A cargo: Chava Pressburger
Traductor: Kepa Uharte
ISBN: 978-84-7727-451-3
Encuadernación: Tapa blanda
Formato: 13,1 x 21 cm
Páginas: 184
Idioma: Català
Sinopsis:
Comparat amb el Diari d’Anna Frank i escrit entre setembre de 1941 i agost de 1942, el Diari de Praga reflecteix les dures condicions sota les quals van viure els ciutadans praguencs durant l’ocupació nazi. Totes les anotacions traspuen una gran tensió interior, cada paraula recull l’atmosfera de l’època i de la vida d’un «gueto sense murs»: amb un estil lacònic i objectiu, amb una visió juvenil del món, múrria e ingènua a la vegada, amb la curiositat i la veracitat pròpies d’un nen, Petr es veu cruelment confrontat amb l’angoixa de les persones adultes i la inseguretat que va obrint-se pas en la vida quotidiana. Així, per exemple, l’1 de gener de l’any 1942 va escriure: «Allò que ara és ben habitual, en temps normals despertaria una gran commoció.»
Opinión:
Impresión: un testimonio más
Petr, de origen judío, nació en Praga en 1928. Con 13 años empezó a escribir un diario, periodo que coincide con la invasión alemana de la ciudad. Un año más tarde, fue trasladado al gueto de Terezin, donde empezó un segundo diario, y finalmente dos años más tarde fue deportado a Auschwitz, donde fue asesinado junto a muchos otros judíos. Estos diarios fueron encontrados por su hermana, Chava, sesenta años más tarde y ha decidido publicarlos, junto al resto de la obra de su hermano, como un testimonio más de lo vivido.
Me resulta difícil hacer esta reseña. ¿Cómo se puede valorar un diario que nunca fue escrito para ser publicado? En el caso de Ana Frank, se puede justificar algo más, pues ella sí pretendía que algún día su diario viera la luz, pero ese no es el caso de Petr. Por lo que respecta al origen y valor del texto, me parece que Chava lo expone muy bien:
Por tanto, tenemos una primera parte donde nos narra durante un año y de forma escueta su día a día. Son entradas muy breves en su diario, algunas de solo un par de líneas, donde a veces solo nos indica el tiempo que hacía. Para mí esta parte no tiene ningún valor literario. Se me hizo aburrido y repetitivo. Sorprende cómo comenta con frialdad el ajusticiamiento de decenas de judíos para comentar a continuación que sacó un diez de matemáticas. Como si ese fuera su pan de cada día. Y lo mismo con el goteo constante de familiares y conocidos a los que ordenaban subir al tren. A todo ello hace referencia de forma muy superficial, como de pasada, como si al no hablar de ello no existiera. Por tanto, no busquéis reflexión o sentimiento, pues no lo hay. No es un diario escrito desde el corazón, sino una descripción objetiva de la realidad.
A continuación hay un documento a parte con anotaciones acerca de su llegada a Terezin. Estas están escritas de forma más narrativa y son algo más extensas, pero se hacen cortas debido a que abarcan un corto espacio de tiempo.
Tras estas anotaciones, podemos encontrar algunos de los artículos periodísticos y cuentos que publicó en un periódico para el que escribía en Terezin. Esta parte me ha sorprendido gratamente, pues las reflexiones son muy maduras y los cuentos están muy bien escritos. Realmente no parece algo escrito por un joven de 15 años.
A continuación, después de un par de entradas del diario de Chava, hermana de Petr, sobre su último encuentro con su hermano, podemos encontrar anotaciones a gran parte de las entradas relacionadas con Praga, escritas con motivo de la segunda edición de este libro por parte de Chava. Aportan mucha información sobre el contexto de la guerra o el destino de las personas mencionadas, así como vocabulario específico de los judíos, pero me ha molestado que estuvieran al final, cuando ya hacía tiempo que había terminado el diario. Además, en algunas se excede y se alejan demasiado del asunto. Hubiera sido mucho mejor que estuvieran reducidas al mínimo y que se presentaran como notas al pie.
Parra finalizar, en papel de mayor calidad, se reproducen tanto fotografías de la familia de Petr, así como dibujos, pinturas y litografías realizadas por él. Algunos de estos se pueden encontrar a lo largo del texto, pero solo los que son originalmente en blanco y negro, pues las de color están al final. En general los dibujos me han parecido que estaban bien, teniendo en cuenta la edad de Petr, pero no soy nadie para valorar la calidad artística pictórica.
En cuanto a Petr, he de decir que al principio me parecía excesivamente idealizado por su hermana. En varias de las introducciones y prólogos que hay al principio se habla de lo talentoso que era, del prodigio que hubiera podido ser y de lo inteligente que era, así como que había escrito varias obras, y eso que solo vivió hasta los dieciséis. Yo eso lo leía con escepticismo, pues me parecía demasiado niño como para poder decir algo así de él. Pero lo cierto es que Petr se ha ido poco a poco ganando mi respeto. Para empezar tiene un gran bagaje lector, pues lee obras complejas y adultas. En segundo lugar se nota que era un niño listo, y en tercer lugar, escribe con gran madurez. Eso sí, nadie menciona que este chico era un pirómano en potencia, por varias veces en las que menciona que jugaba con fuego.
En general, tanto el diario como los artículos y cuentos están bien escritos. El primero tiene una prosa muy sobria, carente de alma, sin uso de recursos literarios ni casi conectores. Los segundos están redactados con un lenguaje muy rico, y destacan por su lirismo. Me cuesta creer que alguien de esta edad fuera capaz de expresarse de forma tan fantástica, sin problemas de puntuación, errores ortográficos y con los conectores adecuados, algo que muchos autores adultos son incapaces de controlar. Es por ello que me pregunto hasta que punto esta prosa tan pulida es mérito de Petr o de la transcripción de su hermana o del traductor.
Tras todo lo dicho, puedo afirmar que el verdadero valor de este libro es más testimonial que no literario. Si alguien, como yo, es apasionado del tema y quiere adentrarse en testimonios reales, este es un ejemplo más de la maquinaria nazi y de cómo se podía insensibilizar a la gente y convertir el horror en algo cotidiano. No aporta nada que no haya leído en otras partes mejor documentado, pero sin duda es un relato fiel a la realidad. Como pieza literaria, deja mucho que desear, pues es un relato objetivo, sobrio, que cuenta muy poco acerca de la crueldad nazi y casi carente de sentimientos. Me han gustado los artículos de Petr por sus reflexiones, así como los cuentos, pero no sé hasta qué punto el mérito de la prosa cuidada es suyo o del traductor. Se lee en un suspiro, pero no aporta gran cosa.
Cosas que he aprendido:
- Los Ex Libris molan
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...1'5/5!
Primeras Líneas...
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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney