¡Hola a todos!
El año pasado decidí iniciar esta sección cuatrimestral en la que os hablo brevemente de los libros que he dejado a medias y por qué no he seguido leyendo. Considero que el hecho de no terminar un libro, no implica que no pueda compartir mi opinión sobre él. Es cierto que no puedo hacer una reseña en condiciones, claro, sin embargo, es útil hablar de los motivos por los que una abandona una obra. Gracias a mis palabras, quizás alguien que se ha forzado a terminar el libro se sienta identificado o puede que mis advertencias sirvan para que un lector con unos gustos similares a los míos lo descarte.
En esta ocasión no han sido tantos los libros que he abandonado, en parte porque he ido más a lo seguro y he dejado aparcados los audiolibros (suelo darle una oportunidad en este formato a libros que dudo que vayan a gustarme) por un tiempo.
La desaparición de Stephanie Mailer, de Joël Dicker
Jungla de saltamontes, de Andrew Smith
Hace muchos años, seguía al traductor de esta novela (Mike Lightwood) en redes y me vendió muy bien la obra, tanto que la compré de segunda mano hace un par de años en el Celsius (¡por 7€, tampoco era una ganga!). Las historias de supervivencia, aunque últimamente se me han hecho un poco predecibles, siempre me han llamado la atención (soy la reina del drama), así que un mundo invadido por saltamontes sonaba bien. A eso hay que sumarle que me habían vendido la novela como una experiencia diferente que, además, incluía representación LGTBI.
Efectivamente, tanto el protagonista como su mejor amigo pertenecen al colectivo, pero no me ha gustado nada cómo hablan de su sexualidad. Mientras que el amigo sabe desde siempre que es homosexual, el protagonista está saliendo con una chica. Cuando su amigo le empieza a tirar caña, el protagonista no se lo piensa dos veces antes de liarse con él. Ojo, no me parece mal que esté naturalizado; el problema es que el protagonista no reflexiona en ningún momento sobre sus sentimientos ni sobre su identidad y está más salido que el pico de una mesa. Constantemente nos recuerda que quiere liarse con otros y todas las bromas y referencias sexuales, así como el lenguaje obsceno, que hay no son ni medio normales. A mí no me ha parecido realista, porque más allá de "son adolescentes", nada justifica esta actitud.
Por otra parte, la obra sin duda es singular: estamos ante una novela de terror de serie B. Sangre y vísceras por aquí y por allá, humor negro a borbotones, situaciones absurdas y grotescas... cosa que encaja perfectamente con los personajes. Si te gusta la serie B, adelante, es tu libro, pero no es para mí.
No recordaba ni por qué tenía pendiente este libro hasta que releí la contraportada: Columbine. He leído varios libros de tiroteos en institutos, desde perspectivas muy distintas, y aun así sigo teniendo interés en leer sobre el tema por lo dramático y brutal que es y por ser tan de actualidad.
Empecé el libro confundida: el narrador se sitúa varios años tras la masacre. A continuación, nos trasladamos directamente al suceso, con gente huyendo por los pasillos. Este tipo de libros suelen hablar de los antecedentes, de qué es lo que lleva a algunos adolescentes a apuntar con un arma a sus compañeros. El problema es que eso, no solo está muy visto, sino que lleva tiempo, y el libro no tenía demasiadas páginas. Es por eso que me gustó el cambio de enfoque, que la obra nos enfrentara directamente con el drama, recrea el terror de encontrarse en una situación así. Además, el narrador caminaba por los pasillos con bastante calma, así que no sabíamos qué relación tenía con los tiradores.
Si la obra hubiera seguido así, pese a la prosa inexperta (se notaba muchísimo que la autora estaba empezando), seguramente hubiera seguido leyendo. El problema es que, de repente, hay un flashback que dura la mayor parte de la novela, donde nos narran los antecedentes: quienes eran los tiradores, por qué lo hicieron y el papel desencadenante del protagonista. Todo esto lo leí por encima: no eran más que los melodramas típicos de adolescentes.
A eso hay que sumarle que lo investigué un poco más a fondo y descubrí que la autora no se había atrevido a recrear Columbine (ya tienes que confiar mucho en tus habilidades para hacer algo así), sino que ficcionaliza los hechos y al final, solo se inspira ligeramente en ello. Seguramente, el problema sea el márketing editorial: en realidad "Columbine" no se menciona directamente en ningún momento en la novela. Por tanto, no es más que otra historia sobre tiroteos en un instituto que no cuenta nada nuevo, solo conciencia sobre el tema a los más jóvenes. No es para mí.
Y bueno, hasta aquí el resumen de las novelas que he abandonado y las razones que me han llevado a ello. Como veis, no es que sean malos libros, sino que o son demasiado superficiales para mi gusto o no son de mi estilo. ¿Habéis leído alguno de ellos? ¿Qué tenéis que decir a mis quejas? ¿Cuál fue el último libro que abandonasteis?
Wow, coincidimos en todo.
ResponderEliminarEn cuanto a Joel Dicker, también es un autor que me han recomendado muchísimo (sobretodo porque soy muy fan del thriller) pero nunca me he lanzado. Y cada vez tengo menos interés en hacerlo, ya que temo que me hayan generado unas expectativas que me decepcionen ^-^" Aun así vi la adaptación en forma de miniserie de su novela La verdad sobre el caso Harry Quebert y me gustó.
En cuanto a Jungla de Saltamontes no lo conocía. Pero me has desbloqueado un recuerdo al mencionar a Mike Lightwood, yo también lo seguía! Y recuerdo que vendía muy bien todo de lo que hablaba, pero me pasó como a tí y me llevé un par de dececpciones así que dejé de interesarme ^-^"
Por último, también tengo muchos recuerdos de cuando salió La flor del fuego. Estaba por todas partes y me llamaba mucho la atención pero nunca me lancé. Creo que a día de hoy se me pasó el tren, porque pensaría exactamente igual que tú.
Gracias por el post, lo he disfrutado mucho! Besos
¡Hola! Gracias por pasarte por aquí^^
EliminarMe alegro de que te haya gustado la entrada y ver que coincidimos.
1. Me pasa como a ti con Joel Dicker, pero al de Harry Quebert pienso darle una oportunidad... y si no me gusta, lo intentaré con la serie, si dices que es buena :)
2. Ya, es que hay gente que es muy expresiva y sabe venderte muy bien la moto. Es un autor que dejé de seguir porque cuando empezó a publicar sus libros, desapareció el contenido que me gustaba.
3. Uf, es que hay libros que tengo en mi lista de pendientes desde hace mil; por eso me llevo estas decepciones. Me pasó lo mismo que a ti con "La flor de fuego". Una lástima que ya no sea para mí. Ya te adelanto que no te perdiste gran cosa.