lunes, 5 de diciembre de 2022

Minireseñas: Chocky, de John Wyndham; Mis whatsapp con mamá, de Alban Orsini (relectura)

Títuñlo: Chocky
Autor: John Wyndham 
Nº de páginas: 200  
Género: Ciencia-ficcion
Editorial: Minotauro
Fecha de publicación: 1968 
Traductor: José Real Gutiérrez 

Sinopsis:
Al principio, todos creyeron que Matthew tenía un amigo invisible y que un día, simplemente, desaparecería. Y, como muchos padres, los de Matthew esperaron pacientemente a que esta fase acabara, pero empezó a ir a peor. Las conversaciones de Matthew consigo mismo eran cada día más intensas y entonces Matthew empezó a hacer cosas que jamás había hecho, como utilizar el código binario matemático para contar. Así, Matthew se vio obligado a hablarles de Chocky: la persona que habitaba en su cabeza.

Opinión:
Impresión: Insulso

Hay que admitir que la sinopsis de este libro es inquietante. Parece ser que Matthew tiene un amigo imaginario, pero este cada vez cobra más presencia hasta el punto en que sus padres empiezan a dudar de la estabilidad mental de su hijo y acerca del hecho de que Chocky quizás no sea tan imaginario como ellos creen. 

A diferencia de lo que podríais pensar, no estamos ante una obra de terror psicológico, ni mucho menos, sino ante un libro amable y bastante simpático, con un toque de misterio. Y es que por desgracia, el libro suena mejor de lo que es. La novela, muy breve, narrada por el padre de Matthew, nos habla acerca de cómo la familia afronta la presencia de Chocky. 

Poco a poco, veremos que este no es un ente malvado, sino alguien más parecido a ET, por lo que la obra pierde cualquier carácter siniestro que podría tener. Lo que en manos de autores como Bradbury hubiera sido la premisa para reflexionar sobre la mente humana, aquí se convierte en un relato que pasa sin pena ni gloria. Muy por encima se habla acerca de la rapacidad de los medios de comunicación, y hasta llega a hacer acto de presencia un secuestro, pero todo se resuelve con la amabilidad de una película de Hollywood.

Es una historia de la que tengo poco que rescatar, pues mientras escribo estas líneas, la estoy olvidando ya. Me ha parecido curioso los problemas de comunicación que pueden resultar entre especies tan alejadas, pues a veces faltan conceptos o se tiene una visión distinta del mundo. La historia es entretenida, pues quieres saber qué pinta Chocky ahí y cuál es su objetivo, pero no hay demasiados sobresaltos y en algunos momentos, con las divagaciones del padre (el inicio explicando la relación con su mujer se me hizo largo) puede hacerse algo pesado, pero en absoluto denso.

No tengo nada que decir ni de Matthew, que se comporta como un niño realista, ni de Chocky, pues se desvelaría gran parte de la trama. Al que sí quiero destacar es el padre, que debería ganar el título a Mejor Padre del Mundo. Me parece fantástica la relación paternofilial, cómo casi nunca pierde los estribos y no trata al niño como si fuera tonto, sino de forma muy comprensible. Ojalá cualquier niño con problemas mentales (aunque no sea el caso de Matthew) recibiera un trato así. La madre sí que es un poco histérica (y el personaje de la hermana está tan poco desarrollado que podría no existir), pero resulta coherente.

Lo último que me gustaría destacar es el lenguaje. No sé si será cosa de la traducción, pero pese a ser una historia tan sencilla, había partes que me agotaban por lo artificiales que resultaban los diálogos de los personajes. No dudo que no haya padres que sean muy pedantes, pero es que diálogos como los que veréis a continuación no parecen naturales. Nadie habla así, ni ahora ni en los años 60.

«—Sí —dijo—, pero lo que más me choca de todo esto (y no sé si tú lo has notado también) es que no parece estar muy seguro acerca del sexo de Chocky. En esto los niños suelen ser muy concretos. Creen que es importante...
—Yo no diría que la estimación de esa importancia esté sólo restringida a los niños —le contesté—, pero creo comprender lo que quieres decirme y llevas toda la razón. Sí, es bastante extraño... Bueno, todo el asunto es un tanto raro...»

«Cuando comenté con Mary nuestra conversación suprimí la última parte. El saberlo contribuiría innecesariamente a aumentar su preocupación. Me ceñí, por tanto, a mis preguntas sobre todo ese lío de las eses y las enes.
—El asunto Chocky me parece cada vez más desconcertante —admití—. Todo el mundo espera que los niños aprendan cosas nuevas y amplíen, de este modo, sus conocimientos; de hecho, éste es el fin primario de la educación escolar. También es lógico y natural que los niños se sientan complacidos consigo mismos cuando ven que adelantan en su aprendizaje. Todo esto entra dentro de lo esperado; ahora bien, hay algo que no encaja, desde un punto de vista psicológico, y es cuando todo ese avance, todo ese aprendizaje, es achacado a un ente ajeno a nosotros. Esto, indiscutiblemente, no es normal. En el caso de Matthew tenemos, no obstante, que admitir que su interés se ha intensificado, que se da más cuenta de las cosas que antes. Últimamente, además, ha adquirido un cierto aire de responsabilidad. ¿No lo has notado tú también?... Supongo que lo más importante de todo este asunto es saber si estos... digamos avanzados conocimientos le perjudicarán a la larga. Este hombre, Trimble, no parecía muy entusiasmado con ellos, ¿verdad?»

En conclusión, un libro que pasa sin pena ni gloria y que habré olvidado en breve. Es entretenido y mantiene el misterio sobre Chocky, además de que el padre resulta ser muy comprensivo, pero la trama no engancha, los personajes no tienen profundidad y no se trata ninguno de los temas que podrían tratarse. Además, los diálogos resultan muy artificiales y el tono inquietante inicial pronto se ve sustituido por otro más amable.

Cosas que he aprendido:

  • Cuando se encuentran dos especies distintas hay problemas de comunicación por falta de conceptos 


PUNTUACIÓN...2/5!

 

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Título: Mis whatsapp con mamá
Autor: Alban Orsini
Saga: No
Páginas: 384
Traductor: Joan Riambau Möller,
Precio: 12,95€
Editorial: Grijalbo

Sinopsis:
La primera novela narrada a través de whatsapp. La hilarante historia de una madre y su hijo a través de los mensajes que intercambian con el móvil. Una novela moderna, emotiva, pero, sobre todo, muy divertida, que habla de los lazos entre padres e hijos y las brechas generacionales.

Opinión:

Creo que releer los libros que nos gustaron mucho en su momento es necesario, pues como personas cambiamos y no me siento cómoda al recomendar algo que me gustó hace diez años y que ahora, con un bagaje lector distinto, ya no creo que viera con los mismos ojos. Por eso, este año estoy releyendo varias de esas obras. No voy a hacer reseña de la mayoría, solo de aquellas en que mi percepción haya cambiado significativamente. 

Este es el caso de esta novela. Me pareció divertidísima en su momento, pero ahora no me ha parecido gran cosa. Por si os interesa hacer la comparativa, aquí podéis leer mi reseña de 2014, hace 8 años.

Este libro tiene una edición muy currada a todo color. Cada página parece la pantalla de Whatsapp y en cada una hay una conversación entre Madre e Hijo, donde comentan cosas de su vida diaria o sobre el uso del móvil, sin ser una trama concreta definida. Son conversaciones muy breves, en la mayoría de ocasiones para hacer la broma y ya. No se pretende dar profundidad a los personajes, simplemente entretener y sacarte una sonrisa.

Eso sin duda lo ha conseguido, pues aunque no me haya partido de risa, sí que me ha alegrado, a excepción del final tan triste, pero perfecto. La dinámica entre madre e hijo está bien, aunque muchas conversaciones eran poco creíbles, pues solo estaban para hacer la gracia. Sin duda el autor se basa en algunas conversaciones con su madre, pero hay muchas que son surrealistas, como la forma de escribir de la abuela.

Hay algún personaje recurrente que aparece mencionado, pero me hubiera gustado que apareciera más gente, e incluso grupos de Whatsapp. Sí que están guay los tópicos que se repiten, como el romance con Diane, el Vecino Boris, la preocupación por el gato Grisillo o el hijo pidiendo dinero a su madre, pues el chiste se vuelve recurrente sin ser repetitivo. Y por no hablar del misterioso "Grapfenstrüc", del cual hablan continuamente y nadie llega a saber qué es en realidad.

El formato es muy curioso e innovador, pero tiene sus problemas, como que las conversaciones sean tan cortas, pues no caben muchos mensajes en una página, y cada conversación tiene esa duración. Esa limitación afecta a la estructura de los chistes y a la falta de profundidad y desarrollo.

Me gusta que hable acerca de la importancia de las madres en nuestras vidas, de cómo dependemos de ellas al mismo tiempo que buscamos nuestra independencia, de cómo necesitamos ayuda mutua, de la seguridad que da tener a alguien que siempre velará por ti... hasta que un día deja de hacerlo. Pese a todo, no es una novela que aborde el tema con profundidad, como os podéis imaginar, aunque me gusta el mensaje que ofrece: aunque madre e hijos sean muy distintos, el día en que uno de los dos ya no esté, es cuando se valora todo lo positivo el uno hacía por el otro, así que no esperes a ese momento y valora a tu madre o a tu hijo ahora.

En conclusión, un libro curioso y entretenido que te arrancara una sonrisa y que muestra la relación tirante entre madre e hijo. El formato es original, pero tiene sus limitaciones, además de que puede llegar a hacerse repetitivo.

Cosas que he aprendido:

  • Disfruta del tiempo que puedes pasar con los tuyos.

PUNTUACIÓN...3/5!

6 comentarios:

  1. HOLAAA
    Solo he leido mis whatsapp con mama y lo amé jaja es muy gracioso :)

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  2. Pues esta vez dejo pasar ambos. El primero tenía buena pinta, pero visto lo que cuentas. Y esas conversaciones muy habituales no son, no. Y el segundo no me termina de convencer.
    Besotes!!!

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    1. Si no te llaman, tampoco te pierdes gran cosa. No será por libros...

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  3. Hola! Tienes razón cuando mencionasque el primer libro tiene una premisa bastante inquietante, sin embargo, por como desarrollas el resto de la reseña... deja muchísimo que desear. El segundo libro lo leí hace ya unos años y tienes razón al decir que es divertido pero el final es súper triste. Lo atesoré mucho durante aquella época.
    Gracias por compartir! Un saludo ♥

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    1. Pues sobre el segundo no te recomiendo hacer relectura, pues seguramente te llevarás la misma decepción que yo. Creo que es mejor quedarse con el buen recuerdo.

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney