miércoles, 1 de agosto de 2012

Hexalogía Los Hijos de la Tierra, Libro IV: Las Llanuras del Tránsito, de Jean M. Auel

Al fin terminé el libro! Me ha costado una semana entera! Pero aquí tenéis su reseña!

Título: The Plains of Passage
Autor: Jean M. Auel
Traductor: Aníbal Leal 
Género: Prehistórico
Editorial: Maeva
Número de páginas: 1008
ISBN: 978-84-95354-64-8
Lengua: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa blanda
Año de edición: 2005
Plaza edición: MADRID


Sinopsis:
La insostenible situación con Los Cazadores de Mamuts obliga a Ayla y Jondalar a emprender un largo viaje a hacia sus lugares de origen. El curso de su aventura a caballo será a través de grandes llanuras batidas por el viento en la Europa de la Era Glacial, entre inhóspitas barreras de glaciares.
Recorrerán territorios ocupados por tribus de cazadores- recolectores que, por no conocer la domesticación de animales ni los métodos de curación, les consideran seres enigmáticos y temibles.
En su viaje a través del continente aprenderán que el mundo desconocido puede ser difícil y traicionero, pero también profundamente bello y aleccionador. Ambos se acercan cada vez más a ese sitio en la tierra al que todos llaman hogar.

Opinión:

Impresión: ¡Al fin!

Y digo ¡al fin! refiriéndome a lograr terminarme el tomo. ¡Es que se me ha hecho eterno! Y no solo por su extensa cantidad de páginas, sino porque hay tantas descripciones que se me ha hecho pesado. Demasiado pesado. Es que cada planta que veía Ayla empezaba a describirla atentamente.

Han sido tantas las descripciones que llegaba un momento en que ya era el colmo: el paisaje era...{espacio de cuatro páginas describiendo el paisaje}.. y ahora cruzamos el río... {espacio de seis páginas para cruzar el río}... El paisaje no había cambiado mucho... {otras cuatro páginas describiendo el paisaje anterior}
También ha predominado por la falta de diálogos, pues había ocasiones en que ellos se enfrascaban en pensamientos muy íntimos y profundos.

Además, durante las primeras 350 páginas, no hacen más que repetir anécdotas y cosas que han ocurrido en los anteriores libros, ¡como si cogieras el libro al azar enmedio de la hexalogía y fueras a enterar de algo más que a vegetación de la prehistoria! Yo personalmente odio esto en cualquier saga, aunque entiendo que es algo necesario. El recurso que he visto que utilizaban algunos libros, era incluir un pequeño resumen de los libros anteriores al principio, de manera que todo se solucionaba en un par de páginas, sin necesidad añadir toda esa información adicional de entremedio. Aún así,si es una buena novela, soy capaz de aceptar 50 páginas de repeticiones de información, ¡pero no que esto se alargue hasta la página 50!

Lo que también me ha decepcionado mucho ha sido la brevedad de las escenas de acción. ¿Y qué escenas de acción? Pues principalmente cuando visitan otros pueblos. Van allí, cuenta su historia, descansan unos día y se van. No. No lo acepto. ¡Passaron más de un año con los Mamutoi y no pueden pasar ni siquiera un mes en otro pueblo! Yo incluso tenía la sensación de que iban a esperar hasta el siguiente invierno...¡menuda mi decepción! Y luego del pueblo...más descripciones. Y lo peor de todo es que se van, así de deprisa, estando tan seguros que no los volveran a ver. A mí me parece increíble. En el único pueblo en que han estado algo más de tiempo es con los S'Armunai, pero solo a causa del problema que acaece en el poblado.


Sinceramente, la historia de los S'Armunai, me ha conmovido, y ha sido una de mis partes favoritas, a excepción de cunado cuentan la vida de Attaroa, pues empiezan a decir nombres y relaciones familiares y me hice un completo lío. A pesar de ello, me ha sorprendido el cambio brutal de tradiciones y formas de ser, entre ese pueblo y los otros. Ha sido una de las partes más entretenidas de la historia.


Aún así, no es mi preferida. La parte que más me gustó fue el encuentro de Ayla con gente del Clan. Es una lástima que no se alargara más ese encuentro, aunque supongo que en los demás libros se volverá a encontrar con ellos de algún modo.
Otro momento que disfruté, y este fue más, una breve escena que un momento en si, fue cuando Jondalar y Ayla descienden la pendiente de una montaña helada dentro de un bote, de manera que casi parece que se encuentren en una atracción de un parque de atracciones. Fue una escena tan inesperada e inusual, que no pude hacer más que sonreír.

 Aunque la historia está muy bien desarrollada y estudiada, ha habido pequeños detalles que no me han convencido. Ese es el caso del Viaje en si. ¿Cuanto tardaron Jondalar y su hermano en realizar el viaje en el segundo libro? A pesar de que en esta ocasión recorren el camino con caballos, en mi opinión, deberían haberse dado más prisa. Entiendo que los caballos llevaran más peso, y que se detenían para visitar algunos campamentos, pero el viaje se me ha hecho eterno. Tampoco me ha parecido bien la poca evolución de los personajes. Puede que Ayla y Jondalar se quieran más (ya me diréis que evolución), pero no aprenden demasiadas cosas nuevas, tan solo transmiten su sabiduría. El único cambio palpable, es la actitud de Jondalar frente a Lobo, al cual ignora al principio, odia a la mitad y quiere al final.

Antes de terminar con la reseña, creo que es necesario remarcar, como ya he hecho en los libros anteriores, que esta saga contiene cierta cantidad de material adulto, el cual se lo pueden saltar sin problemas los lectores más jóvenes.

Del final, no tengo mucho que decir (a parte de que la explicación sobre los sueños recurrentes sobre Creb no la he entendido de ninguna manera), pues es de lo más previsible, al igual que el final de todos los libros anteriores. Lo único que tengo que añadir, es que recomiendo mucho el libro, es más, la saga entera, pues no es solo interesante, sino instructiva, y en el caso de que no te interesen las descripciones ni la topografía del lugar, lo que puedes hacer es leer en diagonal, que tampoco te pierdes mucho. Y no lo digo por experiencia (*sarcásticamente*).

PUNTUACIÓN...3/5!

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney