domingo, 31 de enero de 2021
Viñeta del lector 74#
jueves, 28 de enero de 2021
Maus, de Art Spiegelman
Editorial: TRILITA
Idioma: Català
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788416249060
Año de edición: 2019
Precio: 24.00 €
Autor: Art Spiegelman
Traductor: Felipe Hernández
Sinopsis:
Maus és la biografia de Vladek Spiegelman, un jueu polonès supervivent dels camps d'extermini nazis, explicada a través del seu fill Art, un dibuixant de còmics que vol deixar memòria de l'aterridora persecució que sufieron milions de persones a l'Europa sotmesa a Hitler i de les conseqüències d'aquest sofriment en la vida quotidiana de les generacions posteriors.
Apartant-se de les formes de literatura creades fins a la publicació de Maus, Art Spiegelman s'aproxima al tema de l'Holocaust d'una manera absolutament renovador, i per a això relata l'experiència de la seva pròpia família en forma de memoir gràfica, utilitzant tots els recursos estilístic i narratius tradicionals d'aquest gènere i, alhora, inventant-ne de nous. La radicalitat narrativaha canviat de dalt a baix el mitjà: hi ha un abans i un després de Maus en el còmic.
La gran proesa d'aquesta obra és aconseguir explicar la tragèdia de la Història -e n majúscules-, a través de la historieta -minúscules i diminutiu-. L'autor crea un entramat gràfic i literari en el qual interactuen i s'entrellacen el passat i el present, cadascun fent de mirall a l'altre. Dues històries que es necessiten mútuament: la del passat del pare a Polònia, la tragèdia familiar de persecució, fugides, dolor i mort, contada per ell mateix al seu fill, i la del present d'ambdós a Nova York, vista a través dels ulls del fill. Com diu el pròleg a la primera edició de Maus: "Aquest és el darrer conte de supervivents, i també dels infants que d'alguna manera sobreviuen malgrat els supervivents."
Opinión:
Ya sabéis que me gusta especialmente leer sobre el holocausto. Una de las razones por las que no me había lanzado a leer esta conocida obra era que se trataba de una novela gráfica dura de leer. Tenía miedo de que fuera demasiado gráfica (válgase la redundancia) y que mostrara los horrores de la persecución judía con pelos y señales. Me gusta el tema, pero mi cordura solo puede soportarlo hasta cierto punto.
Al final he caído en la tentación y no podría sentirme más satisfecha con el resultado. Al principio no estaba muy convencida a causa del dibujo. No soy asidua a la novela gráfica y las pocas obras que he leído solían ser limpias, con un dibujo bien delineado, pocos fondos y de carácter realista. Maus es todo lo contrario. He tenido muchos problemas con el dibujo, pues el trazado es sucio, sin detalles, con muchos estampados, sombras y rayas. Es un dibujo que cansa a la vista nada más verlo de lejos, en el que cuesta distinguir a los personajes y que no pretende que te deleites en él.Durante la mayor parte de la novela, a mí el dibujo me ha servido de guía para saber quién hablaba y para tener algo de contexto, pero intentaba pasarlo de largo, pues me resultaba confuso. Me costaba distinguir algunas cosas y si me hubiera parado a descifrar cada viñeta hubiera tardado el doble. A mí personalmente no me ha gustado, pero entiendo lo que el autor pretendía con él. Un dibujo más realista hubiera investido la obra de una excesiva seriedad y el tono hubiera sido mucho más grave y no tan ligero. Aun así, creo que los fondos podían estar más trabajados, que el delineado no fuera tan grueso y que desaparecieran la mitad de los rayones.
Lo que sí me parece interesante es que cada nacionalidad esté representada por un animal distinto. Eso ayuda a que la novela sea mucho más fácil de digerir y que sea accesible a un mayor público, pues el realismo hubiera sido demasiado impactante. Este tipo de dibujo, junto al hecho de que los personajes sean difíciles de diferenciar ayuda a la idea de despersonalización y universalidad. A mí me ha costado mucho distinguir a los personajes, incluso diferenciar entre hombres y mujeres, pero entiendo que es por mi falta de bagaje lector (y por no tener el ojo acostumbrado). Sé que este tipo de dibujo era necesario para la historia que se quería contar, no la de Vladek, sino la de todos los judíos polacos, algo difícil de conseguir.Por si alguien no lo sabía, esta novela gráfica relata las experiencias durante la Segunda Guerra Mundial de Vladek, un judío polaco y padre del autor. Lo interesante es que no solo es fiel cronológicamente y comparte exclusivamente experiencias propias (a diferencia de Persépolis), sino que al haber vivido tantas cosas (sin perder un ápice de veracidad) se siente como una obra capaz de englobar la experiencia de todos los judíos polacos. En general los sucesos que experimentó Vladek (a diferencia de lo que podemos encontrar en otras novelas) son los de un judío corriente. No estuvo en Varsovia, no se dedicó al contrabando, no ayudó a escapar a otros, no se rebeló ni luchó contra los alemanes. Vladek no fue nadie especial, y eso es lo que le hace grande. Es cierto que a veces cuenta cosas que sucedieron a otros, pero no son anécdotas sueltas, sino que Vladek estuvo ahí, junto a ellos y logra crear una conexión con el lector.
Pero esa no es la única trama. Aunque gran parte de la novela sean las experiencias de Vladek, tenemos una trama secundaria centrada en el presente, en la relación entre Vladek y Art, su hijo y autor de la novela. Asistiremos a las entrevistas que realizó a su padre, a sus reflexiones creativas acerca de cómo enfocar la obra y la difícil relación que había entre ambos. Este libro no es solo un relato de las experiencias de Vladek durante el holocausto, sino que también podemos ver las repercusiones que esas vivencias tuvieron en su futuro y en el de la gente que le rodeaba. La trama del presente se hace visible tanto al inicio de los capítulos, como al final de algunas escenas. A veces, Art interrumpe la narración de su padre para formular pregunta; otras, se marcha a su casa o ayuda a su padre en alguna tarea. Esto no corta el ritmo ni la sensación de inmersión, pues todas las pausas están muy bien medidas.No había encontrado antes en una novela gráfica la concatenación de dos líneas temporales. Sí lo había leído en novelas, pero el resultado había sido desalentador, pues siempre me interesaba más por la historia del pasado, ya que en comparación la del presente tenía poca fuerza. Aquí no ha sido así, me he sentido tan interesada por saber cómo evolucionaba la relación entre Art y su padre como por conocer las vivencias de este último.
Me ha gustado mucho cómo se caracteriza poco a poco y por sus acciones al Vladek del presente. Se nos muestra cómo le ha afectado todo lo que ha vivido (se corresponde bastante con el estereotipo de judío avaricioso, como indica Art en un momento), así como lo rota que está su relación tanto con su hijo como con su actual pareja, Mala (ya, vaya nombrecito). El Vladek del presente está muy bien retratado y el estudio psicológico que hace de él el autor me ha parecido excelente.
Algo que me ha parecido muy inteligente es incluir el punto de vista de otros supervivientes (con mucha naturalidad), pues eso nos permite ver que cada uno asimila lo vivido a su manera y que no todos los judíos supervivientes han terminado siendo cómo Vladek. Eso sí, es una lástima que se perdieran los diarios de la madre. Conocer su versión hubiera enriquecido muchísimo la obra.
Art, por su parte, también está bien retratado, aunque lo conocemos solo por cómo se relaciona con su padre. Eso sí, me ha gustado mucho que sea quien maneje toda la parte de reflexión. Art nos habla tanto de la crisis del creador literario como de la culpa. La culpa que siente Vladek por haber sobrevivido, la culpa de Art por ser tan afortunado de no haber estado allí, de cómo le persigue el fantasma de su hermano muerto, de cómo siente no estar jamás a la altura de su padre y de la culpa de cimentar su éxito literario en una montaña de cadáveres.
