Editorial: DEBOLSILLO
Fecha de publicación original: 1991
Idioma: Castellano
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788497599931
Año de edición: 2003
Traductor: Cristina Macía
Número: 11
Título original: Reaper Man
Autor: Terry Pratchett
Sinopsis:
La muerte ha desaparecido. Se la supone... ejem... en otro lado. Lo que lleva al tipo de caos que siempre se produce cuando un servicio público es retirado. Mientras tanto, en una pequeña granja lejos, muy lejos, un oscuro y alto extranjero está demostrando ser realmente habilidoso manejando la hoz. Hay una cosecha que recoger...
Llevo en mi haber veinte novelas de Pratchett, casi la mitad de Mundodisco. No me arrepiento de haber empezado esta empresa, pero mi experiencia lectora ha sido accidentada. Mientras que algunas novelas son brillantes (humor agudo, personajes profundos, temas complejos, trama bien hilada), otras han sido mediocres (humor absurdo, personajes planos, ausencia de temas y trama disgregada), especialmente las primeras. Esta novela aúna ambos extremos: la trama de la Muerte es un tratado filosófico fascinante, con un humor bien medido, pero la trama de los magos es insustancial, donde el autor solo se lo pasa bien. Me gustaría puntuar cada una por separado, pero por desgracia, forman parte de la misma novela y se encuentran entrelazadas, aunque sea mínimamente.
Ambas tramas parten de la misma premisa: unos entes superiores han decidido que la Muerte debe morir y ser sustituido por otra muerte. A partir de este momento veremos cómo la Muerte se toma su recién descubierta mortalidad y las consecuencias de que nadie recoja el alma de los muertos. Ambas tramas se cuentan de forma paralela, pero van por derroteros distintos, y se cruzan en el epílogo de la historia.
Lo primero que debo decir sobre el personaje de la Muerte es que en este libro cambia de género, pero solo en la traducción. En español, la palabra tiene género femenino, a diferencia del inglés, donde el artículo es neutro y los adjetivos no tienen marca de género. Por eso decidieron referirse a la Muerte como ella y usar adjetivos femeninos. En algunos momentos específicos en inglés se hacía referencia al personaje en masculino, pero eran casos aislados que si se pasaban al femenino en la traducción no daba problemas (en un libro un personaje le llamaba "Padre", cosa que en español se tradujo como "Madre"). Aquí no solo la Muerte tiene mucho protagonismo, sino que se hace pasar por un humano llamado Bill Puerta al que todos tratan como a un hombre. Es por eso que, tal y como indican en una nota al pie, la editorial decidió a partir de este libro seguir usando el artículo femenino, pero adjetivos masculinos: "Entonces la Muerte le miró, asustado" o "La Muerte habló y todos le observaron con curiosidad". Esta solución no resulta satisfactoria porque es confusa esa mezcla, pero también entiendo que la única otra opción era suprimir el artículo, con lo que se hubieran perdido muchos juegos de palabras.
El personaje de la Muerte es uno de los más recurrentes en las novelas de Mundodisco, lógico si tenemos en cuenta que siempre nos está rondando, y siempre que interviene lo hace con sus características mayúsculas, porque está por encima de todos. Había tenido bastante protagonismo en Mort, pero aquí se profundiza más en él. La Muerte hace su trabajo sin vacilar porque es lo que se debe hacer, y trata con cordialidad a todo aquel con el que se encuentra, que tampoco son muchos. Es curioso respecto a la naturaleza humana, pero también distante, porque sabe que nunca será uno de nosotros. No es malvado, sino que no nos comprende. Nunca ha sentido el pasar del tiempo ni ha establecido lazos con nadie ni conoce el miedo a morir. Hasta ahora.
