"Uno de los problemas de las grandes ciudades es el agobio que produce la prisa. Estos urbanos ignorantes, queriendo ganar tiempo, lo que consiguen es perder el tempo, es decir, el ritmo adecuado para que las cosas verdaderas puedan ocurrir: la harmonía pitagórica de la que emana el equilibrio del universo. La música sólo adquiere sentido cuando se la interpreta con el tempo adecuado, y, si se la escucha aceleradamente, se llega antes al final, de eso no hay duda, pero no se ha oído música, sino una sucesión atolondrada de notas, y es entonces cuando de verdad se ha perdido el tiempo."
Soy una persona muy tranquila, a la que le gusta hacer las cosas con calma y tomarme mi tiempo, paladeando cada instante. Me pone muy nerviosa la gente que no para quieta, porque me da la impresión de que no le dedican a las cosas la atención necesaria. Rara vez escucho música o veo un vídeo mientras estoy haciendo algo, por muy mecánico y repetitivo que sea; en su lugar, prefiero centrarme en la tarea que estoy haciendo o reflexionar sobre el mundo.
Vivir con prisas no me parece vivir. Como a todos, siento que se me agota el tiempo, porque quiero hacer muchas cosas y la vida no me parece suficiente. Y entonces, pienso en mis antepasados, y cómo ellos disponían de mucho menos tiempo libre que yo y eran felices de todas formas.
Es cierto que antes devoraba los libros de tan rápido que los leía. Sí, antes llegaba a los cien libros al año, ¿pero a costa de qué? De no dedicarles el tiempo suficiente. No te sirve de nada engullir un libro tras otro sin pararte a pensar qué te ha aportado. Sí, te aporta entretenimiento, pero los libros pueden ser entretenidos y al mismo tiempo enseñarte cosas, hacer que te cuestiones tu entorno o transmitirte mensajes.
Por supuesto, cada persona es como es y puede que algunos puedan asimilar tantas lecturas, pero no es mi caso. Si leo tanto, el recuerdo de esa lectura perdura mucho menos en mi memoria. Prefiero calidad a cantidad. Mi límite, ahora que leo con más calma, es de unas 80 lecturas al año, pero cada uno tendrá un límite distinto. ¿Cuál es el vuestro?
En cuanto al libro del que he extraído la cita, no lo recomiendo. Es una lectura que pasó sin pena ni gloria, curioso y entretenido, que habla sobre algunos tópicos de la isla. El problema es que no te lo puedes tomar al pie de la letra porque no tiene ninguna base científica y tiene más de 25 años, por lo que muchas de las afirmaciones ya no son ciertas. Por ejemplo, la cita solo es aplicable a los pueblos de aquí, pero creo que eso es algo que sucede en todos. De todas formas, si os interesa leer la reseña, la podéis encontrar en este enlace.
muy interesante!
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