Sinopsis:
El Superior Glokta tiene un problema. ¿Cómo defender una ciudad rodeada de enemigos y minada por la traición? Los hombres del Norte han cruzado la frontera y han entrado a sangre y fuego en territorio de la Unión. Para detenerlos no bastará con el ejército del Rey. Bayaz, el Primero de los Magos, conduce a un heterogéneo grupo de aventureros en una peligrosa misión por las ruinas del pasado.
Opinión:
Impresión: Me falta trama
Lo cierto es que mi opinión respecto a este libro no difiere mucho de la que tenía respecto al libro anterior, pues tiene sus mismos defectos y virtudes. El otro me pareció muy introductorio, pues principalmente estaba centrado en presentarnos a los personajes, por lo que esperaba que aquí se desarrollara el nudo, pero no ha sido así. De nuevo, tenemos a personajes que van de un sitio a otro (como mínimo llegan, no como en Juego de tronos) y que evolucionan por el camino, poco más.
Ya sabéis que yo soy una persona muy de tramas, por lo que en ese aspecto el libro me ha parecido bastante endeble. Si buscas una obra plagada de acción y giros, te recomiendo que leas a Sanderson, no a Abercrombie. El ritmo es tranquilo, sin ser aburrido, y el clímax (y menudo clímax, 200 páginas maravillosas) lo podemos al final de la primera mitad. Pese a ello, podemos encontrar escenas que valen oro, como la lucha cooperativa de Logen, el capítulo de Cicatrices y Ferro o la batalla de la Armada Invencible parte II.
«—¿Qué hacemos ahora?
Marchar hacia las primeras filas. Eso era lo que hacían siempre los gallardos oficiales que aparecían en las historias que West solía leer de pequeño. Dirigirse hacia el fragor de la lucha. Formar una nueva unidad con los soldados desbandados, llevarlos de nuevo al combate, cambiar las tornas de la batalla en el momento decisivo. Y, luego, de vuelta a casa a tiempo de cenar y de recibir las medallas.
La idea estuvo a punto de arrancar a West una carcajada cuando volvió la vista hacia la devastación y las masas de cuerpos mutilados que los jinetes habían dejado a su paso. El momento del heroísmo había pasado, bien lo sabía. Hacía mucho que había pasado.»
En general las tres tramas principales son bastante lineales y no entrañan mucho misterio, pero eso no quita que sean muy interesantes gracias a la fuerza de sus personajes. Y es que si hay algo que domina a la perfección Abercrombie es la creación de personajes. Para empezar son muy realistas. Me gusta ver que es gente coherente con lo que vive, que llora y sufre de dolor, que tienen miedo y que pueden ser cobardes. No hay héroes, simplemente son personas que intentan sobrevivir un día más y que hacen lo que pueden con lo que les ha tocado en suerte. Por otra parte, no solo evolucionan, sino que lo hacen de forma lenta y coherente, algo muy realista, pues la gente no cambia de la noche a la mañana. Sus interacciones son muy naturales y las dinámicas que hay entre ellos me han encantado.
«Pero pronto descubrí que combatir a pie era algo completamente distinto. La aglomeración es de tal calibre que apenas si hay espacio para respirar, y menos aún para realizar actos heroicos. Los únicos héroes son los que tienen la suerte de salir vivos de ahí —resopló con una risa carente de alegría—. Recuerdo que en un determinado momento me quedé apretujado contra un oficial gurko. Estábamos tan pegados como si fuéramos dos amantes. No había forma de lanzar ni un mísero golpe, lo único que podíamos hacer era soltarnos gruñidos el uno al otro. Las puntas de las lanzas se clavaban por todas partes al azar. Los hombres se ensartaban sin querer en las lanzas de su propio bando o caían al suelo y eran pisoteados. Eran muchos más los que perecían de forma accidental que los que morían fruto de una acción deliberada. De hecho, todo aquello no era más que un monumental accidente.»
A eso hay que sumarle que no hay buenos ni malos, sino que todos los personajes son antihéroes. No se salva ninguno, y eso que le he dado bastantes vueltas, pero es que a ni uno de ellos podría clasificarlo como "bueno". Son todas personas violentas, egoístas, que simplemente actúan por impulso o con ansias de sobrevivir y que, como todo el mundo, tiene su motivación, que no tiene por qué ser un pasado triste. Para que veáis, pasaré a hablaros un poco de cada trama y de los personajes que las protagonizan.
El norte:
En cuanto a la trama, una maravilla, pues si esperabas algo muy épico, como yo, Abercrombie derrumba tus sueños como un castillo de naipes. Aquí te muestra el lado más oscuro de la guerra, sin toda esa pompa y esplendor. Las batallas son sucias, crueles, injustas. Todo es caos y no hay honor ni gloria. La gente muere apuñalada por la espalda, sin compasión y todo depende más de la suerte que de la habilidad. Repito: no hay héroes.
