Autor: Néstor Villazón
Páginas: 152
Editorial: Dolmen
Idioma: Castellano
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788416961245
Año de edición: 2017
Sinopsis:
Siempre me preguntan si las anécdotas que cuento son reales. Lector, me creas o no, todo es cierto: tan solo he permanecido atento y jugado con los ingredientes. Esto que da comienzo es un libro bienintencionado, un oasis semanal que ha crecido desde las redes sociales hasta el papel que aquí te aguarda. Y siento que ya no es mío, sino de muchas personas que se unieron al comentario del devenir del librero. Porque algo ha de quedar claro: si nada de esto se hubiera dado del modo en que se ha dado, si cada libro se volviera a colocar en el mismo estante con educada precisión, si existiera un verdadero culto al libro y una sana competencia lectora, si juntos creáramos un lugar de reunión, de paz y ejercicio, si este nosotros no comportara una relación feudal, si un todos significara la entrada a la última gran utopía, jamás hubiera tenido este trabajo y este libro no hubiera sido escrito. Por todo ello, gracias.
Opinión:
Impresión: Versión descafeinada
He sido librera y guardo muy buenos recuerdos de ello. No es un trabajo tan fácil como parece, y más si es un sitio grande con mucha afluencia de gente. Sin duda, esperaba poder pasar el tiempo relajadamente leyendo los libros de la librería mientras esperaba en caja a que alguien me consultara algo o para cobrar. Ilusa. Si no estaba atendiendo a alguien, estaba encargándome de las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, las devoluciones, enviando mensajes a la gente para que viniera a recoger los libros de una vez o ordenando las estanterías. Vamos, que no había un momento de respiro.
Gente rácana... |
Pero lo pasé bien. No solo por el hecho de estar rodeada de libro que no podía leer o por lo amables que eran el resto de trabajadores, sino también porque casi cada día había un cliente que te sacaba una sonrisa con un comentario tonto. Este libro debería llamarse Historias de un librero o hasta que punto es tonta la gente.
Gente que intenta que el librero adivine el libro con datos como el color de la portada, el nombre incorrecto del autor o el hecho de que se mencionara en el periódico. Gente que intenta devolver el libro después de haberlo leído, que los roba sin miramientos, que busca la edición más económica aunque el libro les salga casi gratis,... Todo eso y mucho más es lo que podéis encontrar en este libro. Un puñado de anécdotas la mar de divertidas de un librero que trabajó en una librería grande y con mucha afluencia de gente.
Sin duda ha sido un libro divertido, pero me ha parecido una versión descafeinada de otro que leí en su momento: Cosas raras que se oyen en las librerías. Tiene sus mismos defectos y virtudes, y un poco menos de gracia. Sin duda todas las anécdotas que se comparten son muy divertidas, el problema es que les falta contexto y eso hace que parezca un libro de chistes. Si hubiera sido un libro con reflexiones sobre la profesión del librero y sus vivencias, contextualizando todas las anécdotas, aunque hubiera resultado ser más denso y no tan ligero, me hubiera gustado más.
De todas formas, como ya os digo, hay bastantes anécdotas divertidas, especialmente las más largas. Quizás lo más sorprendente es tener en cuenta que todas las situaciones sucedieron en realidad, que no es fruto de la invención de nadie.
Cabe añadir que en el libro podemos encontrar tres entrevistas a diferentes personas del sector (un autor, un editor y un lector), lo cuál me parecería interesante si hubieran tenido su lado cómico o hubieran aportado algo, pero me han parecido bastante aleatorias. Tanto como las ilustraciones que encontramos en el interior. Normalmente soy partidaria de los libros con una edición cuidada que incorporan ilustraciones...pero estas no solo me han parecido feas, sino que estaban allí solo para ocupar espacio.
En conclusión, ha sido un libro cortito y entretenido, que te sacará más de una sonrisa y que está relacionado con el mundo de los libros. Aún así, tiene mucho potencial desperdiciado por la falta de reflexiones y contexto. Si lo ves en la biblioteca, no lo dudes, ahora bien, no es para tanto.
Cosas que he aprendido:
- La estupidez humana puede alcanzar límites inimaginable.
Y aquí os dejo un par de fragmentos:
PUNTUACIÓN...2'5/5!
Hola.
ResponderEliminarEs una pena que no haya sacado todo su potencial, pero la verdad es que lo que nos has dejado en fotos me han sacado como dices una sonrisa, que envidia me das por haber trabajado en una librería, sé que no parabas pero ya trabajar con libros es una maravilla.
Muchos besos.
¡Hola!
EliminarPues sí, es una lástima porque esperaba mucho del libro. Me alegro de que te hayan gustado los fragmentos que he dejado, ya sabes, si lo ves en tu biblioteca habitual, yo de ti le daría una oportunidad. Y sobre lo de trabajar en una librería, sin duda fue toda una experiencia.
Un saludo,
Laura.
Hola, Laura.
ResponderEliminarBueno, aunque la puntuación es flojita, podría ser interesante. Me hace gracia el juego de palabras del título con otra frase bien famosa.
Yo nunca he querido ser librera, a pesar de amar los libros con locura, no sé por qué. Creo que porque no valgo para estar de cara al público, la verdad. Quizás bibliotecaria, porque no hay que vender nada.
Un abrazo grande.
Eva.
¡Hola, Eva!
EliminarPues sí, es un libro entretenido y a mí también me gustó la elección del título. En cuanto a lo de ser librera, vaya, pues me sorprende, con el don de gentes que tienes tú y lo bien que nos vendes los libros en tu blog...
Un saludo,
Laura.
Pues me llama bastante jeje :)
ResponderEliminarPues si lo das una oportunidad, ya me dirás^^
EliminarHola Laura!! Pues a mí me han hecho mucha gracias, la gente es increíble. ¡Fantástica reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarEi, pues si te han gustado los ejemplos, te animo a darle una oportunidad, pese a que a mí no me haya entusiasmado tanto ;)
EliminarHola pues yo la verdad que ya de primeras no me habría animado a leerlo pero algunas situaciones son graciosas jeje aunque supongo que como en todas las profesiones chao
ResponderEliminarCoincido, tengo un libro sobre anécdotas de taxistas pendientes. Supongo que pasa en todas las profesiones. De todos modos, te animo a darle un vistazo si lo ves por ahí.
EliminarUn saludo,
Laura.
¡Hola! Pues no lo he leído pero me parece que podría disfrutarlo mucho. Me parece muy divertida, los fragmentos me han gustado mucho. ¡Besos!
ResponderEliminarNo sé, no sé, del género me gustó mucho más "Cosas raras que se oyen en las librerías", ese sí que te lo recomiendo, pero si lo ves por ahí, te animo a darle una oportunidad, se lee en nada.
EliminarUn saludo,
Laura.
¡Hola!
ResponderEliminarCuando he visto la portada y el título me ha llamado la atención, pero luego leyendo tu opinión y los ejemplos, no creo que me hiciera gracia. Hace tiempo leia en Facebook unas viñetas de libreros que eran muy divertidos. Creo que se llamaban libreros de tomo y lomo. Me imaginaba algo así, pero no tiene pinta
Yes, we can read together
Ya, me ha pasado un poco como a ti, por la portada y el título esperaba mucho, pero ha quedado en nada. Investigaré las viñetas que dices de Facebook^^
EliminarUn saludo,
Laura.
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad no me llama mucho y no creo que me pierda de mucho si no lo leo, así que lo dejo pasar.
Y ese fragmento sobre Van Gogh y los girasoles... Dios, dame paciencia jajajaa
Me alegro de que al menos los ejemplos te hayan gustado, pero ya te digo, tampoco te pierdes nada :P
EliminarUn saludo,
Laura.