Los jóvenes, ávidos de conocimientos y experiencias, leen para descubrir mundo, mientras que los ancianos, agotados por el peso de sus vivencias, leen para conseguir unas horas de olvido, para dejar atrás una realidad reumática. Cuando eres joven, envidias el conocimiento de los adultos, así que tratas de adquirirlo para ser uno de ellos cuanto antes. Aunque hayan subido los precios, la lectura sigue siendo una fuente barata de conocimiento, porque nos permite conocer otras culturas, viajar a otros países y entender la perspectiva de otras personas, y todo sin movernos del sillón de casa. Yo he aprendido casi más sobre la vida gracias a los libros que gracias a la experiencia real.
En mi caso, me gusta leer para comprender mejor el mundo en el que vivo y, de ese modo, ir mejorando como persona. Entiendo que al estar en la vejez la lectura no tenga ya el mismo atractivo. No solo has acumulado ya tantos conocimientos a lo largo de una vida que las historias deben parecerte iteraciones unas de otras, sino que tu cerebro ha perdido capacidad de adaptación y cada vez te resulta más difícil aceptar ideas que chocan frontalmente con tus principios.
Aun así, hay que tener en cuenta que las máximas universales escasean y que son pocas las ocasiones en las que podemos afirmar algo categóricamente. Hay octogenarios a los que no les frena nadie, que siguen viajando y leyendo, que nunca pierden el anhelo de aprender y que seguirán formándose hasta que les quede un hálito de vida. Por contra, para muchos jóvenes, la lectura es un refugio que les permite huir de un entorno que les constriñe y les ayuda a olvidar una realidad que desprecian.
El hecho de leer para aprender o para olvidar creo que depende mucho del contexto que te rodea y no tanto de la etapa vital en la que te encuentras. Cuando era más joven (nos hacemos adultos en el que dejamos de decir "cuando era más pequeña"), leía para olvidar que no encajaba, pero al mismo tiempo, lo hacía para aprender, aunque no activamente: para los jóvenes, todo es nuevo. Ahora estoy en un buen momento de mi vida, en el que no hay dramas ni complicaciones, por lo que, aunque a veces leo para relajarme y olvidarme del mundo, sobre todo leo para seguir buscándome a mí misma y entender mejor a los demás.
¿Y vosotros? ¿Hacia dónde se inclina vuestra balanza? ¿Leéis para aprender o para olvidar?
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yo a veces leo para aprender, en el sentido de que me gusta leer divulgación o textos científicos, etc, sobretodo cuando me obsesiono con un tema pero en general leo para olvidar, para desconectar un poco de la realidad
ResponderEliminarun beso
Mira que me gusta leer para aprender, pero no mediante libros de divulgación o científicos, porque me aburren demasiado. Entiendo que leas novelas más para desconectar de la realidad, porque ya te formas con los textos científicos.
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