Aquí uno de los protagonistas es West, el personaje que me parecía más buena persona, pero que aquí, al cobrar más protagonismo, vemos que no lo es tanto. Me gusta cómo se desarrollan sus arrebatos de violencia, así como su evolución como líder. Por otra parte tenemos a los norteños, entre los que destaca Sabueso. Para mí han sido los personajes más flojos pues aunque su cultura es muy interesante se quedan en un personaje colectivo poco caracterizado.
«El valle entero estaba sembrado de cadáveres. Desperdigados por lo alto de las laderas, encajados entre las rocas, tirados entre las matas de tojo. Se desparramaban por la hierba del fondo del valle como clavos vertidos de un saco, y sus cuerpos retorcidos y mutilados llenaban el sendero de tierra.»
El sur:
En cuanto a la trama, nos encontramos con el asedio a una ciudad y, de nuevo, se nos muestra la parte más oscura y cruel. Puedes pensar muy buenas estrategias, pero siempre estarás limitado por tus recursos y por el hecho de que el enemigo no es tonto y puede pensar estrategias tan buenas como las tuyas, por lo que las fuerzas en general están bastante igualadas.
El protagonista es Glokta, quien sigue siendo tan interesante como en el libro anterior. Me parece muy interesante cómo inserta sus pensamiento en mitad de los diálogos y la narración, aunque no me gusta cómo han decidido representarlo tipográficamente porque a veces me confunde. Por otra parte sigo teniendo mucho interés en sus motivaciones, en por qué hace lo que hace y por qué quiere seguir viviendo.
«—El mundo cambia y hay que adaptarse a sus cambios si uno no quiere que le borren del mapa. Esta guerra no será como la anterior. Khalul por fin está en condiciones de enviar sus propias fuerzas. Un ejército forjado a lo largo de muchos años. Las puertas del gran templo fortaleza de Sarkant se están abriendo en lo alto de las montañas áridas. Lo he visto con mis propios ojos. Mamum viene, el tres veces bendito, el tres veces maldito, el fruto del desierto, el primer aprendiz de Khalul. Juntos quebrantaron la Segunda Ley, juntos comieron carne humana. Y, tras él, vienen las Cien Palabras. Devoradores todos ellos, discípulos del Profeta, criados para el combate y alimentados a lo largo de muchos años, expertos en las disciplinas de las armas y del Gran Arte. El mundo no ha tenido que hacer frente a un peligro semejante desde que Juvens luchó con Kanedias en los Viejos Tiempos. Tal vez incluso desde que Glustrod tocó el Otro Lado para intentar abrir las puertas del mundo inferior.»
La ruta:
La trama que menos avanza, pues simplemente es el grupo caminando para llegar a los confines del mundo y conseguir la Semilla. Pese a a que no sucede nada relevante, es la trama que me ha generado más preguntas e interés, pues no tengo ni idea de hacia donde va. Faltan muchas explicaciones de mundo y sobre la magia (de la que se sigue sin saber casi nada) y tengo la esperanza de que todo se resuelva en el siguiente libro, o me voy a enfadar.
Dejando de lado estas tramas, me gustaría hablar de los villanos, pues me parece fascinante cómo el autor logra que tengan tanta presencia e impongan tanto pese a no haber salido nunca. No conocemos a Bethod ni al comandante de los gurkos, pero ambos imponen desde la distancia.
También muy relacionado con la caracterización de los personajes cabe destacar la narración, en tercera persona pero enfocada en personajes concretos. Me gusta mucho cómo Abercrombie logra darle voz propia a cada uno, de manera que siempre sabes en quién está puesto el foco. Uno de los recursos que usa y me encanta son las frases recurrentes, pues ayudan a que los personajes sean consistentes. Además, pese a que los personajes no se cruzan, sí piensan los unos en los otros de forma coherente, cosa que le da cohesión a la obra.En general donde más flojea la obra es a nivel de trama, como ya he comentado, pues esperaba más sorpresas y complejidad. También he de decir que flojea un poco en algunas descripciones de espacios, en los que me he sentido un poco perdida y me ha costado situarme. Pese a ello, la obra merece mucho la pena por los temas que trata y cómo subvierte estereotipos de la fantasía.
Además de la maravillosa caracterización de personajes me gusta mucho el hecho de que sea una obra completamente antibelicista. La guerra no es algo épico que te permite conseguir honor y gloria, sino que te la muestran como es: sangrienta, sucia, sórdida. Ese realismo sucio impregna cada una de las páginas, llenas de discursos que hablan sobre la estupidez de las guerras y de sus consecuencias entre los que luchan en ellas. Al fin he encontrado ese grimdark por el que es tan conocido el autor, pues estamos ante una obra de tono pesimista y oscura, no tanto porque haya muchas muertes gráficas o una crueldad excesiva, sino porque el mundo que te presenta no tiene una brizna de luz o esperanza.
«Aliviadas de poder dejar por fin atrás el lastimoso campamento, las levas se habían mostrado muy animosas cuando se pusieron en marcha a primeras horas de la mañana, pero apenas había transcurrido una hora cuando los más viejos o los peor calzados, primero un hombre acá y luego otro allá, empezaron a rezagarse y la columna acabó por desordenarse. Los hombres resbalaban y daban traspiés mientras avanzaban por el barrizal semicongelado profiriendo maldiciones, apartando a empujones a sus vecinos, pisando las botas de los compañeros que marchaban delante. Los batallones se habían retorcido y estirado tanto que las prietas formaciones se habían convertido en unas masas amorfas que se fundían con las unidades de delante y de detrás. Cuando un grupo de hombres se apresuraba a avanzar, el siguiente se quedaba parado, de tal modo que la columna se movía siguiendo un ritmo ondulante similar al de los anillos de una monstruosa e inmunda lombriz.
Tan pronto como llegaron al puente, toda apariencia de orden desapareció por completo. Fatigadas y malhumoradas, las informes compañías trataban de abrirse paso por el reducido espacio entre gruñidos y codazos. Entretanto, los que aguardaban detrás, impacientes por cruzar al otro lado, donde al fin podrían descansar, presionaban cada vez con más fuerza, ralentizando aún más la operación con el peso de sus cuerpos. Luego, un carromato, que en cualquier caso no tenía allí ninguna utilidad, se había quedado sin una rueda en medio del puente, y el lento fluir de los hombres había quedado reducido a un simple goteo. Al parecer, nadie sabía cómo quitarlo de en medio, o a quién había que llamar para que lo reparara, en vista de lo cual habían optado por treparlo o por deslizarse por un lado, entorpeciendo el avance de los millares de soldados que venían detrás.
En el barrizal que había en el lado de la rauda corriente en que se encontraba West, se había formado un apelotonamiento de dimensiones monumentales. Los hombres gruñían mientras trataban de abrirse paso a empujones, rodeados de oficiales vociferantes y de un amontonamiento de desperdicios y pertrechos abandonados que crecía a ojos vistas. Detrás de ellos, la gran serpiente de desarrapados proseguía con su espástico avance, añadiendo cada vez más soldados al caos que se había formado delante del puente. No parecía que a nadie se le hubiera pasado por la cabeza la idea de detenerlos, y menos aún que lo hubiera conseguido.
Todo ello con las tropas formadas en columna, sin sufrir el acoso del enemigo y pudiendo marchar por un camino medianamente decente. Sólo de pensar lo que sería hacerlos maniobrar en formación de combate en medio de un bosque o por terreno accidentado, West se echaba a temblar.»
En conclusión este es un libro muy conseguido con unos personajes grises muy bien caracterizados. Pese a ser una novela de fantasía, carece del tono épico que suele acompañar a las obras del género, y este se ve substituido por la cruda realidad de las guerras, sucias y sórdidas, en las que los héroes no tienen cabida. Cargada de un fuerte mensaje antibelicista y una narrativa muy cuidada, este libro rompe con los estereotipos del género al presentarnos a protagonistas antiheroicos y subvertir el viaje del héroe. Es cierto que flojea un poco a nivel de trama, pues no hay grandes giros ni sorpresas, mientras que quedan muchas preguntas sin resolver, pero también es verdad que los personajes tienen la fuerza suficiente para mantener al lector pegado a sus páginas.
Cosas que he aprendido:
- Las guerras no son épicas, sino sórdidas
- Diferentes tipos de personajes grises
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3'5/5!
Primeras Líneas...
Pese a esa falta de trama, los aspectos positivos son muchos y tentadores. No me importaría leerla, pero que sea trilogía tengo que admitir que me da un poco de pereza.
ResponderEliminarBesotes!!!
Vaya, no veía yo este género para ti, aunque es verdad que no es una novela de fantasía al uso. Me alegro de que te llame.
EliminarHola, la verdad es que he leído por encima la reseña y el libro no llega a convencerme. A pesar de que das puntos positivos, es un género que no llega a convencerme.
ResponderEliminarNos leemos
¿No? ¿Y eso? Este es un libro bastante atípico del género, por eso lo digo. Pero si no te convence, no te convence.
Eliminar¡Hola Laura!
ResponderEliminarLa verdad es que no soy mucho de leer sagas (me dan pereza) y veo que este segundo libro tampoco te ha convencido del todo. Ya veré.
Besos
Uf, te entiendo, a mí también me cuesta mucho ponerme con las sagas y trilogías. Este no lo hubiera leído aún si no fuera porque hago LC con G. Espero que te lo pienses como mínimo ;)
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