Seguro que todos os habéis sentido identificados con esta viñeta en alguna ocasión, especialmente cuando tenemos entre las manos un libro que nos está encantando. Entonces, nuestros ojos, voraces, vuelan sobre las páginas, como aves de rapiña, y devoran las letras con fruición, sin tiempo para saborearlas, porque no, no hay tiempo. El ansia nos corroe. Necesitamos saber más acerca de la historia, así que nos abalanzamos sobre el libro a la menor oportunidad, devorando una página tras otra sin prestar atención a la pluma, demasiado centrados en el tuétano de la trama. No nos importa comernos las comas y los puntos con tal de ir más deprisa. Solo tragamos palabras y palabras, que no hacen más que alentar el hambre que nos asola. Entonces, llegamos al punto y final, y nos embarga la desazón, pues aún no estamos saciados. Solos nos queda picotear los restos, volver a leer la historia, ahora con más atención, o poner el ojo en nuestra segunda víctima, en caso de que el libro tenga continuación.
El último libro con el que me ha pasado es con La princesa prometida, de William Goldman. Era una relectura, por lo que aquello que me empujaba a seguir leyendo no era descubrir cómo iba a continuar la historia, sino mi ansia por seguir sorprendiéndome ante el ingenio narrativo del autor y para seguir riéndome a carcajadas con su peculiar forma de contar las cosas y su imaginación.
No os podéis hacer a la idea del vacío que me dejó cerrar la última página, y eso que mi edición aniversario cuenta con varios materiales extra, como un epílogo y el primer capítulo de una hipotética novela que nunca se escribió (el autor lo incluye simplemente para frustrar a sus lectores, pues nunca tuvo intención de escribir una continuación). Quedé con tantas ganas de leer más cosas del autor, lo que fuera, que me apropié de la edición aniversario de G (la suya tiene más contenido extra, pero la mía es más bonita) y me leí la entrevista a los personajes que incluye esa versión. Y me dio completamente igual que estuviera en inglés.
¿Cuál fue el último libro que leísteis con desesperación y que os dejó con un vacío al terminarlo?
Hola.
ResponderEliminarMe ha pasado en muchas ocasiones.
Que yo recuerde, con el ultimo que me ha pasado ha sido con Odioso compañero de piso.
Nos leemos.
Vaya, no sabía que era un libro tan bueno :O
EliminarHola! Es muy cierto el contenido de esta viñeta xD. Yo creo que la última vez que me pasó fue cuando releí Las Reliquias de la Muerte hace unos meses, al final me arrepentí de leerlo tan rápido :(
ResponderEliminarGracias por compartir! Un saludo ♥
¿Lo leíste demasiado rápido? ¡Vaya! Y eso que las relecturas están hechas para paladear el libro...
EliminarPues estoy teniendo buenas lecturas últimamente, pero tanto como para tener esa sensación al final, pues no. Si recuerdo alguno, vuelvo y te digo.
ResponderEliminarBesotes!!!