Otra reflexión con la que me quedo es que aquellos que se salvaron no eran mejores que el resto. No es que tuvieran más capacidad de adaptación, de supervivencia, que fueran más listos ni más hábiles. Vivir o morir no era cuestión de ser bueno o malo, cobarde o valiente, sino cosa del azar, de estar en el momento indicado en el lugar indicado. Me gusta que se diga que vivir algo así no te hace mejor persona; Vladek, por ejemplo se nos muestra como alguien con prejuicios y racista, algo que me cuesta asimilar.
Llegados a este punto, quizás os interesa saber si la historia es muy dura de leer o no. La respuesta no es sencilla, en parte porque cada uno tiene su umbral de aceptación; lo que para mí puede ser muy fuerte a otro puede parecerle superficial. Pese a ello, yo diría que no es una obra macabra. No busca el impacto ni que sientas el horror de forma visual. No se regodea en las vivencias más crueles ni el sufrimiento de los personajes. Esta historia está narrada sin dejar de decir las cosas como son y sin ignorar la crudeza de la situación, pero sin recrearse en ellos enseñando sangre y vísceras. Los actos más crueles son contados desde la objetividad del paso del tiempo y no en forma de viñeta. Sí que es verdad que a medida que avanza es cada vez más duro y hay alguna que otra escena que me ha impactado. Eso sí, pensaba que la obra se centraría mucho más en el día a día de Auschwitz, pero no es así, eso es solo un tercio del libro
Finalmente, comentar una cosa que me ha parecido muy curiosa a nivel lingüístico. Mi edición (bueno, la de G) es en catalán y no estoy segura de cómo lo han hecho en otros idiomas, pero al principio hay una nota del traductor advirtiendo de que la versión original contenía varios errores sintácticos debido al desconocimiento del autor del inglés, y que estos se han mantenido en la traducción. Por eso hay algunas construcciones algo extrañas y verbos que no están bien conjugados. No sé hasta qué punto estoy de acuerdo con esta decisión, pues dificulta un poco (casi nada) la lectura y no es que aporte mucho. Además, tampoco entiendo por qué el libro original no pasó por una revisión.
En conclusión, Maus ha sido toda una sorpresa. Aunque el dibujo es sucio, poco detallado, con un delineado excesivo y poco detallado, es funcional con la historia que pretende contar. Las experiencias de Vladek están narradas desde el sentimiento, pero bien filtradas por la objetividad de su hijo. Hay escenas duras, pero sin recrearse en la barbarie. Por otra parte la trama del presente centrada en las consecuencias de una vivencias así resulta muy interesante, pues la relación padre e hijo está muy bien trabajada y el retrato que se hace de Vladek es muy completo. Tanto las reflexiones como el repaso que se hace a los sucesos de la Segunda Guerra Mundial me parecen brillantes.
En general entiendo por qué se ha convertido en un libro de referencia sobre el holocausto y la repercusión que ha tenido. ¿Por qué deberíais darle una oportunidad? Si no has leído nada del tema, te lo recomiendo con ahínco. No solo cuenta con personajes bien caracterizados e interesantes, sino que el recorrido histórico es muy completo y las vivencias de Vladek están narradas desde la experiencia propia. Además, aunque sea terrible, forma parte de nuestra historia, de lo que somos, de lo que podemos llegar a ser, y negarlo es negar una parte de nosotros mismos. Si ya has leído mucho sobre el tema, este libro te aporta una perspectiva global al mismo tiempo que particular; el sentimiento de la experiencia propia aderezado con la objetividad del hijo de Vladek, que no vivió los sucesos; una reflexión sobre la culpa y sobre cómo nadie sobrevivió a los campos, pues para escapar tuvieron que dejar atrás todo aquello que los hacía humanos.
