martes, 3 de octubre de 2023

The hate u give, de Angie Thomas

Editorial‏:‎ Balzer + Bray;
Año de publiación: 28 de febrero de 2017 
Idioma: Inglés
Formato: Tapa dura
Páginas: 464
ISBN: 978-0062498533
Medidas: ‎ 8.3 x 5.9 x 1.6 pulgadas
Título: The hate u give
Autor: Angie Thomas

Sinopsis:
Starr lives in two worlds: the poor neighborhood where she was born and raised and her posh high school in the suburbs. The uneasy balance between them is shattered when Starr is the only witness to the fatal shooting of her unarmed best friend, Khalil, by a police officer. Now what Starr says could destroy her community. It could also get her killed. 

Por qué este título...

"—Nah, even now. Like, check this —He points at me, which means he’s about to go into one of his Khalil philosophical moments—. Pac said Thug Life stood for "The Hate U Give Little Infants Fucks Everybody".
I raise my eyebrows.
—What?
—Listen! The Hate U... the letter U... Give Little Infants Fucks Everybody. T-H-U-G-L-I-F-E. Meaning what society give us as youth, it bites them in the ass when we wild out. Get it?"

Opinión:

Para no perder mi nivel de inglés, cada año me propongo leer como mínimo un libro en ese idioma. Este año (en realidad era para el año pasado, pero no tuve tiempo) pretendía leer el primero de Trono de cristal en español y el resto en inglés, porque mi hermano los tiene en esa lengua. ¿Problema? Empecé el primero y sentí que ya no era para mí, así que abandoné la saga.

The hate u give era otro libro que pretendía leer este año (porque el lomo es rojo. Ese es el criterio para elegir las lecturas de Laura este año), así que no le di muchas vueltas. En su momento lo cogí de segunda mano en inglés porque me pareció buena idea coger algo juvenil un poco más largo. Ni por un momento me planteé que fuera a ser un obstáculo importante que los protagonistas fueran afroamericanos, pero cuando G se enteró, se llevó las manos a la cabeza.

Yo sabía que en América existía el argot negro, pero no tenía ni idea de que era tan complicado. Es exactamente como si un inglés leyera un libro dónde todos los diálogos trataran de reproducir el acento del sur con todos sus dejes lingüísticos. La trama no tiene gran complejidad ni el lenguaje oculta sutilezas, pero he tenido muchas dificultades con el argot negro, especialmente al principio. El mayor problema lingüístico estaba en las frases hechas y el hecho de acortar palabras, pero una vez he asimilado las estructuras que más se repetían, tampoco ha habido para tanto. Será que mi nivel es muy bueno y no lo sabía (?)

Pese a todos las dificultades, recomiendo leer el libro en el idioma original, porque en la traducción debe perderse la peculiar forma de expresarse de los personajes, y eso es importante en un libro cuyo eje central es la cultura negra.

La trama no ofrece nada nuevo a un lector más adulto que ya tiene cierta idea del racismo que hay en Estados Unidos, pero si no es el caso, es una buena forma de adentrarte en estos temas y conocer los prejuicios con los que tienen que convivir los afroamericanos. En concreto, la novela critica la tensión entre la policía y la gente de raza negra. Al principio era escéptica ante lo que sucedía (un policía mata a balazos a un joven desarmado al que ha detenido sin motivo y que ha hecho todo lo que se le ha pedido sin quejarse), pero a medida que fui leyendo me di cuenta de que un trato así es habitual. Sabía que había mucho racismo en EEUU, pero no que seguía tan enraizado y mucho menos entre las fuerzas de la ley. 

La novela retrata muy bien el barrio en el que vive la protagonista, Starr, con todos sus claroscuros, así como los problemas de Starr al estar entre dos mundos: por una parte vive en la zona marginal de las afueras (donde varias bandas se pelean por el territorio) y, por otra, sus amigos son blancos ricos, porque asiste a un colegio alejado. La parte central, sin duda, es todo el tema del asesinato de Khalil y el conflicto interno de Starr por defenderle y poner su vida en peligro o dejarlo correr.

Como suele suceder con las novelas de corte juvenil, presenta muy bien los conflictos morales y la crítica social, pero hay demasiados y los trata de forma muy superficial. Hay muy pocas escenas de Starr debatiéndose entre los dos mundos y vemos muy poco de su otra vida en el instituto. Se dan muchas vueltas al tema de cómo mejorar la situación de los barrios marginales (la madre defiende que hay que marcharse, mientras que el padre piensa que hay que intentar mejorarlo desde dentro, por ejemplo), pero no se ofrecen soluciones válidas. Parece que critica los disturbios y las manifestaciones violentas, pero al mismo tiempo, es la única forma que nos muestra de hacer frente a la injusticia y de alzar tu voz. Además de esto, tras la muerte de Khalil, surge un movimiento similar al #BlackLivesMatter, pero no lo vemos crecer y evolucionar porque Starr se mantiene al margen todo lo posible. Es más por no ver, no sabemos qué ocurre cuando ella se convierte en una figura pública y todos descubren que es la testigo. 

