«En su niñez, cuando en Vivar jugaba con espadas de madera soñando con gestas heroicas, cabalgadas gloriosas y batallas contra moros narradas por juglares junto al fuego de invierno, Ruy Díaz creyó siempre que la vida de campaña era un continuo guerrear, una ronquera de apellidar a Santiago, una sucesión de lances sin sosiego. Sin embargo, pronto aprendió que batallar era un mucho más, o un casi todo, de rutina y fatiga, de marchas interminables, de calor, frío, tedio, sed y hambre, y también de apretar los dientes aguardando momentos que no sucedían nunca o que, cuando al fin llegaban, transcurrían fugaces y brutales, sin tiempo para retener detalles, sin otro pensamiento que no fuera golpear, defenderse y recordar la única regla: si luchas bien, vivirás; si no, te matarán.»
«Cuanto más se suda antes de la guerra, menos se sangra en ella.»
«Nada se parecía tanto a una derrota, pensó Ruy Díaz, como una victoria»
Durante la carrera, leí El cantar del Mío Cid y no me gustó nada, aunque vi el potencial de su narrativa. Sidi, de Arturo Pérez Reverte, me llamó la atención, porque una actualización es exactamente lo que necesitaba la historia del Cid. Además, era la excusa perfecta para darle una oportunidad a un autor que ha dado tanto de qué hablar. Salí escaldada de la experiencia; el libro me pareció aburridísimo. Hay poca acción, ritmo y tensión, así como un exceso de descripciones. El Cid es el único personaje bien perfilado y, aun así, podría estar más trabajado. Lo único bueno era el realismo: el libro estaba bien documentado y aportaba muchos datos sobre el contacto en la frontera entre moros y cristianos, el desarrollo de las batallas y el vestuario de los soldados y caballeros. Si os interesa conocer mi opinión con más profundidad, os dejo aquí la reseña.
Pese a mi desagrado general por la obra, hubo un par de fragmentos que me gustaron, ya que se refieren a la guerra, uno de mis temas favoritos. El primero y el más largo se refiere a las expectativas de la guerra vs la realidad. De esto ya hablaba Incerta glòria, de Joan Sales (otra novela que fue un palo): las películas nos han vendido la guerra como acción constante cuando en realidad son breves estallidos de violencia tras una espera tensa e interminable. Batallar no es lanzarse contra el enemigo en una carga suicida, sino también agotadoras caminatas de un sitio a otro, sufrir las inclemencias del tiempo, así como la tensión por una lucha a muerte inminente que no termina de llegar. El combate real tampoco es muy largo, a diferencia de lo que nos suele hacer creer la ficción: el equipo pesa mucho y el esfuerzo físico es tal que no puedes luchar más que un par de minutos.
Estoy cansada de las obras que mitifican la guerra y la muestran como algo heroico y épico. No he estado en ninguna, como podréis imaginar, pero sí que he leído voces alternativas que hablan de aspectos de la guerra que no suelen tenerse en cuenta: la nostalgia por el hogar, el estrés postraumático, cómo matar el tiempo durante la espera, las disputas internas en un mismo bando, la escritura de cartas...
Las dos siguientes citas me han gustado por su rotundidad. La primera es una verdad como un templo, pese a que también es algo que se tiene poco en cuenta, ya que en las novelas, los que van a la guerra tienen una habilidad natural y nunca vemos el entrenamiento. La segunda, puede parecer, de buenas a primeras, incongruente, pero lo cierto es que el paisaje desolado que queda tras una derrota es el mismo que tras una victoria. De nuevo, los tópicos literarios: un ejército vencedor grita de alegría mientras el perdedor retrocede. La realidad no es así. El ejército vencedor suele estar tan maltrecho y rodeado de cadáveres como el perdedor; los soldados tardan en enterarse de que ha cesado el enfrentamiento y siguen luchando, pese a haber "vencido"; haya ganado o perdido tu bando, las secuelas mentales te acompañarán toda la vida. Los únicos que se alegran de verdad por una victoria son los generales, a los soldados les da igual el resultado, solo les alegra que el enfrentamiento haya cesado.
