Título original: Beastars
Formato: Rústica con sobrecubierta
Tamaño: 11,5 x 17 cms
Páginas: 200
Color: B/N
ISBN: 978-84-17820-11-4Sinopsis:
Tras la cruenta batalla, Legoshi logra rescatar a Hal de las garras del Shishigumi. Mientras vuelven los dos a casa, pierden el último tren y no les queda más remedio que quedarse en un hotel.
Solos en la habitación, ¡Legoshi le confiesa lo que estuvo a punto de hacerle en el pasado...!
Opinión:
Si la reseña queda larga, probablemente sea por todas las imágenes que voy a incorporar, y no porque tenga mucho que decir (ya, claro, pero si no te callas ni debajo del agua), pues estos tomos no solo siguen con la tónica de los anteriores, sino que mejoran tanto en dibujo como en profundidad de temas. Mientras que en los anteriores tomos el tono era el de una autora que tiene un mundo animal en sus manos y quiere explorarlo, en este decide escarbar en la psique de los personajes y en los problemas sociales que acechan a la sociedad, unos problemas que, en realidad, nunca han dejado de ser los nuestros.
Estos tomos se vuelcan en el punto de inflexión que supuso el anterior para que los personajes evolucionen. Legoshi deja atrás el pasotismo que tanto le caracterizaba y empieza a luchar tanto por lo que quiere como por lo que considera justo. Sin dejar de lado su inadaptación social, poco a poco cobra protagonismo como defensor de los herbívoros, aunque sea más de forma ideológica que no física. La evolución del personaje, cómo logra que tiemblen sus creencias y el enfrentamiento ideológico contra una sociedad injusta es brutal. Este equilibro frágil entre herbívoros y carnívoros, entre formas de vida tan distintas como las que podemos encontrar en nuestras ciudades, es inevitable que se rompa de un momento a otro, por lo que no sé si la autora tirará por una vía más derrotista (que lo dudo) o por otra más esperanzadora. Lo que sí sé es que Legoshi, como adolescente en proceso de madurez y adulto inconformista, seguirá evolucionando.
El otro protagonista es Rouis, sin ninguna duda, la otra cara de la moneda. A raíz de lo sucedido en los anteriores tomos, veremos cómo se da de bruces con la realidad y cómo decide coger la sartén por el mango y lograr sus objetivos a cualquier precio. Me parece un personaje muy complejo, en constante proceso de cambio, ambiguo, algo que necesitábamos en el bando de los herbívoros, y con luces y sombras. No esperaba que el personaje cayera tan bajo ni que su trama fuera por estos derroteros.
Me gustaría dedicar un párrafo a Hal, pero no puedo más que escribir un par de líneas, pues queda completamente eclipsada por los otros dos. Esperaba que estos tomos profundizaran en la relación de Hal y Legoshi, pero parece ser que tendremos que esperar para eso, pues a penas tiene un par de escenas testimoniales con Legoshi en cada tomo. Me gustaría saber más de su forma de ver el mundo, así como conocer su día a día. En teoría le hacen bullying, pero es algo que no se ve y su relación con Legoshi ha quedado estancada (al final sí que me ha quedado un párrafo).
Sobre los demás personajes, hay un par a los que me gustaría destacar. Uno de ellos es Juno. Más allá de ser un diseño bonito, me gusta que sirva de puente entre personajes, una forma de crear diálogos en los que expresar su perspectiva del mundo. Por desgracia, se queda en eso y no llega a funcionar independientemente. Aparece Pina, un carnero muy mujeriego, cuyo diseño me flipa y que también protagoniza algún momentazo. Además, están los personajes secundarios que protagonizan sus propios capítulos, algo que me sigue encantando, pues es una forma de profundizar en el mundo sin que la historieta se desligue del todo de la historia principal, gracias a las relaciones entre personajes.
