Autora: Beth Revis
Traducción: Xohana Bastida
Saga: Across the universe 2/3
Año de publicación: 2012
Número de páginas: 495
Editorial: SM
ISBN: 9788467557152
Sinopsis:
"Existen un millón de soles.
Tan cerca.
Cualquiera de ellos podría alumbrar un planeta.
Cualquiera de ellos podría ser un hogar.
Pero están todos fuera de nuestro alcance"
Han pasado tres meses desde que Elder descongeló a Amy. La nave Fortuna, antes gobernada por mentira, ha caído en el caos.
Elder y Amy tendrán que seguir las pistas de un juego desquiciado que los conducirá a un secreto.
Un secreto que tal vez los salve... o los destruya a todos.
Opinión:
Comparándolo con el anterior libro, este ha estado mejor. Sí, sin duda este me ha gustado más, y mirad que con las trilogías eso no me suele pasar, el primer libro siempre suele ser el mejor. Pero no aquí no ha sucedido eso.
¿Y por qué me ha gustado más? Pues porque este no ha sido tan introductorio. Al fin, nos libramos de todas esas descripciones de la nave y nos centramos un poco. Hay acción y misterio, sin ninguna duda. Y algún toque de romance (aunque sigue escaseando...). Pero vayamos por partes.
La novela empieza con una rebelión por parte de la población. Yo esperaba que aclamaran a Elder como héroe, por haberlos rescatado del fidus (já, ilusa de mí), pero no, todo al contrario, hacen una rebelión tras otra, y no paran de quejarse por todo. Que a ver, su miedo y sus quejas no son exagerados, hay que comprender que hace muy poco que están empezando a sentir, pero me ha dado la impresión de que Elder no sabe imponerse, y que la gente no valora lo que tiene.
Porque sí, yo soy de los que piensa que Elder no tiene dotes de liderazgo. Es demasiado tímido, demasiado incapaz, demasiado poco sociable, incapaz de dar majestuosos discursos o de ganarse el favor de la gente. Pero claro, hay que tener en cuenta que vive una época difícil, es un adolescente y ha de asumir una gran responsabilidad, además de lidiar con sus sentimientos. Aún así, es demasiado impulsivo para mi gusto, nunca piensa antes de actuar, y parece que vaya siempre a contrareloj.
Y eso es otra cosa que o me ha convencido demasiado de la novela: el romance. Amy y Elder pertenecen a mundos totalmente opuestos y mientras que ella es considerada una anomalía, él es casi un príncipe. Pero a pesar de que esta historia prometía, no se desarrolla bien. Pasan demasiadas cosas, y no hay tiempo para su romance. ¡Si a penas están solo en más de dos escenas! Además, es Elder el único que no duda repecto a sus sentimientos por Amy. Ella, al contrario, está demasiado ocupada para pensar en Elder (¿Hola? ¿Él es el líder? Es él quién no debería tener tiempo).
Porque, el romance se ve sustituido por el misterio. En esta ocasión, tenemos un nuevo asesino, y no solo eso, sino que Orion le ha dejado a Amy una serie de pistas que la conducirán a un gran secreto. Me he entretenido mucho siguiendo las señales y notas, como si estuviera en una novela de detectives. Pero lo mejor son las revelaciones, lo que se esconde tras el gran secreto de Orión. Me he quedado de piedra al enterarme. Y es que en esta novela, nunca se puede saber quién miente y quién dice la verdad, pues puede que todo lo que hayas creído con fe ciega a lo largo de tu vida, sea una mentira.
Otra cosa que me ha gustado de la novela, es que, aunque parecía que ya lo habíamos visto todo de la nave, no es así, esta esconde aún varios misterios y más lugares secretos que en la primera entrega. Esta vez, pero, es algo más dinámico y con unas descripciones menos densas.
Además, el final, es un buen final, de esos que te dejan impacientes por saber más.
En conclusión, este ha sido una segunda parte genial, llena de acción, con unos personajes viven demasiado apresuradamente, y están demasiado ocupados para relacionarse entre sí, pero cuya ambientación merece mucho la pena. Sin duda, por ahora recomiendo echarle un ojo.
PUNTUACIÓN...4/5!
Primeras Líneas...
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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney