Si este es tu caso, esta novela la hemos escrito expresamente para ti.
Ismael tiene treinta y ocho años y una vida gris y aburrida, por eso dedica la mayor parte de su tiempo libre a inventarse una existencia idílica en Facebook. Y, de paso, está intentando localizar a quien fue su mejor amiga, su amor secreto y su peor pesadilla, la maravillosa y desquiciante Amanda Saldana, de quien hace veinte años que no sabe nada. Ismael jamás se atrevió a confesarle sus sentimientos, sin embargo, nunca ha perdido la esperanza de que una segunda oportunidad le permita enmendar su error. Lo que no se imagina es que, tal vez, esa oportunidad no le será concedida en este mundo…
Por qué este título
"—Claro que sí —bufó ella, despectiva—. Por supuesto que el amor ha de ser una experiencia agradable, de eso no hay duda, pero, por desgracia, está sobrevalorado. El amor no es la respuesta a todo, ¿sabes? El amor no es una terapia para superar traumas o complejos, ni un escudo que uno puede usar para enfrentarse al mundo, ni un disfraz con el que pavonearse frente a los demás. En definitiva, el amor debe hacerte feliz, por supuesto, pero no es la llave de la felicidad, porque, obviamente, si la felicidad dependiera de algo tan caótico, incomprensible y voluble, entonces estaríamos todos jodidos, ¿comprendes? —Apoyó las manos sobre la mesa y se inclinó ligeramente hacia él— Lo que intento decirte es que... el amor no es nada del otro mundo."
Opinión:
Cómo vuela el tiempo. Y pensar que han pasado ya diez años de la primera vez que leí la trilogía Victoriana, de Félix J. Palma... Qué maravilla de libros. También es verdad que la nostalgia lo tiñe todo de rosa, así que en algún momento los releeré para comprobar si siguen siendo tan buenos. Cuando un libro me gusta (una trilogía en este caso), no me lanzo a comprar todo lo que publica su autor, ni mucho menos. En el caso de Palma, hay que decir que sus argumentos nunca son muy prometedores y si he ido comprando sus libros a lo largo de los años es, más que nada, por curiosidad: sé que es capaz de dar un buen giro a lo más anodino.
El amor no es nada del otro mundo tiene una premisa que promete una comedia romántica del montón: Ismael, que lleva enamorado toda su vida de su mejor amiga Mandy, conoce a una versión alternativa de esta en Facebook, Amy, y entablan una amistad que poco a poco va a más. Puede que sea un argumento bastante manido; sin embargo, según cómo se enfoque, puede ser interesante.
Por desgracia, he juzgado mal al autor y al final me he llevado un chasco del copón. Es verdad que tiene un poco más de chicha que la mayoría de comedias románticas, aunque es todo superficial. Hay una crítica a las redes sociales (habla de la falsedad y a las apariencias, nada que no se haya dicho ya) y a la idealización del otro, en ambos casos sin profundizar demasiado. Aquí, por ejemplo, podéis leer la crítica directa a las redes sociales:
Pese a todo, lo más decepcionante es el mensaje tóxico que ofrece al final (algo bastante típico en el género), una visión de las relaciones que no comparto. Por mi parte, esperaba una conclusión mucho más madura. Como puede que estéis interesados en la obra, dejaré mi comentario al respecto para la sección de spoilers.
Lo que no es ningún spoiler es decir que Ismael es un sinvergüenza, cosa que se ve desde el minuto uno. Tiene casi 40 años y una vida tan gris y aburrida, que dedica la mayor parte de su tiempo libre a aparentar lo contrario en Facebook. No tiene amigos ni familia, desprecia a sus compañeros de trabajo, especialmente a aquellos que considera "frikis", y no tiene aspiraciones ni expectativas de futuro. Ha tenido varias relaciones a lo largo de su vida, aunque es incapaz de olvidar a su primer amor, Mandy, una chica que era su mejor amiga hace 20 años. Podríamos decir que incluso está un pelín obsesionado:
Mandy (porque a su versión alternativa, Amy, la conocemos poco) no es mucho mejor. Es cierto que solo la vemos desde el filtro de Ismael; sin embargo, creo que sus acciones apoyan las palabras de este. Mandy es una mujer caprichosa, orgullosa, egoísta y manipuladora; eso sí, sabe aparentar muy bien para conseguir todo lo que quiere. Fijaos en cómo consiguió el Ismael alternativo que Amy saliera con él:
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| Así reacciona Ismael cuando Amanda le escribe por primera vez en Facebook y él tarda un par de minutos en leerlo porque su jefe le intercepta. |
El eje principal de la novela es el amor, pese a que la ciencia ficción también tiene cierta relevancia: el detonante de la trama es que Ismael se encuentra con una Mandy alternativa en Facebook. A diferencia de lo que suele ocurrir en este tipo de novelas, no es un suceso individual, sino que tiene alcance mundial: en todo el mundo Facebook permite conectar con universos alternativos (uno distinto cada tres meses, según control gubernamental). La ciencia ficción es muy floja, no hay explicaciones de ningún tipo sobre cómo se ha llegado a esta situación y solo vemos reacciones muy generales, como aquí:
Para mí, eso no es un problema: no venía a esta novela por la ciencia ficción. No me molesta que no se ahonde en las consecuencias de un Facebook Multiversal, en parte porque el protagonista es un ciudadano con preocupaciones mundanas (qué ha sido de la vida de sus conocidos y de él mismo en el mundo alternativo) y al que todo lo demás se la trae al pairo. El hecho de que pueda hacer algunas concesiones no significa que todo valga. Hay partes que atentan contra mi suspensión de la incredulidad y que me parecen un sinsentido cuyo único objetivo es el bien de la trama; pese a todo, por si alguien quiere leer la novela, ahondaré en ello en la zona spoiler.
Ya para terminar, como curiosidad, me llamó la atención que toda la novela se articulara en torno a Facebook. ¿Por qué si pretendes criticar las redes sociales en general te centras en una en particular y, además, le das publicidad? Lo estuve investigando y resulta que María Fortea, coautora de la novela, es la pareja de Félix J. Palma, y ambos se conocieron mediante esta aplicación; es por eso que decidieron usarla de base para su primera novela a cuatro manos. Puede ser un homenaje bonito, pero al mismo tiempo me parece contradictorio que lo sobrevalores de esta manera si tu intención es criticarlo.
SPOILER (subrayar para leer)
Hay dos puntos que quiero tratar en esta sección: el romance y la ciencia ficción. Empezaremos por este último, porque no tengo tanto que decir. Como os comentaba antes, como el objetivo es usar la ciencia ficción como excusa, no he sido muy exigente con la novela y he hecho algunas concesiones. Por ejemplo, puedo aceptar que obvien el efecto mariposa (¿por qué si en el otro mundo no se hunde el Titánic iban a hacer una peli sobre su hundimiento?), que solo se mencionen de pasada las consecuencias sociales, económicas y políticas de un suceso de esta envergadura o que casualmente los dos mundos paralelos que vemos sean tan similares al nuestro. Sin embargo, hay cosas por las que no paso. Una de esas cosas es que los compañeros de trabajo de Ismael, cuatro pringados aficionados a la informática, sean capaces de hackear Facebook, una plataforma que está en el punto de mira internacional, por lo que cuenta con unas medidas de seguridad impenetrables. Y no solo eso, sino que en dos meses sean capaces de fabricar una máquina para trasladarse al otro mundo usando el presupuesto de una bolsa de pipas. Oye que no, que esto no hay quien se lo crea.
Lo que sí creía era que iba a terminar con un mensaje positivo. Toda la novela estuve en ascuas, porque era muy fácil que al final todo se torciera. Cosas como la ausencia de reflexiones y profundidad de personajes indicaban que la obra no pretendía ser compleja; aun así, el hecho de tratar bien algunos temas me daba esperanza. Por ejemplo, me gusta el tema de Amy, cómo Ismael se da cuenta de que esa versión alternativa de Mandy tampoco es perfecta. Esta reflexión de María Fortea sobre el tema me parece muy acertada:
"Nosotros manejábamos en la novela la teoría de un triángulo amoroso que en la vida real se produce siempre pero se trata de un triángulo amoroso metafórico entre nosotros, el ideal que tenemos y la persona amada tal y como terminamos conociéndola. En ese instante tienes que tomar una decisión. ¿Sigo con la persona con sus virtudes y defectos que no sospechaba o por el contrario, lo que quiero es el ideal del que me enamoré? Lo que nos permitía el Facebook multiverso era traer esa cuestión al plano real de tal modo que Ismael llega un momento en que está entre dos Amandas, que aunque es la misma, una es la real, la que ama desde siempre y lo trae por la calle de la amargura o lo desquicia y luego está la otra Amada pero la ideal, la Amanda de la que a él le hubiera gustado enamorarse, muy dulce, cariñosa, perfecta. Y la pregunta es: ¿Es perfecta porque está al otro lado de la pantalla y todavía no le ha dado tiempo a demostrarme que en realidad es igual que la otra? Con esos personajes reales queríamos hablar sobre la idealización del amor."
Este fragmento, extraído de una entrevista, es una crítica muy lúcida a la idealización del otro. Nadie es perfecto y hay que querer al otro con sus defectos y virtudes... siempre y cuando la otra persona sea consciente de esos defectos y esté dispuesta a intentar mejorar. No es sano estar con alguien que ha pasado toda su vida obsesionado contigo y que no se arrepiente de espiarte. No es sano estar con alguien que te manipula y que te hace sentir inferior. Por mucho que esto sea una comedia romántica, el final más positivo hubiera sido que ambos fueran conscientes de que su relación nunca podría funcionar y que decidieran pasar página.
En su lugar, tenemos en el final que tenemos. Y es que Ismael decide intercambiarse con su doble y, cuando Mandy se da cuenta de que está a punto de perderle para siempre, decide improvisar un plan rocambolesco y disparatado para impedírselo. Hubiera bastado con confesarle sus sentimientos; en su lugar, engaña a Ismael y le pone trabas sin que él lo sepa. No creáis que él se salva: resulta que lo del intercambio es una farsa y que hace todo esto para obligar a Mandy a confesarse, ya que, según su doble, la única forma de ganarse a Amanda es hacerse el inalcanzable. Ambos llevan a cabo el mismo plan y tanto Amy como Mandy, como son muy caprichosas y solo quieren aquello que es inalcanzable, caen en la trampa.
En este choque de egos, al final gana Ismael, pues Mandy se declara y confiesa su plan para retenerle. ¿Pero hasta qué punto los sentimientos de Mandy son reales o fruto de un capricho? ¿Está enamorada de él o solo reacciona así porque está a punto de irse para siempre? Yo me inclino más por lo segundo, ya que no hemos visto nada que justifique sus palabras de amor. Eso sí, al menos ella al final suelta la verdad (o lo que ella cree que es verdad); Ismael, en cambio, nunca le llega a contar que él también la ha engañado y que todo era un plan para, por una vez, tener razón.
Teniendo esto en cuenta, ¿con qué mensajes se queda el lector? Eso es lo que me resulta más contradictorio de todo. Si bien en un momento dado Mandy defiende que el amor no lo cura todo (podéis leer el fragmento al principio, en "por qué este título"), al final es el amor lo que soluciona la infelicidad de Ismael. Y no solo eso, sino que junto a mensajes subyacentes como "siempre vas a encontrar a tu media naranja", "no pases página porque tarde o temprano saldréis juntos", está el hecho de que la relación de Mandy e Ismael (llena de manipulaciones, caprichos, engaños y obsesión) se muestra como una relación positiva que puede funcionar, ya que ese es el final de la historia. Que dos personas que no tienen ningún motivo para estar juntas terminen estándolo y sean felices, perpetúa la idea de que el amor es algo intangible. Por supuesto que hay algo de eso; sin embargo, uno debería saber por qué quiere a alguien y por qué quiere estar con esa persona. Este tipo de mensajes hace que la gente piense que "Si ellos se aguantan, es que su relación está bien", tal y como y me dijo mi hermano cuando le comenté esta novela. Esa es una idea muy nociva: no hay que "aguantar" a la otra persona ni sufrir al estar con alguien, sino mejorar juntos, hablar las cosas y terminar la relación si te hace daño física o emocionalmente.
FIN SPOILERS
En conclusión, lo que podría haber sido una obra entretenida y con un mensaje positivo, debido a su final, se convierte en una novela que no recomiendo. Ni Ismael ni Amanda son personajes con lo que puedas empatizar: el primero está obsesionado y la segunda es una caprichosa. No hay química entre ambos y la forma en que se resuelve su historia me ha parecido que ofrecía un mensaje tóxico. Por supuesto que si no le das vueltas a las cosas no va a molestarte, pero eso no significa que el mensaje tóxico no siga ahí, subyacente. A todo esto, si vais por la ciencia ficción, os podéis dar con un canto en los dientes, porque no profundiza en absoluto. Le daré otra oportunidad al autor por separado, pero he quedado muy decepcionada.
Cosas que he aprendido:
- Muchas novelas, como esta, venden el amor como algo intangible, cuando no es así.
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...1'5/5!
Primeras Líneas...
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Por lo que cuentas, no me animo con esta novela. Del autor he leído un par de cositas, el primero de su trilogía y El abrazo del monstruo, y me resultaron entretenidos. En algún momento seguiré con la trilogía...
ResponderEliminarBesotes!!!
Entiendo que no te animes. A ver qué tal el resto del autor que tengo. Entre ellos, el de El abrazo del mosntruo...
EliminarPor lo que cuentas una verdadera joyita..., lo tiene todo para que no nos decidamos a leerla. La verdad que este tipo de novelas con trama de base romántica nunca me atraen en principio, no es de las novelas que elegiría para leer, aunque no le hago ascos a una buena y bonita historia de amor en una trama y contexto que conlleve otras muchas cosas que valoro en una novela, pero veo que aquí tampoco es el caso.
ResponderEliminarNo es tampoco mi tipo de libro, pero como confiaba en uno de los autores... Ya ves que al final me he llevado un chasco.
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