domingo, 24 de agosto de 2025

Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset

Editorial: Lengua de Trapo
ISBN: 9788489618626
Idioma: Castellano
Número de páginas: 319
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 19/03/2001
Medidas: 22.0 cm x 15.0 cm
Autor: Pablo Tusset (pseudónimo)
Título; Lo mejor que le puede pasar a un cruasán

Sinopsis:
¿Qué ocurre cuando Pablo Baloo Miralles, treintañero inadaptado y vacilón, holgazán, misógino, prostibulario, además de pariente pobre y conocido filósofo en la Red, se topa de hocicos con el misterio en un barrio pijo de Barcelona? A bordo de un deportivo con aire de pantera Bagheera, y con un humor inteligente, excéntrico y mordaz, Miralles nos conduce por una intrigante trama salpicada de alegrías etílicas, escarceos venéreos y páginas Web de dudoso contenido: el esclarecimiento de la repentina desaparición de su hermano, The First, presidente de Miralles & Miralles, la próspera empresa familiar. ¿Una fuga con la amante?, ¿la venganza de algún competidor estafado?, ¿un secuestro? Siempre de la mano de este tan impresentable como simpático Baloo de entre siglos, conoceremos a muchos personajes pintorescos: Gloria, la cuñada alcohólica con veleidades literarias; el patriarca Miralles, «difícil síntesis entre Winston Churchill y Jesús Gil»; el iracundo John, profesor de ontología en Dublín y coautor de una Teoría de la Realidad Inventada a medio postular; o la inefable Fina, heroína naïf de busto meritorio, cuyas aspiraciones románticas sobreviven a cualquier desaire. Pero lo que empezó como una misteriosa desaparición irá adquiriendo calidades oníricas y terminará llevando a nuestro Pablo Baloo hasta la Fortaleza: una invisible ciudadela incardinada en la entraña misma de esta nueva Barcelona de los prodigios.

Por qué este título...
"Lo mejor que le puede pasar a un cruasán es que lo unten con mantequilla; eso pensé mientras rellenaba uno abierto por la mitad con margarina vegetal de oferta, me acuerdo. Y me acuerdo también de que estaba a punto de hincarle el diente cuando sonó el teléfono".

Opinión:
Impresión: Raro

Este libro lo leí por recomendación de G, a quien le había volado la cabeza. O al menos, eso creía: resulta que no lo había leído, solo le había parecido curioso (me siento engañada). Es lo que pasa cuando pones un libro en pendientes y no lo tocas hasta muchos años después: una olvida qué le impulsó a comprarlo.

Lo de arriba parecen fresas. No sé qué pintan
Lo de arriba parecen fresas.
No sé qué pintan
No me arrepiento de haberlo leído, pero no repetiría... si no fuera porque a G le gustó tanto este autor (?????), que me empujó a comprar otro libro suyo. Y ahora que ha dejado la lectura aparcada una temporada, yo soy su conejillo de Indias... Le daré una segunda oportunidad al autor; total, el libro está ahí. Eso sí, iré con pies de plomo y, si no me convence, no me lo pensaré dos veces.

Pasando a hablar de Lo mejor que le puede pasar a un cruasán: bien, no sé quién diseñó la portada, solo sé que ese día no iba muy fino. Ni ese ilustrador ni ninguno de los que contrataron después, porque no hay ni una portada buena. Lo sé bien: antes de comprar el libro, intentamos elegir la portada más bonita (G quería tener a su autor favorito en la mejor edición [?]) y esto era lo más decente que había.

Esta está diseñada
 por el propio autor
El título sí que es llamativo (yo creo que a G le llamó la atención solo por eso), mientras que la premisa no es nada del otro mundo: a Pablo Miralles, un cantamañas de tres al cuarto, no le queda otra que espabilar cuando su hermano, principal fuente de ingresos, desaparece en extrañas circunstancias. Teniendo esto en cuenta, esperaba la típica novela de un investigador privado de poca monta que se encuentra ante un caso que le permite demostrar su valía y enderezar su vida. Nada más lejos de la realidad: Pablo va dando tumbos de aquí para allá, sin mostrar mucho interés por el paradero de su hermano, aprovechándose de la situación. Hay algunos momentos de investigación, pero no diría que estamos ante una novela misterio, ya que el argumento se centra, más que nada, en el día a día del protagonista.

La novela tiene un tono cómico, no hay ninguna duda; otra cosa es que a mí me haga gracia. Si tuviera que definirlo, diría que es un humor muy español, con situaciones distendidas, algo de comedia física, escatología y un lenguaje muy coloquial. Esto último ha sido para mí lo más destacado de la obra: el autor domina la jerga de la calle y hace un gran uso de los vulgarismos (gazuza, agramante, empapuzar, relojear, giñada, estozolar, acogotar, fistro). Normalmente, las obras que reflejan el lenguaje coloquial se limitan a algunas apócopes (pasao por pasado, ta por está) y al abuso de los insultos más comunes; aquí encontramos localismos hispanoamericanos y de zonas muy concretas de España. Tiene mucho mérito este dominio del lenguaje español por parte de un autor catalán, aunque al mismo tiempo es un poco extraño, porque el personaje vive en Barcelona y no parece de ascendencia latina: no tiene sentido que hable así.

Con el objetivo de mostrar que Pablo es de baja estofa, otra característica lingüística es la transcripción literal de los anglicismos (jevi, güindous, yacusi, jol del edificio, Suarsenaguer, crismas, flauers, pidsas, imeil, pásguor, sait, güìquén, jom-peich, rum, nic-neim, grin-pis). No es que cuando se publicó el libro estas palabras aún no estuvieran adaptadas, sino que es una decisión consciente para remarcar cómo lo pronuncia Pablo; si el anglicismo lo usa otro personaje, está bien escrito.

Todo este coloquialismo contrasta con el uso de tecnicismos y un lenguaje elevado en algunas ocasiones (condicionales contrafácticos, dentro de la compunción a la que las luctuosas circunstancias obligaban, retropucio, pacata, deletéreos). Pablo no es un vividor cualquiera, sino un vividor instruido, filósofo de afición. Por eso, la narración en primera persona va alternando entre un lenguaje más o menos formal según la situación. Con tanto palabro, he de admitir que me he sentido un poco perdida; pese a ello, he disfrutado de descubrir nuevas palabras.

Siento haberme tirado el pisto hablando de lengua (gajes de oficio): para mí es lo más interesante que tiene la novela, ya que todo lo demás ni me va ni me viene. En parte, eso se debe a la trama tan dispersa, pero también al escaso trabajo de personajes. Solo Pablo es interesante, y ni eso. Lo único que tiene a su favor es ser un personaje realista que retrata un sector de la población: hombres sin oficio, beneficio ni lazos sentimentales, enganchados a la bebida y a las drogas, que se limitan a vivir el día a día. Este tipo de personaje tiene poco protagonismo en literatura, ya que solo existe para mostrarnos que hasta las personas más miserables son capaces de cambiar. Con Pablo, esto no pasa. La mayoría de novelas nos dicen que si nos lo proponemos y se dan las circunstancias propicias, todos somos capaces de cambiar, aunque sea solo un poquito; eso no significa que todo el mundo esté dispuesto a ello, como bien nos muestra Pablo. Me parece necesario concienciar de la posibilidad del cambio, pero también advertir de que algunos no cambiarán nunca. Eso no significa que la obra defienda este modo de vida: a Pablo le salen las cosas bien, pero la obra nos muestra que su vida es sórdida y nos deja claro que el protagonista no es, en ningún momento, un modelo a seguir.

Los secundarios son tan estereotípicos y planos como el protagonista. La Fina es un ejemplo de cómo las mujeres también pueden llevar una vida como la de Pablo, vagando de aquí para allá sin madurar. Me ha gustado que, pese a los rumores, no salieran juntos, sino que solo fuesen buenos amigos que se comprenden muy bien; cualquier otra obra hubiera optado por un romance. Gloria, la cuñada, también me ha gustado, no solo porque sea un personaje femenino positivo, sino porque es una mujer fuerte que ha sabido sacar partido de sus circunstancias y montarse la vida lo mejor posible. 

