Ya está todo escrito, de eso no cabe ninguna duda; la diferencia radica en la forma de contarlo, en qué se enfatiza, dónde se pone la mirada. Y es que, lo quiera un autor o no, siempre deja algo de sí mismo en sus textos (por otra parte, ¿para qué escribir, si uno no tiene algo que decir?). "Una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino", dice Stendhal en Rojo y negro (aunque la frase no es suya, sino de Cesar Vichard, abad de Saint-Real (1639-1692)). Con eso se refiere a que las obras realistas nos muestran la realidad tal y como es. Sin embargo, tengo por seguro que eso es mentira.
Como bien dice Mario Vargas Llosa en esta cita, las novelas nos muestran el mundo desde la óptica del autor. Puede que su intención sea criticar algo, contarnos lo que sabe de algo o mostrarnos la nostalgia que siente hacia algo. Esas son solo tres de entre un millón de posibilidades, y en cada una de ellas saldría una novela distinta.
Algunas obras son más inconscientes de su mensaje, pero sigue estando ahí, en los detalles. Son esos detalles los que nos muestran qué considera el autor que es lo normal (por ejemplo, si todos los personajes felices son parejas casadas con hijos), qué ve como una actitud positiva y qué una actitud negativa (por ejemplo, si muestra positivamente que el héroe mate a diestro y siniestro para proteger a otros o si muestra negativamente que el villano no tenga lazos con nadie), su ideología (si, por ejemplo, nos muestra que los amigos tienen que aguantarlo todo), cuál le parece que es el ideal a aspirar (por ejemplo, si todas sus protagonistas encuentran pareja) y qué prejuicios tiene (si, por ejemplo, todos sus personajes LGTBI tienen mucha pluma).
Es por eso que no me parece positivo aferrarse a un autor (o unos cuantos) y no leer nada más; tu visión de mundo quedará reducida a la perspectiva del mundo que tienen ese puñado de autores. Me preocupa el caso de Sanderson, por ejemplo, puesto que publica un tocho libro al año, así que muchos de sus fans solo le leen a él. Que está muy bien que haya logrado que gente que no leía coja un libro y el mensaje de sus obras es mayormente positivo... sin embargo, hay que salir de la burbuja y leer otras voces.
Y eso es todo por hoy. ¿Se os ocurren más ejemplos de cómo el autor deja parte de sí en su obra? ¿Preferís aquellas obras en las que el autor es consciente del mensaje que quiere transmitir u os resulta indiferente? ¿Sabéis de algún otro caso de un autor que acapare lectores?

¡Hola!
ResponderEliminarTu reflexión me recordó por qué me gusta leer distintos autores: cada uno aporta una perspectiva distinta sobre la realidad.
Saludos.
Totalmente de acuerdo con eso.
EliminarPérez Reverte creo que es otro de esos autores. Y creo que por eso dejé en parte de leerle, porque no sólo te da su visión sino que parece intentar convencerte de que esa es la acertada.
ResponderEliminarY en el caso de los autores extranjeros, siempre pienso que no sólo vemos su mundo, sino también el mundo que ha percibido su traductor. Creo que también este refleja algo de su personalidad.
Besotes!!!
De Reverte solo he leído Siri y no me gustó demasiado. Tengo pendiente Alatriste, a ver qué tal. Lo que me ha gustado mucho es tu observación sobre el traductor. Sin duda, también deja huella en el texto.
Eliminar¡Hola, Laura! Me gusta cómo sabes hacer debate de cualquier frase :)
ResponderEliminar"las obras realistas nos muestran la realidad tal y como es. Sin embargo, tengo por seguro que eso es mentira": Sin llegar al final de la frase, ya sabía que ibas a rebatir lo de las obras realistas. Pero, en este caso, no te voy a llevar la contraria. En una novela, el punto de vista del autor/a marcará su forma de enfocar determinadas vivencias o hechos. Si acaso, solo encontrarás imparcialidad en una obra informativa en la que únicamente se den datos contrastados y no se ofrezca un análisis de los hechos (en cualquier análisis, solo el tono ya te puede hacer entrever la posición de quien escribe). Pero sí, ya sé que me estoy desviando y que estamos hablando de novelas y no de recopilaciones de datos.
Coincido en que cuando lees mucho de un autor/a ya vas captando su estilo y su forma de pensar, pero, si conectas o coincides con su manera de ver el mundo (en parte o totalmente), posiblemente leas con gusto todo lo de esa persona porque te hace sentir en una zona de confort en la que sabes que no discreparás mucho. Y sí, ya sé que me vas a decir que eso limita tu visión del mundo, pero no he terminado mi alegato xD
Veo bien sumergirse en esas historias en las que sientes ese confort, pero coincido en que hay que ir más allá y leer a otros autores para conocer otros puntos de vista y para que puedas replantearte tu manera de ver algunos temas o de cómo reflexiones sobre ellos.
La cuestión es... ¿y si no te gusta realmente leer? ¿y si solo lees a x autor porque buscas una distracción ocasional y ya sabes que esa persona te la va a ofrecer? A esos lectores no puedes pedirles que se pongan a leer a otros para comparar estilos, ampliar sus puntos de vista o lo que sea. Puede que el aprendizaje lo hagan a través de otras cosas que no sean los libros y que, cuando leen, solo busquen entretenerse o emocionarse con la forma de escribir de un autor concreto.
Aunque no sea lo mismo, te voy a poner el ejemplo de la música. En base a mi estado de ánimo, casi siempre recurro a las mismas canciones. Opto por unas si estoy melancólica, otras si estoy animada... mayormente, son canciones ya conocidas, ya que me animo a escuchar muy pocas nuevas al año. ¿Eso hace que mis conocimientos musicales sean limitados? Sí, pero yo solo busco evasión en la música o incidir en determinadas emociones.
Pues lo mismo con los que solo leen x tipos de libros o x autores.
Respecto a tus preguntas, nunca me he puesto a pensar si el autor es consciente de lo que quiere transmitir, en general, yo lo que valoro es si me lo cuenta bien o lo hace de forma creíble.
¡Saludos de una Omaira que se ha ido por las ramas comentando jajaja! ;-)