Cosas que he aprendido:
- Más cosas terribles de Auschwitz
- Sobrevivir a algo así no te hace mejor que otros que perecieron.
lunes, 25 de enero de 2021
Frases memorables: Princesa mecánica
Hace un tiempo os traje las frases que más me habían emocionado de Ángel mecánico; ahora le ha llegado el turno a su continuación, Princesa mecánica. Fue mi favorito de la trilogía y recuerdo que los personajes eran brillantes, con una gran profundidad y muy bien desarrollados. Hay una gran cantidad de romance, pero me pareció que estaba bien dosificado con la acción y que lograba transmitirte el abanico de sentimientos que embargaban a los personajes. Pero si tengo que quedarme con una sola cosa, sería con el epílogo, que consiguió tuviera mi corazón en un puño y soltara un par de lágrimas.
En cuanto a las citas que os traigo, creo que dejan patente la importancia del romance en la obra. La primera puede que parezca algo obvia, pero me parece algo que es necesario recordar. Todos necesitamos la mirada del otro. Puede que a veces nos sintamos inferiores, inútiles, débiles; es entonces cuando los que nos quieren más pueden ayudarnos, pues su mirada será capaz de sacarnos de nuestra ceguera y que veamos que tenemos muchas virtudes.
La segunda cita es algo que debería recordarme más a menudo. Soy una persona muy cumplidora. Si he prometido algo, lo he prometido. Si alguien me necesita, tengo que ayudar a esa persona, no importa los problemas que eso me cause a mi o las dificultades que tenga para hacerlo. Y es que pienso que si le fallo a esa persona una sola vez, todo lo que haya hecho antes no contará para nada. Pero eso no debería ser así. Es importante estar ahí cuando te necesitan, pero todas las vivencias anteriores también cuentan. Lo mismo pasa con los libros: que una cosa concreta esté mal no significa que todo el libro sea una basura.
En cuanto a la tercera cita, hace referencia al hecho de que todo se puede ver desde distintas perspectivas. Es triste despedirte de alguien, pero esa despedida implica la alegría de reencontrarse en algún momento; es maravilloso reencontrarte con alguien que no has visto en mucho tiempo, pero hay un deje de tristeza en ello, pues vais a tener que separaros tarde o temprano. Seguro que os ha pasado con los libros, ¡cuántas veces he querido que un buen libro no acabe nunca! Pero pasa, y la única esperanza que me queda es saber que tarde o temprano volveré a encontrar otro libro igual de maravilloso.
Y eso es todo por hoy. ¿Vosotros qué opináis? ¿Habéis leído esta trilogía? ¿Hay alguna frase que os gustaría compartir? ¿Estáis de acuerdo con ellas?
viernes, 22 de enero de 2021
Persépolis, de Marjane Satrapi
Autora: Marjane Satrapi
Páginas: 360
Precio: 25€
Editorial: Norma Editorial
Lugar y año de publicación: España, 2014
Traductor: Alberto Agut
Sinopsis:
Marjane Satrapi, una de las artistas iraníes más aclamadas, galardonada con varios premios entre los que destacan el Premio al Autor Revelación 2001 y Mejor Guión 2002 en el Festival Internacional de Cómoc de Angoulème, nos ofrece un relato autobiográfico sobre su infancia en Irán, que es a su vez un excelente testimonio histórico de un pueblo y una época. Gracias a su gran carga emotiva, crítica e irónica, Persépolis se ha convertido en un cómic de referencia.
Persépolis es la autobiografía de Marjane Satrapi, una mujer iraní nacida en Teherán en 1969 en el seno de una familia progresista. Pero, además del retrato de la vida de la autora, también es el reflejo de la revolución iraní de 1979 que dio lugar a un gobierno islámico y de cómo lo vivieron las familias del país.
Desde el inicio, con la introducción del velo en la vida social y la separación por sexos en las escuelas, hasta la vida universitaria y las revueltas estudiantiles, Satrapi hace un repaso a su vida que se remonta a sus antepasados, ayudándonos a entender las motivaciones históricas de la revolución islámica, mostrándonos a la vez una opinión crítica con el gobierno.
