Editorial: ANAYA
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788467842012
Año de edición: 2013
Traductor: Adolfo Muñoz
Título: Reconexión
Autor: Neal Shusterman
Saga: 2/4
Sinopsis:
Gracias a Connor, Lev y Risa, y a las repercusiones de su revuelta en la Cosechadora de Happy Jack, la población ya no puede seguir mirando para otro lado. Tal vez la desconexión sirva para librar a la sociedad de jóvenes problemáticos y, al mismo tiempo, para surtirla de órganos muy necesarios para los trasplantes, pero su inmoralidad ha saltado por fin a la palestra. Connor no da abasto dirigiendo el Cementerio, un refugio para los ASP, chicos que, como él, han huido de la desconexión. Risa, paralizada de cintura para abajo como consecuencia del atentado en la Cosechadora, teme resultar más una carga que una ayuda para él. Y Lev se ve envuelto en un movimiento clandestino que pretende rescatar diezmos, y en el cual se le venera como si fuera un dios. Uno de ellos será traicionado. Otro se escapará. Y el tercero se encontrará con el misterioso Cam, alguien que no existe, y hará un sorprendente descubrimiento sobre lo que se esconde detrás de la desconexión.
Opinión:
Aunque el primer libro no me había gustado demasiado (estaba bien y ya), me puse con el segundo porque lo tenía en papel, consciente de que sería un poco más de lo mismo y de que al final decidiría no seguir con el resto de la saga. Así ha sido. Este tomo no solo tiene los mismos problemas que el anterior, sino que estos se agravan. Voy a ir poco a poco.
El principal problema que he tenido con la novela, y que ya tuve con la anterior, es que es de tono juvenil. Eso no es algo malo de por sí, pero no es lo que estoy buscando. Ya tengo mucho bagaje lector y este tipo de obras no me llenan, me saben a poco. Busco historias mucho más maduras y estas no lo son, sino que están enfocadas a personas que han leído poco y que empiezan a adentrarse en estos temas. A modo de ejemplo: el autor da por hecho que no has leído el primer libro o que no recuerdas nada, por lo que al principio dedica un apartado de preguntas y respuestas donde explica los puntos más importantes del libro anterior. A mí esto me parece tratar al lector de tonto.
En cuanto a la trama, al igual que en el anterior, tenemos varios puntos de vista, pero es que esta vez me cuesta decir cuáles son, pues hay demasiados. Para no aburrir al lector y generar tensión de forma artificial, hay un montón de puntos de vista. Algunos son más recurrentes (Cam, Lev, Connor, Risa, Starkey, Miracolina, Nelson), pero otros solo aparecen una sola vez y son completamente aleatorios. Por ejemplo, en lugar de tener el punto de vista de Lev entrando en el Cementerio, tenemos el punto de vista del chico que está de guardia.
No me ha gustado nada este baile de puntos de vista, pues no lograba centrarme en ningún personaje y, no solo eso, sino que los principales quedan desdibujados, pues no se les dedica el tiempo suficiente. Basta con ver cuantos protagonistas he señalado ya. Con tan poco tiempo es imposible desarrollar correctamente ninguno de ellos. Además, eso hace que no puedas conectar con los personajes ni que te emocione ninguno de ellos.
Además, a diferencia del libro anterior, también para ofrecer dinamismo, el autor ha decidido separar a los personajes y que cada uno tenga una trama distinta. Error. Cada trama, bien desarrollada, daba para un libro independiente. El resultado es que las tramas quedan muy espaciadas, pues pasan muchas páginas entre una y otra, y todas las historias se tratan de forma superficial, pues no les dedica ni la atención ni el espacio suficiente para desarrollarlas correctamente.
Otro de los problemas de la novela, como ya se ve con lo anterior, es que quiere abarcar mucho y consigue muy poco. Se nota que el autor solo quiere lanzar conceptos a los lectores y que sean los ellos quienes piensen y reflexionen, pero para mí es excesivamente superficial, necesito que se ahonde mucho más en todo.
La trama de Cam me parece apasionante, pese a que solo es una revisión de Frankestein, pero se queda en el aire. Cam es un chico formado al completo por partes de otros chicos. ¿Os hacéis a la idea de la cantidad de cosas de las que se podría hablar? ¿Cam tiene alma? ¿Identidad propia? ¿Sus gustos son propios o derivan de los demás cuerpos que lo forman? ¿Siente culpabilidad por las vidas segadas? ¿Siente que tiene el control de su cuerpo? ¿Tiene recuerdos de los demás? ¿Puede reproducirse? Podría dedicarse una novela solo a esto, pero aquí se plantean estas mismas preguntas que os hago yo y no se resuelven ni se reflexiona sobre ellas. Destacar, eso sí, que me ha gustado su forma de hablar mediante conceptos que evocan una idea, aunque solo sea en momentos en los que se enfada y al principio.
La trama de Connor es de las que me ha quedado más desdibujada, pues no pasa gran cosa. Me gusta que se trate su rechazo por el nuevo brazo y que tenga debates internos sobre ello: ¿Risa sentirá repulsa por ser el brazo de alguien que casi la violó (cosa que no está nada tratado en el anterior)? ¿Ese brazo le hace ser más violento?. El problema, de nuevo, es que se plantean sus dudas y no se ahonda en ello. Lo mismo pasa con el tema de la desinformación que solo se menciona o el tema de estar al mando del Cementerio. Convertirse en el comandante de 500 chicos conflictivos sin tener casi recursos no es nada fácil, pero la novela se limita a decirte eso, que Connor está cansado y que le parece difícil. No te muestra situaciones en las que se descontrole la situación y tenga que tomar medidas, ni tampoco momentos en que demuestre ser hábil consiguiendo recursos o guiando a los demás. Es realista, pues solo tiene 17 años y no es un gran líder, pero la novela quiere venderte que sí.
Risa no tiene una trama propia, sino que se cuela en la de los demás. Pensaba que la obra se centraría en sus problemas con la parálisis (ha de ser muy duro saber que podrías recuperarte pero no lo has hecho por decisión propia), pero más allá de problemas de movilidad, no se habla del tema. Me gusta que su relación con Connor no acapare al personaje ni la trama, pero por otra parte tienen los mismos problemas de pareja que en todas las novelas: falta de comunicación. Espero que no terminen juntos, pues que Connor se creyera lo de su traición demuestra lo poco que la conoce. Sobre esto último no me ha gustado nada que el autor tratara de crear intriga respecto a los motivos de Risa para hacer lo que hace, pues era claro desde el principio.
Relacionado con la trama de Connor tenemos a un personaje nuevo, Starkey, o quizás no tan nuevo, pues me ha parecido una copia de Roland. Starkey es un villano de manual. Se le ha querido dar un trasfondo, cierta motivación, pero a causa de la poca profundidad de la novela, resulta superficial. Es un chico obsesionado con haber sido abandonado de bebé, "de la cigüeña" como lo llaman en la novela, por lo que solo se preocupa por otros chicos que han sido abandonados, aunque tampoco siente verdadera preocupación por ellos, solo busca poder. En teoría es muy astuto, carismático y con dotes de liderazgo, pero de nuevo, la novela te lo cuenta en lugar de mostrártelo. Además, sus frecuentes actos de crueldad y ataques de ira no casan con la astucia, pues a veces por eso comete tonterías. A eso hay que sumarle que, en teoría, los chicos de la cigüeña sufren mucha discriminación, pero yo no la he visto ni en este ni en el anterior libro.
Por último, tenemos la trama de Lev... que vuelve a ser la misma que en el anterior libro, pero con otro personaje como centro, Miracolina. Esta chica es un diezmo que cree a pies juntillas que su sacrificio es necesario y que está bien, pero poco a poco se irá dando cuenta de que la vida merece la pena ser vivida. He leído poco acerca de las sectas, por lo que me parecía interesante ver cómo te pueden comer la cabeza hasta el punto de creer que donar tu cuerpo en vida para que otros lo usen es positivo, así como de qué manera puedes deshacerte de ese pensamiento. En la novela anterior, el cambio de Lev fue offscreen, y por desgracia en el caso de Miracolina también lo ha sido, de manera que no vemos cómo pasa de creer en el diezmo a darse cuenta del valor de la vida. Como os podéis imaginar, Lev no es un personaje que cambie mucho, pues ya "evolucionó" en la novela anterior, por lo que aquí solo importa por la chica y la trama.
Miracolina era un personaje que daba para debate, no solo por lo de la secta, sino porque sus padres en realidad no quieren desconectarla, pero ella sí debido a ese lavado de cerebro. Además, desde su nacimiento fue un sacrificio, pues la concibieron para ser donante de médula ósea de su hermano, otro debate en el que tampoco se entra. Como se ve, en general el libro me parece muy desaprovechado.
Si hay algo positivo en el libro es que se profundiza más en la sociedad, aunque tampoco tanto como se podría, pues de los terroristas se sigue sin saber nada. Sí que conocemos más a los rebeldes y al grupo que está en las sombras controlándolo todo. También conocemos argumentos a favor de la desconexión e incluso se menciona (solo mencionado de fondo) la desconexión como alternativa a la eutanasia. Además, como evolución lógica, aparecen los "piratas de partes", personas que localizan desconectables huidos y a veces secuestra a niños para vender sus cuerpos en el mercado negro. Me ha gustado conocer a esta gente, aunque me hubiera gustado que se profundizara más, como con todo. El mundo es coherente pero le falta profundidad.
El final ha estado bien, aunque algo artificial la forma en que se unen las tramas. Me gusta que sea un final tan dramático y que muera gente de forma tan chunga. Es ahí donde se aprecia que el autor podría escribir de forma realmente emocional. El problema es que la gente que muere, pese a ser importante, ha tenido tan poco presencia en la novela que siento que no los conozco, y eso hace que su muerte no me importe.
Lo último que me gustaría comentar es que la edición adolece de falta de revisión. No hay problemas ortográficos, sino tipográficos. He contado unos 15 guiones mal puestos. Mi edición es la primera, del 2013, espero que a posteriori lo hayan arreglado, pues me sacaba de la experiencia lectora y confundía en ocasiones narrador con personaje.
En conclusión, una segunda parte ligeramente inferior a la primera. Es una novela juvenil que propone muchos debates morales, pero no ahonda en ellos. Está bien para ampliar la perspectiva del mundo de algunas personas, pero a mí me ha faltado mucha profundidad y desarrollo. Si te encantó el primero, este también te gustará pues es un poco más de lo mismo y además ofrece un mundo más ampliado. Hay una gran diversidad de narradores para ofrecer dinamismo y los personajes son realistas, pese a que no logras identificarte con muchos de ellos pues falta profundidad.
Cosas que he aprendido:
- Temas de debate interesantes.
- Ideas maravillosas para una novela que se han desaprovechado.
Primeras Líneas...
No es una saga que me llame mucho y viendo tus impresiones, aún menos. Una pena que no haya sabido aprovechar bien los temas que trata.
ResponderEliminarBesotes!!!
No es muy de tu estilo, aunque fuera una maravilla, por lo que entiendo que no te llame.
EliminarTiene muy buena pinta. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Sí? Bueno, a ver qué te parece a ti si te animas.
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