Por último, me gustaría hablar del asesino. No revelaré su identidad, pero me ha encantado que la trama retomara estos derroteros y que lograra crear un antagonista con tanta profundidad. No es alguien que haya sido especialmente relevante hasta el momento, es más un personaje de fondo, pero tampoco hacía falta un giro de guion al respecto. Lo que no esperaba es que la autora se dedicara a profundizar en la psique del asesino, en su perspectiva del mundo y que llegáramos a comprender su soledad y cómo se siente respecto a lo ocurrido. No es malo, en el sentido de que no mata indiscriminadamente, sino que todo tiene unas raíces más profundas.
Como veis, dejamos de lado el tono más serializado de los anteriores tomos (pese a que los primeros todavía comparten muchas características propias de este estilo) para pasar a una trama más hilada en la que Legoshi empieza una investigación para hallar al asesino de Tem e impartir justicia. Es una trama que llega bastante tarde y que se fuerza, pero sin duda he preferido esta estructura más cohesionada. En general está muy bien llevada, tenemos más acción, pero pese a ello, sigue siendo un manga de corte muy reflexivo y las batallas, aunque son físicas visualmente, tienen un carácter más dialéctico. No es una lucha por ver quién es el más fuerte, sino una lucha ideológica que permite explorar la psicología del otro. Lo único que lamento es que se deje de lado el romance entre Hal y Legoshi, que estaba en ciernes.
En estos tomos salimos un poco más del microcosmos que es el colegio, pero aun así, esperaba ver muchísimo más del resto de la ciudad. Falta mucha información acerca del funcionamiento del mundo exterior y en especial de cómo se imparte justicia. Pese a todo, tanto las cubiertas interiores como las páginas finales son una maravilla porque poco a poco van ampliando el mundo y ofreciendo worldbuilding, aunque en general ya está muy bien integrado en la historia. Otros paratextos que me han parecido muy acertado son los títulos, pues aunque son bastante abstractos, cuando terminas el capítulo puedes entender el simbolismo que encierran.
El dibujo, por su parte, ha mejorado de forma exponencial. Los nuevos diseños de personajes son una maravilla y los que ya conocíamos se han perfilado y detallado mucho más. Además, cada vez hay más fondos que son bastante completos. Es un manga bastante tranquilo, con pocas escenas de gran movimiento, pero sí que es verdad que aquí hay más acción y batallas, y que estas están muy bien dibujadas, pues no me pierdo (algo difícil) y siento la fuerza de los golpes mediante el dibujo. A eso hay que añadirle que hay muchas viñetas que me han parecido espectaculares (muchas de ellas las podéis ver a lo largo de la reseña) pues el dibujo sabe transmitir muy bien la epicidad del momento. Lo único con lo que sigo teniendo problemas es con los pensamientos de algunos personajes que no se encuentran en un bocadillo, pues muchas veces no logro identificar el punto de vista y me confundo.
He dejado para el final la parte que creo que es más importante de esta obra: los temas. En la anterior reseña os hablaba de que en cierta manera era todo una metáfora de la misoginia y del racismo, pero no terminaba de encajar. Estos tomos siguen la misma estela y vemos los problemas entre carnívoros y herbívoros a causa del choque entre culturas y formas de vida, así como la lucha contra los instintos y el destino impuesto. Por otra parte, está muy bien trabajado todo el debate en torno a la fragilidad de las relaciones entre especie, y en especial me han gustado las reflexiones acerca de cómo impartir justicia ante crímenes como la carnifagia. Esta última está muy bien tratada y de forma muy valiente, profundizando en ambos bandos.
Pero por encima de todas estas reflexiones, como defiende la autora tomo a tomo, estamos ante una historia que habla sobre la madurez. Los personajes son jóvenes que luchan por hacerse un hueco en el mundo. Tienen voz y quieren hacerse oír, pero al mismo tiempo dudan, pues están en proceso de cambio, por lo que su perspectiva del mundo aún es muy voluble. Buscan encarecidamente una identidad, al mismo tiempo que protegen sus sentimientos tras una máscara que no permite a los demás, ni a ellos mismos, saber qué sienten en realidad. Es una metáfora de la juventud que anima a la madurez y a la exploración del yo.
Por último, me gustaría hacer un poco de análisis de cada capítulo. Si no habéis leído los tomos que siguen, no pasa nada, pues soy lo bastante críptica como para que solo os hagáis una idea superficial. Si por el contrario, los habéis leído, os animo a comentarlo.
Tomo 6: El Festival del Meteorito. Teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, ¿a quién le importa ya el festival? Pero claro, el mundo sigue como si nada, solo es el de los protagonistas, el que ha cambiado. Este tomo se centra especialmente en las relaciones entre Legoshi, Hal y Juno. Me gusta el protagonismo de Juno en este tomo y su dinámica con los demás personajes. En cuanto a Hal, me ha sorprendido que ya supiera el secreto de Legoshi (este manga, como siempre subvirtiendo expectativas) y que reaccione de la forma en que lo hace, con indiferencia. Además, me gusta que no solo por el hecho de haber ido a buscarla ella caiga rendida a sus pies. Toda la escena del hotel es muy buena y me sorprendió la perspectiva de que los herbívoros sienten el impulso de ser devorados. Se profundiza en la relación entre Jack y Legoshi, aunque para mí es un personaje que está muy de fondo. En general el tomo me pareció flojo pues, aunque estaba bien, no me generaba demasiado interés. No es hasta el final cuando la cosa se anima al explicar qué sucedió con Rouis. Toda esta parte resulta ser una lucha ideológica contra uno mismo brutal.
Tomo 7: La investigación. Me gusta que aclaren un poco qué son los Beastars, pero no hablan de ello lo suficiente y el congreso se queda en nada. Lo de la serpiente que retoma la trama del asesinato está cogido con pinzas. Me hubiera gustado que, por lo menos, hubiera salido en tomos anteriores ni que fuera la silueta de este personaje en varias escenas, es más, que saliera en los posteriores tomos a este, pero no sirve más que para señalar qué camino debe tomar la trama. Lo mejor es sin duda la batalla contra el asesino, pues aporta algo de dinamismo y todo lo relativo a Rouis y su proceso de adaptación, así como su lucha por la supervivencia.
Tomo 8: El entrenamiento. En este tomo tenemos como protagonistas a Rouis y Legoshi. El primero empieza una rutina en su nueva situación y también vemos una escena con su padre que es muy impactante. Además, profundizaremos en el shishigumi, aunque me hubiera gustado que se hablara más de cómo trabajan. Legoshi, por su parte, empieza una doble vida en la que sigue su rutina escolar durante el día (como puede) y empieza su entrenamiento mental y físico por la noche. Esta determinación se simboliza mediante un cambio de aspecto que, para que negarlo, le queda de maravilla porque Legoshi es guapísimo esté como esté. Por otra parte, puede que Legoshi se duerma durante las clases, pero aun así, no sé cómo logra mantener ese tren de vida tanto tiempo, ni tampoco cómo le dejan salir del colegio con tanta facilidad. Toda la parte del entrenamiento me ha parecido brutal y destacaría en especial la escena del funeral, pues es preciosa. Por último, comentar que el capítulo de la bailarina es brutal por todo lo que encierra y la agencia femenina que muestra.
Tomo IX: Aparece el asesino. Este tomo me desconcertó mucho al principio, pues en las primeras cincuenta páginas pasan muchísimas cosas y hay varias revelaciones a las que no se les da el espacio suficiente. Por suerte, el resto del tomo recupera el ritmo normal. Muy bien tratadas las escenas más dramáticas y emotivas en especial me gustó que se profundizara tanto en la relación entre Tem y el asesino, así como la visión de este último acerco de lo que pasó y su día a día. Eso hace que como antagonista tenga mucha profundidad. Por último, destacar que me gusta que se sepa algo más de la familia de Legoshi, aunque creo que se ha tardado mucho en introducir y que el flashback está muy de repente.
