia somiant que arribes a casa i et poses el pijama, i preguntar-te quan, exactament, et faràs gran.
Bàsicament, el llibre mostra els horrors de la vida moderna.

La Sarah Andersen és una il·lustradora de Brooklyn. Aquest llibre NO és autobiogràfic. Què va.


Opinión:

Ya son varios los libros ilustrados de viñetas de este mismo estilo que he leído, y en general, no me han parecido gran cosa. Esta autora la conocía por viñetas suyas que circulan por Internet, y lo cierto es que es bastante reconocida en cuanto a este estilo de libros. Por ello, me decidí a darle una oportunidad.

Primero de todo, lo he leído en catalán porque no ho sé, la traducción me parece mejor, tiene un encanto, una familiaridad diferente a la versión en castellano. En general el libro me ha gustado, el estilo de dibujo es bonito dentro de su simplicidad y no está excesivamente recargado ni vacío.

En cuanto al contenido, me he sentido identificada con un montón de las situaciones que se representan, y eso está genial porque es uno de los objetivos de este tipo de libros, conectar con el lector.


Alguna que otra viñeta me ha arrancado una sonrisa, pero por lo general el libro no tiene la intención de ser cómico, sino que tiene un punto reflexivo muy interesante, que lo diferencia de otros. Aún así, las reflexiones tampoco son nada del otro mundo, y el formato no permite profundizar.

Añadir que no es un libro que se pueda leer de una sentada, porque eso no te permite asimilarlo bien. Yo lo he leído más despacio que otros libros ilustrados de este estilo, quizás por eso lo he disfrutado más. A esto quiero sumarle que no se me ha hecho demasiado corto, sino que el precio me parece adecuado para las páginas que hay.


Por último, destacar el hilo conductor que une todas la viñetas. Como otros libros así, son viñetas que reflejan los pequeños problemas del día a día y los defectos de una persona normal. Destacar que mis favoritas han sido las viñetas que hacía referencia a la lectura, aunque no había demasiadas.

En conclusión un libro con un dibujo simple pero adecuado, con más intención reflexiva que humorística, con el que te sentirás identificado con mucha facilidad. No le doy una puntuación muy alta porque por lo que veo, este tipo de libros no son de mi estilo, no me llenan, pero creo que como mínimo deberías hojearlo y decidir por vosotros mismos.

PUNTUACIÓN...3'5/5!