Estos dos últimos años me ha dado por leer más clásicos que nunca, para no encasillarme, para ver qué le ha visto tanta gente. Alguno que otro me ha sorprendido, pero en general no suelen apasionarme mucho.
Estaba un poco recelosa respecto a este libro, en parte porque me resultaba muy al estilo Un mundo feliz y La naranja mecánica, dos libros que abandoné. Por otra parte, dos de mis amigas me ofrecieron reseñas muy contradictorias sobre este libro (Carme lo adoró y Omaira lo abandonó) así que estaba muy confundida. Al final me decidí a leerlo y aquí os dejo la reseña.
Título: 1984
Autor: George Orwell
Idioma de lectura: Castellano
Páginas: 382
Editorial: Austral (Destino)
Encuadernación: Cartoné
Fecha de publicación original: 1949
Fecha de la edición: 2012
Precio: 12,95€
ISBN: 978-84-233-3808-5
Traductor: Rafael Vázquez Zamora
Autor: George Orwell
Idioma de lectura: Castellano
Páginas: 382
Editorial: Austral (Destino)
Encuadernación: Cartoné
Fecha de publicación original: 1949
Fecha de la edición: 2012
Precio: 12,95€
ISBN: 978-84-233-3808-5
Traductor: Rafael Vázquez Zamora
Sinopsis:
Winston Smith decide rebelarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento. Consciente de las terribles consecuencias que puede acarrear la disidencia, Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O’'Brien. Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O'’Brien son lo que aparentan, y que la rebelión, al cabo, quizá sea un objetivo inalcanzable. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas de este siglo.
Por qué este título...
"Mojó la pluma en la tinta y luego dudó unos instantes. En los intestinos se le había producido un ruido que podía delatarle. El acto trascendental, decisivo, era marcar el papel. En una letra pequeña e inhábil escribió:
4 de abril de 1984
Se echó hacia atrás en la silla. Estaba absolutamente desconcertado. Lo primero que no sabía con certeza era si aquel era, de verdad, el año 1984. Desde luego, la fecha había de ser aquélla muy aproximadamente, puesto que él había nacido en 1944 o 1945, según creía; pero, «¡cualquiera va a saber hoy en qué año vive!», se decía Winston."
Opinión:
He quedado con sentimientos encontrados con esta lectura, y es que ha habido cosas que me han gustado mucho y otras que no me han gustado nada. Empezaré diciendo que con este libro me he dado cuenta de que es la primera novela que leo del género. Sí, sí, la primera. Y es que Divergente, Los juegos del hambre, La trampa de los 18, El corredor del laberinto, etc., no sé que son, pero distopías os digo yo que no. Quizás un subgénero. Es que, por favor, no hay punto de comparación. Alucinada.
¿Y cuál es la diferencia, os preguntaréis? Puede que la planificación, pues todo está controlado al milímetro y todo tiene mucho sentido. Quizás que he sentido que la sociedad que se plantea es una sociedad sólida e inamovible (por favor, la de Los juegos del hambre no se sostiene, era inevitable que salieran rebeldes¬¬). Una distopía, aunque parece ser que el término ha degenerado. No consiste en el planteamiento de una sociedad futura problemática y un personaje que se rebela y lucha contra ello. Es cierto que 1984 va de eso, pero es que va más allá, y ni por asomo ese es el objetivo último de la obra.
El verdadero objetivo de este libro es criticar, no esa posible sociedad futura, sino criticar la sociedad actual (y eso que el libro fue escrito en 1949). Que al final el protagonista logre derrocar ese gobierno, no, el simple hecho de que exista un protagonista que quiera derrocar ese gobierno no es importante, es una simple excusa para desarrollar la crítica. Aplausos, por favor, y de los grandes. Mientras leía, no solo me imaginaba el 1984 de George Orwell, sino que al mismo tiempo me imaginaba el 2017 de ahora. Ha sido como hacer una lectura a dos bandas, a medida que iba leyendo, miraba cómo se reflejaba eso en la actualidad.
Además, me ha sorprendido lo fielmente que refleja una rebelión. ¿Creéis que los rebeldes son los buenos? Puede que su causa sea justa, pero ¿hasta que punto el fin justifica los medios? Este fragmento me impactó mucho, así son los rebeldes de verdad:
Por otra parte, comentar que algunas de las propuestas de Orwell son una pasada. El Ministerio de la verdad, por ejemplo. Del pasado sólo conocemos lo que nos ha llegado escrito, pero, ¿quién nos dice que esos escritos no han sido falseados? ¿Qué certeza tenemos de que eso sucedió de verdad? ¿Y si todo lo que sabemos ha pasado antes por algún tipo de filtro? Vivimos de lo que dicen los medios de comunicación. No te puedes fiar de nadie, ni de las redes sociales donde "hay libertad de expresión" (¿Realmente la hay? ¿Nunca te has detenido antes de escribir algo por el miedo al qué dirán o a que te malinterpreten o a que te critiquen o a los haters? ¿Y si todo el mundo piensa como tú pero lo calla por miedo?). Además, lo de las redes es 100% fiable, porque claro, los perfiles falsos no existen ni nada.
Un tema del que sí esperaba mucho y que no me ha terminado de convencer es el de la neolengua. En pocas palabras consiste en ir reduciendo el vocabulario poco a poco para que de este modo la gente no pueda quejarse/ver las cosas malas, porque no tendrán una palabra para expresarlo. Que como concepto está muy bien, pero no me gusta cómo está explicado, de un modo fragmentario y oscuro, "enrevesat", de forma que a mí no me ha quedado claro. Eso sí, no puedo decir que no se profundice en el tema porque al final de mi edición se incluye un capítulo dedicado únicamente a explicar el concepto.
Venga, ya. Para de hablaros sobre el maravilloso (quizás esa no sea la palabra adecuada...) mundo creado por George Orwell y os dejo descubrirlo por vosotros mismos si lo leéis. Lo que sí voy a añadir es que me gusta mucho esta sociedad que plantea el autor, pues se nota que hay un gran trabajo de planificación detrás y no deja ningún cabo suelto. Por otra parte no nos presenta el mundo de sopetón, sino que la información se nos va dando a poco a poco (o cómo mínimo en la primera mitad del libro), de manera que no te abruma.
Otra cosa que me ha sorprendido es que en esta primera mitad del libro encontramos una narración sencilla, sin un vocabulario emperifollado (Esta palabra suena fatal. No es mi culpa, mira la RAE), a diferencia de otros clásicos que he leído. Así, la lectura era ligera y la narración fácil de seguir, por lo que se ha vuelto adictiva.
Sí, cómo he dejado caer muy sutilmente, la primera parte del libro me ha parecido amena e interesante, pero la segunda parte ya es otro cantar. A partir de la mitad llegamos a un capítulo en el que se te resume de manera didáctica, como un libro de texto (realmente, es el capítulo de un libro de texto) todas las bases teóricas que se habían explicado hasta el momento. Y bé, a partir de aquí la trama ya no vuelve a ser lo mismo, porque aunque sigue igual, se da mucha más importancia a las explicaciones filosóficas de esa sociedad, con un lenguaje oscuro y complicado, hablando de forma bastante abstracta, por lo que tenía que releer las cosas un par de veces y aún así solo pillaba la mitad.
No ho sé, he tenido ese problema, de pronto todo se vuelve confuso y me costaba pillar algunas de las explicaciones, hasta el punto que no he llegado a entender el fin mismo de la distopía, quién sale beneficiado de todo esto. Esta parte ha sido muy didáctica, excesivamente, y me he aburrido, porque me sentía como en una clase de filosofía a la hora de la siesta.
Más cosas. El problema de que, como ya he dicho antes, las aventuras del protagonista sean una excusa para presentar la sociedad es que he notado que al autor le faltaba habilidad para la trama narrativa, en especial para el cambio de escenario. Me he sentido muy desorientada, porque le protagonista pasa de estar de un la oficina a su casa y de la oficina a mitad de la calle sin transición, sin que se nos diga que está saliendo o que se va a caminar o lo que sea y me costaba mucho enfocarlo en un espacio concreto.
Precisamente, otra cosa de la que quería hablaros era del enfoque, algo que me ha parecido muy acertado. El narrador es en tercera persona y sigue a Winston (¿Tú también te acabas de dar cuenta de que llevas más de la mitad de la reseña y es la primera vez que mencionas al protagonista, verdad? Te dije que no era importante), que nos ofrece una perspectiva crítica de la sociedad en la que vive. Así, podría parecer que el enfoque se centra en su punto de vista, pero no es así, porque poco a poco van discurriendo una serie de personajes secundarios que nos dan a ver su punto de vista. Esto me ha parecido muy acertado porque así tenemos una perspectiva global.
Además, estos personaje no están ahí "per fer planta", sino que tienen una función: mostrar cada uno una posición diferente respecto a la sociedad que se plantea. Sí, a diferencia de otras distopías no encontramos el bando de los buenos y el de los malos, el de la autoridad y el de los rebeldes, sino que como en la actualidad hay diferentes partidos, allí también hay diferentes bandos, aunque solo se diferencien unos de otros por pequeños detalles.
Así, los secundarios me han resultado interesantes, pero tampoco puedo hablar mucho de ellos porque no se profundiza. Los más destacados, Julia y O'brien, me han parecido muy interesantes, aunque admito que me los esperaba muy diferentes a como son, quizás más parecidos a Winston
Winston es un personaje que me ha gustado, su evolución es especial y tiene una voluntad de hierro. Me ha parecido interesante que no lo conociéramos solo en el presente, sino que se nos dieran datos de su vida en el pasada, pero aún así, tampoco es que me haya conmovido como personaje.
En cuanto al final, pues también me ha dejado un sabor agridulce. Es un final que ya me esperaba, no porque la novela sea previsible, sino porque el tono de la novela ya te hace ver por donde irán los tiros (estás muy folclórica hoy con tanto dicho y palabra en catalán, ¿no?) y aún así,...No lo acepto. Que no, no lo acepto, no acepto que termine así. No estoy conforme.
En conclusión, 1984 me ha parecido un clásico que se conserva muy bien y que en la actualidad tiene mucha vigencia. un libro que romperá tus esquemas en cuanto a distopías. Una sociedad muy bien plateada que te hará reflexionar sobre el mundo al cuál nos encaminamos. A una primera parte brillante y con buenos personajes le sigue una parte más didáctica y reflexiva, "més difícil de païr" y con la que le he dado demasiadas vueltas a la cabeza. Sin duda, es un libro recomendable, pero no es un libro para todo el mundo, si quieres ver las bases de una buena sociedad distópica, muy real, adelante, si buscas, acción o un personaje rebelde que se enfrenta a la autoridad, pues no es tu libro.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Lo habéis leído? ¿Os gusta el género? ¿Os llama la atención la novela?
Y para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5
Primeras Líneas...