«Nos marchamos porque hay quienes esperan a leer las noticias y los hay que figuran en los titulares».
Hay gente pasiva, los que yo llamo «de andar por casa». Gente que es feliz pasando su tiempo libre en la seguridad del hogar, en la comodidad de aquello que les resulta familiar, que siguen al pie de la letra la receta y que siempre piden el mismo sabor de helado. Es gente cobarde, que tiene miedo al cambio, que prefiere que le cuenten una anécdota a protagonizarla. Su lema es «más vale malo conocido, que bueno por conocer» Pero también tiene su lado positivo, y es que son personas independientes, que saben estar solas y no aburrirse, que valoran todos los pros y contras de una situación antes de tomar una decisión y que pocas veces se llevan una decepción, pues no arriesgan.
Hay gente activa, los que yo llamo «gente de mundo» que son aquellos que no pueden parar quietos ni un minuto, que ahora están en las Bahamas como subiendo al Everest o visitando la India. Son aquellos que han hecho puenting, que van en globo aerostático, que conocen a la mitad de la ciudad, que nunca repiten en el mismo restaurante. Los que no paran de contar anécdotas de sus viajes, que parece que han estado en todas partes y han hecho de todo. Su lema es «a vivir que son dos días». Pero también tiene su lado negativo, pues todas sus experiencias son superficiales, pues no tienen tiempo para detenerse a disfrutar de esos momentos ni a reflexionar sobre ellos, así como la gente que conocen no son verdaderos amigos, solo conocidos. Son personas impulsivas, protagonistas de vídeos virales de los que todos nos reímos, personas que el día en que deban instalarse en la rutina,se sentirán insatisfechos y aburridos con ella.
Yo soy del primer grupo, y a mucha honra. No me gusta salir de mi zona de confort, pero soy feliz así, sin sobresaltos, sin arriesgarme, sin llevarme decepciones. Tampoco quiero decir que la mía sea la única forma válida de vivir, sino que ambas son perfectamente aceptables. Cada uno elige cómo invertir su tiempo y, por su puesto, siempre hay grados y hay gente que se va bamboleando de un grupo a otro.
La cita pertenece al libro A ciegas, de Josh Malerman, donde la trama gira entorno a un ser que te mata si lo miras. Por eso, la cita está más enfocada en la supervivencia. En ese caso, ¿te quedarías encerrado en casa a la espera de notícias o serías de aquellos que, experimentando, darías esas notícias? Yo, por mucho que me pese, de las primeras. La protagonista de esta historia también, pero cuando recibe una señal que demuestra que puede haber más gente ahí fuera, pasa a formar parte del segundo grupo. La historia me parece muy recomendable, pues me pareció que tenía buenas dosis de acción, drama e intriga, así como mostrarte una situación peculiar. Si os interesa, aquí os dejo el enlace a la reseña.
Por último, comentar que esta actitud también la tengo hacia los libros: pocas veces me atrevo a darle una oportunidad a libros de los que no sé nada; primero tengo que leer varias opiniones antes de decidirme. No soy de las que cogen libros a ciegas. ¿Y vosotros?
Muy buena reflexión!! Vi la película y me pareció interesante. Respecto a los libros antes no, pero llevo desde hace un tiempo, cogiendo libros a ciegas, solo porque me gusta el título o la portada :) Saludos!!
ResponderEliminarPues la película es una adaptación bastante fiel, aunque el libro me gustó más, te lo recomiendo. Y anda, me parece muy valiente lo de que cojas libros a ciegas :O
Eliminar¡Hola! Me ha encantado el post. Al igual que tú, también soy del primer tipo y aunque eso también me causa problemas con mis "habilidades sociales" también encuentro algunos puntos a favor.
ResponderEliminarBesoss ♥
¡Vivan las personas introvertidas!. Me alegro de que estés en el club ;)
EliminarYo soy más bien conservador en el sentido de probar cosas nuevas. Y digo “más bien” porque cuando era más joven era todavía peor. Además, en cuestión de Literatura me pasaba algo parecido que con la Música: prefería exprimir a una serie de autores conocidos que arriesgarme a descubrir a otros. Lo que pasa es que si esa lista no es muy extensa llega un momento en que a uno le cunde más leer su obra anterior y sus novedades que a ellos escribir. De manera que me veía obligado a buscar cosas nuevas con el riesgo de perder tiempo y dinero, aunque creo que es la única manera de encontrar algo inesperado y atractivo. Por otra parte, no he sido nunca muy aficionado a leer crítica de arte. Lo de seguir este blog de Laura es una excepción, porque es una cuestión de curiosa simpatía intelectual. Esa fue una de las razones por las que me apunté a una tertulia literaria en Madrid en el año 2008, para salir de mi zona de confort. Es la clásica tertulia en la que te lees un libro al mes y luego quedas con el grupo para comentar. Recuerdo que hubo bastantes veces en las que me costó leer un libro “obligatorio” que al final no me aportaba nada, pero hubo una serie de autores que descubrí y que hoy forman parte de esa serie. Después llegó el virus y la tertulia se aplazó. Ahora estamos intentando sacarla adelante por internet, pero no es lo mismo, porque falta el muy importante aspecto personal.
ResponderEliminarY en cuanto a la cita que dice que hay personas que esperan a leer las noticias y otras que figuran en los titulares, seguramente los prudentes dirían que depende de la manera en que uno figure en esos titulares. Figurar como víctimas no es muy aconsejable.
Me apunto el libro porque es más o menos de mi estilo: aventura y supervivencia, pero sin zombis.
Un saludo a 40 grados.
Nunca he sido de restringirme a leer la obra de un determinado autor, es más, no he leído todos los libros de mis autores favoritos precisamente porque me gusta paladearlos despacio; me gusta saber que hay un lugar seguro al que volver si de repente tropiezo con demasiadas lecturas mediocres. Eso sí, necesito leer antes mil opiniones antes de lanzarme a leer algo desconocido.
EliminarMuy interesante lo de la tertulia literaria, lástima que se haya cancelado con la pandemia y entiendo que ahora desde la distancia no sea lo mismo. Es una iniciativa interesante para conocer nuevas plumas, pero yo sería incapaz de obligarme a leer algo que desde un principio no me llama, solo porque los demás lo hacen. Siempre me ha gustado leer, pero todas las lecturas obligatorias del colegio las odié profundamente, quizás por el simple hecho de ser obligatorias.
Sobre lo de los titulares, es que ahí está la gracia, al arriesgarte no puedes saber si vas a salir bien o mal parado de la experiencia, por lo que no sabes si aparecerás como víctima o héroe.
Me alegro de que te hayas animado con el libro. Tiene un toque de terror, pero es más psicológico y no hay zombies ni se ve al monstruo concreto.
Un saludo bajo el ventilador,
Laura.
Hola Laura!! Me he pasado por tu reseña y me has dejado con ganas de darle una oportunidad a este libro. Tomo buena nota.¡Estupenda reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminar¿Sí? Me alegro, pues^^
Eliminar¡Hola, Laura! Bueno, ya sabes que a mí este libro ni fu ni fa, no fue tan apasionante o sorpresivo como me esperaba porque en algunos detalles me recordaba a la película "El incidente".
ResponderEliminarEn cuanto a la frase... pues no sé, no estoy de acuerdo en llamar "cobardes" a los que no optan por la actividad. Muchas veces, no por llevar una vida rutinaria no es que no aportes nada al mundo, ya que cualquier pequeña acción que hagas tiene un efecto. Y una persona no es menos que otra por no querer hacer deportes de riesgos o salirse de su zona de comfort. Habría que ver si los que no se saben estar quietos no son también un poco "cobardes" por no ser capaces de saborear la calma.
Y es lo que dices, por un lado, puede que unos no tengan las ganas de afrontar esas experiencias diferentes, pero tal vez las que las hacen tampoco es que se paren a reflexionar sobre ellas o disfrutarlas. Y encima los "pasivos" muchas veces son los que tienen que aguantar las anécdotas de los "activos" y los "activos" son incapaces de interesarse ni por un instante en la rutina de los "pasivos",
Coincido plenamente con lo que dices, ambas opciones o estilos de vida son respetables y cada cual debe elegir lo que más feliz le haga :)
Con los libros yo sí que me arriesgo xD Más de uno lo he leído sin apenas consultar opiniones, tal vez le doy un vistazo a la sinopsis, miro muy por encima la valoración media en Goodreads y poco más. Y otras veces directamente ni eso, ya que si veo un libro en oferta y me llama, pues lo compro y ya está. Luego me arrepentiré si es un tostón, pero en ese sentido sí que me arriesgo xD
En todo caso, me han gustado las reflexiones de esta entrada, es un tema que da para mucho :D
¡Saludos y feliz tarde de domingo! ;-)
Ya, una lastima que no te convenciera, aunque me alegro de que tampoco fuera una mala lectura. ¿Al final viste la peli?
EliminarJajaja, has defendido a los pasivos mucho mejor que yo. No sé, yo sí me considero una cobarde por no atreverme a hacer cosas nuevas, aunque, como dices, eso no implica que no pueda aportar cosas, ni tampoco me considero menos que otros que no paran quietos. Yo me siento muy bien con mi forma de ser, prefiero no llevarme decepciones que experimentar. El problema de la gente activa es que va a haber momentos en los que tengan que estar en calma, y eso se les va a hacer muy duro.
TOP en lo de que los activos no se interesan por lo que tienen que contar los demás.
Uf, eso de arriesgarme con los libros, lo hago muy poco, aunque alguna vez me ha pasado.
Un saludo pasivo,
Laura.