La estrella, de Javi Araguz e Isabel Hierro

Antes de empezar la reseña, quiero aclarar algo. Este libro lo tengo desde hace mucho pendiente, por lo que, cuando me puse a leerlo, ya no recordaba qué decía la sinopsis. Así que, empecé el libro solo con la información de la portada. ¿Y qué pasó? Pues que, muy erróneamente, creía que el libro trataba sobre los nazis y los judíos, de ahí lo de La estrella. Además, pensaba que la chica de la portada, era la protagonista, una niña judía a la que capturaban, cubriéndole el rostro con un pañuelo. ERROR

Y es que el libro no tiene nada que ver con el nazismo. Imaginaos lo poco que tiene que ver, que ni siquiera está ambientado en nuestro planeta. Afortunadamente, tras unas páginas, volví atrás para leer la sinopsis, y todo me quedó más claro.

Bueno, nada, os dejo con la reseña:

Título: La Estrella

Autores: Javi Araguz / Isabel Hierro

Serie: Libro independiente

Publicación: Junio 2011

Editorial: Viceversa

Páginas:  316

Precio: 18’50 €

Sinopsis:

Hace siglos, una catástrofe convirtió el Linde en un lugar hostil; desde entonces, los supervivientes han aprendido a vivir aislados dentro de los Límites Seguros, pero a menudo el planeta cambia de forma y la gente se pierde para siempre. Tras un violento episodio, Lan, una valiente muchacha del clan de Salvia, despierta en medio del desierto y es rescatada por su peor enemigo.

Un joven marcado por una maldición. Un pueblo que esconde el mayor secreto jamás guardado. Un amor tan peligroso como imposible. Un mundo cuya superficie cambia constantemente de forma… donde perderse, es el equivalente a la muerte.

Opinión:
Impresión: No ha estado mal

Lan vive en un mundo cambiante, cada cierto tiempo, la Quietud se rompe y todo a su alrededor se sume en el caos. Y lo peor es que ésta, de cada vez va a más y pronto cruzará los Límites Seguros de su pueblo. Es entonces cuando conoce a un Errante, al que llama Secuestrador, un muchacho que junto a su pueblo, es capaz de viajar por su mundo, la Linde, sin miedo a que la Quietud se rompa. Juntos, van a tener que luchar por un mundo que cada vez está más cerca de la destrucción. ¿Lograrán aunar fuerzas para superar todas las adversidades?

Ante todo, he de reconocer la gran labor de los autores al crear el fantástico mundo de el Linde. Es un planeta muy original, un mundo que va cambiando como las piezas de un rompecabezas, lleno de monstruos y peligros como las Partículas o los vientos huracanados. Y aún así, hay gente que en medio de este ambiente sobrevive. Tanto los Errantes, como los Corredores, como los diversos pueblos, están muy bien creados y bien descritos.

Eso sí, al principio me confundí un poco, porque no entendía bien dónde me encontraba ni qué sucedía, pero al final, poco a poco, lo he ido entendiendo.

En cuanto a los personajes, por una parte, tenemos a Lan (vivan los nombres raros), que vive en una aldea junto a su madre (su padre está desaparecido) y sus amigos, Nao y Mona (sí, es que los autores no son muy imaginativos con los nombres). Lan es valiente (qué raro) y no teme enfrentarse a las adversidades. Además, se preocupa mucho por los suyos y, cuando se separa del resto de su aldea, no deja de luchar para encontrarlos de nuevo.

Luego, está Secuestrador. Sí, ya sé que es un nombre un poco extraño, pero se ve que no quedaba ninguno mejor. Y es que Secuestrador es un Errante, y los Errantes no tienen nombre. Los Errantes son personas que viajan continuamente, y siempre consiguen evitar los obstáculos ya que pueden orientarse en ese mundo cambiante. Pero a cambio, deben soportar una terrible maldición: si tocan a alguien que no sea de su pueblo, éstos sufren un terrible dolor que les puede ocasionar la muerte.

 En fin, a lo que iba, lo del nombre. Resulta que al principio Lan piensa que Secuestrador quiere secuestrar a un niño, y por eso le llama Secuestrador. Si la autora quería que el lector creyera que Secuestrador es un secuestrador, no lo ha conseguido ni por un momento. Aunque al principio Secuestrador sea algo arisco, parece un muchacho amable y algo misterioso, pero nada más.

Cambiando de tema, en cuanto a la trama, es uno de los puntos fuertes de la novela. Las diversas aventuras que Lan y Secuestrador van viviendo, tratando de encontrar la cura para su mundo son muy entretenidas y los diversos personajes que van encontrando por el camino, como el Verde (sí, seguimos con los nombres originales), son encantadores.

Por último, me gustaría mencionar la historia de amor, que es bastante previsible. En algún momento, he dudado respecto a Nao, el cual está enamorado de Lan, pero el triángulo amoroso no termina de cuajar, puesto que Lan no tiene ninguna duda respecto a sus sentimientos por Nao: son solo amigos. En cuanto a su relación con Secuestrador, no puede ser menos imposible: no pueden tocarse.

Eso ha hecho que hubiera escenas de alta tensión, donde se veía a los dos enamoradísimos el uno del otro, pero con la impotencia de no poder tocarse. Aún así, he lamentado que no hubiera más escenas de este tipo, ya que sólo hay un puñado, pues tardan mucho en admitir sus sentimientos.

En cuanto al final, ha sido inesperado. Sí, estaba claro que iban a salvar el mundo, pero...¿cómo? ¿con qué cura? ¿Y en cuanto a su relación? Un final, bastante emotivo, que nos deja con ganas de saber más ¡Cuánto he echado en falta un epílogo! Puesto que, aunque el final es abierto a la imaginación del lector, el libro es autoconclusivo, al menos, por ahora.

Booktrailer:

PUNTUACIÓN...3'5/5!

Primeras Líneas...