Inicialmente publicado en cuatro volúmenes, la presente edición los recopila todos en un solo volumen, junto con nuevas páginas a color publicadas en la revista SZ-Magazin, nº 44, en el año 2003, y el El País Semanal, aquí en España.
Opinión:
Había oído hablar mucho de este libro, pero al mismo tiempo, no sabía casi nada de él. Tenía la vaga impresión de que trataba el tema de la guerra de Irán y eso para mí ya era aliciente suficiente. Tanto de este tema como del islam había leído muy poco (por no decir nada), así que tenía mucha curiosidad por saber más.
Quizás uno de mis problemas haya sido que iba con las expectativas equivocadas. Esperaba Escapar de Sobibor y me he encontrado con El diario de Ana Frank, una comparativa que no podría ser más adecuada. Creía que el libro tendría la guerra de Irán como tema central, pero no es así. La obra gira entorno al crecimiento y la evolución de Marjane, una chica que vive en el Irán de los años 80-90. Tanto la cultura islámica como la guerra están ahí, por supuesto, pero de fondo. El libro no quiere mostrarnos los horrores de la guerra ni detallarnos los sucesos históricos, sino mostrarnos cómo era posible el día a día en una situación así.
Creo que este desengaño podría haberse resuelto si el libro contara con una buena introducción. Me ha gustado que al final la autora nos explicara sus motivos para dibujar la obra y que pretendía acercar la cultura islámica al mundo occidental, rompiendo con los mitos y con esa visión tan sesgada que tenemos de Irán (guerra, fanatismo y burkas). El problema es que está al final cuando ya lo he deducido por mi cuenta. En su lugar, al principio tenemos una introducción con algo de "contexto histórico", y qué queréis que os diga, para lo que han hecho, mejor que no hubieran puesto nada. La introducción inicial es terrible porque es excesivamente breve para todo lo que abarca e intenta resumir. En consecuencia nos muestra cosas de la historia del islam que no afectan, condensa tanto la historia que resulta confuso y casi no dispone de espacio para explayarse sobre el presente.
A raíz de esto, a lo largo de la lectura he sentido que me faltaba contexto. Claramente es un libro enfocado a un público occidental, por lo que la autora explica muy bien todo aquello que en Irán se da por supuesto, pero aún así en ocasiones sentía que me faltaba información. El libro empieza con la revolución islámica que puso fin al reinado del sha y dio paso a una república islámica. La historia de Irán está como telón de fondo, por lo que se nos cuentan los sucesos más importantes que tuvieron lugar durante el régimen, pero están tan en segundo plano que no lo he asimilado. Ahora mismo sería incapaz de resumiros lo que sucedió en Irán en los años 80-90, más allá de una idea muy general.
¿Es eso problemático? Sí y no. Me había adentrado en esta lectura esperando ahondar en la cultura islámica y en la guerra de Irán y siento que me he quedado en la superficie. He aprendido mucho, sin duda, pero no todo lo que a mí me hubiera gustado. Pero en realidad ese es mi problema, pues la autora no quería contarnos la historia de Irán sino cómo la vivió, por lo que no participa activamente en los hechos, simplemente es víctima de la ola expansiva.
Por ello estamos ante una novela más efectiva que efectista. Casi nunca estamos en el centro del conflicto, solo en los bordes, y pese a que algunos hechos son muy dramáticos, se les da tan poco desarrollo y están tan desligados de la protagonista que no me afectan. Esto se debe en parte a la objetividad con la que lo cuenta todo, pues que caigan bombas y que fusilen a gente es su pan de cada día. Como detallito, comentar que algunas historias no me han afectado porque me han parecido artificiales, pues los personajes le cuentan su vida de repente, con el objetivo de mostrar al lector una parte del conflicto que ella no ha vivido, y luego no vuelven a salir. De todas formas entiendo que en la vida real esto sucedió espaciado en el tiempo y que si aquí se presenta así es por el formato.
