Cotrina es un autor que me gusta mucho. Hace muchos años leí tanto su trilogía El ciclo de la luna roja como La canción secreta del mundo y me volaron la cabeza. No es solo que este autor escriba fantasía, sino que me mostró algo sobre lo que no había leído antes, el grimdark. A eso hay que sumarle una prosa cuidada y elegante, así que me tenía en el bote. Lo conocí en persona en la Celsius y no daba crédito: ¡era un señor majísimo! ¡Y gracioso! Mi cara de desconcierto era la de mi abuela con un iPhone. De los de primera generación. El caso, la obra de este señor es tan oscura que debe ser un libro de cabecera para nigromantes,...¡pero el autor es simpático! Será que es de esas personas que sonríes mientras acaricia un puñal tras su espalda.
Teniendo todo esto en cuenta, ya sabía con qué me iba a encontrar: una historia oscura. Y aún así, no estaba preparada para lo que encierran estas páginas. Es como la letra tamaño 24 de A reaper at the gates: cada vez que abro el libro, me sorprendo.
Había estado retrasando la lectura de este libro, como suelo hacer con mis autores favoritos, para que nunca llegue el momento en que me queden sin libros suyos por leer. Sí, Rothfuss me ha hecho mucho daño. Pero G lo leyó (hace ya un año, en realidad) y quería comentarme algunos detalles con spoilers. Es más, puede que regalarme el libro fuera también una clara indirecta de que quería que lo leyera de una vez. El caso es que ponerlo en mi escritorio cada vez que me despistaba surtió efecto, y por eso hoy vengo con la reseña.
Nº de páginas: 544Editorial: Alianza
Año publicación: 2003
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788491047766
Autor: José Antonio Cotrina
Título: Las fuentes perdidas
Sinopsis:
Un mundo secreto se oculta entre las líneas del nuestro. Un mundo donde el horror y la maravilla se mezclan y confunden. Délano Gris, aventurero a sueldo y conocido canalla, se ve envuelto en una expedición en busca de las fuentes perdidas, un lugar legendario donde, según se cuenta, se cumplen todos los deseos. Acompañado por un grupo insólito de personajes, Délano se abrirá camino por las entrañas del mundo oculto. Lo que ignora es que ese viaje delirante lo conducirá de regreso a lo más sombrío de su pasado, a la pesadilla que gobierna su vida y marca su destino.
Opinión:
Impresión: Grimdark
En mi opinión, hacen falta más obras de fantasía adulta. No quiero menospreciar la fantasía juvenil, pero he leído demasiada para el bien de mi salud mental y eso repercute en el hecho de que ya percibo los patrones de personajes y tramas. Necesito carne fresca, y eso es precisamente lo que me ofrece Cotrina. ¿Qué implica que sea fantasía adulta? Para empezar, personajes adultos y maduros, que han superado hace tiempo la etapa de la adolescencia y han dejado atrás problemas como la inseguridad, la necesidad de encajar, el miedo a crecer e independizarse,... Son adultos maduros a los que les quedan pocas "primeras veces" por experimentar. Eso no los hace menos interesantes, pues los adultos tienen sus propias diatribas internas: la necesidad de encontrar un rumbo en tu vida, el miedo al fracaso, la fragilidad del amor, la búsqueda de estabilidad o el temor a la muerte.
Todo ello lo podemos encontrar en el personaje de Délano Gris (qué difícil tomármelo en serio con ese nombrecito), nuestro protagonista. Sería la versión oscura de Indiana Jones: un hombre de mediana edad valiente, aventurero, trotamundos (nunca mejor dicho), incapaz de ligarse a nada ni a nadie, deprimido por la soledad, consumido por sus monstruos interiores y los traumas, consciente de la maldad del mundo, violento, que dispara antes de preguntar y consumido por los deseos de venganza. Délano Gris, aunque simpático, no es buena gente. Un protagonista contradictorio, como cualquier ser humano, que ahora se enfrenta a un tratante de esclavos para rescatar a una joven, ahora dispara contra una multitud de inocentes para salvar el pellejo.
«El nigromante giró el pomo y abrió la puerta. En la luz mortecina de la habitación flotaban diminutas perlas de sangre, una llovizna carmesí que no llegaba a caer. Tras la lluvia quieta pudo ver el cuerpo despellejado sobre la cama; estaba atado a ella con cuerdas tejidas con sus propias vísceras y empalado al colchón por sus propias costillas. Cuando se percató de la presencia de Sforza, aquello trató de incorporarse; su rostro roto se asomó en la carnicería que era su cuello y le dedicó la mirada llorosa y mugrienta de unos ojos sin párpados. En la boca desencajada de lo que días antes había sido una mujer, palpitaba un corazón al que le tenían prohibido morir»
En general me ha fascinado el grupo de personajes protagonistas que hay en esta novela, pues todos son antihéroes, casi villanos, a los que no les tiembla el pulso con tal de alcanzar sus objetivos. Aunque todos cumplen un rol prototípico de este tipo de obras (el mago, el guerrero, la chica [porque por desgracia ese rol existe], el listo, el amigo simpático), pero en versión oscura. Sforza, el mago, es un nigromante, que solo siente indiferencia por los demás y su cuerpo está habitado por moscas con el alma de seres que ha matado. Heredia, el guerrero, es Rambo, un conjunto de músculos sin cabeza ni corazón, una explosión de ira y violencia. Gema Árida, la espiritista, no duda en mentir sobre lo que le comunican los espíritus si es en su beneficio. Alexandre, el lector de mentes y el que parece más simpático, lleva consigo un muñeco con consciencia al que apuñala con alfileres, como si fueran puñales. Rigaud, el jefe de la expedición, no quiere nada más que encontrar las fuentes, sin importar por sobre de quien tenga que pasar. Charlotte, el genio de las probabilidades, es un ser informe gelatinoso.
Además, a diferencia de lo que suele ocurrir, el viaje no les sirve para limar asperezas, conocerse mejor y aceptarse; son gente demasiado consumida por la maldad como para crear lazos entre ellos. Puedo aceptar que sean personajes planos (aunque algunos tienen una ligera evolución), pero no que les falte profundidad. La mayoría quedan como meros epítetos, pues solo se profundiza realmente en Sforza, Délano Gris y Alexander, y eso es una lástima, pues estamos ante una novela de personajes. En consecuencia, siento que a la obra le sobran páginas, pues se repiten ideas sobre personajes constantemente. Ya sé que Délano está deprimido y traumatizado, no es necesario que me lo repitan a cada página, que vaya al psicólogo de una vez.Lo que más me ha decepcionado ha sido la trama, pues no sucede gran cosa. El grupo va en busca de las fuentes perdidas y se encuentran con obstáculos de poca importancia durante el camino. Tampoco no quiero una trama compleja llena de giros (en realidad sí), pero como mínimo necesito que las escenas de acción aporten algo a la trama o a los personajes. El viaje se alarga innecesariamente, no sucede nada realmente importante en el camino y las interacciones entre los personajes son normales. Esperaba una obra más trepidante y no algo tan pausado y descriptivo.
«El hombre de piedra estaba tan tenso como las placas tectónicas que intuyen la inminencia del terremoto».
Puede que las descripciones sean excesivas, pero también hay que admitir que son brutales, en gran medida gracias al dominio de Cotrina de la prosa poética. Se nota que es su novela debut, pero aún así, sorprende la calidad de la narración. Es increíble cómo puede describirte seres tan grotescos y que suene poético. Y es que la novela es grimdark especialmente por su ambientación, que desborda imaginación. Aunque el libro empieza en la Tierra, los personajes pronto se adentran en caminos ocultos que llevan a otras realidades paralelas, pobladas de monstruos y quimeras de todo tipo. Nada de fantasía tradicional: aquí hay seres terribles que adoptan todo tipo de formas imaginables. Unas descripciones que ponen los pelos de punta, en especial por la habilidad de Cotrina con el campo semántico de lo grotesco y horrible.
«El hombre de piedra cerró violentamente el puño y disfrazó un escalofrío de pánico con una maldición que ni siquiera el eco osó repetir.»
Al ser una roadtrip, de los varios escenarios que visitan solo vemos pequeños retazos de cada uno, pero no interrumpe la narración (como Sanderson) y dejan entrever sociedades imaginativas y muy ricas. Lo más curioso es la conjunción de fantasía y nuestro mundo. Ir con una furgoneta escuchando música actual mientras disparas con una metralleta a seres grotescos y un nigromante te cubre las espaldas me parece una imagen de lo más esperpéntica. Y es que como habréis notado, no es fantasía al uso, ni tampoco podría clasificarse como urban fantasy, pues no sucede en una ciudad.
«El nigromante habló. Su voz era un susurro infecto, un hálito de carroña trasmutada en sonido. Si la masacre tuviera voz para explicar su espanto, sería ésa. Si el dolor más puro se transformara en verbo sólo esos labios serían capaces de conjugarlo».
Lo último que me gustaría comentar es el hecho de que Cotrina sigue con los temas sobre los que gira toda su obra: el destino inexorable, la humanidad como títeres del destino y los monstruos interiores. Este último tema está muy bien tratado, pues pese a que el libro está lleno de seres terribles, el ser humano es el peor de todos.
El final ha estado bien. Esperaba algún giro más, en especial porque la trama se estaba cerrando y aún me quedaban cincuenta páginas. Fue entonces cuando descubrí que mi edición contenía un relato extra donde se narra un episodio especial en la vida de uno de los personajes. Me ha gustado mucho, pues permite conocerlo mejor, y es una lástima que no hubiera uno por cada miembro del grupo o que estuviera integrado en la obra, pues les daría mucha más profundidad.
En conclusión, Las fuentes perdidas es una obra de fantasía adulta española de calidad. Con una ambientación grotesca rebosante de imaginación, estamos ante una novela oscura que nos habla de seres de pesadilla y los monstruos que escondemos dentro y aguardan cualquier oportunidad para salir. El destino maneja los hilos de unos antihéroes peculiares y bien caracterizados, pero con poca profundidad. Una obra lenta y descriptiva que es capaz de hacerte encoger el corazón del destino gracias a una prosa poética que convierte lo macabro en sublime.
Cosas que he aprendido:
- Dominar el campo semántico de lo grotesco
Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...4/5!
Primeras Líneas...
|
Qué pena esa falta de profundidad en los personajes, porque por lo demás, tiene todos los ingredientes para disfrutar con su lectura. No conocía al autor. Lo tendré muy en cuenta, que hace ya tiempo que no leo nada de este género. Y sí, ¡qué daño ha hecho Rothfuss!!! Tengo el segundo libro por leer aún. Me dije en su momento que lo leería cuando el tercero esté a punto de salir... Y esperando me quedé.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya, una lástima porque es una novela muy prometedora. Pero vaya, para ser la primera del autor es na maravilla, me alegro de habértelo descubierto. Tengo pendiente releer "La canción secreta del mundo", que me gustó incluso más. En cuanto a Rothfuss, tengo la esperanza de que algún día lo publique.
EliminarNo lo conocía, gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn abrazo.
De nada^^
EliminarNo conozco al autor, en fantasía para adultos sólo conozco a Concepción Perea, si no la has leído no te la puedes perder. Así que me lo apunto para probar.
ResponderEliminarBesos!!!
Me alegro de que te lo apuntes. En cuanto a Perea me gusta muchísimo :D
EliminarHola Laura!! Creo que podría estar muy bien la lectura de este título, me lo llevo bien anotado. ¡Gracias por la reseña y por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarMe alegro de que te lo apuntes^^
Eliminar