En cuanto a los personajes, todos son bastante realistas, pero sobre todo a los secundarios les ha faltado profundidad. Por ejemplo, sabemos muy poco de los amigos de Starr y eso que tienen cierta relevancia: DeVante no tiene profundidad y solo sirve para hablar de los conflictos entre bandas; Kenya está desaparecida gran parte de la novela y solo sirve para hablar de la violencia doméstica, mientras que no se profundiza en el racismo de Hailey. La familia de Khalil aparece en el funeral y poco más, pese a que deberían estar avasallados por la prensa y luchar para que se hiciera justicia. El propio Khalil no parece más que una excusa y no está configurado como personaje: Starr se ha distanciado de él últimamente, por lo que no conocemos al Khalil del presente, sino al de sus recuerdos, y no se sabe nada de sus amigos y muy poco de sus motivaciones.

La familia de Starr, así como ella misma, son los personajes mejor tratados. Starr es un personaje realista con conflictos internos lógicos. A veces actúa de forma impulsiva, pero tiene sentido con su edad. La relación de los padres me ha gustado mucho. Tienen sus más y sus menos, como todas las parejas, pero se quieren y se preocupan mucho por sus hijos. Regañan a Starr cuando es necesario, pero también le dan todo su apoyo en todo momento. De los hermanos, Seven tiene sus propios conflictos, y eso está bien, pero Sekani, el hermano pequeño, no tiene ningún papel ni tampoco caracterización, más allá de ser un niño. De la familia me han gustado especialmente Maverick, el padre, por ser un ejemplo de cómo un exconvicto puede rehacer su vida, y

el tío Carlos, un policía negro que nos muestran que no todos los policías son iguales.

Otro personaje que merece ser mencionado es Chris, el novio de Starr, un chico blanco que procede de una familia adinerada. Me gusta que sea un ejemplo positivo de persona de raza blanca que se preocupa y defiende a los afroamericanos. Además, su relación con Starr es bastante sana. Tienen conflictos, porque Starr se avergüenza de sus orígenes y le oculta parte de sí misma, pero hablan sobre esos problemas de pareja y ambos se comprometen a ir mejorando. Por desgracia, solo cobra protagonismo a partir de la segunda mitad y vemos muy poco tanto de los problemas de una relación interracial como de aquello que los une y del amor que se profesan. Por suerte, no hay un triángulo amoroso, como yo temía: pensaba que Starr decidiría que solo pueden entenderla los suyos.

No tenía muy claro cómo iba a ser el final o idealista y esperanzador o realista y pesimista. No os diré por cuál de los dos finales se inclina, solo que me ha parecido muy acertada la decisión que ha tomado la autora para concluir la historia, así como la idea final de que hay que luchar siempre por los derechos humanos.

En conclusión, una novela juvenil que introduce bien el tema de la discriminación que sufren los afroamericanos y, en concreto, el racismo aún vigente entre los vigilantes de la ley. La obra presenta conflictos morales interesantes, aunque solo los trata superficialmente. Los personajes son realistas y están bien caracterizados, pero falta profundidad en los secundarios. El lenguaje destaca por reflejar el argot negro, cosa que hace difícil su lectura en inglés, pero por lo mismo recomiendo el idioma original.

Cosas que he aprendido:

  • Quién es TUPAC
  • El racismo entre la policía de EEUU está más enraizado de lo que creía
  • Reflexiones sobre qué hacer con los barrios marginales.

Y para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:


PUNTUACIÓN...3'5/5!

Primeras Líneas...

5 comentarios:

  1. La temática me llama pero por lo que cuentas parece que lo trata de forma un poco superficial, así que no creo que me anime.
    Besotes!!!

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    1. Lo veo juvenil para ti, aunque ha estado bien. Si te interesa el tema del racismo, has leído El color púrpura? Y criadas y señoras?

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    2. Criadas y señoras sí. Me gustó mucho. El color púrpura lleva tiempo entre mis pendientes. A ver cuándo me animo...
      Besotes!!!

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  2. Hola! Recuerdo que leí este libro más o menos un año después de que salió. Se hizo muy famoso con el estallido del movimiento BLM, etc., por lo cual creo que mi opinión se sesgó bastante. Vi la película hace unos meses y no me pareció tan buena como lo hubiera hecho hace un par de años.
    Gracias por compartir! Un saludo ♥

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    1. Ya, yo por eso intento dejar pasar el tiempo, además, seguro que has cambiado mucho desde entonces y eso explicaría por qué ya no te ha emocionado de la misma manera.

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney