¡Hola! ¿Cómo va todo?
Hoy vengo con una nueva entrada de Visto en las redes. Esta es una sección que publico bimestralmente y que me gusta mucho porque da pie a muchos debates. Espero que la disfrutéis y que podamos comentar un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!
Eso sí, antes de nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos, pero siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados estos dos últimos meses (en esta ocasión en marzo y abril) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que...¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada!
Me decidí a crear esta sección como excusa para hacer debates porque sé que algunos de vosotros no me seguís en las redes sociales tranquilos, estáis en la lista negra (tanto porque no os interesa como porque no tenéis una cuenta) y pensé que os podría parecer interesante tener una recopilación de esta información. Así, todos los que no tenéis redes podrías estar al tanto y los que me seguís, pero estáis saturados, podríais tener un resumen.
Como sabéis, el blog está en varias redes: en Twitter, en Facebook, en Instagram, en Goodreads y en Bloguers (podéis acceder a mi perfil de cada red social haciendo click en los enlaces), pero estoy especialmente activa en Twitter, Facebook y Instagram, por lo que en esta sección me centraré en esas redes sociales.
Repito, como en cada ocasión, que la idea de esta sección no es completamente mía (siempre hay que dar créditos). Me inspiré en una sección muy parecida en el blog de Deja volar tu imaginación llamada Citando a Twitter. En ella, Patt recopilaba algunos de sus retweets favoritos, aunque siempre están relacionados con reflexiones sobre el mundo en general, no centradas en el ámbito literario.
Por cierto, hay algunos mensajes que están en inglés, pero tranquilos, para aquellos que no dominen el idioma, los he traducido tan bien como he podido. Y sin más dilación, os dejo con la entrada:
Visto en Twitter
Muchos hablan sobre la muerte de los blogs literarios. No estoy de acuerdo con esto. Los blogs no van a desaparecer. Su número se ha reducido debido a que la crítica se ha diversificado, por lo que podemos encontrar reseñas en otras plataformas y espacios. Por mi parte, como
Carmen, sigo prefiriendo los blogs. Nunca he sido seguidora de booktubers, pues los vídeos me cansan y prefiero leer las reseñas a mi ritmo, saltándome cosas si es necesario para evitar spoilers (o lo que yo considero que lo son). Las reseñas de Instagram tampoco me gustan, pues es una red social en la que el texto es algo secundario, y las de Goodreads me parecen orientativas, pero demasiado breves. En una librería, si busco un libro, es porque he leído muchas reseñas de blogs que me lo han recomendado. En cambio, si cojo un libro desconocido, al no disponer de tiempo para leer reseñas en profundidad, me dejo guiar por las opiniones de mis amigos en Goodreads.
Si mi familia me siguiera por redes (cosa que no hace) sabría con seguridad qué libros tengo y cuáles no (también pueden mirar mi estantería, si es por eso), cosa que haría más inesperados los regalos de cumpleaños o Navidad. Este año me regalaron dinero, y lo que hice fue dárselo a G para que me comprara algunos libros por sorpresa. G es el tipo de persona al que se refiere
Nora W. Por lo general, sabe qué libros me gustan, pero no le permito que me los regale (a excepción de en los cumpleaños), pues no queremos ser de esas parejas empalagosas que se hacen regalos contínuamente. Incluso si encuentra de segundo mano algún libro que me interesa, luego se lo pago. ¿Y vosotros?
Estos consejos lingüísticos de
Xavier Beltrán me parecen fantásticos, pues siempre descubro cosas que no sabía, como en este caso. Ahora la tarea consiste en recordarlo. Yo nunca había visto escrito "recursos humanos" de esta forma. ¿Y vosotros?
Muy de acuerdo tanto con Cortázar como con
Zarrapatiestos. Comprar libros implica que vas a invertir tiempo a estar solas leyendo por placer o para aprender. Mirar mi montaña de pendientes es ver el tiempo libre durante el cual los voy a estar leyendo extendiéndose frente a mí. Su lectura aún no implica la eternidad, si no me dedicara a otra cosa, me daría tiempo a leerlos todos, pero tiempo al tiempo.
Termino leyendo muchos libros de estos que menciona
La reina cuervo, pero la mayoría de veces es sin pretenderlo. Por supuesto, no espero que todo lo que leo sea una obra maestra, como todos, a veces necesito simplemente desconectar, pero aun así siempre busco lecturas que, aunque sean ligeras me aporten algo. El problema es que muchas veces me equivoco con mis elecciones. Ojo, como dice La reina cuervo, no hay que demonizar este tipo de obras, creadas con la intención de entretener sin trascender. Puede que por parte del autor no conlleven el mismo esfuerzo que pretenden ir más allá, pero son necesarias. No hay que avergonzarse por ver películas de sábado por la tarde, siempre que uno sea consciente de la calidad de lo que está consumiendo.
Como bien dice
Alhana, ser amable no cuesta nada. Puede que esa persona que le escribió tuviera buenas intenciones, pero es que esa no es la forma de hablar con alguien desconocido, sin presentarte ni ofrecer explicaciones. "Quiero que lo difundas porque tienes un blog de literatura". Ehhhh...no. No podría estar más de acuerdo con la forma en que le ha respondido Alhana (siempre tan amable y con tanto tacto).
"Los lectores estamos hartos de la gente que nos dice que no nos da la vida para tantos libros. Mira, merluzo,¿es que te crees que no hemos leído sobre nigromancia?"
Cuando descubrí las librerías de segunda mano, empecé a comprar libros de forma indiscriminada. Entonces empecé a tener problemas de espacio en las estanterías, y a medida que se me acumulaban los pendientes, me di cuenta que una vida no sería suficiente para leer todo lo quiero leer. Por ello, cada vez soy más selectiva (aunque de tanto en tanto caigo en la tentación) y solo compro aquellos libros de los que tengo muy buenas referencias. Por cierto, ando en busca y captura de algún libro de nigromancia, como
C.G Drews, si alguien tiene una oferta, que me contacte.
Ya sabéis que yo no soy muy de estar al tanto de la vida de los autores, pero si hay algo que me interesa (ni que sea mínimamente), como dice
Carmen Sereno, es saber qué estan leyendo. Las frases promocionales de las solapas me dan muy igual, porque eso no es más que publicidad, pero ver que se emocionan con algún libro concreto por Goodreads o Twitter hace esa otra obra me llame la atención, y que compre libros de "la competencia" no significa que vaya a dejar de comprar libros de ese autor. Además, conocer los referentes de un autor ayuda a ver en qué se ha inspirado.
Este año ha sido el primero en el que he ejercido como profesora y he quedado muy decepcionada con mi poder de decisión sobre las lecturas obligatorias. Pero voy a dejar eso de lado por hoy porque de lo que nos habla Nando López es de la enseñanza de literatura. Confirmo y suscribo cada una de sus palabras. Casi cada año se explican de nuevo los géneros literarios, aunque ya se hayan explicado en primaria. A partir de segundo de ESO se enseña a analizar poesía, pero solo a nivel técnico, no hay tiempo para los sentimientos y en muchos casos los jóvenes no entienden qué leen (yo intento dedicar tiempo a interpretar los textos). En cuanto a la literatura universal, en mi colegio ni siquiera está la asignatura, pues había muy poca demanda. Por otra parte, para estudiar literatura se sigue el criteri cronológico, por supuesto, no sea que les hablemos de literatura actual y consigamos motivarles un poco. Tampoco hay tiempo para leer textos y ver la parte práctica de movimientos y generaciones (aunque yo lo intento), sino que todo se basa en memorizar autores y obras como quien memoriza la lista de la compra. Y nada que añadir a la reflexión del último mensaje, la realidad es así, por desgracia.Lo dicho, en respuesta a la pregunta de
Lectora Dreams, prefiero las cubiertas originales porque suelen ser más originales y estéticas que el póster de la película, el cual suele ser bastante genérico y enseñar a los protagonistas y poco más. Luego está Omaira que, si no tiene la edición de la película, pega en su interior la otra cubierta de tanto como le gusta. Por mi parte, ahora mismo no se me ocurre ninguna cubierta de película que me parezca espectacular y mejor que la del libro original. ¿Y vosotros?
"Cosas que estresan al lector:- cuando la secuela es de un formato distinto
- libros tan gordos que son difíciles de manejar
- logotipos en la portada con mensajes como "próximamente en Netflix"
- cuando la edición en tapa blanda y tapa dura son distintas y tienes que elegir la más bonita
- cuando todo el mundo te dice que tienes que leer un libro hasta el punto de que no te apetece en absoluto leerlo"
Coincido con
C.G Drews en que todas estas cosas me ponen nerviosas. Antes lo de las ediciones en distinto tamaño me daba igual, pero he estado ordenando estas semanas mis estanterías y lo cierto es que queda fatal. En cuanto a los libros poco manejables, lo cierto es que
El temor de un hombre sabio no es un libro que pueda llevar en el bolso y leer en los ratos muertos. Sobre elegir entre tapa blanda y tapa dura con portadas bonitas, aquí no tengo tanto problema: me quedo con la tapa blanda porque es más barata. Por último, me molestan muchísimo estas campañas de publicidad tan agresivas, pues hacen que no quiera leer esos libros hasta que haya pasado el furor, en parte porque eso esconde las voces discrepantes y en parte porque no quiero leer lo mismo que lee todo el mundo.
Últimamente los libros que no son autoconclusivos me dan mucha pereza. Leo pocas sagas porque tengo tendencia a que, si el primero no me ha gustado mucho, seguir con el resto solo porque ya los tengo en papel o con la esperanza de que la historia mejore, cosa que no suele suceder. Bilogías he leído pocas, pero no me importaría embarcarme en alguna, pues como dice
Patchesreal, es una historia más larga que un libro, pero tampoco tanto como una trilogía, así que el tiempo desperdiciado no sería tanto.
También estoy muy de acuerdo con esto que dice
patchesreal. Los lectores no somos ni más listos ni más buenas personas que la gente que no lee, pues se puede adquirir cultura de muchas otras formas. Creo que todos los lectores somos conscientes de esta sentencia, el problema es que ese estereotipo de la chica con gafas lectora que es la más inteligente del grupo, sigue muy vigente en la sociedad, especialmente entre la gente que no lee. Puede que los lectores tengamos más conocimientos que una persona que no lee, pero no necesariamente, pues puedes estar encerado en un mismo tipo de historias, o puede que un cinéfilo tenga más cultura que tú. Pese a las diversas novelas que he leído postapocalípticas, mi padre, que no lee, sabría sobrevivir al fin del mundo mucho mejor que yo. La inteligencia no es saber recitar de memoria unos hechos, sino saber aplicar unos conocimientos.
Muy de acuerdo con esta distinción a nivel de actitud que hace
patchesreal entre el héroe (generoso y justo) y el villano (egoísta). Visto así, yo preferiría ser amiga del villano. ¿Se os ocurre alguna obra en la que el héroe o el villano se vean en esta encrucijada?
Me encanta la cita que nos comparte
Boulevard literario, pues las metáforas para referirse al olor de los libros, según el tipo de papel, me parecen muy acertadas. Yo si tengo que elegir prefiero el olor a libro nuevo, que no aparece aquí mencionado, pues para mí huelen a helado de vainilla. ¿Qué tipo de olor a libro preferís vosotros?
Muy interesante esta pregunta de Lectura adictiva. Yo lo tengo claro: leo las sagas o series por orden cronológico. ¿El motivo? Aunque sean protagonistas distintos o el propio autor diga que se pueden leer en cualquier orden, siento que me voy a perder a nivel de evolución de personajes o referencias, además de hacerme spoiler. Sería incapaz de empezar una serie de televisión, por ejemplo en la segunda temporada. La excepción a todo esto es cuando a mitad del libro me percato de que no es el primero, como me pasó con El cazador de la oscuridad. En cambio, si voy consiguiendo los libros de una saga de forma aleatoria, como le pasa a Lectura Adictiva, me espero a conseguirlos todos antes de ponerme a leerlos. Tengo la paciencia de una santa (y demasiados pendientes por leer).
Me encanta la decoración de esta calle que nos comparte
Bookstr. Es precioso ese techo de libros, me encantaría saber de dónde es. Esperemos que no lloviera de verdad y que los libros estuvieran bien después de ser expuestos así.
Visto en Instagram
Estas nuevas ediciones que han sacado de Novelas eternas me parecen una preciosidad. Tengo la de Orgullo y prejuicio solo por lo bonita que es. Pero lo que más me maravilla es esta foto de Sueños entre letras, de verdad que es toda una artista.
Llevo un par de semanas organizando mis estanterías y ojalá me quedaran la mitad de bien que a Sueños entre letras. Creo que le han quedado fantásticas, tanto a nivel de colorido como por el tamaño, pues son todos muy iguales. Ahora bien, no sé el criterio que sigue y cómo lo hace para localizarlos. Lo cierto es que esto de ordenar las estanterías me parece un infierno, pues no hay un solo método que sea el adecuado, pues la estética siempre choca con la practicidad. Yo los tengo por colores, pues me cuesta recordar nombres de autores, pero aún así quedan las estanterías muy desiguales y hay lomos con varios colores o que no sé exactamente dónde ponerlos. ¿Cómo tenéis vosotros ordenadas las estanterías?
Y eso es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado de leerme, yo os espero en los comentarios^^
¡Hola!
ResponderEliminarSobre el primer tema: es cierto que varios blogs están desapareciendo...ahora más dedican su tiempo en Instagram, pero yo me quedo con el blog...me gusta mucho escribir mis ideas y leer a otros.
Me gustó esta sección!
Nos leemos♥
Me alegra que te guste la sección y ver que coincidimos^^
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarresponderte a todo se me hace demasiado largo, así que he escogido unas cuantas que me han llamado la atención
A mi me encantaría que la gente de mi alrededor se fijara más en lo que leo, en los autores que me gustan...entiendo que con los ebooks y demás, cada vez es más complicado, pero soy la típica que mientras comemos comento el libro que estoy leyendo y les pego una chapada sobre el argumento. Así que al menos el estilo se les debería quedar, pero no parece
Lo de las estanterías de la gente, para mí es un imposible. Las mías son un horror
La edición de Novelas Eternas me tiene enamorada, pero me he atado las manos con ellas, prohibido comprarlas
Sobre el orden de las sagas/series. Yo intento leerlas en orden, pero, algunas veces me salto la norma. Por poner un ejemplo, hace unos años me leí el 4º de Courtney Milan de los hermanos siniestros, porque me apetecía uno de sufragistas. Ahora me he leído el 1º y el 2º. Pero suelo hacer eso con sagas de familias, que no te destripan tanto los libros. Por ejemplo con algo estilo Harry Potter o Sombras de magia no se me ocurriría
Yo también prefiero las portadas originales y no las que hacen postpelícula o serie
También me suele gustar leer consejos lingüísticos
Un saludo :D
Yes, we can read together
¡Hola! Ya, esta entrada siempre me queda muy larga. En realidad cada uno de los temas de debate da para una entrada entera, así que entiendo que te hayas centrado en unas concretas.
EliminarPues sí, qué lástima que no se fijen en lo que te gusta, y más si durante la comida les comentas tu lectura.
Veo que eres de las mías con las estanterías...aún no sé qué hacer.
Yes, las ediciones de Novelas Eternas son una maravilla.
Uf, entiendo lo que dices sobre no leer sagas en orden cuando no te destripan los libros, pero aun así... no podría, me sentiría mal. Harry Potter lo empecé con el tercer libro, porque me lo regalaron, y lo abandoné porque no me enteraba de nada. ¡No tenía ni idea de que era el tercero!
Un saludo,
Laura.