miércoles, 24 de abril de 2024

Viñeta del lector 119#

 

Hubo una época en mi vida en la que solo leía para evadirme de la realidad. No tenía amigos (ni interés en tenerlos), me aburría y la lectura era una vía fácil para olvidar la situación tensa que vivía en casa. No sé en qué momento mi cerebro hizo click, supongo que, como todo, fue algo progresivo, pero poco a poco fui interesándome más en libros que te permitían conocer otras realidades y comprender mejor a los demás. Dejé de querer huir de mi realidad a querer comprenderla mejor para saber cómo gestionarla.

Así fue cómo dejé de leer para evadir y empecé a leer para tener herramientas con las que enfrentarme al mundo. He leído muy buenas novelas sobre enfermedades mentales (Por si las voces vuelven, ¿Ya soy normal?, El abismo, Los renglones torcidos de Dios, Seré frágil, Almendra, El curiós incident del gos a mitjanit), sobre el racismo y la xenofobia (Blanco y negro, El juego de Ender, Mundodisco, El color púrpura, Criadas y señoras) sobre el duelo (Postada: te amo, La ridícula idea de no volver a verte), sobre el síndrome postraumático (La corte de los espejos), sobre enfermedades físicas (Yo antes de ti, Bajo la misma estrella, La decisión más difícil), sobre la familia (Un hijo, Te daría el mundo, Arroz de Palma, En la cocina con la drama mamá), sobre tiroteos indiscriminados (Diecinueve minutos),... Pero si tuviera que quedarme con un tema, uno solo, ese sería la guerra, porque te muestra al mismo tiempo lo peor y lo mejor del ser humano. Las buenas novelas que he leído sobre el tema me han permitido comprender por qué hay que seguir adelante, sin importar lo que te pase y que no tienes que hacer nada con lo que no seas capaz de vivir después (Escapar de Sobibor, 28 días, Maus, El pianista del gueto de Varsovia, Voces de Chernóbil, Los muchachos de zinc, La guerra no tiene rostro de mujer)

Por supuesto, no he dejado de leer para evadirme. Siempre he considerado necesario un poco de entretenimiento para sazonar la monotonía de nuestras vidas. No siempre puedo estar reflexionando o sintiendo muy intensamente, sino que a veces necesito leer algo ligero, sin pretensiones, que me arranque una sonrisa y me ayude a digerir la vida.

Seguiré leyendo mientras aún tenga interés por comprender el mundo, mientras considere que aún me faltan temas que explorar o en los que adentrarme. Y por ahora, creedme, así es. Muy posiblemente todos esos conocimientos no me hagan falta nunca (para qué me va a servir comprender la psicología de un asesino en serie) pero contribuyen a expandir mis horizontes y a ser más tolerante con el resto del mundo.

Y vosotros, ¿por qué razón empezasteis a leer? ¿Por qué leéis ahora mismo?

5 comentarios:

  1. Era muy, muy, pequeña. Tan sólo cuatro añitos. Cuando empecé a tener que aprender a leer las cartillas Rubio no he dejado de leer y escribir. Recuerdo las palabras.. To...ma...te. y mi...ma...má...me...mi...ma.
    Qué tiempos. Un abrazo

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    1. ¡Hola, Nuria! Gracias por compartir tus recuerdos. Yo también guardo un gran recuerdo de cuando leía la cartilla junto a mi madre...

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  2. ¡Hola, Laura! Pues me parece interesante cómo tus motivos para leer se han ido modificando con el paso del tiempo. Aunque... ¿de verdad ahora nunca lees para evadirte? Creo que, en el caso de lectores constantes, como nosotras, las razones para seguir leyendo evolucionan, pero el motivo más sencillo, que es el de la evasión del mundo real, nunca desaparece del todo.
    Sí, posiblemente la mayoría de las veces lees para aumentar tus conocimientos o para reflexionar sobre ciertos temas, pero también hay veces en las que una solo quiere estar a solas consigo misma y centrar la mente en algo que te sirva para entretenerte (ya sabes que yo soy muy defensora del entretenimiento jajajja).
    A ver, a veces voy en el bus de regreso a casa tras el trabajo y, si ha sido un día en el que la mayoría de la gente me ha tenido al límite con sus exigencias, pues hasta el por de los libros me sirve para calmar la mente en el trayecto y estar tranquila sin saber que nadie me está pidiendo nada en ese momento jajaja
    Lo de que tu temática favorita es la guerra lo sabía, aunque... lo de que no tienes que hacer nada con lo que no puedas vivir después... ¿cómo sabes que no podrás vivir con ello? En una situación limite, creo que cualquiera podría llegar a hacer algo que habitualmente no haría... o puede que no, pero si lo haces, en ese momento puede que solo pienses en la supervivencia y que ahí no te pares a pensar si puedes vivir con eso o no.
    Vale, veo que luego dices que sigues también leyendo por evasión, así que olvida mi discurso anterior jajajaj
    Oye, nunca se sabe para que te puede servir aprender cómo funciona la mente de un psicópata, a saber si eso te ayuda a escapar de una situación complicada o algo xD
    Yo he leído siempre, pero fue de adolescente cuando más me volqué en los libros. No por nada en especial, recuerdo veranos en los que mis amigos habituales dejaron de estar y empleaba mi tiempo en la piscina para leer (mis vacaciones escolares era estar tirada al lado del agua con esos amigos que eran hijos de personas que alquilaban apartamentos donde yo vivo durante los meses de verano, pero luego dejaron de venir). Me fui enganchando cada vez más a los libros y ya no sé estar sin uno cerca jajaj
    Ahora leo por evasión y por sentir cosas, ya que hay emociones que, por pereza o lo que sea, no tengo en mi día a día (bueno, por pereza y también porque hay cosas que no te puede ofrecer la vida real... por ejemplo, el salseo de un romance entre un lobo y una vampira jajaj Estoy in love con ese libro).
    ¡Saludos y a seguir leyendo mientras nos haga felices! ;-)

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  3. ¡Hola, Omaira!
    1. "¿de verdad ahora nunca lees para evadirte?" ¡Sí, claro! Lo digo un uno de los últimos párrafos. Supongo que aún no habías llegado a ese punto ;)
    2. "hasta el por de los libros me sirve para calmar la mente en el trayecto" ¿Qué?
    3. Estoy de acuerdo contigo. Aunque principalmente leo para aprender o reflexionar, a veces necesito una relectura que me haga sentir segura o leer algo entretenido que me ayude a diferir lecturas más pesadas. Ahora mismo, el de "La desaparición de Stephanie Mailer" no me está aportando nada, pero hace que la limpieza de la casa resulte más entretenida (también lo leo porque quiero entender por qué te ha gustado tanto, cuando a mí me parece del montón).
    4. "¿cómo sabes que no podrás vivir con ello?" Jajaja, a ver, no hay que ir a situaciones tan límites, porque es algo que es poco probable que nos pase. Yo esto lo aplico a mi vida diaria. Soy una persona que pasa mucha pena por todo y a la que todo le sabe mal. Por ejemplo, este miércoles es el cumple de mi madre y sé que le haría mucha ilusión que fuera a la ciudad, hiciéramos una comida familiar y fuéramos de excursión a alguna parte. La otra opción es felicitarla por teléfono y quedarme en casa con G: como el miércoles es festivo, nos veríamos todo el día y es algo que necesitamos porque nos vemos muy poco (pese a vivir en la misma casa) por incompatibilidad de horarios y solo nos vemos el finde (y entre ir a comprar y que a veces queda con sus amigos [porque es el único momento que les va bien, la otra opción es no ver nunca a sus amigos]). ¿Cuál de las dos decisiones va a hacer que me reconcoma por dentro durante semanas? Solución: aunque no sea lo mismo, puedo celebrar el cumple de mi madre otro día, en cambio, días de vacaciones con G no voy a tener hasta julio. Y me va a saber mal lo de mi madre, pero que G piense que prefiero a mi madre por encima de él (teniendo en cuenta los problemas que tengo con ella), haría que me sintiera peor. Como ves, soy yo dando muchas vueltas a las cosas xD Pero hay veces que no lo he pensado así y hay cosas que aún me reconcomen, tonterías, desde hace años.
    5. " en ese momento puede que solo pienses en la supervivencia y que ahí no te pares a pensar si puedes vivir con eso o no." Claro, yo me refiero a situaciones que, aunque sean graves, tengas un espacio de tiempo, por breve que sea, para decidir. En situaciones como ponerte en medio de un coche para empujar a alguien a quien van a atropellar, ahí no puedes pensar, pero sí que puedes tener esa filosofía en cosas como abortar o no, probar o no un tratamiento experimental, desconectar a un familiar en coma o no, etc. (en caso de que me pasara algo de todo eso)
    6. "nunca se sabe para que te puede servir aprender cómo funciona la mente de un psicópata" xD
    7. Y de adolescente no trababas amistad con gente que vivía todo el año en la isla?
    8. TOP a lo de sentir cosas que no tienes en tu día a día. Yo de adolescente leía mucho por eso.
    9. Ña a lo del lobo y la vampira. Pero me alegro de que te tenga tan enamorada ese libro^^

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  4. No estoy muy segura de porque empecé a leer. De pequeña no me atraía esta actividad y la aborrecía bastante porque en casa me quisieron imponer hábitos de lectura. No sería hasta llegada la universidad que me convertiría en una especie de devoradora de libros (aunque tampoco se pueda decir que mis hábitos actuales hagan justicia a este término), aunque también en gran medida por la influencia de las redes sociales y los contenidos de creadores en distintas plataformas que explican tan bien ciertos libros que hacen que te apetezca leer.

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney