Autor (es): Terry Pratchett
Páginas: 384
Editorial: Plaza & Janes
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788401339585
Año de edición: 2011
Traductor: Gabriel Dols Gallardo
Sinopsis:
En la batalla del valle de Koom los trolls tendieron una emboscada a los enanos, ¿o acaso fue al revés? Sucedió en un lugar muy remoto. Y hace muchísimo tiempo. Pero el aniversario de la contienda se acerca, y si no resuelve el caso del asesinato de un enano integrista, que según los indicios ha muerto a manos de un troll, el comandante Sam Vimes de la Guardia de Ankh-Morpork teme que la batalla vuelva a librarse en plena calle.
Mientras que su querida Guardia amenaza con desmoronarse delante de sus ojos y se escuchan los tambores de guerra, tendrá que seguir todas las pistas, desafiar a asesinos y malhechores y hacer frente a la oscuridad en busca de la solución. Y eso que la mismísima oscuridad está persiguiéndolo.
Ah... y a las seis en punto de cada tarde sin falta, pase lo que pase, Vimes tiene que estar en casa para leerle a su hijo su cuento favorito. Hay deberes de los que nadie se libra.
Me he llevado una decepción con esta novela y no os podéis hacer una idea de lo mucho que eso me entristece. No es que haya sido una mala obra, pero sí la más floja, y con diferencia, de las que llevo hasta ahora leídas del autor. Hay que tener en cuenta que fue escrita cuando ya estaba en una fase avanzada de su enfermedad y que haga algo tan bueno pese a ello merece todos mis respetos, pero no cabe duda de que estamos ante un Pratchett mucho más flojo.
Mi principal problema con este libro es que he sentido que no me aportaba nada nuevo. A medida que iba leyendo, la trama me resultaba familiar y sentía que lo que quería contarme en esta novela ya lo había hecho él mismo en otras, y mejor. Para mí, la novela anterior fue el punto álgido de la saga de La guardia, y desde ahí solo se puede ir hacia abajo. Pese a todo lo que había conseguido en la novela anterior (centrar la trama, ofrecer un esquema distinto y elementos innovadores) aquí da un paso atrás.Para empezar tenemos el mismo esquema de las novelas anteriores: hay un crimen en la ciudad y Vimes debe encargarse de ir siguiendo varias pistas hasta resolverlo mientras los personajes secundarios se centran en casos menores que al final se unirán con el principal. Podría enumerar aquí una serie de elementos concretos que ya aparecen en novelas anteriores, pero tampoco es mi intención hacer un spoiler, tendréis que fiaros de mi palabra.
Los temas también me parecen repetidos, pues la obra se centra en tratar la discriminación racial, algo que ya había hecho en El quinto elefante o Hombres de armas. En ambas novelas ya se trataba el conflicto entre enanos y trolls y más o menos se había resuelto, ¿para qué más? Que en parte lo entiendo, la discriminación no es algo que desaparezca de un día para otro y aquí lo zanjan por completo, pero aun así no era necesario.
«Enarboló el Pedacificador, la ballesta que había construido él mismo a partir de un arma de asedio reconvertida, cuyos múltiples virotes tendían a despedazarse en el aire bajo las puras tensiones de la aceleración. Podían arrancar una puerta no solo de sus goznes sino también del mundo de los objetos más grandes que una cerilla.»
Lo mismo sucede con la relación de Angua y Zanahoria, estancada desde la novela en la que se originó. Aquí se intenta darle algo de profundidad, pero no se consigue en absoluto. También se intenta tratar el tema de Vimes y su familia, pero eso sí que es un despropósito. La relación entre Vimes y Sybil no tiene ningún sentido, pues ella es una esposa abnegada (aunque al principio no se nos la había presentado como tal) siempre preocupada por su marido, mientras que él está casado con su trabajo. Se nos intenta mostrar la faceta de Vimes como padre, pero leerle un cuento a tu hijo cada día a las seis sin hacer nada más dista mucho de la definición que yo tengo de padre del año.
«Sybil, Pureza y el joven Sam fueron acomodados en un despacho limpio. Interesante, pensó Vimes mientras observaba cómo Jovial y un grupo de agentes enanos hacían carantoñas al niño: incluso ahora —a decir verdad, especialmente ahora, visto que la tensión había hecho que todo el mundo regresara a las viejas certezas— no estaba seguro de cuántas mujeres enanas tenía en nómina. [...] Pero bastaba con introducir un mocoso balbuciente en una sala y podía detectárselas en el acto, pese a toda la chatarra y esas barbas en las que podía perderse una rata.»
(Este comentario me sobraba)
Me gusta mucho Vimes, como habéis visto en novelas anteriores, pero es que ha llegado un punto en el que tiene poco que aportar. El personaje ha experimentado una evolución extraordinaria y aún puede seguir avanzando, pero no tanto como para ser protagonista. Su momento ya ha pasado. Me siguen gustando las reflexiones de Vimes (aunque en esta novela hay muchas menos), cómo cada vez se parece más a Vetinari (a quien se le ha echado en falta) y la construcción del personaje en general, pero no es capaz de sostener una trama él solo.
Los personajes secundarios van apareciendo aquí y allá sin tener verdadera relevancia. Son interesantes y me gustaría leer algún libro protagonizado por ellos, pero al estar en segundo plano se han quedado bastante estancados. Aquí aparece uno nuevo, Sally, una vampira que se incorpora a la guardia, pero no me ha parecido un personaje remarcable ni que aporte nada nuevo, más allá de generar celos a Angua.
En cuanto a la trama, si dejamos de lado lo de que resulta repetitiva, se puede decir que es interesante (Pratchett puede hacer mejores o peores libros, pero nunca malos), coherente y que se lee con agilidad. Aun así al libro le sobran muchas escenas y puntos de vista que no aportan nada ni hacen avanzar la trama. Es el caso de las escenas de Pésimo, de la oscuridad y sus monólogos de muahahah qué mala soy, del pintor loco y de Ladrillo. Ninguno de estos personajes necesitaba un papel en esta obra (bueno, la oscuridad que es la villana sí, y el pintor que es su herramienta también) y mucho menos tan protagonista pues son varias las escenas que tienen para ellos solitos. Incluso Vimes tiene una escena sobrante, la de la persecución. Que no se diga que hay favoritismo.En cuanto al estilo narrativo, es Pratchett, eso debería ser suficiente. Como siempre, me encanta que recupere elementos, que haga bromas lingüísticas, que experimente con la lengua y que juegue con las tipografías. Tiene detallitos únicos que dan a su narración un toque distintivo. Es cierto que aquí el uso de la cursiva es algo confuso, pero no sé hasta que punto es culpa de la traducción. También es verdad que me he reído mucho menos, solo en escenas muy concretas, y eso sí que es una verdadera lástima. Eso sí la forma que tiene de darle importancia a cosas menores como el cuento de "¿Dónde está mi vaca?" o lo de las gotas de agua y convertirlo en una parte importante de la trama me parece brillante.
«Lo único que Detritus tenía que hacer era disparar ese trasto en su dirección, y una buena parte del crimen organizado de la ciudad quedaría de repente muy desorganizado, al igual que Vimes si no se tiraba al suelo a tiempo»
Si hay algo por lo que vale la pena el libro es por la evolución de mundo, que me parece fascinante. Hemos pasado de la Edad Media en ¡Guardias! ¿Guardias? a un mundo con electricidad y cada vez mas mecanizado. Los cambios han ido surgiendo de libro en libro y de forma natural y coherente, especialmente por lo que hace a las consecuencias. Destacar que me gusta cómo profundiza más aún en la cultura de los trolls y los enanos, la presencia de las drogas y que el diablillo que vive en el reloj de bolsillo sea un elemento que se recupere y que incluso tenga su propio arco de evolución de personaje.
«La verdad es que sabe muy poco de nosotros señor Vimes. Nos ve allá abajo en las llanuras, arrastrando los pies y hablando como asín. No sabe nada del cántico de la historia, la Larga Danza o la música de piedra. Ve al troll encorvado que arrastra su garrote. Eso es lo que nos hicieron los enanos, hace mucho. Nos convirtieron, a ojos de los humanos, en tristes monstruos descerebrados»
En cuanto al final, me ha dejado con sentimientos encontrados. Por una parte me ha gustado cómo se resuelve lo del valle de Koom, pero por otra parte la escena climática me ha parecido demasiado breve y confusa, en gran medida por la ausencia de descripciones espaciales, pues no me permitían situarme bien en escena.
En conclusión una novela entretenida, pero que vuelve al esquema de las anteriores. La trama es interesante, pero hay demasiados puntos de vista y escenas que no resultan relevantes. El estilo del autor es el mismo, pero el humor decae varios puntos. En cuanto a los personajes, Vimes sigue siendo genial, pero debería ceder protagonismo a otros personajes que pueden evolucionar mucho más que él y que tienen mucho que ofrecer. Los temas se repiten de obras anteriores en los que habían sido mejor tratados y ha faltado mas reflexión. En general he sentido que la novela no hacía falta, que no tenía nada que aportar a la saga de Mundodisco y a la de la guardia en general. Es Pratchett, por supuesto, y su trama no está nada mal, pero si ya has leído los libros anteriores, este sentirás que no aporta gran cosa.
Cosas que he aprendido:
- Cómo evolucionar bien un mundo.
- Hacer que los detalles minios se recuperen e importen en la trama mola.
- Jugar con las tipografías no hace que un libro sea infantil.
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...
Me gustó el primero, pero no he seguido con esta saga. Me da mucha pereza. Siento que no hayas disfrutado de este libro como con los anteriores.
ResponderEliminarBesotes!!!
Vaya, qué lástima que te haya dado pereza seguir, merece la pena leer como mínimo hasta Ronda de noche.
EliminarUn saludo,
Laura.
¡Hola! Tengo ganas de leer a este autor, pero viendo que este libro no te ha gustado demasiado creo que no empezaré por esta saga JAJAJA.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña y un saludo :)
Huy, este autor lo que más ha escrito es de Mundodisco, aunque hay varios "arcos", y este, el de la guardia, es de los mejores, pese a que este libro, ya de los últimos, no me haya gustado tanto.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues para mi vergüenza debo reconocer que no he leído al autor aunque lleva muchísimo tiempo entre mis pendientes. Una pena que en esta ocasión haya sido más flojillo, es normal teniendo en cuenta su situación. De todas formas el mundo creado parece increíble.
¡Un beso!
Ya, una lástima que este haya sido más flojo, pese a no haber estado mal. A ver qué tal el siguiente.
EliminarSino te gustó a ti casi que no lo cuento.
ResponderEliminarTampoco me puse nunca con el.
En fin veremos....
Saludosbuhos! !!!
Sí, es verdad que es algo flojo comparado con los demás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra ver que coincidimos
EliminarHola!
ResponderEliminarNo sé si leería esta saga, la cantidad de volúmenes intimida jaja. Eso sí, tengo curiosidad de leer al autor pero me gustaría hacerlo en el libro de Buenos presagios.
Un abrazo :*
Buenos presagios es una buena forma de empezar con el autor y ver si el tono te gusta, es lo que hice yo. Y sé que la saga da pereza (he calculado que al ritmo que llevo la terminaré en 2030), pero es algo que hay que tomarse con calma.
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