Sé que llevo media reseña y no lo he mencionado aún, pero es porque lo daba por supuesto: estamos ante una novela gráfica. Otro de los motivos por lo que no lo había mencionado es porque estamos ante un dibujo funcional, perfecto para lo que quiere contar, pero que no aporta nada a la historia del arte. Las viñetas, todas en blanco y negro, siguen una misma estructura ordenada y el trazo es bastante sencillo. No hay complejidad ni en los fondos ni en el diseño de personajes, es más, a veces confundía rostros, pero eso era intencional para reflejar la colectividad. El dibujo es como un guía turístico: te ayuda a conocer la historia y a que disfrutes del paisaje, pero a él no le das un segundo vistazo.
Más que a nivel histórico, el libro me ha resultado interesante a nivel cultural. Ha roto completamente la visión que tenía del mundo islámico (tercermundista, pobreza absoluta, poca educación, una mayoría fanática religiosa, guerra constante). Para empezar, no sabía que antes de 1980 no era obligatorio que las mujeres llevaran pañuelo. Por otra parte la protagonista pertenece a una familia rica (de verdad que me sorprendió que nos e quedaran nunca sin dinero con la cantidad de gastos que tienen), progresista (no son religiosos, van a manifestaciones y abrazan la cultural occidental) y culta (la infancia de la protagonista está llena de libros, y los padres se preocupan mucho por su educación).
He dejado a la protagonista para el final, pues ella es el centro de la novela. Y no podría ser menos si tenemos en cuenta que es una autobiografía de la autora, desde los diez a los veintipocos. Estamos ante una Bildungsroman o novela de crecimiento, como Ana la de las Tejas Verdes, aunque por el contexto conflictivo diría que se parece más a Diario de Ana Frank, es más, es lo que hubiera sido si Ana hubiera sobrevivido. En consecuencia, la obra gira entorno a la evolución de la protagonista, por lo que la trama no tiene ninguna importancia ni hay ningún giro. Ese es uno de los motivos que justifican mi nota pues, aunque como novela de personaje(s) no está mal, a mí este tipo de historias me aburre soberanamente.
Pese a todo no he abandonado la novela. Puede que no me haya atrapado ni conmovido, pero sí me ha parecido interesante a nivel cultural. No solo conocemos Irán de la mano de alguien que vivió ahí, sino que la mitad de la obra sucede en Austria, pues a los catorce años (!) la protagonista se vio obligada a emigrar sola a un país desconocido en el que no hablaban su lengua. Todo un reto. Me ha interesado ver la perspectiva del inmigrante, esa soledad, ese sentimiento de no pertenecer a ninguna parte.
Por otra parte me parece fantástico que la protagonista no sea perfecta. Es muy fácil al hacer una autobiografía caer en la tentación de mostrar solo lo mejor de ti mismo. Al principio pensaba que sería el caso de Marjane, pues es buena niña, educada, culta, inconformista y crítica, pero a medida que crece es cada vez más imperfecta. Lo mejor es que no se escuda en su pasado y sus vivencias, sino que da la cara y admite que todo es consecuencia de sus acciones y decisiones. Me ha gustado ver cómo tocaba fondo, cómo pese a llevarlo bien de cara al público, sufría por dentro y finalmente se refugiaba en las drogas. Sus decisiones no siempre son acertadas, ni tampoco siempre es coherente con lo que defiende, pero eso simplemente la hace más humana, más real.
Finalmente, destacar que la autobiografía está escrita desde la madurez, y eso es algo que se percibe en las reflexiones que hace respecto a las decisiones que tomó en su momento. Me gusta que ahonde en el por qué hizo lo que hizo y que ahora lo vea desde su perspectiva adulta
En conclusión, estamos ante una novela gráfica con un dibujo funcional en blanco y negro bastante simplista, pero que es adecuado para articular la autobiografía de una joven iraní inmigrante. El conflicto de Irán está de fondo y contado con objetividad y sin dramatismo, porque la obra pretende mostrar el crecimiento de la protagonista y cómo vive con normalidad pese a sus circunstancias. Todo esto sazonado con gran cantidad de detalles sobre la cultura islámica. Me parece una introducción perfecta para empezar a conocer este mundo y ver la perspectiva de alguien que ha vivido el conflicto, pero es muy superficial y está carente tanto de trama como de drama.
Cosas que he aprendido:
- Mucho sobre la historia de Irán y la cultura islámica.
- Que muchos mitos sobre Irán son falsos
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
domingo, 17 de enero de 2021
Visto en las redes 39#
¡Hola! ¿Cómo va todo? ¿Habéis pasado unas buenas fiestas? Espero que estéis todos sanos. Yo he empezado el año con buen pie, llevo ya varias lecturas y estoy que no paro. Por desgracia han empezado de nuevo las clases y no lo hago con mucha ilusión, la verdad. No se me da mal y ya controlo mucho más, pero no es lo que me apasiona.
Pero vaya, dejo de contaros mis penas, que estamos aquí para darle vueltas a la cabeza y debatir un poco. Por eso vengo con una nueva entrada de Visto en las redes. Esta es una sección que publico bimestralmente y que me gusta mucho porque da pie a muchos debates. Espero que la disfrutéis y que podamos comentar un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!
Eso sí, antes de nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos, pero siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados estos dos últimos meses (en esta ocasión en noviembre y diciembre) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que...¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada!
Por cierto, hay algunos mensajes que están en inglés, pero tranquilos, para aquellos que no dominen el idioma, los he traducido tan bien como he podido. Y sin más dilación, os dejo con la entrada:
«¡Ser autor es fantástico, pues te conviertes en un experto en cosas aleatorias!
En su momento estaba totalmente de acuerdo con Alhana, pero ahora solo en parte. Entiendo la necesidad de que existan obras mediocres (es la única forma de valorar las que son realmente buenas y, por otra parte, todos necesitamos desconectar de vez en cuando), pero creo que hay demasiadas. El mercado está demasiado saturado de lecturas mediocres como que para que tú, autor, decidas voluntariamente crear una obra mediocre que no aporte al lector más que entretenimiento pasajero. ¿Por qué iba a elegir tu libro, entre otros cientos de miles? ¿Que intentas hacer una obra que vaya más allá y no lo consigues? Bueno, no pasa nada, un libro más al montón de entretenidos y ya. Pero como mínimo hay que intentarlo. ¿Qué opináis vosotros? ¿No os ha pasado que habéis leído la sinopsis de un libro y o s ha parecido calcada a otra?
Aunque antes esta imagen me hubiera enfadado, ahora me produce sentimientos encontrados. Tirar los libros es una lástima, sí, pero es que hay libros que NADIE quiere. Enciclopedias, clásicos en ediciones antiguas y de mala calidad, libros religiosos, novelas que se regalaban con los periódicos, libros de lectura juveniles que se producían en masa, diccionarios,... Es una lástima tirarlos pero, ¿qué vas a hacer con ellos? Por supuesto, siempre hay alguien que querrá leerlo, pero la demanda es ínfima. Con tal de no tirarlos, muchos vecinos y amigos me han reglado ese tipo de libros ("porque a ti te gusta leer". Sí, pero leo con criterio) y yo, al no saber qué hacer, lo he llevado a varias tiendas de segunda mano, en las que no los querían ni regalados, pues no se venden y solo ocupan espacio en el almacén. Así que entiendo que haya gente que no quiera tomarse todas las molestias que me tomé yo. Por otra parte, me pregunto si Silvia Patricia se los llevó todos.