¿Quién mejor que la propia Muerte para hablar de nosotros? Al darse cuenta de que su reloj de arena también corre, decide mezclarse con los humanos para experimentar con la vida y tratar de comprenderla: adopta una identidad, se relaciona con la gente, empieza a trabajar, dedica tiempo al ocio... Sus gestos y palabras son siempre extraños porque entiende las relaciones causa-efecto (fallar estrepitosamente lanzando un dardo hace que los demás se rían), pero no las convenciones sociales asociadas a ellas (por qué eso a la gente le parece gracioso). Y con la vida, llega su comprensión de la muerte. Por primera vez, el tiempo de la Muerte avanza, con todo lo que ello implica: que la muerte está cada vez más cerca. En esta situación límite, Bill Puerta descubrirá, y nosotros con él, el valor de la vida.
Toda la parte de la Muerte está muy bien, pero le ha faltado espacio para desarrollarse. Me hubiera gustado que Bill Puerta tuviera más experiencias humanas y también que su relación con los demás habitantes de la aldea en la que ha recalado fuera algo más profunda. En el caso de la señorita Flitworth está bien tratada, pero no sucede lo mismo con la niña. Además, por una vez, Pratchett se excede en sus elipsis y exige demasiado al lector, por lo que algunas escenas resultan confusas porque falta información y tuve que releerlas varias veces. Se podría haber escrito una novela breve solo con la trama de la Muerte si se le hubieran añadido más páginas.
"La Muerte siempre se había preguntado por qué la gente ponía flores sobre las tumbas. A él le parecía una estupidez. Al fin y al cabo, los muertos se habían ido a donde no podía llegarles el aroma de las rosas. En cambio, ahora... no era que lo comprendiera, claro, pero al menos tenía la sensación de que el hecho tenía algo de comprensible".
En su lugar, Pratchett opta por compaginarla con una historia de los magos. Al principio pensaba que no me gustaba Rincewind, pero ahora me doy cuenta de que mi rechazo se extiende a todos los magos en general. Las escenas son dispares, poco relacionadas entre ellas, y el humor absurdo solo busca la risa fácil. La trama es amena y ligera, sin grandes mensajes ni temas complejos, y los personajes son unos tontos muy tontos que solo se hacen la zancadilla.
"El terror brillaba en sus palabras como destellos metálicos en el filo de una navaja"
El inicio no es tan terrible: el anciano mago Windle Poons acaba de morir, pero para sorpresa de todos, incluso de él mismo, su alma regresa y, por mucho que lo intente, es incapaz de permanecer muerto; como la Muerte no hace su trabajo, la vida se acumula, y eso puede tener graves consecuencias. Windle Poons empieza a investigar lo que está pasando y traba amistad con un grupo de no-muertos, mientras que los magos que están al mando no tienen que investigar porque la trama les atropella.
"El montón se giró en redondo y se lanzó hacia el tesorero.
Los magos retrocedieron.
—No puede tener inteligencia, ¿verdad? —gimió el tesorero.
—No hace más que moverse despacio por ahí y devorar cosas —dijo el decano.
—Sí, solo le falta un sombrero puntiagudo para parecer un miembro de la facultad —asintió el archicanciller"
Es un conjunto muy dinámico con acción constante, pero las escenas están solo medianamente conectadas y su principal objetivo es conseguir el entretenimiento del lector, sin más. Hay mucha acción, los personajes van constantemente de acá para allá y las pequeñas aventurillas que corren tanto unos como otros, intentan ser graciosas, pero es un humor absurdo con el que no encajo. Además, la trama, a medida que avanza, se aleja cada vez más de la premisa inicial y, aunque hace una crítica interesante a nuestro mundo, me ha parecido superficial e incongruente con el resto.
"Sobre su cabeza apareció una aparición que sostenía una lámpara y le iluminaba con ella. Era una cara de la talla cinco con una piel de la talla catorce"
A eso hay que sumarle la cantidad de personajes que hay. La mayoría de ellos aparecen en un par de ocasiones y solo están ahí para hacer la gracia, por lo que no tienen más caracterización. Windle Poons era gracioso en novelas anteriores, porque era un ancianito sordo al que le faltaba un tornillo, aquí ha recuperado sus sentidos, por lo que no tiene nada de especial. En el caso del grupo de magos, tenemos al Archicanciller, al Decano, el Tesorero y uno o dos magos más, pero me siento incapaz de distinguirlos. En Imágenes en acción estaban mejor caracterizados (aunque ahí su trama tampoco me gustó), pero aquí son todos unos aventureros cobardes con ganas de repartir leña. El único personaje que
me ha gustado, por lo curioso que resulta, no porque sea un gran personaje, es la señora Cake, una vidente que casi siempre tiene la precognición puesta, por lo que responde antes de que hagan la pregunta, así que, en las conversaciones, primero tienes que leer sus líneas de diálogo y después el diálogo precedente.Como siempre, Pratchett domina con gran habilidad el lenguaje y esconde muchísimos juegos de palabras entre sus letras, pero por traducción, solo nos llegan la mitad de ellos. Pese a ello, y así lo demuestran las citas que os he dejado aquí y allá, la narración sigue siendo brillante.
El humor está también muy presente en la obra, pero en esta ocasión no me he reído tanto, quizás porque el humor absurdo predominaba por encima de más ingenioso y agudo. Los comentarios en ambas tramas son punzantes, pero sí que las escenas de los magos intentan ser graciosas, pero a mí no me lo parecieron.
En cuanto al final, muy bombástico en el caso de los magos y muy melancólico en el caso de la Muerte. Me gustó especialmente lo que sucede con la señora Flitworth y cómo trata algo tan delicado.
En conclusión, esta es una novela muy desigual, tan mala como algunas de Rincewind, pero con partes tan buenas que merece ser leída solo por eso. La trama de la Muerte es compleja, presenta buenos personajes y trata el tema del valor de la vida, pero le ha faltado desarrollar un poco más y que se explicaran mejor algunas escenas. La trama de los magos es dinámica, con acción constante y un tono más ligero, pero los personajes son simples y hay tantos que no logra desarrollar ninguno. El autor sigue siendo un maestro en el arte de la narración y sus juegos de palabra están llenos de ingenio. Hay que leerla, pero tampoco tengáis ninguna prisa.
Cosas que he aprendido:
- Cómo seguir insultando a un río.
- Maravillosa escena de discusión entre magos y el Patricio.
- La Muerte como personaje creíble.
- Juegos de palabras y desfamiliarizaciones brillantes.
- La técnica de la videncia.
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...
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Hola.
ResponderEliminarMe recomendaron estos libros hace mucho y la verdad es que me da cosa por lo larga que es, pero sin duda vale la pena, a ver si me animo.
Muchos besos
A mí también me daba pereza, pero si voy poco a poco, no parece tanto. Además, no hay problema con leerlos a lo largo de varios años porque están muy poco relacionados.Sin duda merece la pena.
EliminarCUANTOS LIBROS yO NO LEO MUCHO PERO ESCRIBO A DIARIO
ResponderEliminaraBRAZO BELLA
Sí, la saga es muy larga, pero como son bastante independientes, siempre que no te abrumes, va bien.
EliminarYa sabes que no me animo con esta saga. Siendo tan larga, creo que es casi normal que haya unos muy buenos y otros no tanto. Y a este libro le ha tocado tener de ambas cosas. Desde luego, en tremenda empresa te has metido, sí.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo sé, una lástima que no te animes. Yo seguiré, al pie del cañón, y en unos días empezaré uno nuevo
EliminarHola linda!!!
ResponderEliminarSoy sincera? No tenía idea de la existencia de estos libros y la verdad es que soy un tanto masoquista y me encantan las series largas, así que quizás si me pillo con ellos me animaré con sus lecturas.
Un abrazo linda
Pues me alegro de habértelos descubierto, porque la saga en general merece mucho la pena.
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