Editorial: Lumen
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788426400246
Año de edición: 2014
Medidas: 154 X 230 cm
Páginas: 128
Sinopsis:
Opinión:
No sé como lo hago, pero este es ya el tercer libro que leo de Moderna de pueblo (los otros fueron Los capullos no regalan flores y Idiotizadas). No me gusta, pero sigo leyendo porque es entretenido, el dibujo es bonito y las obras tienen mensaje.
Ese es el caso de este libro. El dibujo es colorido y tiene fondos, con los detalles justos para que no parezca descuidado, pero sin que resulte abrumador, además de contar con viñetas variadas, no solo de las que ocupan toda la página.
El tema es lo que más me gusta. Habla acerca de cómo tratamos de encontrar nuestra propia identidad, de cómo nos dejamos arrastrar por los grupos y en especial sobre el elitismo y aquellos que son unos hipócritas que solo quieren presumir de conocimiento. No hay que menospreciar a los demás por sus gustos ni considerarnos superiores por disfrutar del arte, así como tampoco hay que mentir y afirmar que nos gustan determinadas obras solo porque es lo que los académicos consideran que son mejores.
Mi única pega es que el protagonista me ha confundido. Aunque veo su evolución especialmente al final, dándose cuenta de los mensajes que acabo de mencionar, durante toda la novela tiene algunos gustos muy elitistas que no acierto a adivinar si son gustos reales o solo los tiene para presumir ante los demás.
La reflexión de la obra está bien, pero debido al formato de cómic, más que novela gráfica (que en la portada aparezca tachado es una burla a cómo los elitistas menosprecian los comics), no tiene profundidad suficiente. Hay cierto hilo narrativo, pero te cuenta la vida cotidiana de nuestro hipster protagonista, por lo que puede mencionar el tema, pero no tratarlo.
En general es un libro que te entretiene, perfecto entre lectura y lectura (o para leer mientras espero que G se despierte por las mañanas), para sacarte alguna sonrisa y hacerte reflexionar sobre tu entorno, al mismo tiempo que ofrece una crítica al elitismo intelectual y a los hipócritas que fingen un gusto artístico que no tienen.
Cosas que he aprendido:
- Hay gente muy estúpida cuya falta de autoestima le hace mentirse a sí mismo y a los demás sobre sus gustos.
PUNTUACIÓN...3/5!
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Título: Once contra uno
Autor: Miguel Griot
Fecha de publicación: 9 octubre 2022
Autopublicado
Tapa blanda
157 páginas
Sinopsis:
Culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… inocente… culpable… culpable.
Doce jóvenes de quince años se reúnen para simular un jurado popular tras asistir a una audiencia en un tribunal de menores. Se acusa a un chaval de etnia gitana del robo con violencia de un IPhone. El caso se antoja muy claro hasta que una voz disidente retratará sus prejuicios y las fuerzas que los mueven.
Once contra uno es una obra de teatro juvenil que invita a pensar por nosotros mismos y resistir la presión del grupo.
Opinión:
De este autor ya había leído Iqbal. Lágrimas, sorpresas y coraje, un libro que acerca la figura de Iqbal a los más jóvenes y que habla acerca de la esclavitud infantil. Hace unos meses, el autor me contactó para que reseñara esta obra. No soy muy de teatro, pero era una obra corta y pensé que podría ser interesante para trabajarla con mis alumnos.
Lo que os podéis encontrar entre sus páginas es una adaptación juvenil y en versión teatro de la película Doce hombres sin piedad. Tras asistir a un juicio (¿eso se puede?) donde se juzga a un joven gitano de robar un móvil, doce amigos (¿quién tiene tantos amigos?) deciden sopesar las pruebas y emitir su propio veredicto. Al igual que en la película, solo uno lo declara inocente y deberá convencer al resto (mediante los mismos argumentos que en la película), quienes se basan principalmente en prejuicios.
No es un libro que os recomiende como lectura, pues para empezar, no presenta nada original, ya que el guion es el mismo que en la película, pero con niños. Además, no tiene ninguna profundidad, la mayoría de personajes no están bien caracterizados y hay cosas que no tienen sentido, como el hecho de que juzguen a alguien por robar un móvil o que todos estos chicos, que no se llevan bien, sean amigos. Hay uno que se pasa toda la obra diciendo que quiere ir a jugar a videojuegos y, por algún motivo desconocido, no lo hace.
Pese a ello, me ha parecido una buena propuesta para desarrollar en un grupo de teatro juvenil, pues el argumento es interesante, requiere poco escenario y resulta una buena forma de animarles a ver la película que, al ser en blanco y negro, es poco atractiva. Además, el mensaje acerca de no dejarse llevar por los prejuicios es muy positivo y la adaptación permite que sea mucho más cercano a ellos, pues el robo ha sucedido en un colegio y el objeto robado es un móvil.
No lo termino de ver apropiado para una clase, pues son unos 14 personajes y, a no ser que se hagan dos grupos de actores, pues suele haber el doble de alumnos y algunos se quedarían sin papel. Eso sí, el guion es fácil de adaptar a la variabilidad de alumnos.
En conclusión, esta obra de teatro es una entretenida adaptación juvenil de Doce hombres sin piedad. Reflexiona sobre los prejuicios hacia otras etnias y da a conocer la película en la cual se basa, al mismo tiempo que fomenta el teatro entre los jóvenes, con todos los beneficios que este conlleva (trabajo en equipo, memorización, trabajar la oralidad, perder el miedo a hablar en público,...). La puntuación es en relación con su función, ser una obra de teatro didáctica juvenil.
Cosas que he aprendido:
- Una buena obra para representar en clase
- Qué buena era la película de Doce hombres sin piedad.
PUNTUACIÓN...3/5!
Hola
ResponderEliminarMe llama la atención la readaptación de doce hombres sin piedad, básicamente porque ya comienzo tener sobrinos adolescentes con sus amigos y no vendría mal que leyeran algo así
un bes💕
Idò es una buena opción
Eliminar¡Holaa! Con respecto a la novela gráfica tengo que confesar que últimamente ya no me llaman la atención como antes. Antes salía corriendo a comprar cuando se publicaba alguna pero ahora prefiero otro tipo de lecturas... así que a ese libro dudo que vaya a leerlo. Sobre otro libro, Once contra uno, no termina de convencerme. No he visto Doce hombres sin piedad y tampoco planeo hacerlo, así que al menos de momento no creo que vaya a leerlo jeje.
ResponderEliminarTe dejo un saludo grande y nos seguimos leyendo!!!
Sobre lo de las novelas gráficas, ya, es que cambiamos mucho de gustos. Pues sobre la película, pese a ser muy antigua, merece mucho la pena, pues es un gran juego psicológico.
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