A ver, aunque en principio estoy de acuerdo con Bosque de letras, todo es matizable. Los libros de 700 páginas autoconclusivos no me dan pereza, pero las sagas con muchas páginas y muchos libros sí. A no ser que sea un autor que me guste mucho, en ese caso cuantas más páginas mejor. Si hay una cosa que me gusta de Sanderson es ver que tiene tantos libros que aún no he leído. Publica uno o dos al año, pero yo los dosifico igual (quizás se muera y entonces y no tendré libros[?]). En el cas de Sanderson, me da igual que el libro tenga 700 o 3000 páginas. Y lo mismo con el tercer libro de Rothfuss: aunque necesite una grúa para girar las páginas, merecerá la pena. Ahora bien, leer los de Martin sí fue un suplicio.
Muy de acuerdo con Daniel Ojeda. No me gustan los personajes perfectos (dudo que a alguien le gusten), en parte porque no me puedo sentir identificada y en parte porque si no van a cambiar, ¿por qué iba a interesarme su historia? Lo que no puedo aceptar es cuando cometen tonterías y toman decisiones equivocadas solo para que la trama avance y no porque tenga sentido por cómo son como personas. Que en una novela una adolescente tímida y tranquila, que está bien con su familia y amigos decida de la noche a la mañana irse un mes a un país extranjero sin avisar a nadie solo porque un desconocido le ha dicho que tiene que vivir más, me enfada, porque no tiene sentido con el personaje. Si fuera una chica impulsiva que se ha peleado con todo el mundo, hacer eso me parecería un error, pero sí tendría sentido con el personaje. ¿Os habéis encontrado algún caso así?
Este recordatorio de UtopíaAnaCL me parece muy acertado. Por suerte cada vez la gente está más conciencia de que "juvenil" no es un género, pero aún hay muchos prejuicios, no solo porque es considerada una literatura menor, sino también porque aunque están dirigidas a un público objetivo de una edad determinada, no se tiene en cuenta que eso no debería limitarnos como lectores y que estas novelas pueden gustarle a personas de edades muy distintas. Si no has leído nada en tu vida, no puedes iniciarte como lector con Guerra y paz, tienes que seguir una trayectoria gradual e ir aumentando la dificultad y densidad de las lecturas poco a poco. Por ejemplo, a mí no me gustan los libros infantiles, pero para ir adaptándome a leer en inglés empecé con libros para más jóvenes y poco a poco voy aumentando la dificultad.
Buah, no os podéis hacer una idea de lo identificada que me siento con esther, es como si me hubiera robado las palabras de la boca. Se habla de la muerte de Blogger desde hace más de diez años y aquí seguimos, al pie del cañón. Como digo, el tráfico ha disminuido mucho (hay menos visitas y seguidores), pero es algo lógico, pues mientras que antes solo había una plataforma, ahora hay muchas más y la gente ha migrado según sus gustos. Aún así, siempre habrá un grupo que se aburra leyendo los tochos de Instagram, viendo fotos de libros o escuchando vídeos de YouTube (como es mi caso) y esos seguirán siempre por aquí. A esto hay que añadirle lo que dice esther, que estamos aquí por hobby y aunque hayan desaparecido muchos blogs, es porque los que se han ido son los que se interesaban en los seguidores y las visitas. ¿Que si me gusta interactuar con vosotros y leer vuestros comentarios? ¡Por supuesto! Pero como dice ester, una cosa no quita la otra.
Este comentario de C. Martin me hizo mucha gracia. Hay libros tan terribles que uno se siente mal de ser la única persona que ha perdido el tiempo con algo así. ¿Habéis regalado alguna vez un libro que os había parecido terrible sin avisar a la otra persona?
He oído hablar mucho de esta novela, hasta el punto de que me la he apuntado (y ya sabéis lo difícil que es que yo haga eso). Me gusta mucho tanto el plato literario que nosa comparte Can Sales Biblioteca Pública como la frase. Por mi parte, incluso tengo una lista de palabras favoritas o olvidadas que trato de recuperar y usar al máximo.
Me encanta cómo le ha quedado el árbol a @mybooks_fan, me parece precioso. A mí me daría demasiada pereza hacer algo así y tenerlo en mitad de la habitación, pero sin duda queda bonito. ¿Vosotros habéis hecho alguna decoración navideña con libros?