La edad de los milagros, de Karen Thompson Walker

Título original: The age of miracles
Saga: libro único
Autor: Karen Thompson Walker
Traductor: Miguel Temprano García
Editorial: Grijalbo
Fecha de publicación: junio 2012
Páginas: 300
Precio: 17’90€

Sinopsis:
Julia tiene once años y vive una plácida existencia en la soleada California con su familia cuando las noticias informan de algo que cambiará el mundo por completo: es, simplemente, el principio del fin del mundo visto a través de los ojos de una niña.

No había imágenes que mostrar en televisión. No había heridos. No había muertos. Al principio fue una catástrofe casi invisible...La que habla es Julia. Tiene once años y hasta hace muy poco tiempo solo nos habría contado cosas del colegio, de sus padres, de la complicidad con su única amiga, de ese chico, Seth, que le provoca un hormigueo especial...Pero hoy tiene algo diferente que decirnos. Hoy, ella y su familia se han despertado con una alarmante noticia: la rotación de la tierra de pronto se ha ralentizado, y los días y las noches han empezado a alargarse. Pronto los relojes no servirán de nada. El mundo está cambiando, y aunque ni ella ni nadie saben lo que va a pasar a partir de ahora, todos intuyen que el futuro será distinto. Extraño. Perturbador. Aceptar la realidad y aferrarse a la vida, tal cual Julia la conoce, es la única manera de sobrevivir...

Por qué este título...

"Estábamos en secundaria, en la edad de los milagros, en la época en que los chicos crecen ocho centímetros en verano, cuando los pechos florecen de la nada y las voces se vuelven graves y chillonas. Empezaban a aparecer nuestros primeros defectos, pero se corregían enseguida. La visión borrosa podía corregirse de manera invisible mediante la magia de las lentillas. Los dientes torcidos se enderezaban con aparatos. Las manchas de la piel podían aclararse químicamente. Algunas chicas se estaban volviendo muy guapas. Unos cuantos chicos estaban dando el estirón. Yo sabía que todavía parecía una niña."

Opinión:
Impresión: Triste

En serio, nunca había encontrado un libro tan depresivo. No es que lo que suceda sea tan triste que te haga llorar, pero durante todo el libro las cosas van de mal en peor, y no puedes encontrar ni una brizna de felicidad, una pequeña escena que te haga sonreír. No, la mueca de tristeza no ha desaparecido de mi rostro en toda la lectura.

Y es que yo esperaba un libro menos profundo y más ligero, a una niña tonta que no sabe mucho lo que está viviendo. Parece ser que últimamente estoy por equivocarme mucho. Me he encontrado con un libro con una narración asombrosa, atrayente, casi magnética, con unos personajes tiernos a más no poder y una trama que te atrapa.

Para empezar, aclarar que es una distopia como nunca la había visto antes: realista. Nada de robots inteligentes, zombis come personas, capacidades extraordinarias, tsunamis,...no, A todo eso "casi" se le puede encontrar explicación, pero a lo que sucede en la novela no. La Tierra ha empezado a ralentizar su rotación y nadie sabe por qué ni cómo evitarlo. Posiblemente a vosotros os parezca una tontería, como me sucedió a mi a principio: "Bah...¿y qué pasa si se ha ralentizado la rotación de la Tierra? Habrá días más largos, será entretenido" Pues no. Una cosa lleva a la otra y un pequeño cambio puede ser catastrófico. 

Y es que, en cierto modo, el libro nos logra hacer ver lo precario que es el equilibrio de nuestro mundo y lo insignificantes que somos. Nos creemos grandes inventores, grandes médicos, grandes personas, pero al final no somos nada. Un día moriremos y nadie se habrá dado cuenta de nuestro paso por el universo. No importa lo que hagamos, da igual si descubriste la electricidad o la bomba atómica, da igual si inventaste el pan con mermelada o escribiste un bestseller. En cientos, de años, nadie recordará tu nombre y en miles, nadie recordará qué era la humanidad. Cómo veis, un libro deprimente.

Volvamos a la novela. Como he dicho, eso es en parte lo que más me ha gustado, ese toque trágico basado en los pequeños detalles. No estalla ninguna guerra, ni vemos situaciones en la que la gente lucha por sobrevivir, sino pequeñas cosas que te entristecen, pero no te hacen llorar. Quizás por eso, la novela se haga algo lenta. Y aquí entramos en lo segundo mejor de la novela Julia, la protagonista. 

Al tener sólo 11 años, como ya he dicho, esperaba a una protagonista más inmadura, pero su forma de ver el mundo, de enfrentarse a todo lo que está sucediendo, de describirnos sus emociones, cómo poco a poco va cambiando su mundo,.. Es una forma de escribir que te atrapa , que te engancha, con la que deseas seguir leyendo una línea más. Y a pesar de ser tan madura, no desencaja con el personaje, puesto que la narración está escrita en pasado, de tanto en tanto, nos adelanta hechos del futuro, lo cual te crea unas grandes expectativas sobre lo que va a suceder. 

El resto de personajes, están bien, son muy realistas y cada cuál se enfrenta a la situación a su manera. Quizás lo que me ha descolocado un poco ha sido la actitud de la mayoría de niños de la edad de Julia. En comparación con la protagonista, que aunque es bastante callada siempre tiene la frase apropiada, los demás me parecen muy niños, como si no aceptaran la situación que están viviendo o como si fuera algo pasajero. No parece que les preocupe de verdad.

Y lo que más me ha decepcionado ha sido el amor. Entiendo que la pobre Julia sólo tiene 11 años, y que con esa edad justo acaba de estrenar su primer sujetador deportivo, pero el amor...La historia entre ella y Seth es bonita, pero no lo suficiente. Ha faltado mucho romance. Quizás si los dos fueran sólo unos años mayores...

Y en cuanto al final...Indescriptible. Y eso que lo veía venir, que las páginas se iban agotando y la cura milagrosa, el superhéroe salvador, no aparecía. Que estaba yo rezando para que el libro tuviera continuación (y eso que no me gustan las segundas partes), pero nada. Un final que ha hecho que quiera volver a leerme el libro de nuevo.

Booktrailer:

PUNTUACIÓN...4'5/5!

Primeras Líneas...