Y no sé a vosotros, pero a mí, eso me encanta.
Los libros que, al cerrarlos, me dejan sumida en un mar de desesperación y rota por dentro, me encantan. Por supuesto, se trata de libros que, por el bien de mi salud mental, tomo a pequeñas dosis, quizás uno o dos al año; de no ser así, de bien seguro que caería en una depresión.
Uno de los primeros libros con cuyo final lloré a mares fue Blanco y negro, de Malorie Blackman, en gran medida porque el conflicto racial que se muestra (en un mundo en que la raza negra es superior) se podía extrapolar perfectamente a nuestro pasada cercano. Otro que me dejó hecha polvo fue La edad de los milagros, de Karen Thompson Walker, no tanto porque el final fuera impactante como por el tono pesimista de toda la novela en general.
Con el tiempo, he ido haciéndome cada vez más fuerte a nivel emocional, pues al releerlos años después me di cuenta de que no eran tan maravillosos y que aquello ya no era capaz de afectarme. El que no he releído pero que estoy segura de que aún me haría daño puesto que derramé algunas lágrimas con la película, es el de La ladrona de libros. En ese libro el drama está muy bien dosificado y la frialdad de la narración esconde mucho sentimiento. Además, aunque a la miad te cuenten qué va a pasar, eso no hace menos doloroso el momento.
El final de La canción secreta del mundo, José Antonio Cotrina me dejó completamente a cuadros. No sabía si llorar, reír histéricamente, romper el libro en pedazos o qué hacer para seguir con mi vida. Es un final de esos con los que te vuela la cabeza no tanto por la sorpresa como por lo desesperanzador que es. En cambio, el de Princesa mecánica, de Cassandra Clare, que también me dejó con el corazón encogido, me hizo llorar por lo bonito que era todo. Deberíais haberme visto, sonriendo como una tonta por ese maldito epílogo, mientras lágrimas silenciosas se escapaban de mis ojos.
Como veis, no soy una insensible y son varios los libros cuyo final me ha dejado rota, pero ninguno de ellos se acerca una décima parte a lo que me hizo sentir Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexiévich, un libro que me dejó completamente vacía por dentro. Fue cerrar la última página y permanecer tumbada durante varios minutos mirando al vacío, llorando en silencio. Es un libro estremecedor, que te sobrecoge por sus pausas y el sentimiento contenido entre líneas. El final no es triste, sino el conjunto de todo.
¿Y por qué esta atracción por este tipo de libros? Puede que sea por egoísmo, por el alivio que supone no vivir algo así, o saber que hay gente que está mucho peor que yo. O quizás sea una forma de insensibilizarme poco a poco del mundo.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Que libro os ha dejado así? ¿Os gustan las historias tan triste? ¿Por qué?
Me gustó tu entrada, buen tema y me puse a pensar que novelas me han dejado así...estoy tentada a copiar tu entrada, me refiero al tema.
ResponderEliminarNo soy muy buena llorando, pero hay libros que me han encogido el corazón.
Bss
Pues en caso de que te animes a hacer la entrada, estaré encantada de leerte, seguro que tienes mucho que contarnos y buenas recomendaciones^^
Eliminar¡Hola, Laura! Yo es que rara vez acabo tan destrozada, que un libro consiga hacerme soltar alguna lágrima no es algo habitual... De hecho, si lo pienso, de mis lecturas de este año, solo una ha conseguido empañarme ligeramente los ojos... Con las películas sí que es más fácil hacerme llorar.
ResponderEliminarJjaja, me hace gracia lo de que intentes no coger muchas lecturas así al año porque te deprimirías xD Yo soy al revés, dime que un libro me romperá el corazón y es muy probable que se vaya directo a mi lista de futuras lecturas.
De los que mencionas, pues ya sabes que leí "La edad de los milagros" y que no sufrí porque para mí todos los personajes veían muy normal todo, pero está bien que a ti te calara tan hondo.
"La ladrona de libros" lo leí hace tanto que ya ni recuerdo que sentí, creo que lo único que no olvidaré es lo de la Muerte como narradora.
"Princesa mecánica"... lo sé, soy una insensible, pero no me emocionó porque ya me había spoileado con "Ciudad del fuego celestial" y sabía cosas.
En todo caso, yo creo que en una relectura es más difícil emocionarse porque se pierde el factor sorpresa. Si la primera vez que lo leíste te pusiste a llorar porque x personaje se murió o porque pasó x cosa, en la relectura ya sabes que eso sucederá y no te pillará por sorpresa, así que a menos que el autor/a tenga una forma de narrar muy triste, pues ya no llorarás porque te lo esperabas.
Una entrada interesante :) Espero que sigas encontrando libros que te emocionen.
¡Saludos y feliz semana! ;-)
¡Hola Omaira!
EliminarSi ya es difícil hacerte llorar, imagínate reír, eso sí que es complicado... Qué lástima que este año no hayas encontrado ninguna que te haya entristecido tanto, habrá que seguir buscando. Yo como ves, tengo que dosificarla, si me leyera toda la bibliografía de la autora de Voces de Chernobyl, creo que me cortaría las venas xD Però també és vera que no solc trobar molts llibres axí.
- Sobre "La edad de los milagros", puede que fuera por le momento y la época en la que lo leí, con la relectura que hice me llevé una decepción y aunque me gustó más que a ti, no me caló tanto.
- Huy, ¿y de "La ladrona de libros" has visto la peli? A mí me gustó.
- Buah, mira que no soy fan del romance, pero a mí epílogo de "Princesa mecánica" me pudo. Qué lástima lo del spoiler...
- Interesante justificación de por qué con una relectura ya no nos emocionamos tanto, ¿te pasa con los de Sparks?
Un saludo sensiblero,
Laura.
¡Hola! Sí, he visto la película de "La ladrona de libros" y no es de esas que vería una y otra vez. Me gustó, pero "a secas", es decir, ni me aburrí ni me emocioné.
EliminarCon Sparks solo he llorado con un libro y es de los que no he releído recientemente xD Me han entristecido varios de sus finales, pero es que de verdad que me cuesta llorar con los libros (reír ya sabes que es casi imposible). ¡Saludos! ;-)