sábado, 12 de abril de 2014

Fahrenheit 451, de Ray Bradbury

Título original: Fahrenheit 451
Año de publicación: ---
Editorial: Plaza & Janés
Colección: El Ave Fenix nº 10
Traducción: Alfredo Crespo
Edición: Septiembre de 1982
ISBN: 978-84-01-42110-5
Precio: ---


Sinopsis:
Está prohibido leer. Los libros son nefastos. Inducen a pensar. Siembran ideas. Emponzoñan el espíritu. Llegan incluso a convencer a la gente para que renuncie a la alineación en grupo que representa contemplar, junto a familiares o amigos, las imágenes televisadas que conducen a la dicha del anonadamiento intelectual. Ese es el aterrador mundo que nos augura. Una sociedad en la que, cuando se oye pronunciar la palabra cultura, se tira de lanzallamas. Donde en cuanto se huele la existencia de una biblioteca se avisa a los bomberos para que la reduzcan a cenizas. Donde la censura campa por sus respetos y la libertad de expresión se ha reprimido hasta ser puro arcaísmo. Y donde la única esperanza que le queda a la literatura reside en los hombres-libro, a quienes las autoridades tratan a toda costa de exterminar.

Por qué este título:
Fahrenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde
Opinión:
Impresión:--------------
Al principio, no entendía donde me encontraba. ¿Un bombero que quema una casa? En ese momento, pensé que la historia trataría sobre un pirómano. Pero no tardé mucho en darme cuenta de que no era el único que se dedicaba a quemar cosas y que no se trataba del mundo actual, sino del futuro.

Exacto queridos lectores, esta novela es una distopía, de un futuro muy similar al nuestro, cuya tecnología ha avanzado, sí, pero solo en algunos aspectos. Pero en este mundo no han erradicado el amor, ni han eliminado los sentimientos. La principal característica de este mundo es la ausencia de libros, o más bien dicho la prohibición de su existencia.
En este mundo, los bomberos se encargan de quemar todos los libros que encuentren y a sus propietarios, si se resisten. La gente, vive absorbida por la televisión, unas versiones modernizadas que ocupan paredes enteras, y viven únicamente entregados por y para la felicidad. El problema es que no son felices.

Y esa es la situación en que se encuentra Montag, el protagonista, un bombero que poco a poco se da cuenta de que su trabajo no le satisface, más bien le repugna; que no sabe quién es Millie, su mujer, a la que apenas dirige la palabra; que la sociedad vive ignorante de la guerra que amenaza la ciudad; que nadie es capaz de pensar por si mismo.
Por una parte, he quedado admirada de la increíble ambientación. Las descripciones de este mundo son tan exactas que casi parece real, y lo que es peor, posible. El autor ha analizado a la perfección todas las posibles consecuencias de la ausencia de libros, dándonos a entender su importancia.

Y ese es uno de los fallos. Aunque encontramos muchas reflexiones interesantes, la novela es más didáctica que narrativa. Se deja muy de lado la historia, centrándose más en lo que se quiere transmitir que en la forma de hacerlo.

En cuanto a los personajes, debo destacar a Montag, a cómo evoluciona radicalmente a lo largo de la novela.  A pesar de todo, sus sentimientos están muy bien expresados, y continuamente piensa en las consecuencias de sus actos. Aún así, no es alguien muy inteligente y mete la pata demasiadas repetidas veces.
Otros personajes que quiero destacar son, por ejemplo, Clarisse, una joven de mente abierta, rebelde a su manera, que me ha recordado a la protagonista de ¿Quién es ella?. Es una lástima que no aparezca más.
Otro de los personajes remarcables es Millie, la mujer de Montag. Por una parte, la he odiado por su ignorancia, por su forma de ser, tan ajena a todo. Parece que le han absorbido el cerebro. Y es que es la contraposición de Montag: mientras que él evoluciona, ella se mantiene estática, negándose a cambiar.

También quería hablaros del estilo. Me hubiera gustado que fuera más comprensible, que hubiera menos descripciones, que fuera más simple. Eso complica algo la lectura, que llega a hacerse pesada, sobre todo a partir de la mitad.
Otra cosa que quiero mencionar es la biografía del autor. Al principio, me encontré con diez páginas de biografía. ¡Menuda biografía! ¿De verdad es real? Ha sido muy interesante J
Por último, me veo en la obligación de aplaudir al autor, un hombre adelantado a su tiempo, por la brillante creación de la novela. Hace hoy más de cincuenta años de su publicación, pero es claramente visible como la sociedad se está inclinando hacia ese mundo apocalíptico, por el momento literario. Cada vez nos apartamos más de los libros, y llenamos nuestra mente de las idioteces de la televisión, de programas insustanciales, de datos que nos hacen parecer sabios, pero que solo demuestran nuestra propia estupidez.

En cuanto al final del libro, no es muy prometedor, ni muy cerrado, pero no está mal. Definitivamente, no habrá continuación, pues el objetivo de la novela se cumple a la perfección, pero lo dicho, no termina de convencerme.
En conclusión, una distopía muy original, con grandes reflexiones sobre los libros, pero bastante densa.

PUNTUACIÓN...3'5/5!
Primeras Líneas...

7 comentarios:

  1. Compré este libro en gallego el pasado verano porque así me impulsaría más a leerlo. Tengo muchísimas ganas =)

    Un besito

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  2. Me apetece leerlo pero por ser algo denso siempre la acabo retrasando!
    Un beso!

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    1. Sí, es algo denso, aunque la ventaja es que tiene pocas páginas.

      un saludo,
      Laura

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  3. no me llama aunque no se ve tan mal.. Tal vez luego
    saludoss

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    1. Es un libro un tanto extraño, pero tiene sus buenos momentos.

      Un saludo,
      Laura

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  4. Tengo muchísimas ganas de leerlo ^^
    Un beso!

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney