"Ese momento en el que, tras terminar un libro, miras a tu alrededor y te das cuenta de que todo el mundo está siguiendo con sus vidas...como si tú no acabaras de sufrir un trauma emocional a manos de un libro"
En esta ocasión, vais a tener que disculpar la brevedad de la entrada, pero es que la viñeta que os traigo hoy lo dice todo y seguro que todos habéis pasado por ello alguna vez. Ya os he hablado en alguna que otra ocasión de los libros que me han atrapado hasta tal punto, que luego soy incapaz de abrir ningún otro durante unos días, porque sigo viviendo en el libro anterior. También os he hablado alguna que otra vez de los libros que tienen giros tan inesperados que me han dejado anonadada. Bien. Los libros que se corresponden a esta viñeta son una combinación de ambos.
Me refiero a libros que agarran tu corazón y lo estrujan como si fuera un limón, libros que, al terminarlos, quieres recomendar gritando a los cuatro vientos, pero que al llegar la hora de la verdad, el título escapa de tus labios como un susurro, y hablas de él con voz queda y con reverencia, pues lo que más temes no es que a la otra persona no le guste -sabes que eso no puede pasar- sino que tienes miedo de que el libro la deje tan tocada como a ti. Son libros que hacen que, al cerrar la última página, veas el mundo de forma distinta a cuando lo abriste.
Me he sentido así con varios libros. Uno de ellos fue La ladrona de libros. Estoy convencida de que hoy en día no me impresionaría tanto, pero cuando lo leí tendría unos doce años y me tocó muy hondo, pues era uno de los primeros dramas que leía. Otros que me han dejado con esa sensación han sido Escapar de Sobibor y La canción secreta del mundo. Y, por qué no, el de Voces de Chernóbil, que lo leí el año pasado.
Uf, el trauma que me causó ese libro. Tras terminarlo, necesité un tiempo de mirar fijamente al infinito, pues no sentía el mundo que me rodeaba como propio. Quedé con mis amigas para animarme un poco y durante un buen rato, parecía que vivía en tercera persona, viendo cómo los demás charlaban, reían y bromeaban, es decir, cómo seguían con sus vidas como si no estuviera pasando nada, mientras yo me derrumbaba por dentro.
Y es que hay libros que dejan marcas indelebles. ¿Cuál es el vuestro?
Sin destino de Imre Kertesz, en la que vemos al protagonista pasar por diversos campos de concentración. Hay mucho del autor en el libro. Con los ojos de una niña de doce años de Janina Hescheles, en la que contemplamos el horror de esos campos a través de los ojos de una niña de tan sólo doce años...
ResponderEliminarY cambio de registro, Cyrano de Bergerac. Uff, me costó empezar otro libro cuando lo leí, me costó salir de esa historia.
Besotes!!!
¿Sobre el nazismo? Qué bien me lo has vendido, me voy enseguida a investigar los libros que mencionas.
EliminarHola, Laura:
ResponderEliminarEfectivamente, la viñeta habla por sí sola (pero aun así lo que comentas no está de más ^^). Respecto a tu pregunta, sí, me ha pasado muchas veces. El último libro que me impactó tanto fue el de "La persona incorrecta" y la última peli la de "Bohemian Rhapsody".
Un saludo imaginativo...
Patt
Hola Laura!! Muy buena tu viñeta lectora y muy cierto lo que dice. Ha habido libros con los que he llorada al tener que despedirme de sus protagonistas. ¡Estupenda entrada! Besos!!
ResponderEliminarStoner, Cuando me golpear, Dientes de leche... hay tantos... pero esos son los buenos.
ResponderEliminarBesos
Leí tus reseñas en su momento y sé cuánto te impactaron...
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