Y hasta aquí mis divagaciones sobre la guerra y mis exigencias de una representación en literatura más fiel a la realidad y menos idealista. ¿Qué novela conocéis que retrate bien la crudeza de la guerra? ¿Habéis leído algo del autor que os haya gustado?
¡Hola! tengo pendiente a este autor desde hace mucho tiempo, así que me apunto este libro, tiene buena pinta. Besos :)
ResponderEliminarYo supongo que leeré algo más del autor, para darle una oportunidad más, pero ya te digo que esta no me convenció mucho...
EliminarHola
ResponderEliminarYo, de este hombre leí El Club Dumas (luego vi la película) y me pareció un gran acierto, luego fue La piel del Tambor y también me encantó, pero desde hace años que no me vuelvo a encontrar con él... Igual y cae este que nos traes.
UN bes💕
El de "El club Dumas" es muy conocido, pero a mí lo que me llaman son sus libros de Alatriste. Ya veremos si me animo, porque con este quedé escaldada.
Eliminar¡Hola, Laura! A mí la verdad es que las obras de este autor no me atraen, cosa que no te sorprenderá, ya que intuirás que las tramas que propone no son de mis predilectas.
ResponderEliminarDe éste, solo con decir que es muy descriptivo ya sabes que huyo despavorida. Y estará muy bien documentado y todo eso, pero, si tú te aburriste, fijo que yo directamente lo abandonaría en las primeras páginas. De hecho, ni el tema de lo de las fronteras ni lo de moros y cristianos me despierta curiosidad...
No creo que las películas presenten las guerras como acción constante, más bien diría que es que se centran en los momentos en los que hay ese tipo de acción. Se ve resumida la preparación o años de planificación previa y se enfoca todo en el gran estallido o en las batallas más relevantes. Cosa que, en el fondo, entiendo, ya que la duración de una película no puede ser eterna y sería imposible mostrarlo todo, así que mejor centrarse en los instantes de más tensión o lucha.
En la vida real directamente todo está impregnado de muerte en una situación así, desde el miedo previo, el odio y la lucha por la supervivencia sabiendo que estás a merced de las decisiones de otros para poder parar el conflicto.
Dependiendo del tipo de libro o género, entiendo que intenten mitificar el momento de la batalla. Si es fantasía y tal vez es una saga, pues es normal que, tras tragarte muchísimas páginas para llegar a eso, lo intenten mostrar como algo épico para transmitir el furor de la victoria.
Y sí, es verdad que, en general, ni en las películas se ve el entrenamiento para una lucha, ni siquiera cuando no es exactamente una guerra, ya que... ¿cuántas veces hemos visto a personajes salirse con la suya cuando presuntos asesinos despiadados han intentado acabar con ellos? Pero bueno, lo aceptamos porque son los protagonistas y tienen que sobrevivir.
Totalmente de acuerdo, gane quien gane, todo queda destrozado. Como dije, todo acabe cuando otros lo deciden. Los que están en el campo de batalla o intentan sobrevivir o luchar por lo que les han dicho que es lo correcto...
No suelo leer libros bélicos, así que no te puedo recomendar ninguno porque me da que te refieres a obras que narren guerras o conflictos relacionados con hechos reales...
¡Saludos y espero que, si lees algo más del autor, te deje más satisfecha! ;-)
1. No te preocupes, a mí tampoco me atrae mucho, es más que nada por el renombre que tiene. Le daré una oportunidad a "Las aventuras del capitán Alatriste", en algún momento, pero no hay anda más suyo que me llame la atención.
Eliminar2. Qué va, ni te acerques al libro, no es para nada de tu estilo.
3. Clar, entiendo que las películas bélicas se centren en el momento de la acción, pero eso nos engaña, porque nos da la impresión de que vas a una batalla, estás una semana en las trincheras y luego te pegas con gente, cuando en realidad puedes estar años en las trincheras y lo de pegarse dura cinco minutos (en ese tiempo o te han matado o te han herido).
4. Las novelas de fantasía no son solo de evasión, sino que también pueden servir como metáfora para hablar de nuestro mundo. Por eso, que te dejen con el mensaje de "la guerra está guay" me aprece negativo. Últimamente me está dando por el grimdark que va precisamente de eso, novelas de fantasía realistas donde se ven los horrores de la guerra.
Gracias por pasarte por aquí^^