Teniendo en cuenta lo comentado hasta el momento, puede que os preguntéis por qué seguí leyendo, ya que para palabras guachis podía leer el diccionario. Lo cierto es que fue por inercia: si la obra hubiera sido más larga, posiblemente la hubiera dejado. También es verdad que el tono ligero acompaña, que hay muchas escenas cotidianas y familiares, y que, pese a la jerga incomprensible, es bueno de digerir.

El final sí que me sorprendió, no porque haya un gran giro de guion, sino porque, en lugar de inclinarse por el idealismo, la obra prefiere ser coherente con el personaje que nos habían presentado. Me pareció un final valiente que no dejará contento a todo el mundo; sin embargo, prefiero eso a un cambio surgido de ninguna parte.

En conclusión: supongo que esta novela está siempre de segunda mano porque a nadie le interesa. La trama de tintes costumbristas y el tono humorístico hacen que la novela sea entretenida, por mucho que no vaya a ninguna parte. La combinación entre jerga de la calle y lenguaje intelectualoide está graciosa, pese a que puede hacer que a la lectura sea pesada. El protagonista es cuanto menos curioso, sin embargo, la época de los personajes planos pasó hace mucho. Seguro que la obra tendrá su público (G es un gran fan [?]) y que el humor encajará con algunos lectores, pero no es mi estilo. También hay que tener en cuenta que esta fue la primera obra del autor; quizás la otra que tengo me parezca más resultona.

Cosas que he aprendido:

  • Palabras guachis
  • Un buen ejemplo de conversación por chat
  • Reafirmarme en que la gente no cambia de la noche a la mañana

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads

:

PUNTUACIÓN...2'5/5! 

Primeras Líneas...

lunes, 18 de agosto de 2025

Visto en las redes 73#

 ¡Hola a todos! ¿Cómo va todo? Yo, contenta de que haya llegado el verano. No por el calor, claro, ni por las vacaciones que no tengo, sino porque hemos puesto horario de verano y la biblioteca está mucho más tranquila. Ahora tengo un poco más de tiempo para dedicar al blog y a escribir reseñas, que es justo lo que necesitaba. 

En fin, paso a presentar la entrada. Para los que no lo sepan, esta sección me gusta mucho porque da pie a muchos debates (aunque no os veo muy por la labor de debatir), así que, pese a que lleva mucho tiempo, me encanta escribirla. Espero que la disfrutéis y que podamos comentar un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!

Eso sí, antes que nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos; el caso es que siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados los últimos meses (junio y julio) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que... ¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada! 

Me decidí a crear esta sección como excusa para hacer debates porque sé que algunos de vosotros no me seguís en las redes sociales tranquilos, estáis en la lista negra (tanto porque no os interesa como porque no tenéis una cuenta) y pensé que os podría parecer interesante tener una recopilación de esta información. Así, todos los que no tenéis redes podrías estar al tanto y los que me seguís, pero estáis saturados, podríais tener un resumen.  

Como sabéis, el blog está en varias redes: en Twitter, en Facebook, en Instagram, en The Storygraph, en Goodreads y en Bloguers (podéis acceder a mi perfil de cada red social haciendo click en los enlaces), aunque estoy especialmente activa en Twitter e Instagram, por lo que en esta sección me centraré en esas redes sociales.   

Repito, como en cada ocasión, que la idea de esta sección no es completamente mía (siempre hay que dar créditos). Me inspiré en una sección muy parecida en el blog de Deja volar tu imaginación llamada Citando a Twitter. En ella, Patt recopilaba algunos de sus retweets favoritos, siempre relacionados con reflexiones sobre el mundo en general, no centradas en el ámbito literario. 

Y sin más dilación, os dejo con la entrada:

Visto en Twitter

Los autores son humanos y es inevitable que a lo largo de su vida expresen ideas que no compartes, defiendan causas que no te parecen justas, cometan algún crimen o contraigan algún tipo de adicción intolerable. Hay tan pocos autores que se libren de culpa, que, al igual que Dr. Motosierra, prefiero distinguir entre autor y obra, en parte porque su ideología puede no reflejarse en el texto, como es el caso de la homofobia de Orson Scott Card. Pese a no buscar activamente información sobre los autores, es inevitable hacerse eco de los casos más sonados. Cuando me entero de algo así, no me deshago de todos los libro a bote pronto, sino que decido no leer nada más suyo si no es que adquiero el libro de segunda mano o de la biblioteca. ¿Cómo reaccionáis vosotros?

Si hay algo que valoro mucho de Carlos di Urarte son sus consejos sobre escritura. Coincido con sus observaciones sobre el uso de los gerundios, los adverbios terminados en -mente y las expresiones recurrentes; es válido utilizarlos, siempre que no sea en exceso.

Después de darle un par de vueltas a este conflicto de MonikaFeren, yo diría que no es necesario usar un pseudónimo. A mí me gusta cuando un autor no se encasilla y demuestra que puede escribir obras de otros géneros literarios. Si alguien piensa que no se pueden escribir de temas tan diferentes o que quien mucho abarca poco aprieta, es problema suyo. En cuanto a lo de la lista de correo, no creo que sea una desventaja. Si decido seguir la lista de difusión de un autor es porque me interesa todo lo que publica no solo una obra en concreto. No creo que uno tenga que limitarse a su zona de confort; esto puede ser una oportunidad para adentrarte en otro género de la mano de un autor que te gusta. ¿Vosotros qué opináis?

En los últimos años he leído algunas novelas juveniles que no me han parecido gran cosa, pero que estoy segura que, de adolescente, me hubieran fascinado. Es lo que tiene crecer, que tus gustos cambian. Eso no significa que las novelas juveniles que se publican hoy en día sean peores (siempre se han publicado novelas con relaciones tóxicas), ni mucho menos, sino que, como dice CG Drews, ya no somos su público objetivo y por eso no las disfrutamos tanto. ¿A vosotros os siguen emocionando las novelas juveniles?


Me negaba a creer que estos precios que nos enseñan Gee y AlmaPrendida fueran reales, así que lo he mirado con filtros en Amazon y he quedado tiesa. Hay un montón de títulos de Planeta que están a 12€ en digital y novelas como Viento y verdad que están a 15€. De verdad que no entiendo los motivos que hay detrás de todo esto. ¿De verdad hay gente que lo compra a estos precios? Es que incluso si solo fuera un precio disuasorio, para que lo compres en papel y nadie pueda decir que no ofrecen una opción en digital, me parece excesivo. ¿Será para ganar más si la obra está en plataformas de suscripción? ¿Alguna otra propuesta?

Al igual que Luna, intento llevarme siempre un libro a todas partes. Es incómodo, pesa y normalmente no tengo tiempo ni de abrirlo, pero merece la pena para las pocas veces en las que sí me ha sido útil llevarlo conmigo. ¿Vosotros también vais siempre con un libro encima?


Me gustan las novelas grimdark y eso que rara vez puedes identificarte con sus personajes. A mí no me importa que el protagonista sea mala gente; solo necesito comprenderlo y poder empatizar con él y sus circunstancias. Eso no significa que me guste una novela en la que se muestra a este personaje como un ejemplo a seguir, ni mucho menos: lo lógico en estos casos es criticarlo. Por eso los protagonistas de las novelas grimdark no suelen terminar bien. En todo caso, la pregunta de Goodreads me parece lógica, ya que hay mucha gente que prefiere no hacer el esfuerzo de intentar comprender al otro.


En la mayoría de entrevistas que he leído de autores, que son pocas, se pregunta exclusivamente eso, sobre su oficio, si bien es verdad lo que comenta Mientrasleo que en las entrevistas de más alcance y cuando un autor trata en su obra mínimamente un tema de actualidad, también se le pregunta su opinión al respecto. Cada uno sabe de lo que sabe y, de lo demás, solo puede dar su opinión sin fundamento, pero al ser famoso, esa opinión ya tiene cierto peso. En vista que los entrevistadores seguirán haciendo estas preguntas inadecuadas, para generar polémica, creo que como autor, si no sabes de algo, deberías ser consciente de tu influencia y no responder.   

Si nos ponemos serios, sí, Dr. Motosierra, es un problema aislarse del mundo y encerrarse en los libros. No me arrepiento de haberme pasado toda mi infancia leyendo, aunque hubiera estado bien que desarrollara un poco más mis habilidades sociales y que hubiera hecho algún amigo más. Los libros son un buen apoyo, pero no deberían sustituir la vida real.

Eh... sí. Al igual que Maliha, esto es algo que me encanta hacer, no por presumir, ni mucho menos, sino que veo el libro, me invaden los recuerdos y siento unas ganas enormes de convencer a la otra persona para que lo lea y así yo pueda revivir esa historia a través de la lectura y los comentarios de otro. ¿Vosotros también tendéis a señalar y hablar de libros que habéis leído?

Lo de que todas las novelas románticas tengan que tener un final feliz, como dice Luna, me parece una soberana tontería. La romántica es un género como cualquier otro, cuyo núcleo es la relación amorosa, independientemente de si esta termina con los personajes juntos o no. Es más, hay novelas románticas en las que el final feliz es que cada uno siga su camino. Yo leo el género para comprender mejor las relaciones entre personas. No le veo el punto a autoengañarse con novelas con finales positivos si la realidad no es así ni lo será. Eso solo genera unas expectativas respecto a las relaciones que no se van a cumplir nunca. 

Comparto la crítica de Seguiré Leyendo, pese a que entiendo la decisión de las editoriales, cuyo objetivo es conseguir más ventas. Hay tantas publicaciones hoy en día, que la única forma de sobresalir es con un producto que sea visualmente más llamativo que cualquier otro del mercado, incluso si para eso hay que reducir costes de corrección y traducción. No hay tantos lectores que se quejen por ello y muchos menos deciden dejar de comprar libros a la editorial por esa razón; en cambio, con los cantos pintados y las reediciones pueden conseguir aumentar su público, así que es una apuesta segura.

En esto sí que coincido con Luna: cualquier momento es bueno para leer. Cualquier estado de ánimo me incita a leer y cualquier situación en la que esté sola. Quizás el único momento en que no me apetece leer es cuando me lo paso bien con los amigos; por lo demás, cualquier momento es bueno. ¿Hay alguna situación o estado de ánimo en el que nunca os apetece leer?

No se me ocurre cómo un traductor puede cometer un fallo tan garrafal como este que nos enseña Seguiré Leyendo. Quizás quería decir que, por las lágrimas, se le pegaron los ojos, pero eso solo sucede cuando las lágrimas están secas, así que también sería raro en este contexto. 

Muy de acuerdo con esto que dice María R. Coco. Mirad que no me gustan los tópicos, pero si para evitarlos tienes que usar un lenguaje artificioso, mejor déjalo estar. Todos sabemos qué significa fruncir el ceño y, si tu personaje lo hace, no me parece mal que lo uses. El problema es cuando se abusa de estos recursos.

Es mucho más barato poner el lomo de un color chillón que no hacer un trabajo complejo como este que nos enseña Luna. Y con lo que están triunfando los cantos pintados, si la editorial no necesita hacer más para vender, para qué esforzarse. Supongo que a medida que pase la fiebre de los cantos pintados simples, estos empezarán a valorarse mucho más. ¿Tenéis alguna edición así?

Me siento muy representada con este comentario de Vale Ivs Percy Jackson. En mi caso, tenía una linterna "para ir al baño" que en realidad utilizaba para leer en la oscuridad. También es verdad que pocas veces pasaba horas y horas leyendo por la noche, una o dos a lo sumo, porque llegaba a cansarme. Y no os podéis hacer a la idea del miedo que tenía siempre a que me descubrieran. Como me abstraigo tanto con la lectura...

Cada vez que descubro algo como lo que nos cuenta Carlos di Urarte aquí, me quedo en shock. Y lo mejor es que suelo olvidarme, así que cuando me lo recuerdan, me quedo en shock de nuevo. En algunos casos mi confusión se debe a que el nombre suele ser asociado al género femenino, como Tracy, pero en otros casos no tengo excusa. Incluso hice una entrada hace tiempo hablando de esto.

Si alguien conoce alguna novela con estos tropos invertidos, por favor, que me lo diga, porque me muero por leer cualquiera de estas cosas que propone CG Drews. Siempre ando en busca de la originalidad y de una vuelta de tuerca a las historias, así que me encantaría leer algo de esto: un "de amantes a enemigos", un maestro alegre con su aprendiz cascarrabias, el elegido es un elegido para hacer el mal, una casa embrujada completamente nueva, deshacer un matrimonio por conveniencia, que sean una pareja falsa y no se enamoren, una historia de ricos a pobres o la idea de "no estoy intentando que cambie para bien, sino para mal".