Tomo X: Primer enfrentamiento. Las escenas de lucha son espectaculares. En realidad no hay una gran batalla física con movimientos muy impresionantes, pero sí que se siente la fuerza de los golpes mediante el dibujo. Me gusta que se profundice un poco más en el mercado negro y en el shishigumi, así como que se haga mención a los insectos y si hay derecho a devorarlos porque no parece que tengan consciencia, aunque la escena es demasiado mística para mí. De los capítulos dedicados a secundarios, me gusta que se le dé un final a la historia del oso hormiguero y la historia de Goshin con su paciente es bonita. De este tomo me quedo con la réplica de Pina a la amenaza del asesino (los pelos como escarpias) y con Legoshi ligando en un bar (la risa).
Tomo XI: Enfrentamiento final. Un tomo espectacular que cierra muy bien el arco de la persecución del asesino y que sigue profundizando en este. Me ha encantado que fuera una lucha ideológica, que ambos trataran de entender al otro y que solo se pegan para que nos resulte más entretenido visualmente, pero se percibe en su forma de actuar que no morirá ni uno ni otro y que el objetivo es vencer al otro dialécticamente. La resolución de la batalla es de esas que te dejan pensando, pues realmente no hay un ganar: ni Legoshi ni el asesino tenían razón respecto a sus ideales, sino que aparece una tercera opción. Personalmente, me ha parecido demasiado radical, y más teniendo en cuenta que los personajes no se hallaban en una situación de vida o muerte, sino que solo luchaban por su honor. Pero vaya, en general la sociedad japonesa tiende a exagerar con estas cosas. Por otra parte, tenemos el desenlace de la trama de Rouis que es también una maravilla y se hila muy bien con la de Legoshi. Este personaje vuelve a dar un vuelco de 180º, pero lo ha ido haciendo poco a poco a lo largo de todos los tomos. Puede que ahora vuelva a pensar como antes, pero ya no es el mismo. Además, las conversaciones y las dinámicas con el grupo me han parecido oro puro. Unos tomos finales muy épicos y llenos de reflexión.
En conclusión, una segunda tanda de lectura que me ha gustado incluso más que la anterior, una tarea nada fácil. Para empezar, el dibujo ha mejorado considerablemente, no solo porque hay más fondos, sino porque los nuevos diseños son muy característicos y bien definidos, mientras que los anteriores han cobrado profundidad y detalle. La trama sigue siendo interesante y combina muy bien la reflexión y la acción, dándole a la primera la perspectiva y profundidad necesaria y a la segunda un motivo temático para estar ahí. Tanto Legoshi como Rouis tienen un gran desarrollo y profundidad y se trabaja muy bien su ideología. Eso sí, es una lástima que Hal y el romance queden relegadas a segundo plano. Por último, destacar que la obra trata muchos temas con gran detalle, pese que se centra especialmente en hablar acerca de la madurez individual de forma muy certera.
Cosas que he aprendido:
- Reflexiones acerca de si la sociedad tiene posibilidad de cambio y cuál es mi lugar en ese cambio.
- La agencia femenina de las bailarinas de pubs.
- El consentimiento es la respuesta a todo.
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5 (Tomo VI)
PUNTUACIÓN...3'5/5 (Tomo VII)
PUNTUACIÓN...4/5 (Tomo VIII)
PUNTUACIÓN...4'5/5! (Tomo IX-XI)
Hola
ResponderEliminarYo no voy mucho de este tipo de obras, la verdad es que no me llaman mucho la atención, así que lo dejo pasar
Un bes💕
¿No? Qué lástima. Yo no era aficionada al manga, pero poco a poco le voy cogiendo el gusto ;)
EliminarQué alegría cuando una saga mejora libro tras libro. Desde luego pinta muy interesante y la voy a tener en cuenta, que tengo amigos que le gusta el género. No sé si la conocerán. Pero en mi caso, ya sabes que no me voy a animar.
ResponderEliminarBesotes!!!
TOP TOP, me alegro de que, como mínimo, te quedes con el nombre, pese a que no sea de tu estilo ;)
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