El fabricante de lluvia, de William Camus

Este libro lo leí hace muchos años, a los diez años, quizás, y el otro día, lo vi por la biblioteca y recordé cuanto había disfrutado con su lectura. Y aunque sabía que ya no iba a ser lo mismo, ni por asomo, me decidí a cogerlo, para recordar buenos tiempos.

Sin duda, es un libro mas bien infantil, hay que tener en cuenta que pertenece al Barco de Vapor, recomendado para niños de entre diez y doce años, pero cuya relectura he disfrutado. Os dejo con la reseña:


Nº de páginas: 203 págs.
Editorial: EDICIONES SM
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788434813236
Año edición: 2002
Plaza de edición: ES

Sinopsis:
Pete Breakfast, un muchacho de once años, se siente el más feliz del mundo cuando el fabricante de lluvia lo acepta como compañero y ayudante. La fama del fabricante de lluvia se extiende por toda Norteamérica. ¿Charlatán, curandero, mago? Es amigo de indios y blancos. ¿O... tal vez... sólo sea amigo de sí mismo? Nadie puede desentrañar qué se oculta tras su aureola de misterio. Ni siquiera Pete.

Por qué este título...

—¿Es cierto, señor Gaho, que es usted un Fabricante de Lluvia?

 Con un tono extrañamente amable, me respondió:

 —Mira, si quieres puedes llamarme Gigante del Viento. Eso me gustará.

 Después alzó los ojos hacia el cielo azul de la noche, observó las estrellas y, tendiéndose boca arriba sobre su bala de algodón, me dijo:

 —Es cierto, muchacho, soy un Fabricante de Lluvia. Hablo con las nubes, converso con el trueno, me comunico con los relámpagos, y cuando me desobedecen los rompo entre mis manos. Puedo ordenar la sequía y hacer crecer las aguas hasta la inundación. Hablo cada día con el Ser Eterno, Manitú, el dios de los iroqueses.

Opinión:

La trama, ha sido interesante, pues gira entorno a Pete y a su señor, El fabricante de lluvia, unos personajes muy curiosos. Por una parte, Pete me recordaba al Lazarillo, pero era El fabricante de lluvia el más pícaro de los dos, siempre metiéndose en líos y tratando de conseguir fortuna de las más extrañas maneras.

Sin duda, El fabricante de lluvia ha sido un personaje muy especial, pues nunca podías imaginarte con que nueva treta iba a salirte y el lector tampoco llega a descubrir si es un brujo, un farsante o un científico muy listo. Pete, por su parte, me ha parecido su contrapeso, quién daba algo de equilibrio a la historia y cuestionaba las acciones de El fabricante de lluvia.

De este modo, las pequeñas disputas entre Pete y El fabricante de lluvia, permiten al lector cuestionarse algunas cosas, y percatarse de que hay muchos modos de ver los hechos, además de que hay una constante lucha entre lo que está bien y lo que está mal.

El vocabulario es simple y sin complicaciones, y tampoco hay ninguna dificultad para seguir el ritmo a la historia, pues se hace muy amena, con constantes diálogos y pocas descripciones.

El final ha sido lo único que me ha fastidiado un poco, pues nos ha dejado casi como empezó, de manera que no vemos que el protagonista haya subido de estatus social ni haya sacado más provecho de sus aventuras que una nueva visión del mundo.

En conclusión, como libro infantil, está muy bien y es muy recomendable para entretenerse un ratito.

PUNTUACIÓN...3/5!

Primeras Líneas...