De no ser por Aaron Bady no conocería esta anécdota de Saramago. Resulta que su traductor al inglés, cuando traducía Ensayo sobre la ceguera, estaba tomando una medicación con la que perdía visión y decidió dejar de tomarla, a riesgo de vivir menos, para conservar la vista. Chunguísimo. No suelo leer entrevistas de los autores, así que me pierdo estas cosas. ¿Conocéis alguna otra historia así?

Lo he leído millones de veces y siempre había creído que significaba "acariciarse la barba". No ha sido sino gracias a este comentario de RGR que he descubierto la verdad. ¿Os ha pasado lo mismo?

Comparto el enfado de Omaira_G. Entendería una subida de no o dos euros, pero es que esto es absurdo. ¡Y pensar que hace una década la mayoría costaban 6€! Por supuesto, los sigue habiendo a 9€, pero más que eso me parece un abuso. ¡Si por el precio que tiene un libro de bolsillo ahora, antes podías comprar uno de tapa dura! Esta subida de precios es lo que me incentiva cada vez más a comprar los libros solo de segunda mano.

Esto también me representa. Al igual que Vale Ivs Percy Jackson, cuando era pequeña y decía que me iba a dormir, incluía un rato para leer. Ahora, como vivo en pareja, rara vez leo antes de dormirme, porque charlamos hasta que me da el sueño.

Con tantos libros como hay por leer, las relecturas dan pereza. Sin embargo, como dice Pere Pèries, en una relectura el libro será él mismo, pero tú habrás cambiado y por eso cambiará tu percepción del libro. Eso es lo que a veces me detiene: ¿y si al releer un libro que me había encantado, ya no me atrapa como la primera vez? Al mismo tiempo, no me siento cómoda al recomendar un libro que no he leído recientemente, por lo que sí que hago relecturas de aquellos libros que creo que mi yo actual seguirá valorando positivamente.

Muy de acuerdo con esto que dice Mientrasleo. Es mágico cuando recomiendas algo y a la otra persona le encanta. No es solo la felicidad de haber acertado con la recomendación, sino también el placer que supone revivir una historia que te había gustado a través de los comentarios de los demás. Esto tiene su contraparte: cuando recomiendas algo y a la otra persona le parece una lectura sin más. Es entonces cuando me gustaría recordar mejor la obra para ofrecer mejores contrargumentos y poder hacer un poco de debate.

Instagram


Esta composición de BabelReader me parece muy interesante. Me gusta que haya encontrado tantos elementos de color verde y relacionados tanto con los venenos (las flores muertas, el escorpión, la botellita...) como con la muerte.



Esta imagen de MientrasleoS es bastante normalita, pero me ha convencido porque ha logrado camuflar muy bien el libro con todos esos frascos de perfume, hasta el punto de que he tenido que mirar la imagen dos veces para localizarlo.


La sencillez de esta imagen de MonicaSerendipia es lo que me enamora, así como la curiosa perspectiva. Queda muy original la vista desde arriba y además, me gusta el punto de libro a conjunto con el libro.

Por último, es inevitable que os muestre mis fotografías favoritas de AndrésYSusana_Atrapada. Y es que su estilo encaja completamente conmigo. En algunos casos (la primera, la segunda, la cuarta y las dos últimas fotografías) lo que me gusta es la estética simple y que acompañe la novela de pequeños elementos relacionados con la novela y que no tengo ni idea de dónde puede haber sacado, así como que logre que encajen cromáticamente. En otros casos, me sorprende el uso de un fondo tan bien escogido. Es el caso de la tercera fotografía, con el mapa de Roma; la quinta fotografía, con un fondo que consigue el efecto de un cenagal; y la sexta fotografía, donde la piedra negra y roja que enmarca el libro me recuerdan a la ceniza y a la sangre, esparcidas en un suelo terroso.

Y eso es un poco todo por hoy. He hablado mucho, así que ahora es vuestro turno. ¿Qué opináis de los debates que os he presentado? ¿Qué es lo que más os ha llamado la atención? ¿Os gustan las fotografías o preferís otro estilo?Luna